Eva y Pulpillo, besándose en una discoteca: ¿realidad o montaje?

telecinco.es 11/11/2008 13:47

Algunos de los grandes hermanos que han pasado por la famosa casa de Guadalix, tras varias apariciones en televisión y posterior abandono del medio, deciden volver a lanzarse al estrellato con sonados montajes, algunos elaborados a la perfección y otros más o menos cutres.

Recordando algunos de ellos, que más tarde incluso los protagonistas lo reconocían, me viene a la cabeza el de Denis y Bea (Gh5), que incluso ocuparon la portada de la revista 'Qué me dices', dándose un pico encima de una cámara frigorífica mientras ambos disfrutaban de un bolo. O los innumerables montajes de Sonia Arenas (Gh4), que cada semana era la protagonista de la prensa del cuore con amoríos de lo más dispares, desde futbolistas del Real Madrid, que siempre desmentían dichas relaciones, hasta el mismísimo Humberto Janeiro padre, romance que más tarde atribuirían por su insensatez, y ante la incredulidad de la audiencia, a la madre de la concursante. Y así unos cuantos culebrones más que luego verían la luz por los propios protagonistas.

El pasado martes día 4 de noviembre, después de la gala de Gran Hermano, muchos de los ex concursantes de ésta y de otras ediciones, como Eva (GH10), Raquel (GH10), Pulpillo (GH8), Dani López (GH8) -que iba acompañado de su actual novia María La Piedra-, Eneko(GH9), El Fleky(GH9), Rodrigo(GH9) y Conchi(GH9), acudían a una conocidísima discoteca en el centro de Madrid, propiedad del ex gran hermano Ismael Beiro (GH1).

En el transcurso de la noche, Pulpillo y Eva no pararon de intimar y hacerse confidencias ante la mirada atónita de otros compañeros de encierro. Hasta que, por fin, hubo tema que te quemas, y Pulpillo, ni corto ni perezoso, se lanzó a besar a la gallega en varias ocasiones, acto que no dudaron en fotografiar curiosos y compañeros de ambos.

Casualmente me llegan las fotografías dos días después de que todo esto ocurriera. Y yo me pregunto, ¿será la nueva pareja del momento o se trata de un montaje para recaudar fondos contra esta terrible crisis en la que estamos inmersos?

Me puse en contacto con Pulpillo, y me contestó que él iba totalmente en serio, y que todo comenzó cuando, entre tonteos y juegos, Eva le decía: “Mira que hacemos buena pareja. Así que estuve halagando a la gallega durante toda la noche. Además le comentaba que todo quedaba en casa, yo agricultor y ella ganadera”.

Le pregunté a Pulpillo si pensaba que Eva se podía haber fijado en él por su atractivo físico y él, entre risas, me confesó que habían hablado del tema. Que él le dijo: “pero cómo te vas a enrollar conmigo con lo feo que soy”. Y que ella le contestó: “he tenido novios mucho más feos que tú”.

“Estuvimos hasta las seis de la mañana juntos en la discoteca -sigue Pulpillo- pero, aparte de enrollarnos, no pasó nada más, no rematé la faena, porque veía que era imposible. Eva quería seguir de marcha y yo quería otra cosa…”

También me puse en contacto con Eva, la otra protagonista de esta historia y, muerta de la vergüenza, me contestó que fue “sólo un juego, algo inocente para limpiar la boca”, pero que “nunca se sabe, puede que surja el amor entre nosotros porque nos intercambiamos los teléfonos y, aunque Pulpillo no sea el prototipo de hombre que cualquier mujer desearía besar, hay muchas ranas que se convierten en príncipes. Además, me dio un poquito de pena, ya que me decía que hace mucho tiempo que no le besaba una mujer”.

La pregunté si entonces lo iban a intentar y, entre risas, me respondió que “ni de coña,” que antes debería pasar por Corporación Dermoestética y llevarla una radiografía.

Varios de los compañeros que estuvieron esa noche en la discoteca me dijeron que no se creyeron nada de lo que vieron pero que al principio les impactó muchísimo ver cómo se besaban los dos grandes hermanos.

En fin, ¿realidad o montaje?. Vosotros confesores, como siempre, tenéis la última palabra.