Que Blanca de Borbón es un monigote no es nada nuevo, por lo que “Madre” –Mª Ángeles- no ha descubierto la fórmula de la Coca-Cola con esta afirmación, ya que ha quedado más que demostrado que no tiene ninguna personalidad y estamos hartos de ver cómo baila al son de Nagore, a la que trata como si fuera su salvadora.
Ahora la borbona intenta sorprendernos con una repentina moral, tachándose de antigua y clásica a la hora de hablar de sexo, cuando todos recordamos a la perfección que ella ha sido la primera en especificarnos cómo es su clítoris y cómo le gusta que se lo hagan.
¡Su falta de pudor y su descaro a la hora de hablar de esos temas dejan claro que lo que ahora nos intenta vender es un papelón de monja de clausura infumable!
Reconozco que yo a veces paso vergüenza y me siento incómodo al tener que escuchar ciertas conversaciones que se mantienen en esa casona, son como para encontrarte en ese momento cenando marisco con tu madre al lado mientras observas cómo describen con todo lujo de detalles el cómo y cuándo de sus gustos y costumbres de alcoba…
¿Es necesario narrar delante de toda España ese tipo de detalles que deberían quedarse sólo entre dos?
Pero ya nada extraña de esta mujer que se cree la alegría de Acorralados por tirarse 4 pedos a cada palabra que suelta por la boca, dejándome claro gala tras gala que es la cosa más guarra que he podido echarme a la cara en toda mi vida.
¿Quién tendrá el valor de acudir a su restaurante cuando acabe el reality y comer con la tensión de no saber si Blanca te va a condimentar la cena regalándote una traca de pedos en el momento del postre?
Yo lo tengo decidido, ¡a mí lado no se va a sentar el día que acuda al plató de Sálvame! porque en el mismo momento que se eche una de sus ventosidades acorraladas, vomito en vivo y el directo quitándome las ganas de comer para todo el mes…¡qué cosa más repugnante!
Lo que más curioso me ha parecido de Blanca esta semana, es que su único entretenimiento, aparte de quejarse, tirarse pedos y hacerse la víctima, ha sido provocar a Madre, incluso metiéndose con su físico a sólo dos pasos de su cara mientras le soltaba: “¡vaya culo más feo!”…
¿Eso fue lo que le dijo la sartén al cazo?
Por cierto, estuve toda la gala esperando que le comunicaran a Blanca lo de su padre, puesto que como sabéis, D. Leandro sigue hospitalizado en estado de gravedad...
Debe ser que los hermanos de Blanca, a la hora de la verdad, no son capaces de llevar a la práctica todo lo que van diciendo por los platós de televisión, ¿no?
¡Seguramente les compense más que Blanca siga aspirando a ganar el concurso a que esta se entere del estado de salud de su padre!
Pero tampoco es de extrañar, ya que Mercedes de Borbón, después de hacer el paripé la semana pasada en el Sálvame Deluxe marchándose corriendo del plató a las 12 de la noche para ir a ver a papá a la UCI –como si eso fuera un after hours-, puedo aseguraros que a día de hoy, todavía físicamente no ha visto a su padre, y hace más de 15 días que ingresó en el Hospital La Moraleja aquejado de una infección pulmonar muy grave.
Y esto podría ser algo normal, porque no todos los hijos mantienen contacto con sus padres, ¡pero luego estos no van haciéndose un tour remunerado por los platós de televisión hablando de su padre, y de cómo les gustaría retomar esa relación familiar!
Si lo dices, ¡es para hacerlo! Pero no únicamente para lo bueno mientras venden la pena para luego mirar para otro lado en los malos momentos, en aquellos instantes que más que nunca deberían estar ahí agarrando la mano de su padre.
