Consuelo, una nueva estafa de concursante
es quien vuelve a metérnosla calentita en esta nueva edición de Supervivientes 2010, ya que según la veterana periodista, jamás había visto el programa, nunca escuchó de la dureza del reality, y tampoco se molestó en documentarse sobre el nuevo trabajo profesional que tenía en las manos, y que le relanzaría de nuevo a la pequeña pantalla que tantas horas de gloria le daría en los años 80.
La chica Hermida, dice que jamás había soñado ni en sus peores pesadillas con algo tan duro. Pero, sin embargo, y revisando videos -que tampoco son tantos, pues sólo llevan 4 días en Nicaragua- únicamente le hemos visto: descansar, ver las hermosas y paradisíacas vistas que le ofrece el entorno donde está concursando, pedir la nominación antes de empezar la aventura ya en el hotel donde se alojaban, y tan sólo quejarse de que le falta un chubasquero. Mientras, el resto de sus compañeros, quien más y quien menos, se desloma para conseguir algo de comida y construir una cabaña donde refugiarse de las posibles tormentas tropicales que se avecinan.
Todo eso es lo que hemos visto de esta farsante, que pretende refugiarse en la lástima y la compasión de los telespectadores para estar el mínimo tiempo posible, relanzar su carrera como periodista, y ser asidua en las tertulias que hablen sobre este formato en el programa que se tercie.
Pero la verdad de este asunto, es que si Consuelo Berlanga lo estuviera pasando tan mal, abandonaría el juego por propia dignidad, pensando en los que la defienden -en este caso, su hijo- y asumiendo el error cometido metiéndose donde no le llaman, pues “si no puedes asumir la condena, para qué cometes el delito”. Y esta condena rondaría los 100.000 € por abandono voluntario, sin llevarse ni un solo euro de los entre 6.000 € y 18.000 € que cobra cada famoso por semana en la isla.
Esa y no otra, es la realidad. Los lloros y las suplicas para pedir el voto, sin contar con que a partir de que sea expulsada de la isla, y hasta el final del concurso, se embolsará semanalmente más de 3.000 € por participar en la gala de los jueves.
Por todo lo expuesto anteriormente, deberíamos castigar a estos concursantes que intentan estafarnos “en cuanto al juego se refiere”, dejar a Consuelo un par de semanas más, y ser nosotros los que decidamos quién y cuándo se van marchando, ¡qué para algo también nos cobran las llamadas!. Y así, de esta forma, no dejar que sean ellos, los concursantes, los guionistas de esta aventura donde se marcan ellos mismos los que quieren llevárselo calentito desde Madrid, y los que quedarán finalistas para optar al premio final. Ya que de otro modo, año tras año veremos rostros y caraduras que lo único que harán, será tirarse del helicóptero y pedir el voto con los ojos llenos de lágrimas, pues saben que estarán respaldados por la audiencia.
Ayer, cuando mi compañero Jorge Javier me dijo: “Ojala nunca te veas obligado a realizar un trabajo que no te gustaría desempeñar”, fue una reflexión que me hizo pensar bastante en la situación de esta mujer, y he de reconocer que parte de razón no le falta. Pero en este caso, el problema es que Consuelo tenía preparada esta estrategia desde que partió del aeropuerto de Madrid, ya que estuvo convenciendo a sus compañeros de que deberían nominarle la primera, y eso no es jugar limpio ni sucio, simplemente no es jugar.
Por otro lado, su compañera, Beatriz Trapote, sí que ha sabido jugar bien sus cartas, estudiando a la perfección sus armas tanto dentro como fuera del reality. Y para ello posó para Interviú nada más firmar su acuerdo con Supervivientes 2010, para que se publicara una semana después de su encierro voluntario, con la única condición de que no se le vieran los pezones en las fotografías, pues seguramente, eso es otro precio, y no el de saldo que me cuentan que le han pagado. Y así, a su vez, se le abre una segunda oportunidad para posar en la revista nada más terminar el concurso, y de ese modo, acercarse al listón de posados de su eterna rival Belén Esteban, pues, aunque parezca imposible, quiere imitarle hasta en el número de desnudos en la publicación.
Por cierto, pasados tres días, y en el primer resumen diario emitido en "La Siete", Trapote ya ha dejado claro en una discusión con Bea La Legionaria, que ella no está en Supervivientes por ser la compañera sentimental de Víctor Janeiro, ni por los continuados enfrentamientos con la Esteban, sino por ser PERIODISTA… y lo malo de esta historia es que yo creo que la tía se lo cree…
Y mientras la Trapote se desnucaba en aguas caribeñas, su novio se tomaba un respiro el pasado jueves en una conocida sala de Madrid, entrando por la puerta -según me comentan- sobre las 0:20 de la noche, y abandonando el local a las 3:30 de la madrugada, acompañado de varios compañeros de 'Más que baile', y jugando con varias bailarinas del concurso al “juego del hielo” (pasarse un hielo de boca en boca). Y de esta manera, olvidarse, o al menos descansar, de lo que supone tener una novia coñazo como Beatriz Trapote, a la que podríamos cambiarle la frase de “A tope con la Trapote” y aconsejarle otra más apropiada para su actual relación sentimental como: “Trapote, búscate otro cipote”
Para finalizar, os adelanto que durante esta semana os contaré más sobre los anónimos que dejarán de serlo muy pronto, y os daré datos sobre el pasado de alguna concursante que ya no es qué sea oscuro, ¡es qué es realmente aterrador! Tanto que si yo compartiera isla o selva con ella, me lo pensaría muy mucho en continuar siendo su compañero de juego.
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