Nueve años del crimen de Pioz: repulsa, debate sobre la justicia y la convivencia difícil de Patrick Nogueira en prisión
El crimen de Pioz, ocurrido hace nueve años, dejó huella por su crueldad y por las preguntas legales que aún persisten
El relato de la guardia civil que encontró los cuerpos del crimen de Pioz: "Recé para que los niños no estuvieran en la casa"
El crimen de Pioz sigue siendo, nueve años después, uno de los más escalofriantes de la crónica negra española. El 17 de agosto de 2016, en el silencio de un chalé de la campiña guadalajareña, Patrick Nogueira, un joven brasileño de 19 años, asesinó y descuartizó a sus tíos y a sus dos primos pequeños con una frialdad que heló al país.
Lo más perturbador no fue solo lo que hizo, sino cómo lo hizo y las consecuencias que desencadenó. El caso conmocionó por la brutalidad del crimen y también abrió un debate legal y social que continúa vigente.
No hubo móvil económico, ni crimen pasional. Solo una persona plenamente consciente de sus actos, como concluyeron los jueces. Hoy, a los 28 años, cumple prisión permanente en Aranjuez tras haber pasado ocho años en una prisión anterior, donde ya tuvo problemas de convivencia.
Los antecedentes de Patrick Nogueira en Brasil antes del crimen de Pioz
François Patrick Nogueira Gouveia nació en Altamira (Pará, Brasil) el 6 de noviembre de 1996, en una familia acomodada. Soñaba con ser futbolista, pero durante el instituto apuñaló a un profesor tras recibir una mala nota, alegando que solo quería “darle un susto”. Fue internado 40 días.
Tras este episodio, y alejado de sus padres, se fue a vivir con sus tíos Marcos Nogueira (40), Janaína Américo (39) y sus primos David y María. El joven llevaba afincado un tiempo en João Pessoa, donde creció durante su adolescencia.
La familia planeaba mudarse a España, y Patrick también decidió trasladarse, aunque tomó un camino distinto: se instaló en Alcalá de Henares para estudiar Derecho, mientras sus tíos se fueron a vivir a un chalé en Pioz, cerca de la zona de La Alcarria, en Guadalajara.
El crimen de Pioz: Patrick asesinó a los familiares con los que se trasladó a España
El 17 de agosto de 2016, Patrick viajó en autobús desde Alcalá hasta la casa familiar en Pioz con pizzas y una mochila -con una navaja dentro-. Tras comer con su tía y sus primos -David (1 año) y María (4)- apuñaló a Janaína mientras fregaba los platos, y luego mató a los menores: "Los niños no corren cuando les voy a matar", decía en un chat. Más tarde, asesinó también a su tío Marcos, cuando este llegó del trabajo.
Descuartizó los cuerpos, los metió en bolsas de basura y los dejó en el jardín. Durante todo el proceso, enviaba mensajes y fotos por WhatsApp a su amigo Marvin Henriques Correia, que estaba en su ciudad natal Brasil y que incluso le daba consejos.
Patrick pasó la noche con los restos, y al día siguiente volvió a su rutina en Alcalá: "Estoy feliz de que no me importe". Dos días después huyó a Río de Janeiro -adelantando un billete que ya tenía-, creyendo que no sería atrapado. Sin embargo, los mensajes y fotos se difundieron, y una joven brasileña denunció lo que vio. El 18 de septiembre se hallaron los cuerpos, y el 19 de octubre Patrick regresó voluntariamente a España -aconsejado por su hermana Hanna, que era abogada y vio las evidencias- y fue detenido en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Posteriormente, el día 21, confesó la autoría del cuádruple asesinato. "Tenía la idea fija de hacerlo, pero no sabía cómo". “Yo no he elegido ser de esta manera". Según los peritos defensores, comentó a un psiquiatra: “En las guerras también mueren muchos niños y personas y no pasa nada".
