Me parece estupendo
que tanto Feroz, como la chica más facilona del concurso -según las palabras de Óscar Gh12-, estén ya fuera de la casa. Porque a Gran Hermano se va a jugar, se va a convivir, se va a vivir una experiencia, y por supuesto, también se va a ganar y a intentar probar suerte y cambiar de vida. Todos lo hemos hecho.
Pero lo que no hacemos, es que lo último nos invalide lo primero. Que la posibilidad de ganar dinero nos obsesione de tal forma que no nos deje ni convivir, ni vivir la experiencia, ni enamorarnos de verdad, ni disfrutar 100 días sin pensar cada segundo en los platós que te vas a hacer o en el piso que te vas a poder comprar.
Sin tener en cuenta que, tanto Feroz como Flor, deberían haberse parado a pensar que darse 4 revolcones fingidos dentro de una casa no garantizan a nadie una silla en un plató de televisión. Tienen que valer. ¡Porque parejas en Gh ha habido más que los dedos que mostraba Mercedes Milá para anunciarnos el comienzo de esta nueva edición!
Y quizás hablo desde la seguridad de tener esa silla. Pero lo que sí os puedo asegurar es que, yo, Kiko Hernández, desde el minuto 1 hasta el día en el que Pepe Navarro me comunicó que tenía que salir por esa puerta, viví la experiencia, me enamoré, lloré, pasé mono por el tabaco… y absolutamente todo fue verdad.
No hay ni 1 minuto dentro de esa casa en el que yo haya falseado alguno de mis sentimientos. Y si lo hice en alguna ocasión, sería al principio, por los nervios; pero desde luego, no entré manipulado por lo que vendría detrás. Porque no sólo te estás engañando a ti mismo, sino que también estás engañando al público, y estas evitando que surjan situaciones reales que creo que el telespectador tiene derecho a vivir desde su casa si pone este programa.
Aunque, en el caso de Feroz, ya que es amigo de un ex-gran hermano y de tronistas, pretendientes y ganchos de MHYV… En definitiva, amigo de la popularidad; se podía intuir que desde el principio iba a ir a saco, y más aún, cuando su íntimo amigo nos confesaba desde este espacio que la vida de Julio “El Feroz” siempre había sido intentar ser famoso.
Pero lo de Flor es alucinante, porque desde el video de presentación ya dejaba entrever la película que iba a montar dentro de la casa.
Y ahora me pregunto yo, si este montaje lo han hecho antes de hacerse populares, imaginaros lo que puede ser El Feroz y Flor en La Posada de las Ánimas, famosa discoteca donde las haya, y donde uno se besa con la otra, y la otra se besa con el siguiente… ¡Nos van a llenar los platós de historias para no dormir! Y para nosotros, estupendo, pero está claro que ya tenemos los sustitutos de Sonia Monroe y Yola Berrocal en capítulos como: “estoy enfadada y ahora me reconcilio”.
De todas formas, Feroz, este mensaje va dirigido a ti: “a veces no hay mal que por bien no venga”. Porque seguro que con todo lo que se está hablando de ti fuera de los platós, te aseguro que si estalla y se hace público, mejor que estés fuera para poder defenderte…
En definitiva, todo este montaje me ha parecido una falta de respeto a toda la gente que trabaja en Gran Hermano, a los 3.000.000 de telespectadores que siguen fielmente este reality, y a los 60.000 personas que se han quedado a las puertas de poder vivir esta experiencia, porque como ayer apuntaba Mercedes Milá: dos montajistas se habían colado dentro de la casa.
Así que, realmente es de agradecer que Gran Hermano cuide tanto la esencia, y sobre todo, el argumento del programa, y que las historias que nos estén vendiendo sean verdaderas.
Porque seguramente otro programa se hubiera frotado las manos con “El Feroz”, y le hubieran dejado dentro, por los índices de audiencia o por el morbo creado, para que así, este supuesto concursante, nos dejase ver que se pasaba por la entrepierna a toda aquella que se deja caer para conseguir alcanzar su objetivo sin importar los medios.
Pero, sin embargo, Gran Hermano ha detectado un montaje urdido desde dentro de la casa, y lo ha cortado de raíz, evitando así que el resto de concursantes de la casa se contagiaran de esta “famositis”, como Indhira denominaba a esta relación hace unos días.
