Hogar dulce hogar

telecinco.es 08/05/2020 17:29

La euforia por el dulce se ha disparado durante el periodo de confinamiento y nuestros hogares se han convertido en espacios muy dulces durante estos días. El cuerpo nos pedía azúcar y nos hemos convertido en reposteros aficionados mostrando en las RRSS nuestras hazañas reposteras: tartas, galletas, donuts… Es un hecho que nos apetecía comer más dulce de lo normal y no solo por lo buenas que están las tartas recién hechas, también por el aroma del que impregnan la casa.

Pasteles, bizcochos, tartas de todo tipo, galletas... Pocos son los que se han resistido a incluir dulces en su dieta durante el confinamiento.

Todos hemos experimentado esas ganas de comer algo dulce y yo me he preguntado si eso es normal o si el cuerpo está intentando decirnos algo. ¿Qué es lo que nos provoca esa ansia por el dulce?

Lo primero que dicen los expertos nutricionistas es que tener ganas de comer algo dulce "no es un motivo por el que sentirse culpable; es algo completamente normal". Los carbohidratos, que se descomponen en azúcares, son una fuente de energía para las células de nuestro cuerpo. Es algo natural que nuestro cuerpo sienta necesidad de azúcar, sobre todo en periodos en los que nos falta energía.

Uno de los motivos por los que nuestro cuerpo reclama dulce es la falta de sueño, algo que durante el confinamiento les ha pasado a muchas personas. No dormir bien y puede alterar el funcionamiento del cuerpo y la mente a nivel fisiológico. El cuerpo produce más ghrelina, una hormona que avisa al organismo cuando necesita comer y entonces nuestro cerebro interpreta que tenemos hambre y las ansias aumentan.

También el cansancio nos lleva pedir azúcar como una forma de mantenerte despierto y obtener más energía.

El estrés también nos lleva a consumir alimentos dulces como una forma de calmarnos. Aunque esto puede proporcionar un alivio rápido, también puede dar lugar a malos hábitos alimentarios o a unos patrones irregulares de alimentación.

El ejercicio en casa ha sido una de las actividades fundamentales durante este confinamiento y está claro que después de una buena sesión de sudar nos apetece azúcar, también es normal. Simplemente, el cuerpo nos está diciendo que necesita recuperar calorías.

Ahora que ya conocemos las causas de nuestras ganas de comer dulce, os voy a contar cuáles son mis tartas y dulces favoritos.

No sabéis cuánto echo de menos mis tartas de T. Artalia, están espectaculares y hablar con la dueña, Miriam, me ha endulzado el día.

“Dentro de nuestras especialidades tenemos Mousses congeladas, que las preparamos artesanalmente en nuestro obrador de Seseña, en Toledo, donde fabricamos todos nuestros productos. Y nuestras famosas tartas de las que tenemos muchas variedades en tartas de bizcocho y tartas de hojaldre. Una de las más vendidas y que más gusta es la Mousses congeladas“tarta cumpleaños”.

“Otra de nuestras tartas estrella es la “San Onoré de frutas”. Lleva 2 capas de hojaldre, el medio es crema y en la parte de arriba lleva profiteroles rellenos de crema y fruta. Todos los ingredientes de nuestras tartas son frescos y los traemos cada día. Otra tarta que triunfa es la “San Onoré de frutas”“tarta de milhoja de dulce de leche”

“Un poquito antes de empezar el confinamiento estábamos empezando con el tema de la bollería, haciendo nuestros croissant artesanales y roscas (donuts) artesanales, napolitanas de crema y chocolate… Y también hacemos torrijas y buñuelos en temporada. Y otro de nuestros fuertes son los helados artesanales en la temporada de verano, en los que intentamos que los sabores sean los mismos que en nuestras tartas (milhoja de dulce de leche, galletas oreo…). Son muy originales.”

“Durante los días de confinamiento sí hemos notado un mayor interés en el dulce. Tenemos varios tamaños de tartas: familiar, pequeño e individuales, que hay de 4 tipos. Y precisamente de las individuales son en las que más hemos notado un incremento en la demanda.”

La repostería siempre se ha dicho que es una Alquimia donde las medidas y los pesos tienen que ser súper precisos porque una variación de un gramo te puede cambiar completamente el sabor. Un sabor que por supuesto viene dado también por la calidad y frescura de sus ingredientes que pueden presumir de que son producto nacional. Podéis ver todos sus productos en https://t-artalia.com/

Otro sitio que os recomiendo para probar sus tartas y sus dulces es Paulitas de Saldulce, en Valladolid. Es la exclusividad del buen gusto. Le dan un toque muy distinguido a sus elaboraciones. A lo largo de su trayectoria profesional se han especializado en el catering dulce y salado, repostería y bollería. Son productos totalmente personalizados y adaptan al gusto de cada clientes todas sus tartas. Los productos que utilizan son artesanos y frescos, cuidan mucho la calidad desde el principio al fin en la elaboración. Si tenéis la oportunidad de probarlos os van a sorprender.

Y para terminar, como no puede ser de otra manera, una receta para hacer en casa fácil y riquísima para los que nos hemos aficionado a la repostería casera. Una tarta que además tiene mucha historia y muy representativa de la gastronomía francesa, la “tarta Tatin” de manzana.

Fue inventada por las hermanas Tatin en el siglo XIX, dos mujeres que dirigían un pequeño hotel en Lamotte-Beuvron donde la preparaban para sus huéspedes, y hecha famosa por un repostero francés que se quedó enamorado de este postre y de su elaboración cuando lo probó.

Así, la tarta Tatin de manzana llegó al restaurante que el chef regentaba, uno de los más exclusivos de París, y en homenaje a sus creadoras le mantuvo el nombre de Tatin convirtiéndola en una de las tartas más famosa en la historia de la repostería.

Para unas 6 personas necesitamos:

Harina de repostería 250 g

Mantequilla para la masa 160 g

Leche 50 ml

Sal 5 g

Azúcar para la masa 15 g

1 Yema de huevo

Manzana 1 kg

Azúcar para el relleno 200 g

Mantequilla para el relleno 75 g

Comenzamos preparando la masa. Para ello ponemos la harina y la mantequilla en dados bien fría en una superficie de trabajo. Con los dedos vamos cubriendo los dados de mantequilla con la harina. Luego con ambas manos trabajamos la mezcla hasta conseguir una textura arenosa.

Hacemos un hueco en el centro y añadimos la leche y la yema de huevo. Vamos incorporando esto con los dedos, y cuando el líquido haya sido absorbido usamos las manos para mezclar la masa hasta que tenga una textura suave. En cuanto se unan los ingredientes estará lista. La envolvemos en film y la dejamos una hora reposar en la nevera.

Mientras preparamos el relleno. Pelamos y cortamos las manzanas en cuartos y en una sartén o cazuela hacemos un caramelo suave con el azúcar y la mantequilla hasta que se vuelva marrón. Añadimos la manzana y cocemos todo junto durante veinte minutos. Dejamos reposar media hora hasta que enfríe.

Precalentamos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo. Extendemos la masa con un grosor de aproximadamente cuatro milímetros y cubrimos las manzanas con la masa, remetiendo los bordes hacia dentro de la cazuela. Cocemos durante 25 minutos hasta que la pasta esté dorada. Dejamos templar ligeramente y le damos la vuelta para una bandeja.

¡Y ya está lista nuestra tarta Tatin! Cosas buenas con las que hay que quedarse: los dulces del confinamiento.