La angustia de un hombre de 78 años a Teleasistencia en la DANA: "¿Qué hacemos?, ¿nos ahogamos aquí?"
Los servicios de Teleasistencia han remitido al juzgado que instruye la causa de la DANA la transcripción de las conversaciones
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La jueza que instruye la causa penal por la gestión de la DANA ha incorporado al sumario una grabación de las conversaciones telefónicas que un hombre de 78 años de edad, residente en una planta baja de Paiporta, donde falleció, mantuvo con varios trabajadores del servicio de Teleasistencia de la Generalitat el día de la dana pidiendo ayuda: "¿Qué hacemos?, ¿nos ahogamos aquí?".
Los servicios de Teleasistencia han remitido al juzgado la transcripción de las conversaciones (sin indicación sobre la hora a la que se produjeron) que el usuario, de nombre Reyes, que estaba en la vivienda junto a su mujer, Filomena, de 78, mantuvo con sus trabajadores, a las que ha tenido acceso EFE este miércoles.
La primera teleasistente que atiende a Reyes le pregunta en qué puede ayudarle, y este le dice que se ha desbordado el barranco de Paiporta y ya está entrando el agua en la vivienda. La trabajadora le dice que el 112 está saturado, que no le cogen las llamadas (los servicios de emergencias) y que si quiere, que avise a su hija. El hombre le responde que vive en una planta baja y está llamando a la Policía, pero no se le cogen el teléfono, y que está en comunicación con su hija.
La conversación entre el usuario y Teleasistencia
"Lo único que puedo hacer es intentar llamarlos, pero ya le digo que es que no lo están cogiendo, están completamente saturados (los servicios de emergencias). A ver… Está empezando a entrar agua en casa, ¿no?", le pregunta la teleasistente. "Sí, entra por la puerta, y tengo dos escalones, y está subiendo los dos escalones ya", responde Reyes.
En una nueva llamada, la quinta, la trabajadora comunica a Reyes que "el 112 tiene las líneas caídas, están colapsados, no podemos avisarles, y por lo tanto no podemos avisar tampoco a bomberos. No nos está cogiendo las llamadas. ¿Quiere que avise a algún familiar, a Inmaculada?". "Estoy hablando con mi hija ahora mismo", le responde.
"Vale, pues dígale que vaya a su casa, porque los servicios de emergencias no contestan", señala la trabajadora. En otro audio vuelve a comunicar a Reyes que los teléfonos de Emergencias siguen colapsados y le insta a pedir ayuda "a vecinos, a su hija, a quien pueda". "Estoy intentado llamar a mi vecina, pero tampoco me lo coge", responde.
"Súbase a una encimera si es necesario"
"Vale; si no, pónganse lo más alto que puedan de casa, ¿de acuerdo? Súbanse a una encimera si es necesario", le pide. El hombre, en una nueva llamada al servicio, la undécima, contacta con otra teleasistenta: "Que nos vamos a ahogar, que nos vamos a ahogar aquí, por qué no viene nadie a socorrernos, por Dios".
La conversación continúa:
- Está entrando el agua, no se preocupe, porque los servicios de emergencia ya están avisados.
Reyes: Y si no vienen, ¿qué hacemos?, ¿nos ahogamos aquí?
- Ya cariño, pero es que yo no puedo hacer nada. Se ha caído el puente; entonces están yendo hacia allá para ayudaros a todos. Intentad poneros a salvo en una superficie donde no entre mucho el agua.
Reyes (se oye a lo lejos): ¿Se ha caído el puente, dice?
- Se ha caído el puente, entonces se está desbordando el agua.
Reyes: Es que nosotros no podemos subir a ningún sitio, porque tenemos la planta baja solo, no tenemos arriba nada. Nos vamos a ahogar aquí, nos vamos a ahogar.
Figura también un audio del 112 al Servicio de Teleasistencia pidiendo datos sobre este aviso, en el que pide datos y asegura que va a informar a los servicios de emergencias.
La teleasistenta vuelve a contactar con el usuario. Esta vez coge el teléfono Filomena, la mujer de Reyes:
Filomena: ¡Nos ahogamos! ¡Dios mío!
- No se van a ahogar.
Filomena: Está entrando por el patio también.
- Lo sé, cariño.
Filomena: Por la ventanilla está entrando.
- (...). Súbanse a algún sitio más alto, no se preocupen, que no se van a ahogar.
Filomena: ¡Nos ahogamos! Que se ha ido la luz, se ha ido, se ha ido la luz, se ha ido, se ha ido la luz, y ya me llega el agua por la rodilla.
Hay registradas hasta 25 llamadas, en las cinco últimas, realizadas por el servicio de teleasistencia, ya no hay respuesta de la usuaria.