Condena: prisión permanente revisable
En 2018, fue condenado por la Audiencia Provincial de Guadalajara a tres penas de prisión permanente revisable y otra de 25 años. Su abogada, Bárbara Royo, logró que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha eliminara dos de esas penas, pero en 2020 el Tribunal Supremo ratificó la condena completa, señalando la extrema brutalidad y falta de remordimiento. También fijó parámetros de cumplimiento como el acceso a tercer grado pasados 22 años o la suspensión tras 30 años, además de indemnizaciones (411.915 euros)
Royo defendía que la ley de prisión permanente revisable era ambigua y que Patrick sufría un trastorno de personalidad, lo que debería ser considerado atenuante. El propio Patrick dijo que sufrió alcoholismo desde la infancia para escenificar su daño cerebral y negó que el viaje a Brasil fuera una huida. Pero el tribunal rechazó estos argumentos.
La acusación, por su parte, alegó premeditación, frialdad y plena conciencia del crimen, descartando cualquier daño mental. Los mensajes y la planificación reforzaron esta tesis, y se aplicó la pena máxima.
El papel de Marvin Henriques Correia, que fue absuelto
Marvin Henriques Correia, amigo de Patrick desde una fiesta en el instituto, fue acusado de ser cómplice y detenido en octubre de 2016. Tras años de investigación, fue absuelto en 2021 porque, aunque intercambió mensajes en tiempo real durante los asesinatos -sugiriendo incluso formas de ocultar los cuerpos-, no se consideró que hubiese cometido un delito según el Código Penal brasileño. La jueza Aylzia Carrilho explicó que sus actos eran “actos preparatorios” o “conductas subjetivas”, no contempladas como delito en el sistema penal.
Como no existía una ley que castigase esa participación indirecta sin ejecución material, Marvin no pudo ser condenado. La controversia surge porque, aunque sabía lo que ocurría y no alertó a nadie, su conducta no está penada, lo que para muchas personas, especialmente la familia de Janaína Américo, es moralmente reprobable y debería ser punible, según recogió 'G1'.
Su absolución generó una sensación de impunidad, ya que ahora lleva una vida pública -dijo que pensaba ser youtuber en 2023-, lo que contrasta con el dolor de las familias afectadas. La situación evidenció una laguna legal en Brasil sobre la participación virtual en crímenes y reabrió el debate sobre actualizar la legislación penal, que también sigue abierto en muchos países.
Problemas en prisión
Patrick Nogueira cumple condena en el centro penitenciario de Aranjuez, en Madrid, tras pasar ocho años en el centro penitenciario de Puerto III, en Cádiz, donde estuvo bajo un régimen más estricto.
Ha protagonizado múltiples incidentes en prisión. En 2021 fue brutalmente agredido por varios reclusos en un ajuste de cuentas, y en agosto de 2024 atacó a otro interno tras una discusión. Fue enviado a aislamiento disciplinario.
Con el tiempo, ha adoptado un perfil más solitario. Actualmente está en el módulo de respeto, dedicado a presos que cumplen normas estrictas de convivencia. Aunque se ha replegado y dedica tiempo a la lectura, su actitud fría sigue generando incomodidad entre internos y funcionarios, y se le considera un perfil de alta peligrosidad.
Un crimen que no se olvida
Nueve años después, el caso del 'descuartizador de Pioz' sigue siendo uno de los más estremecedores de la historia española. La brutalidad, frialdad y la narración en tiempo real del crimen provocaron una fuerte conmoción social.
Durante el juicio, Patrick se mostró tranquilo y sin remordimientos. Periodistas como Carmen Corazzini han subrayado su perfil psicológico perturbador, destacando su falta de empatía y su capacidad para planificar con meticulosidad.
El caso también abrió un debate sobre el tratamiento penal de crímenes especialmente crueles y sobre la participación indirecta digital. La gran pregunta sigue siendo: ¿basta la ley para hacer justicia?