A los que criticáis a Gema, me gustaría veros en la misma situación que se encuentra ella.
Primero, resolvió sin ninguna dificultad el reto impuesto por Gran Hermano de pasar toda su estancia dentro del concurso junto a su marido, pero aparentando que no eran un matrimonio. Es más, inventándose un supuesto noviazgo y boda que jamas existieron.
Segundo, le hacen dueña y señora de una casa en la que poco a poco se van integrando extraños y, como es normal y natural, se cree la poseedora de todo lo que hay en esa vivienda. ¿Quién no actuaría de esa forma?
Tercero, escucha al mismo Iván arremeter e insultar a su marido en su propia cara y, para no descubrir el secreto del matrimonio, se tiene que tragar las duras palabras del modelo, mientras ve cómo describe despectivamente a su marido.
Cuarto, le separan de su marido, del que en diez años de relación, según me confesaba ayer, sólo se ha separado una semana por cuestiones laborales y, a partir de ahora, tiene que limitarse a verle por la televisión.
Y todo lo hizo chapó, tanto el engaño, como la convivencia con la mayoría de los concursantes, salvo con Iván YoYoYo, pasando por la fortaleza que no pudo demostrar su marido, pero ella sí, el día de su expulsión y separación de Carlitos.
Ahora entiendo el porqué de las gracias que te dio Mercedes Milá en la gala y posteriormente Jorge Javier en los resúmenes
. Aunque eres un poco quilla, en el fondo eres buena gente y eso se nota al tenerte cerca. Sólo te falta un poco de soltura y ser natural, como lo has sido durante tantos días en la casa de Guadalix de la Sierra. Además, me sorprendió gratamente verla ayer de cerca, porque es muchísimo más guapa al natural que por televisión. ¡Gracias Gema!
Pero ayer no sólo pudimos ver a Gema en El Debate, y a la vaca lucera con esos dos litros de leche para la ya ex concursante, también pudimos ver a Liz tirándole los tejos a todo lo que respira en Guadalix, llámese Carlitos o Gisela…
Lo que bien puede ser un juego de provocación para llamar la atención de los que la rodean ya que, como demostró en la casa 1, Liz necesita mucha atención por parte de la gente que está a su alrededor. O eso, o es bisexual, que tampoco pasaría nada, ¿os imagináis un romance entre Gisela extensiones y Liz? Sería bonito, ¿verdad?
Y ese Orlando, que cada día es más butater (estufa que calienta pero no quema), que se pasa horas calentando a Nani, y que cuando la joven se decide a pedir una hora sin cámaras dice que tienen que estudiar.
Pero, ¿a qué estás jugando Orlando? ¿Vas en serio con Nani o sólo la tienes de distracción para después de una fiesta y punto? No me extraña que el feriante sólo haya tenido una novia en su vida, porque eso sí que es jugar con los sentimientos de una persona.
El que sabe jugar con los sentimientos en el caso de Almudena, es Julito, que lejos de decirle basta al masaje, a dormir juntos, etc. etc., está dejando que la murciana se haga todo tipo de ilusiones , que incluso ha llegado a comentarlas en el confesionario, máxime sabiendo que fue rechazada hace bien poco por su pretendido Orlando. Sé que no estaba en ese momento en la casa 1, pero su amigo del alma Palomares le puso al día desde el minuto uno.
Y del triángulo de las Bermudas, Carlos H., Loli y Gisela extensiones, la única beneficiada de tan singular situación sin duda es Gisela, porque es la eterna enamorada que lucha incesantemente para que ningún hombre vuelva a reírse de sus sentimientos y jamás (tipo Escarlata, en Lo que el viento se llevó) volverá a sufrir por un hombre… Ja, ja, ja... Es para mear y no echar gota.
¡No se tiene la canaria aprendido el papel de sufridora en casa! Pero, ¿cuándo el Che le ha pedido matrimonio a Gisela dentro de la casa? ¡Si lo único que dijo es que se conocerían fuera de ella!
Por cierto, Palomares ya no sale, quizás porque se le acabó el repertorio de golpes, caídas e ingenuidad y a lo único que se limita ya es a limpiar la casa 10.
Os dejo con un vídeo, tierno donde los haya, de una pareja única e irrepetible que pasó hace ya unas cuantas ediciones por Guadalix y que nadie ni nada, incluido yo, ha podido perturbar el amor que se profesan. El pasado sábado estuvieron en La noria, y quiero agradecerles las palabras de cariño que tuvieron hacia mí, en especial a Pedro, con el que me equivoqué de cabo a rabo, y es un maño con un corazón que no le cabe en el pecho.
Os deseo toda la felicidad del mundo y espero veros muy pronto sentados en este confesionario.