Porque ¿os imagináis un Gran Hermano en el que 20 personas estén a cada minuto hablando del dinero que van a hacer y de los programas que van a visitar? ¿Os imagináis lo difícil que tiene que ser hacer un reality en el que los concursantes estén contando cada céntimo que van a ganar sin aún haber salido de la casa? ¿Os imagináis que en vez de ver a Patricia cantando todo el día, al coplas hablando de su homosexualidad, a Anup de los dientes que tendrás su hijo, o la separación y celos de La Chari y Rubén, tuviéramos que estar aguantando cómo no paran de hablar de La Noria, el programa de Ana Rosa, Sálvame o Bricomanía? ¿Os imagináis en qué se convertiría Gran Hermano con estos ingredientes? Esta edición sería francamente un fracaso, y yo personalmente dejaría de verlo, y sobre todo, de escribir sobre ello.
Por lo que, dicho lo cual, aplaudo la sensata actuación de la organización de Gh contra estas personas que se querían cargar el formato de un programa que lleva funcionando tantos años, castigándolos con la expulsión y haciéndolos salir por la puerta de atrás.
Porque esta decisión no sólo ha marcado un antes y un después en esta edición de Gh, ya que si hubieran dejado a estos personajillos campar a sus anchas con sus montajes en la casa de Guadalix, no me quiero imaginar cómo serían los concursantes de las siguientes ediciones. Y yo quiero que Gran Hermano tenga una 13 edición y sucesivas, sin llegar al punto en el que veamos a los nuevos concursantes parándose a echar un polvo mientras se dirigen por primera vez a nominar al confesionario, para así, según ellos, asegurarse un Sálvame Deluxe…
De igual manera, a estas alturas de la película, tampoco me creo a Patricia. No me creo que una persona a su edad se tire todo el día cantando el repertorio de las bandas sonoras de Disney. No me creía a Fresita, y eso que creo que fue la primera friki que entró en Gh; y menos aún me voy a creer a Patricia con todas las ediciones de concurso que llevamos a las espaldas. Esa es otra farsa, pero por lo menos no va anunciando su papelón.
¡Y no me digáis que es normal cómo se dibuja las cejas estando en una casa repleta de espejos mires dónde mires! ¡Parecen una montaña rusa! Desconozco si esta chica tendrá el pulso como para robar panderetas, o si no es capaz de hacer una media circunferencia sin que la salgan más curvas que la cordillera de los Andes; pero creo que por bien comunitario, debería comprarse unos cuadernillos Rubio para ir practicando, y solucionar ese crimen que garabatea en su cara, y que quizás sólo tenga algún sentido si la miras con las gafas de 3D. En fin, todo es probar, porque cabe la posibilidad de que nos encontremos ante uno de los misterios sin resolver de Gran Hermano.
Cambiando de tercio, los nominados de esta semana son: Marta, Patricia, Anup y Julia, de los que personalmente espero que salga como expulsada esta última por su pésima educación.
Otra participante que ni tiene ni la ha conocido nunca, digo la educación, es Laura, porque hay que ser mala persona para decirle a Eduardo, -el cual recordemos que tiene sólo un 5% de audición-: “habla cuando lo escuches bien”. Es como decirle a Ángela Gh9: “mírame el cupón, a ver si me ha tocado” ¡Hay que tener poca vergüenza!
Ya que, por esa regla de tres, Eduardo no tendría derecho a mediar palabra durante toda la edición, y en todo caso, quien debería callar esa boca y pensar bien antes de soltar ese tipo de sandeces, es Laura, que demuestra ser mala gente al decir algo semejante a una persona con una disminución física que tiene la valentía de presentarse a una edición de Gran Hermano.
Por último, confesores, después de todo lo sucedido, ¡no me podréis negar que el post del martes pasado fue premonitorio! ¿eh? Porque mientras muchos se echaban las manos a la cabeza y me recriminaban cómo podía estar escribiendo tales burradas, ese mismo día se anunció que la organización del programa tomaría medidas con Feroz y Flor, y anoche pudimos comprobar cómo se llevaban a cabo.
¡Y fijaros si soy un camicace y me arriesgo! Que cómo normalmente siempre apuesto al principio de Gran Hermano -cuando ya conozco el carácter de los concursantes-, me voy a meter hasta el fondo, como me gusta a mí, y os diré que también será premonitoria la siguiente frase: ¡Anup será el ganador de Gh12!
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