El misterio de Mari Trini y su bebé, escondido bajo 15.000 metros cúbicos de agua y sedimentos
El Portugués, marido de Trini y padre de la criatura, fue investigado como sospechoso de la desaparición de estas mujeres en 1987 y salió indemne
La búsqueda de Mari Trini y su bebé, desaparecidas en 1987, tras analizar el coche hallado en la balsa de Ribadesella
El secreto de María Trinidad y su bebé podría estar escondido bajo 15.000 metros cúbicos de agua y sedimentos. Es un fantasma con el que ha convivido Ribadesella desde 1987. Una carga muy pesada con la que ha convivido una familia que siempre tuvo en mente lo que había ocurrido. La realidad puede darles las razón en horas o días, si debajo de esos 15.000 metros cúbicos se encuentra lo que se espera. Coches y lo que quede de los restos de Trinidad y su pobre bebé.
Pero volvamos al pasado. Julio de 1987. Mari Trini y su bebé Beatriz, de apenas 13 meses, desaparecen en Matadeón de los Oteros (León), poco antes de una citación judicial por una denuncia de malos tratos contra su marido, Antonio 'El portugues'.
La versión de Antonio 'El portugués'
La familia de la joven, que la había rescatado más de una vez, siempre pensó que él estaba detrás de esa desaparición. Él lo ha negado siempre, aún hoy , a los 81 años, desde su residencia comenta al Diario de León que "están por ahí". Su primera mujer ya le abandonó y la segunda parecía dispuesta a hacerlo también
Esa es la versión de El Portugués, que tanto la madre como la hija abandonaron España para trasladarse a Portugal. Huyeron de él. De nuevo abandonado por una mujer. Nadie le creyó entonces y menos aún ahora, pero nunca ha habido pruebas suficientes para señalarle. Que durante su vida fue un tipo violento no parece albergar dudas para nadie.
El Portugués fue investigado como sospechoso de la desaparición de estas mujeres en 1987 y salió indemne —en libertad y sin cargos— en marzo de 2018. Los investigadores trataron de localizar sin éxito los cuerpos en las dos residencias propiedad del hombre, la de Matadeón de los Oteros, en 2017, y en la de Berbés, en 2018. Ni rastro.
En ese momento volvió a Portugal y se le perdió la pista hasta hace un año, cuando se le localizó en Zamora viviendo como un sintecho. Fueron los servicios sociales los que decidieron ingresarle en la residencia donde vive y guarda silencio.
El padre de Mari Trini murió sin saber qué pasó con su hija
La familia de Mari Trini buscó sin éxito a madre e hija en los primeros años de su desaparición con su padre Gonzalo a la cabeza. Llevó sus pesquisas hasta Portugal en busca de la hija y de la nieta, pero murió sin conocer su paradero. El hermano de Trini, Gonzalo, hizo lo propio tras denunciar su desaparición en una comisaría de Gijón en 2001. Murió también sin saber la verdad.
Nadie había prestado suficiente atención a un comentario de un vecino. Décadas antes había asegurado haber visto a El Portugués arrojan coches el fondo de la laguna de la mina conocida como El Frondil, en Berbes.
Pero todo dio un giro después de que el Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón accediera el pasado mes de abril a reabrir el caso a petición de la Policía Nacional tras la localización en el interior de la balsa de dos vehículos.
Este hallazgo daba valor al testimonio de ese vecino que en su día aseguró que el marido de la mujer y padre de la pequeña de trece meses había arrojado dos vehículos desde un barranco tras la desaparición. Al fin había una pista sólida, una posibilidad de acabar con el misterio.
El juzgado ordenó el pasado 28 de octubre que la Policía Nacional recabara la colaboración de las entidades y organismos que fueran necesarios para contar con medios adicionales como los que ha movilizado ahora la UME. Cientos de personas han querido ser testigos de estos avances.
El lodo ha sido una dificultad añadida al tiempo, pero la Policía Nacional ha dado por finalizado el dispositivo de búsqueda en la balsa de agua de la antigua mina de Berbés, en el concejo asturiano de Ribadesella. Un portavoz de la Policía Nacional ha apuntado a EFE que será este jueves, cuando se informe del resultado ante la necesidad de comunicarlo antes a la autoridad judicial.
Pero el Diario de León ya ha adelantado que lo encontrado no se corresponde ni con el modelo ni la marca de los que manejaba Antonio da Silva, el Portugués, en la época de la desaparición, hace más de 38 años. Pero aún hay que inspeccionar un segundo coche. ¿Seguirá el misterio vivo para entonces y por fin se desvelará lo que ocurrió con Trinidad y su bebé?