Porque aunque D. Leandro ya se encuentra en planta, dentro de 11 días será intervenido del corazón con todo lo que esto conlleva, teniendo en cuenta su delicado estado de salud, que se trata de una operación complicada y peligrosa, y que D. Leandro tiene 82 años…
Desde aquí, una vez más, aprovecho para mandar un fuerte abrazo y mis mejores deseos a D. Leandro, a su mujer y a su hijo, que están pasando por unos duros momentos mientras no les queda otra que aguantar que aquellos que sólo tienen interés por chupar del bote no se han dignado ni siquiera en ir a verle cuando no muestran ningún problema a la hora de acudir regularmente a los estudios de Fuencarral para hacer el numerito de cara a la galería.
Y la verdad es que es una auténtica pena que ninguno de sus cuatro hijos sea capaz de dar con exactitud el pronóstico médico de su padre -que yo sí que conozco-, mientras que intentar seguir vendiéndonos la moto.
Porque en esta ocasión no existe lugar a dudas en qué sería lo adecuado hacer o decir, como sucedió durante el trascurso de Supervivientes cuando Ortega Cano sufrió un gravísimo accidente de tráfico mientras Rosa estaba concursando en Honduras.
En este caso se trata de su propio padre, de la persona de la que lleva hablando durante muchos años por los platós de televisión, la persona por la que ella tiene un mínimo interés para haber sido invitada a formar parte de este reality, la persona a la que pone a caer de un burro delante de una cámara para después hacer uso de ella para favores personales y que les solucione la papeleta de turno…
Si en ese caso anteponen el dinero a la familia, si anteponen los platós a aquello que llevan años intentándonos hacer creer, somos nosotros quienes deberíamos hacer uso de nuestro derecho a elegir qué tipo de personas queremos que permanezcan en ese concurso, y sin duda alguna Blanca de Borbón ha hecho méritos más que suficientes para ganarse a pulso ser expulsada de Acorralados.
Y no me refiero a que se haya saltado a la torera en mil ocasiones las reglas del programa, que se haya reído de la organización y de todos nosotros haciendo lo que le diera la real gana delante de la cámara para luego negar a la mayor que ella hubiera hecho tal cosa…
Me refiero a las desagradables y duras palabras que Blanca dirigió a la mujer de su padre, mofándose de su enfermedad y asegurando que dios había hecho justicia, para después, durante 2 semanas consecutivas, tirar por la borda las oportunidades que Jorge Javier le brindó en bandeja para disculparse por todo lo dicho, optando por una soberbia asquerosa y dejando bien claro que recordaba a la perfección todo lo que había soltado en dicha conversación.
Para mí, este no es solo motivo para querer que sea expulsada esta semana ¡si no que considero que es de expulsión directa! )
¿Le entrará el repentino arrepentimiento cuando al salir de la casona le comuniquen que tiene una querella de 3.000 euros por injuriar y vejar a la mujer de su padre?
Además, mediante la expulsión de Blanca mataríamos dos pájaros de un tiro, dando así un buen escarmiento a Nagore que ya se ve y se siente clara ganadora del concurso creyéndose con el derecho de hacer y decir lo que le venga en gana porque da por hecho que la audiencia nunca va a elegirla para abandonar el reality.
Ni a ella ni a su marioneta, y ni siquiera tiene interés en ocultarlo, ya que cuando Jorge Javier le aconsejó a Blanca que aprovechara al máximo esta semana como ayudando de capataz porque podría ser su última semana en el concurso, Nagore sentenció con un “imposible” el apunte de mi compañero.
Así que al igual que sucedió con Escassi, ¡recordemos a estas dos féminas quiénes decidimos los concursantes que merecen o no seguir permaneciendo en el reality y echemos a Blanca de Borbón de una vez por todas de esa casona asturiana!
Y como guinda final, ¡cambiemos de tercio y hagamos una porra! Tras conocer que Úrsula ha sido la última expulsada de Acorralados, ¿¿¿quién augura que su entrevista en plató la semana que viene será Trending Topic en Twitter??? ¡Yo no me espero menos!
Por último, quiero daros las gracias a todos aquellos que me acompañáis desde las redes sociales, entre las que ya sumamos un grupo de casi 300.000 seguidores.
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