Estalla la guerra entre los Ortega Cano

telecinco.es 28/06/2012 14:28

Hoy os traigo en exclusiva detalles reveladores que nos ayudarán a entender muchísimo mejor toda la trama que está teniendo lugar en la familia de Ortega Cano, y que tiene como principales oponentes al matador de toros y a su sobrino Eugenio –hijo de Eugenio Cano, hermano de José Ortega Cano-.

Todo comenzó cuando Eugenio Cano Junior -de 31 años- se enamora de una chica rumana de 16 años que trabaja en Yerbabuena y, al parecer, ni Ortega Cano ni la familia de la chica verían con buenos ojos que esa relación siguiera su curso.

Tal fue el revuelo que este noviazgo formó en la familia de la joven, que esta chica hace escasos dos días voló de vuelta a Rumania por expreso deseo de sus padres y del torero, que no estaban dispuestos a quedarse de brazos cruzados ante el comienzo de dicha relación.

Es entonces cuando tío y sobrino vuelven a encontrarse cara a cara, tras acudir el torero a la casa de Eugenio Junior para buscar a sus hijos José Fernando y Gloria Camila.

Dicho reencuentro desemboca en una tremenda bronca entre José Ortega Cano y su sobrino, en la que este llega a llamar al torero “asesino y borracho”, reprochándole “haberse llevado la vida de una persona por el estado en el que iba esa noche”.

Hecho que le va a venir fatal a Ortega Cano en el caso que decidieran citar como testigos en el juicio que tiene pendiente a miembros de su familia ya que, según comprobamos, algunos de ellos aseguran que el matador iba bebido aquella noche…

A colación de este episodio, he tenido acceso a una impactante información procedente del círculo más cercano de Ortega Cano, en la que me desarrollan ciertos detalles de vital importancia para lograr comprender mejor cómo han ido sucediendo los hechos hasta llegar a producirse este desagradable entuerto entre tío y sobrino.

Y es que, según me comentan, es indispensable echar la vista atrás para llegar al quid de la cuestión y dar sentido a algunos de los reproches que Eugenio Junior dirigió a su tío Ortega Cano durante la sonada discusión, en la que le recriminaba amargamente al torero qué justo fuera él quien se creyera con el derecho de poder ir condenando relaciones…

Según me informan, la primera vez que Eugenio Junior fue a trabajar a Yerbabuena para construir unas caballerizas, conoció a la hermana mayor de esta chica y mantuvieron una relación sentimental durante cierto tiempo.

Pero sin duda, el dato más impactante y concluyente para toda esta historia radica en que antes de intimar con Eugenio, esta chica ya había tenido un affaire con otro miembro de la familia, ¡qué se trata ni más ni menos que del propio José Ortega Cano!

Al parecer, en su momento, la familia rumana no puso ninguna objeción en que el torero intimara con su hija mayor, muy al contrario de cuando, posteriormente, la misma chica y Eugenio Junior comenzaron su romance.

Dicha familia decidió mover ficha y utilizar los medios que hicieran falta para conseguir sus objetivos, llegando a pegar una paliza tremenda a Eugenio Junior, que le llevaría directamente al hospital.

José Ortega Cano tuvo conocimiento de todo lo sucedido, ¡pero el valiente matador de toros no movió ni un solo dedo por ayudar a su sobrino!

Y es que la familia de la joven fue consciente en todo momento de la relación que mantuvo el torero con su hija mayor y, según me comentan, sería en condiciones muy similares a las de Eugenio Junior con la hija menor de esta familia. Por lo que la familia rumana, teniendo en su poder material gráfico del affaire de Ortega Cano con su hija en el pasado, se mostraron tajantes con el torero exigiéndole que echara a su sobrino de Yerbabuena o que dichas pruebas verían la luz pública.

Bajo estas amenazas, Ortega Cano decidió seguir obedientemente las órdenes de sus propios empleados expulsando de Yerbabuena a su sobrino Eugenio Junior, decidiendo despreciar y dejar de lado a su propia sangre para evitar enfrentarse a las intimidaciones de sus trabajadores…

Más tarde, dando un salto en el tiempo, tuvo lugar el fatídico accidente de coche de José Ortega Cano, que tuvo como trágica consecuencia que Carlos Parra perdiera la vida.

