Guerra de bulos en contra de Miriam Saavedra

telecinco.es 09/11/2018 17:04

¿Hay miedo? Lo tengo clarísimo. Miedo y grandes dosis de mala leche. Juego sucio en estado puro. Un juego absurdo que han decidido poner en marcha entre unos cuantos que, a falta de argumentos sólidos, han optado por tomar como tontos a los que vemos el 24 horas.

La principal noticia sobre Miriam que se ha difundido por las redes sociales como la pólvora durante las últimas horas es una supuesta confesión que esta concursante habría hecho pública en el reality “Voy a darle a Aurah donde más le duele, yo también tengo una abuela enferma”. Frase con la que, aseguran que, Miriam insinúa que va a atacar a Aurah con la enfermedad de un menor.

Campaña de desprestigio con la que intentan advertir al espectador de lo mala persona que es esta concursante en el fondo. Pero no se trata más que de una burda invención que seguidores, defensores y representantes de algunos concursantes han decidido compartir de manera repetitiva. Y es que, aun sabiendo que están mintiendo como bellacos utilizando un tema tan delicado como ese, lejos de retractarse, han seguido en su empeño. Y por mucho que se repita una mentira, no se convierte en verdad.

La realidad es que, durante una conversación con Koala, tras una discusión con Aurah, Miriam dijo textualmente:“Yo con ella es que no tengo nada de qué hablar de más. Cuando ella se ha sentado a hacer lo que ha hecho, yo estaba comiendo. Yo podía votar la peor basura de mi boca, y no lo he hecho. Porque sé controlarme. Yo puedo parecer muy esta… pero no, yo sé hasta dónde llegar. Pero yo no voy a soltar nada porque esa persona no se lo merece pero tampoco le voy a dar el gusto de que me vea calladita. Porque, volvemos a lo mismo, yo le voy a dar donde más le duele que ya veo que es el tema de su pedo, que le afecta, que el pedo es fisiológico , si tú te tiras un pedo no pasa nada, lo que no puedes hacer es luego…”

En resumen, de amenazar con atacar a Aurah con la ventosidad que se había tirado han sacado lo anteriormente mencionado. Una advertencia a nivel de patio de colegio, como las palabras que esta semana Aurah dirigía a Miriam: “¿Y los pedos que te tiras? ¿Cuándo vas al baño no le dices al público el olor que dejas?”. Absurdo hasta decir basta.

Como también lo fue su polémico 'huachafa' a Makoke. ¿Qué estuvo feo? Pues sí. Pero vamos, que llamar a alguien mal vestida a la cara sin que esta se entere tampoco es algo para rasgarse las vestiduras. Y más teniendo en cuenta el nivel de insultos de los que hemos sido testigos.

No es nada comparable a si Miriam hubiera llamado zorra, put*, o hija de hospital a alguna de sus compañeras. O si hubiera insinuado que trabaja en las esquinas. O parásito, asquerosa, loca, guarra, cerda, chusma, esquizofrénica… Por poner un ejemplo. Porque a Miriam le han llamado todo esto y mucho más.

Y no me sirve la excusa de 'Miriam es una provocadora y saca lo peor de la gente' porque, siendo justos, si lo ponemos en una balanza, poco ha provocado para todo lo que ha tenido que tragar. Y si hace que te comportes como la niña del exorcista por enseñarte un espejo es porque ya tenías un demonio dentro de ti por muy oculto que lo mantuvieras de cara a la galería.

¿Qué es insoportable con su canturreo repetitivo mientras limpia o cocina? Sin duda lo es. ¿Qué a veces se pasa de rosca? Cierto. ¿Qué muchas veces exagera en sus actuaciones? Rotundamente sí. ¿Qué a Miriam las fiestas le sientan muy mal? Evidente.

Pero si eso es lo peor que podemos sacar de esta concursante y comparamos con las barbaridades de las que algunos de sus compañeros han hecho gala y el aburrimiento supino que nos generan otros tantos, resultan ridículas estas partes de la personalidad de Miriam como concursante que tanto utilizan como arma arrojadiza.

Y, sobre todo, nunca serán justificación para intentar hundir la imagen de esta chica a base de absurdas mentiras porque ella goce del apoyo del público. Quizá lo que esta gente debería plantearse es por qué su defendida produce animadversión y Miriam no, y más si tenemos en cuenta que la colaboradora de Sálvame no contaba con el cariño del público antes de su entrada en la casa, más bien al contrario, ni con seguidores, ni con club de fans.

Miriam está dando un gran reality pero no es la concursante perfecta ni una persona modelo. No hace falta inventarse nada. Comete grandes fallos, como todos. No hay más que recordar cómo, nuevamente, anoche el agua con misterio le jugó una mala pasada…

A pesar de todo, este tipo de estratagemas e insultos están creando el efecto contrario al que esperaban. Han cabreado a la gente, y con razón, y si antes querían fuera de la casa a algunos concursantes por equis razones, ahora ese sentimiento se ha multiplicado de forma bestial.

Dicen que la mejor defensa es un buen ataque. Y suele ser cierto. Pero una buena ofensiva, no un asalto a mano armada sin medida y sin fundamentos, porque esto se te vuelve en contra.

Así pues, a no ser que todo dé un vuelco en los próximos días, tras la esperadísima salida de anoche de Ángel Garó, Makoke será la próxima en desfilar hacia su casa. Un mueble que no nos aporta nada en el reality más que observar cómo se pega a Tony Spina como una lapa mientras observamos reacciones que apuntan a ataques de celos por parte de la azafata del Telecupón.

Pero no será la única. La audiencia se frota las manos sólo con pensar en poder expulsar a unos cuantos concursantes que hasta ahora no habían estado en la palestra. Esa parte de la audiencia que brinda a Miriam todo el apoyo que le ha faltado por parte de sus compañeros sólo se mueve por lo que ve en el 24 horas. Por lo que, señoras y señores, la purga ha comenzado. Espero que el jueves podamos decir “Adiós, Benjamin Button”.

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