Un día con dolor es un día perdido, y la vida es muy corta y hay que disfrutarla a tope, así que hay que intentar reducir, en la medida de lo posible, todos aquellos dolores físicos que nos impidan disfrutar, como por ejemplo, la lumbalgia.
¿Sabíais que hasta un 80% de la población ha padecido lumbalgia en algún momento de su vida? Pues así es, y el promedio de días perdidos por dolor en España es de 16,8 al año.
Me parece una barbaridad, y si encima lo llevamos a nivel económico es para llevarse las manos a la cabeza, ya que el coste del dolor crónico en España es de 15.000 millones de euros al año, según refleja la Sociedad Española del Dolor (SED).
La lumbalgia genera dos millones de consultas al año en Atención Primaria y es la causa más frecuente de incapacidad laboral en adultos menores de 50 años, además de la segunda causa de baja laboral en nuestro país.
Así que, visto lo visto, vuelvo a agarrarme a la naturaleza para encontrar en ella algún remedio natural que pueda aliviar este tipo de dolencia. Y digo “me agarro” porque estoy hablando de la “garra del diablo”.
No os asustéis, seguro que si os digo “harpagofito” ya os suena mucho mejor. Su nombre es Harpagophytum procumbens, pero se le conoce como harpagofito (planta con garfios en griego) o “garra del diablo” debido a la forma de sus frutos, unas cápsulas biloculares leñosas recubiertas de espinas con forma de garras.
Se trata de una planta herbácea perenne que crece a ras del suelo, con hojas duras y flores en forma de embudo de hasta 7 cm de longitud, con un vistoso color que varía del rojo al púrpura en su zona distal, y con la base amarilla.
Esta planta tan bonita resulta que es una de las plantas medicinales más utilizadas en Fitoterapia por sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias.
Crece silvestre en la sabana del Kalahari (sur de África), Namibia y en la isla de Madagascar. Y está especialmente adaptada para soportar la escasez de agua de las zonas en las que habita, como el desierto. Su poder medicinal se concentra en la raíz secundaria.
Los bosquimanos, una tribu africana, han utilizado esta planta medicinal desde hace siglos en casos de artrosis y otras enfermedades reumáticas. Y la empleaban en los partos como analgésico. Era como su epidural.
¿No es maravilloso que la naturaleza nos ofrezca este antiinflamatorio natural, que mejora reumatismos, neuralgias y mialgias?
El extracto de harpagofito se considera el mejor recurso de herbolario para tratar problemas reumáticos, por sus excepcionales virtudes antiinflamatorias y analgésicas. En algunos países, como Alemania y Francia, está catalogado como medicamento antiinflamatorio y se receta como tal.
Entre las principales aplicaciones y beneficios del harpagofito, cabe destacar:
- Reduce la inflamación y alivia el dolor en procesos reumáticos crónicos y puntuales, como la artrosis, la osteoartritis y la artritis reumatoide. Mitiga la tensión muscular y rebaja la inflamación de los músculos, tendones y bursas –bolsas situadas entre los tendones y los músculos– en bursitis, tendinitis aguda, epicondilitis (codo de tenista), espasmos musculares, sobrecarga muscular y agujetas. Es por ello un aliado natural para deportistas, excursionistas, senderistas o gimnastas, especialmente expuestos a este tipo de lesiones.
- Alivia el dolor y reduce la inflamación provocados por traumatismos, posturas inadecuadas y lesiones o accidentes por malas caídas, golpes y contusiones.
- Calma el dolor lumbar y el dolor en cervicales.
- El harpagofito es también un magnífico aliado de la mujer en la menopausia, para aliviar alguno de sus síntomas, y para la mujer con menstruaciones dolorosas.
- Ayuda también con el dolor que provoca el exceso de ácido úrico o gota.
- Actúa como un diurético muy potente.
- Por su condición de planta amarga, el harpagofito favorece la secreción de jugos gástricos y puede estimular el apetito.
- Combinada con otras plantas que refuercen su acción, el harpagofito ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre y se ha recomendado como terapia de apoyo para personas diabéticas.
- Es un tónico digestivo que se recomienda para combatir los espasmos gastrointestinales, para aliviar las indigestiones y las digestiones pesadas.
- Se le atribuye un cierto efecto hipolipemiante, con capacidad para disminuir los niveles de colesterol LDL en sangre.
Pero centrándonos en lo que hoy nos ocupa, que es la lumbalgia, un tratamiento a base de harpagofito puede reducir a corto plazo el dolor lumbar y la necesidad de emplear fármacos, ahorrándonos así los efectos secundarios o adversos que puedan tener.
Si la lumbalgia es tu dolencia y quieres decirle adiós, prueba con el harpagofito.
Lo podéis encontrar en herbolarios y en farmacias. Eso sí, haced caso siempre de las dosis prescritas y en caso de duda, consultad siempre con el médico antes de empezar a tomarlo.