Cuando el torero abandonó el Hospital, fue trasladado a un chalet que posee en la localidad madrileña de Aldea del Fresno para continuar su recuperación. En esos momentos, José Ortega Cano necesitaba asistencia constante debido a su delicado estado físico tras el brutal accidente.

Y, ¿quién fue la persona que se trasladó al chalet de Ortega Cano para cuidarle y ayudarle en todo lo necesario? ¿Quién decidió dejar su vida de lado para dedicarse por completo a la recuperación del torero? ¿Quién se encargaba durante las 24 horas del día de llevar a cabo la multitud de cuidados que requería Ortega Cano al no ser capaz de valerse por sí mismo?

Pues ni más ni menos que su sobrino Eugenio Cano Junior, el mismo al que el torero había dejado en la estacada. Pero Eugenio Jr tuvo a bien perdonar a su tío lo sucedido en el pasado y dedicarse por completo a él en el momento que más lo necesitaba…

Cuando Ortega comenzó a recuperarse, volvió a la finca Yerbabuena en compañía de su sobrino Eugenio Junior tras haber sido sus brazos y sus piernas durante todo ese duro proceso.

Van sucediendo los meses, y es entonces cuando Eugenio Junior vuelve a enamorarse por completo, en esta ocasión, de la hija menor de este matrimonio rumano, que al enterarse de la relación decide volver a amenazar al torero con sacar a la luz el material audiovisual que comprometería su imagen pública, si no echa inmediatamente a su sobrino Eugenio Junior de la finca.

¡Y Ortega Cano vuelve a demostrar su falta de valentía y de integridad echando de nuevo a su propio sobrino a la calle después de toda la preciada ayuda que este le había brindado en sus peores momentos!

Como consecuencia de la decisión del matador, Eugenio Junior abandona Yerbabuena y se alquila un piso en Castilblanco de los Arroyos –Sevilla-, y su primo José Fernando –hijo de Ortega Cano- decide mudarse con él.

Tal y como os he comentado, la familia rumana decide mandar a su hija de vuelta a su país, pero esta, antes de marcharse, consigue escaparse para visitar a Eugenio Junior y darle un último beso de despedida.

Pero la madre siguió a la chica en su escapada furtiva, y cuando esta finalmente se reencuentra con Eugenio Junior, la madre aparece en escena como un torbellino, rompe un plato en la cabeza de Eugenio y comienza a pegarle otra paliza.

Finalmente consiguen llevarse a la chica a Rumania, y después de todos los desagradables acontecimientos a los que Eugenio Junior ha tenido que hacer frente y tras la tremenda disputa con su tío -que hemos comentado en Sálvame durante todos estos días-, roto de dolor física y psicológicamente, Eugenio Junior lleva a cabo un intento desesperado, que afortunadamente es solventado a tiempo tras llevarle al hospital y realizarle un lavado de estómago.

Por lo que queda claro que en toda esta historia nada es blanco ni negro, sino que existen multitud de grises que han desembocado en una auténtica batalla campal entre los familiares de Ortega con el torero.

Pero Eugenio Cano Junior no está solo en esta guerra, a parte del apoyo de su primo José Fernando, cuenta con la defensa de sus hermanas, que no están dispuestas a dejarse pisar ni por el torero ni por nadie.

Y es que los sobrinos de José Ortega Cano han pasado un verdadero infierno durante largos años, en los que fueron testigos de cómo su padre Eugenio Cano maltrataba a su madre, y cómo su tío José Ortega Cano, ese gran torero y figura mediática, se mostraba impasible ante esta situación y no movió ni un solo dedo por ayudarles, mostrando como único interés en sus sobrinos que estuvieran listos para la foto familiar para que su imagen pública no se viera alterada ni por nada ni por nadie.

Así pues, según el testimonio de mis fuentes, la imagen de Ortega Cano tendría matices hasta ahora no conocidos, dejándose manipular y amenazar por sus mismos empleados, siendo capaz de despreciar a personas de su misma sangre que se han volcado con él en sus peores momentos, demostrando su cobardía y sangre fría al no mover ni un solo dedo aun teniendo pleno conocimiento de las palizas que ha recibido su sobrino por parte de esa familia teniendo como único delito haberse enamorado de las personas menos indicadas para él, y para más inri, echando a su propio sobrino de su lado mientras mantiene en plantilla a aquellas personas que le han amenazado y que han agredido a un miembro de su familia…

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