Jacobo Ostos: de tal palo, tal astilla
Me imagino que, desde anoche, el matador de toros estará que no cabe en sí de gozo después de que toda España haya podido constatar que su pequeño del alma se ha convertido en un auténtico miniyo creado a su imagen y semejanza.
Ver a Jacobo Ostos dirigiendo a Sonia Monroy todo tipo de insultos y descalificativos machistas a dos centímetros de su cara, mientras era apartado por sus compañeros, me recordó a las mil y una imágenes que podemos encontrar de su padre tirando de videoteca. Eso sí, sólo le faltó soltar el ya tan famoso “aborto de mona” para llegar al último nivel de su evolución a Jacobo Hostias…
Me resultó de lo más curioso el doble rasero que gasta el explorador obsesionado porque no se le escape el cerebro por una brecha de dos puntos. Tras un toma y daca de provocaciones entre Jacobo y Sonia Monroy, este le reprochaba con desprecio: “¡Te has ganado la vida enseñando las tetas y el culo!”.
Vamos a ver, ¿este chico no es el mismo que hace pocos meses se ponía en bola picada en una entrevista de Torito para así promocionarse como Dj? ¿Qué diferencia existe entre las portadas de Interviú de Sonia Monroy y las fotografías de Jacobo Ostos enseñando el rabo y las dos orejas? ¡De traca!
Que Sonia Monroy utilizara la profesión de la novia de Jacobo para echar más leña al fuego, tampoco dice mucho de su parte. Pero, aunque la futura estrella de Hollywood estuviera desacertada en sus comentarios, tenía parte de razón en su alegato.
¿En qué cabeza cabe llamar “guarra” a una mujer por mostrar su cuerpo como medio de trabajo y a la vez tirarse el pisto de tener una novia gogó?
Un sinfín de contradicciones que dejan entrever que por mucho que Jacobo Ostos vaya de moderno y metrosexual por la vida, en realidad, es un hipócrita y un retrógrado de pies a cabeza, capaz de intentar tirar por tierra a los que considera por debajo de su linaje cuando, en realidad, poseen los mismos méritos en su vida que los suyos.
Porque su carrera de Derecho siempre sale a relucir cuando se enfrenta a cualquiera de los que él considera frikis. Pero, ¿por qué conocemos al hijo del torero? ¿Por su brillante curriculum como abogado de prestigio o por haberse liado con cualquier choni que haya pisado un plató de televisión y por saltar de reality en reality?
Y para terminar de rizar el rizo y seguir la estela marcada por su valiente padre, Jacobo Hostias terminaba de sacar el pie del tiesto dejando caer graves acusaciones sobre una supuesta profesión oculta de Sonia Monroy, en la que apuntaba que la actriz sería asidua a cenas con postre. ¿Esta familia tiene algún tipo de interés en acumular denuncias?
Aunque Sonia no se quedó atrás y, siguiendo un plan que se ve a la legua que tenía marcado antes de entrar al reality, la brillante actriz y cantante amenazaba con sacar a relucir unas imágenes de Jacobo Ostos que dejarían su imagen por los suelos. Lo curioso es que la versión de Sonia en el campamento y la de su prima en plató no concordaban ni por asomo, por lo que, o Sonia tiene una colección de videos de Jacobo de las que hacen historia, o están vendiendo humo y no se aclaran ni ellas mismas.
Como consecuencia a este lamentable comportamiento, Jacobo y Sonia han sido castigados a pasar los próximos días codo con codo en un escaso terreno cercado.
Entre las ansias de protagonismo de Sonia Monroy que, tal y como hizo en 'Supervivientes', está empeñada en explotar al máximo su papel de víctima e incomprendida por el mundo; y los brotes de Jacobo Ostos, puede que ese pequeño redil se convierta en un espectáculo a modo de carpa de circo.
Mientras, los demás exploradores siguen más o menos en su línea. Montalvo, a falta de Mónica Pont, parece haber caído de nuevo en un profundo letargo a excepción de la nueva modalidad de póker que el Padrino personalizó para que la finalidad del juego fuera, como siempre, meter cizaña entre sus compañeros.
Karmele, tras habernos enseñado mucho más de lo que estábamos preparados para ver en esta vida, no da más de sí. Sus numeritos son como un capítulo repetido de una mala serie, y ni siquiera es capaz de mantener en alza su papel de abanderada feminista, por lo que, con todo el pescado vendido, su ausencia en el Campamento no nos ocasionaría ningún perjuicio, más bien todo lo contrario.
Noemí nuevamente fue salvada por la audiencia, por lo que una vez más tenemos a la canaria gozando del apoyo del público, demostrándonos la poca educación que tiene y lo lianta que puede llegar a ser.
Me pareció completamente bochornoso su comportamiento de niñata consentida gritando por encima de la conversación que estaba teniendo lugar entre Sonia y su exnovio; y, a pesar de las indicaciones que Montalvo le daba por lo bajo, aconsejando a Noemí que cesara en su intento de llamar la atención en ese momento porque estaba quedando como una maleducada con su pataleta, la canaria siguió a lo suyo, haciendo oídos sordos a su mentor.
En fin, nada nuevo. Ya estamos acostumbrados a que Noemí se empeñe en ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro. Y si las cosas no salen a su conveniencia, o abandona un plató, o se lía a llorar como una descosida o monta un griterío de los suyos, pasándose por el mismísimo forro las mínimas normas de comportamiento entre la sociedad civilizada.
Aunque mucho me temo que los gritos de Noemí no serán nada para la que se va a montar en la Sierra de Gredos cuando, esta noche, Mónica Pont y su madre hagan su aparición como invitadas VIP. Sin duda alguna, una visita que alterará por completo el transcurso del reality y que obligará a que los exploradores que pretenden matarnos de aburrimiento, reaccionen de una vez por todas o intenten escaparse del campamento a lo Lucía Etxebarría. ¡No os lo podéis perder!
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