Esta es la mayor preocupación que el aranés tiene desde que María volviera a la casa
. Las cosas han cambiado por parte de la fémina, y no sabe cómo interpretar dicho comportamiento.
La jerezana mientras echa balones fuera y admite ser exactamente la misma, mientras de repente “Gh en directo” de Mitele se convierte en uno de los tantos documentales de ya sabéis qué cadena.
Únicamente faltaba la voz de Félix Rodríguez de la Fuente narrando lo que allí estaba sucediendo, porque tanto la forma de ligar de Hugo, como la técnica de hacerse la interesante de María son más antiguos que ver cómo un lobo solitario intenta acorralar al zorro para que finalmente caiga en sus redes…
Pero para dejar el terreno allanado, y que la jerezana no tema dar un paso en falso, le suelta como si nada “yo estoy aquí dentro, ahora mismo lo que pase fuera me da igual”
Blanco y en botella… ¡Sólo le falta pedir una hora sin cámaras y dedicársela a Julia!
Y espero que si está decidido, lo haga más pronto que tarde, porque con las continuas puyas que está soltando María sobre informaciones del exterior, como las que lanzó a Marta sobre los videos de Noemí en Brasil, definitivamente la jerezana está jugando con fuego.
Mientras, el culebrón Sindi y Sergio sigue su curso. La actitud y el comportamiento de este muchacho cada día me cargan más.
Siguiendo el directo, te quedas con la sensación de haber estado observando a un tipo controlador, intimidante y manipulador de los que hacen historia. Y si Sindia fuera mi hermana o mi hija, me alarmaría de sobremanera, en vez de declarar que “Sergio es un muchacho muy bueno”.
Permítanme que lo dude… Intenta controlar cada uno de los movimientos de Pipi en esa casa a pesar de asegurar que ya no están juntos, machaca a la joven con la ropa que se pone, con quién habla, con qué dice, por qué no le abraza, por qué no le besa…
Y cuando, lógicamente, Sindi explota y pide que le deje en paz, Sergio pasa a las amenazas “No te pongas así que vengo con la escopeta cargada, vengo de vuelta y media, así que te aguantas hasta el lunes”
Amenazas que surgen efecto como obra de magia, y hacen que Sindi agache la cabeza y pida perdón.
Entiendo perfectamente que esta chica sienta que le falta el aire y que llore desconsoladamente, porque si ya era un plato fuerte para ella tener que lidiar con lo que está pasando por su cabeza y por su corazón, aguantar las 24 horas del día a semejante tipo, y según mi percepción, estar acostumbrada a someterse a lo que el señor ordene y mande, debe ser realmente tremendo.
Y más cuando pasa del blanco al negro con una velocidad pasmosa, puede estar reprochando a Sindi que no sea la marioneta que se mueva al son que él dicte, metiendo el dedo en la llaga, para varios minutos después soltarle “yo me tiraría por un barranco por ti”.
Está claro que no comparto ni las formas ni el fondo del comportamiento que está mostrando Sergio, pero sin duda, lo que más me llama la atención es que la expresión de su cara sea exactamente la misma mientras actúa tanto del Dr Jekyll como de Mr Hyde…
Pero lo que tenemos claro es que Sergio no tiene un pelo de tonto, y no pierde la oportunidad de ir lanzando mensajes a la audiencia mientras maneja a Sindi como un muñeco de José Luis Moreno.
“Sindi, la gente me puede votar porque me pueden ver como el malo, el que no te deja en paz, el que te agobia… ¡Porque las cosas desde fuera de la casa se ven muy distintas!”
Y claro, Pipi asegura no entender cómo puede verle alguien de semejante forma… ¡De traca!
Pero para quedarse de piedra fue el baile que Noemí se marcó anoche dedicado por entero a Pepe, que observaba estupefacto cómo su compañera es capaz de superarse, de sobrepasar sus propios límites y demostrarnos que cada día que pasa, tiene la capacidad de hacer más el ridículo.
En esta ocasión, la canaria se creía la más sexy de la pista ataviada con un mono dorado mientras repetía movimientos a modo de espasmos como si fuera un nuevo miembro de la tribu de los Ndani…
Mientras, Marta cada día me aburre más, con sus lloriqueos, quejas, y numeritos cada vez que sale nominada, me dan ganas de meterme dentro de esa casa y tirar todas las pinzas de madera por toda la Sierra Madrileña.
Con esto, queridos confesores, me despido hasta la semana que viene, ¡qué paséis unas buenas vacaciones de Semana Santa!
Por último, quiero daros las gracias a todos aquellos que me acompañáis desde las redes sociales, entre las que ya sumamos un grupo de más de 350.000 seguidores.
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