Así fue el crimen de Orio: una escopeta trucada, celos y frialdad para disparar a quemarropa y volarse la cabeza

Alberto, que ayer supuestamente mató a su expareja en la localidad guipuzcoana de Orio y después se suicidó, utilizó una escopeta manipulada de su propiedad para dispararla a bocajarro. La deflagración que escucharon los vecinos como un estruendo, era, sin embargo, el ruido de esta escopeta que Alberto había manipulado y producía un ruido que es superior al de una escopeta de caza normal.

Alberto, definido como una persona tranquila, quedó con Lourdes junto a un parque de Orio. Hacía poco que ella había acabado con la relación. No le interesaba seguir como pareja y se lo dijo. Ella lo esperaba leyendo en un banco. Él acababa de salir de una cafetería. "Vino sobre las cuatro y media o cinco menos veinte, se tomó un cortado y se marchó", cuentan a Informativos Telecinco. En la mano llevaba lo que los testigos confundieron con una caja blanca. No era una caja, sino un plástico blanco dentro tenía metida la escopeta. Con ella disparó a Lourdes al grito de "Si no estás conmigo no estás con nadie". y después se quitó la vida.

Así se encontraron los cuerpos: Lourdes, de 50 años, deja dos hijos

El hombre, según las primeras investigaciones, utilizó un arma de su propiedad que había heredado de su padre y que estaba manipulada ya que tenía el cañón recortado, y con ella disparó a bocajarro contra la mujer y después de disparó a sí mismo. El hombre fue encontrado tendido en el suelo con la cabeza destrozada. El cuerpo de ella estaba sentado en el banco. Los agentes de la Ertzaintza encontraron además un arma de fuego y una bolsa ensangrentada.

Erkoreka ha indicado que el agresor, vecino de Zarautz, tenía licencia de armas y que no consta que tuviera antecedentes penales de ningún tipo, ni por violencia de género, y que la víctima, Lourdes, de 50 años y residente en Orio, deja dos hijos, un joven y una menor de edad, a quienes el consejero ha trasladado todo su apoyo y "un mensaje de solidaridad profundo".

En un primer momento, ha aclarado el consejero, los testigos advirtieron de haber escuchado una explosión e incluso aseguraron haber visto una caja blanca, razón por la que la primera unidad que movilizó la Ertzaintza hasta el lugar fue la de explosivos. Sin embargo, tras recabar los primeros datos en la escena donde estaban los dos cadáveres y voltear el cuerpo el hombre, los agentes descubrieron la escopeta manipulada, cuya detonación pudo haberse confundido con la de una explosión.

Hasta que no llegó la policía científica no pudieron mover el cuerpo y descubrir el arma que había quedado debajo. Todo el vecindario está en shock. No había denuncias por malos tratos ni antecedentes por violencia de género pero Lourdes se ha convertido en otra víctima de un crimen machista.

De confirmarse que se trata de un caso de violencia machista, serían ya 18 las mujeres asesinadas en 2023 y 1.202 desde 2003 que comenzaron las estadísticas. Además, con la hija de Lourdes ya son 18 los menores que han quedado huérfanos este año. Hay además dos casos en investigación este año, según los datos de la Delegación del Gobierno contra la violencia de género.

El 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 52 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es.

También se presta atención mediante whatsApp a través del número 600000016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900202010. En una situación de emergencia se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) y en caso de no poder llamar se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con Geolocalización.