Coto Matamoros anuncia su muerte la noche del miércoles 24

telecinco.es 24/06/2009 13:33

Espero que sea una broma, no quiero que sea realidad.

Coto Matamoros anunció hace menos de una semana que, debido a que no iba a hacer efectiva una indemnización de cerca de 40.000 € más 1.800 € en concepto de multa por no pasar la manutención de sus hijos en los últimos años, la justicia española le obligaba a entrar en prisión el próximo día 25, es decir, mañana, en la cárcel que él escogiera durante al menos 3 meses.

El ex polémico colaborador de televisión frivolizó sobre el tema y anunció ante miles de telespectadores que no acataría la sentencia dictada por el juez instructor del caso y que sólo veía dos posibilidades: la primera, fugarse -cosa improbable, dado que dudo mucho de que el Sr. Matamoros estando a espera de entrar en prisión pudiera abandonar el país-, y la segunda y opción escogida por él mismo, se suicidaría esta misma noche después de una última cena con amigos y en la más estricta intimidad.

Espero que sea una broma, no quiero que sea una realidad, pues no le deseo la muerte a ninguno de mis enemigos, aunque frivolicen con el tema de malas maneras y con unas artes pésimas, pues tan culpable sería él como la cadena o el programa que le contrata para vender un suicidio voluntario, carentes de cualquier ética o moral y pasándose por el forro el sufrimiento de familias que de verdad han sufrido un abandono voluntario por alguno de los suyos.

Estoy de acuerdo con hacer una televisión divertida, amena y que en resumidas cuentas nos evada de los muchos problemas con los que nos enfrentamos a diario y, aunque a veces soy muy criticado por vosotros, confesores, con la teta de Yola o el peluquín de El Dioni, se tratan de simples bromas que os hacen o nos hacen las tardes más entretenidas y que no dejan de ser una broma… pero el tema de un suicidio ya no es una broma, y si lo fuera sería de pésimo gusto.

Esta noche un cobarde ha anunciado que, ante la impotencia de poder reclamar sus derechos ante un juez y para que el día de mañana su hija pequeña no le llame pardillo, se va a arrebatar la vida, va a dejar huérfana a una niña de escasa edad y viuda a una mujer que acostumbrada a tenerlo todo, se va a quedar sin nada.

Querido Coto, los cojones que demostraste durante mucho tiempo en Crónicas Marcianas no se te tienen que encoger cuando el pilotito rojo de la cámara se apaga, se demuestran día a día y, sobre todo, en los momentos más difíciles, cuando las adversidades son mayores que nuestro propio ego…

Muchas familias españolas tienen a los suyos encerrados en prisión, sin que por ello hayan perdido la esperanza o el desaliento para seguir luchando, pues la vida realmente es eso, luchar y luchar, hasta el final, y te lo dice un guerrero que no se deja vencer bajo ningún concepto y que cuando me caigo me levanto cada día con más fuerza si cabe…

Ojala puedas leer esta carta antes de que tomes esta noche la fatal decisión, aún más, me gustaría que leyeras esta otra que me dejó sin palabras, escrita por una compañera que se nota que te quiere y aprecia, una carta abierta escrita por Consuelo García del Cid:

Carta abierta a Coto Matamoros

Lleva dos zarpazos de muerte en el corazón: un par de infartos. El primero en directo, cuando aparecía en Crónicas Marcianas para ser entrevistado. Su debut fue a lo grande, aguantó el tipo con un dolor terrible en el brazo y problemas de respiración, estuvo a la altura y su intervención resultó tan estelar que Sardá decidió ficharle como contertulio, pero aquella noche salió del plató directo hacia el hospital Clínico de Barcelona, donde permaneció ingresado. Lo dio todo, y tal vez por eso, se quedó.

Ahí nace el Coto mediático, un personaje creado sobre sí mismo y a la altura de todas las circunstancias. Nos ha hecho reír mucho y nos han enganchado sus gritos, sus discursos canallas con aspecto de lord inglés, sus enfrentamientos... "Dile a Samuel, el negro, que venga, que me voy a cagar en su puta madre...", mientras el público jaleaba la figura de este hombre tremendamente grande, ofensivo, sin pelos en la cabeza y sin pelos en la lengua, es decir, a pelo puro y duro por la vida y por el mundo. Sus palabras, arrancadas al hígado, brotaban como un manantial de esputos perfumados cuyo efecto llegaba a todo y a todos, seguramente porque conoce todos los lados. El oscuro, el negro y todos los tonos de la escala Pantone. Sabe escribir, y lo hace muy bien. Sabe de cine (Plauto, recuerdo distorsionado de un tonto eventual) aunque su película fue extrañamente boicoteada -tal vez porque en España no se quieren Tarantinos-, sabe hacer teatro (Coto de Caza), pero, fundamentalmente, es una buena persona. Como pocas.

Coto es un buen tipo antes que un gran tipo. Un coctel molotov, pura explosión ordenada en esa cabeza cuyo privilegio ha conocido la cáscara amarga. Ex convicto, ex cocainómano, ex personaje mediático. Lo dejó cuando estaba en la cresta de la ola. Podía haber seguido años y años, él lo sabe, y su fuente habría sido inagotable. Se paró cuando le dio la gana y santas pascuas. Mientras tanto, entre hermano, hijas y demás familia poniéndole a parir, seguía en el candelero a pesar de cualquier tormenta. No creo que le diera lo mismo, pero lo afrontaba. Plantaba cara al más pintado y no le tenía miedo a nada. Mucho Coto. Ahora ha decidido retirarse a Las Terrenas, República Dominicana, harto de este país y de casi todo. Se reconoce asocial y solitario. Escribe y colabora una vez al mes con el loco de la colina. Es noble. Un verdadero noble ,sin título, pero con un nombre que se ha hecho a fuerza de ser como es, dentro y fuera de la pantalla.

Pocos conocen de él palabras como éstas: "...el primero, un mensaje íntimo, era de Alicia. Real o imaginada, ella es el nuevo amor de mi vida, espero y deseo que para toda mi vida, una mujer como para no tener que pedirle más al destino. Por eso, a los diez días de conocerla, y con luna llena, me tatué su nombre en el pecho como recuerdo de nuestra reciente decisión de casarnos. Poseedora de la belleza de su permanente alegría, es un amor para los amores infinitos. Con ella tengo la seguridad de que se acabaron los amores angustiosos y malavenidos. Tal es mi suerte. A su lado me he acostumbrado a la felicidad". (Todo por la fama. Novela de Coto Matamoros).

Lo único que resta, es el regreso al país de las maravillas. Y a mí, darte una vez más las gracias, Coto, por aquello que hiciste hace ya algunos años, cuyo gesto se me quedó para siempre al contemplar a un ser tan sumamente solidario y generoso que no esperó nada a cambio, y que lo hizo sin más, por ser como eres: una buena persona.

http://es-la.facebook.com/ElConfesionariodeKiko

http://es-la.facebook.com/ElConfesionariodeKiko