Las imágenes en las que anoche podíamos observar a Juan sobándole la pierna a Ochoa o bromeando sobre su erección y con qué mano carga me parecieron una auténtica vergüenza. Y no entiendo en absoluto cómo desde las redes sociales se puede alegar que Juan aparte de ser un cura, es un hombre, como quien estuviera descubriendo la fórmula de la coca-cola.
Si fuera una monja la que estuviera sobándole la pierna a un señor delante de toda España y dando a entender que se está excitando, estaríamos poniendo el grito en el cielo y llamándole de todo menos bonita…
Pero ¿Qué pasa? ¿Qué como lo hace un cura hay que aplaudirle el descaro y falta de vergüenza porque es un hombre y tiene sus instintos y sus necesidades?
Cómo es el padre Juan, es motero y le gusta el heavy, ¿todo vale?
Si aceptamos que Juan bromee con el tamaño de su miembro y con la mano con la que se alivia las 4 veces al año en las que su soldadito pide guerra, ¿qué nos parecería ver a una monja bromeando con el tamaño de sus pechos y pidiendo un consolador como objeto personal?
Ya puestos, si nos consideramos tan modernos, si vemos bien que una persona se comprometa con todas las consecuencias a mantener tres votos basándose en sus creencias y somos testigos de cómo se los salta a la torera y aún así aplaudimos su jugada, ¡pues todo es jauja! ¿no?
Sé de antemano que mi opinión al respecto generará comentarios como que soy más antiguo que el hilo negro, o que huelo a naftalina. Lo que vosotros queráis… Pero a mí estas imágenes de Juan me resulta ofensivas y asquerosas, y muy desagradables.
Cualquiera ahora se va a confesar con este cura por tocarse en soledad…
Por otro lado, la pobre Ariadna ya da pena siendo rechazada por tercera vez.
En la primera ocasión fue por parte de Hugo, el cual le aseguraba que su novia era mucho más guapa e iba mucho más arreglada que ella, en definitiva, que Ari no era para nada el tipo de chica en el que podría fijarse.
Más tarde probó suerte con Michael, que tras confesarle sus sentimientos, el policía optó por lo políticamente correcto asegurando que le quería mucho, pero como amiga, y que no entraba en sus planes tener nada con nadie dentro de la casa.
Pero no satisfecha con la coartada del andaluz, Ari volvió a la carga, preparándole un detalle especial para el día de San Valentín, montándole un “love” comestible con corazón incluido, dejando a Michael de nuevo entre la espada y pared, teniendo Michael nuevamente que aclararle a la fémina que sus sentimientos no van más allá de la amistad y que a él no le podía salir un detalle parecido sin comportarse como un falso.
¡Para mí Ariadna ya roza lo pesado!
No logro comprenderlo, ¿cuántas veces necesita ser rechazada para darse cuenta que por mucho que espere, los sentimientos de la otra persona nunca van a convertirse en lo que ella desea? ¿Se piensa que enamorarse es como echar la primitiva? ¿Necesita que el chico pase de ser educado a cruel para admitir que sus sentimientos hacia ella no tienen vuelta de hoja?
Hija mía, si no siente nada por ti acéptalo de una vez ¡qué ya pasaste los 15! Aprende a asimilar un no por respuesta, a captar las señales que el muchacho te ha mandado en más de una ocasión a la yugular, y a no confundir la amistad con el amor. Qué tiene bemoles que hayas criticado duramente a Mary Joy por comportarse como una cría a sus 18 años, y tú a tus 28 años no sepas ver más allá de tus narices o de tus sentimientos, sin importarte estar poniendo cada dos por tres en un compromiso innecesario a Michael…
La única razón que salvaría a Ariadna de caer en lo patético, es que únicamente se tratara de una mera estrategia para empatizar con el público, con todas aquellas personas que algunas vez en su vida han sido rechazadas por la persona de la que se sentían enamorados.
Y hablando de San Valentín, me gustó mucho el homenaje que hicieron desde Gran Hermano a la gran Whitney Houston poniendo su mítica canción del guardaespaldas, porque aunque no se puede filtrar información de exterior, los telespectadores apreciamos el guiño que desde Guadalix estaban haciendo a la cantante recientemente fallecida.
Por otro lado, anoche durante la gala tuvo lugar una reprimenda por parte de Aris a Mercedes Milá, en la que le echaba en cara a la presentadora que se sintió acorralado, abrumado y no respetado durante su entrevista en plató tras ser expulsado de la casa. A su vez, añadía que no entendió que esta le tachara de abrazafarolas cuando ella misma le había abrazado después de haberle criticado duramente.
Mercedes aseguró haberlo hecho porque Aris rompió a llorar, pero el vasco apuntilló que de la misma manera que él lo había hecho con sus compañeros cuando les había visto de bajón a pesar de sus disputas o diferencias… A lo que se apuntó al carro Azucena diciendo a Mercedes “a mí me han llamado la mala de España y no me han dejado defenderme en ningún sitio”.
Por lo que os prometo, confesores y lectores, que yo la semana que viene llamaré a Azucena y le daré desde este blog esa oportunidad que tanto solicita, la de poder defenderse.
Eso sí, en El Confesionario de Kiko, como bien sabéis, no se paga absolutamente nada por sentarse en este viejo sillón azul. Pero bueno, si Azucena lo que quiere es defender su dignidad, le brindaré la oportunidad y os comunicaré su respuesta…
Cambiando de tercio, ayer mi primer encuentro con el padre de María la jerezana, nueva concursante de Gh12+1, el cual me soltó “solo te digo que no te metas con mi niña, ¿eh?”, a lo que yo le conteste que si acaso me había visto meterme alguna vez con alguien… No hay razón de poner la tirita antes de hacerse la herida, ¿no?
Por otro lado, es un alivio para mí saber que en Gh los nuevos tampoco son bien aceptados, ¡ya creía que sólo pasaba en Sálvame!
Es lógico y normal que en un principio les cueste integrarse en el grupo, pero lo que no me parece normal es que parte de ese rechazo que ha sufrido Marta venga de mano del cura, que debería ser ejemplo de compañerismo y solidaridad, y por otra parte de Vero ¿no se acuerda que justo una semana antes ella era la nueva en esa casa?
Pero está claro que sólo les importa salvar su culo de las nominaciones, y mantenerse dentro de esa casa… Y la nueva, ¡pues que salga por donde ha entrado!
Por último, quiero daros las gracias a todos aquellos que me acompañáis desde las redes sociales, entre las que ya sumamos un grupo de más de 300.000 seguidores.
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