Asesinatos

La defensa del presunto yihadista de Algeciras señala que "no merece una pena de prisión": piden que le internen en un centro

Yassine Kanjaa llega en una furgoneta de la Guardia Civil al juicio en la Audiencia Nacional, a 6 de octubre de 2025. Europa press
  • La defensa de Yassine Kanjaa, el presunto yihadista de Algeciras, alega que cuando asesinó al sacristán no era consciente por su esquizofrenía

  • Se establece que en el momento del asesinato, Kanjaa estaba bajo un "delirio mesiánico-religioso"

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La Audiencia Nacional ha dejado este martes visto para sentencia el juicio contra Yassine Kanjaa, el presunto yihadista de Algeciras acusado de asesinar al sacristán Diego Valencia en enero de 2023. Su abogado ha solicitado la absolución del acusado, alegando que sufre esquizofrenia paranoide y que “no merece una pena de prisión”, sino una medida terapéutica.

Según la defensa, Kanjaa debe ser internado en “un establecimiento acorde a su padecimiento hasta que los médicos digan que su dolencia está curada o controlada, a efectos de que no sea peligro ni para sí mismo ni para los demás”.

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"No distinguía entre lo que es un delito y lo que no"

El abogado ha recordado que varios psiquiatras declararon que el acusado actuó bajo un “delirio mesiánico-religioso”, que anuló por completo sus facultades. “No distinguía entre lo que es un delito y lo que no”, ha sostenido.

Además, ha negado que Kanjaa pasara por un proceso de radicalización, señalando que simplemente pasó de ser “nada religioso” a “una persona extremadamente religiosa” en cuestión de meses. Por eso, insiste en que ese plus tan necesario para calificar un hecho como finalidad terrorista no concurre”, asegurando que cometió los hechos “en pleno brote psicótico”.

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“Quería cortar las cabezas” de los religiosos

Aunque el acusado no declaró en el juicio, el tribunal accedió a reproducir su testimonio tras ser detenido, donde admitió el ataque y afirmó que su objetivo era “matar”. En ese interrogatorio, Kanjaa reconoció que quería “cortar las cabezas”de los religiosos porque eran “enemigos del islam y de los musulmanes”, y que lo hizo porque “le mandó Alá”.

La Fiscalía mantiene su petición de 50 años de cárcel

Por su parte, la Fiscalía solicita una condena de 50 años de prisión y la aplicación de una eximente incompleta, al entender que, aunque padecía un trastorno mental, no anulaba completamente sus facultades. El fiscal subrayó que “no se ha practicado una prueba que, con claridad y rotundidad, demuestre que la esquizofrenia anulase total y absolutamente sus facultades intelectivas y volitivas”.

A su juicio, Kanjaa actuó con “ánimo de matar” y motivación religiosa, ya que su intención era “eliminar a quienes consideraba incompatibles con su credo y aterrorizar a la población”.

Un ataque mortal en dos templos

Según el escrito de acusación, sobre las 18:30 horas del 25 de enero de 2023, Kanjaa entró en la iglesia de San Isidro de Algeciras, increpó a un feligrés y golpeó una Biblia mientras gritaba frases como “El mundo se va a acabar” y “Allah”.

Después, se dirigió a su casa, apagó el móvil y tomó un machete que guardaba bajo la cama. En la calle, atacó a un hombre por la espalda y, minutos más tarde, irrumpió de nuevo en la iglesia durante una misa, donde golpeó al sacerdote.

Finalmente, caminó hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Palma, donde se encontraba el sacristán Diego Valencia. Según la Fiscalía, lo persiguió hasta la Plaza Alta y le asestó dos golpes mortales con el machete, uno en el cuello y otro en la cabeza.