Dame un 'packraft' y conquistaré el mundo

Hilo Moreno 26/07/2016 21:50

Para llegar hasta este motel de carretera de Estados Unidos en el que me encuentro, donde ahora mismo un hombre toca el banjo sentado en el porche, he tenido que volar doscientos kilómetros en helicóptero, cinco mil en cuatro aviones diferentes y conducir mil doscientos en coche. Gracias a ellos ahora estoy en el corazón de Montana, más o menos cerca de la frontera de Canadá y a una distancia prudencial del Parque nacional de Grand Teton, mi próximo destino.

Acudo a este lugar para una convención de amantes del packraft, esa pequeña embarcación hinchable que te permite, dada su ligereza, llevarla a cualquier remoto lugar y descender los ríos más lejanos y perdidos. Durante cinco días estaremos acampados dentro del Parque nacional explorando ríos y compartiendo técnicas, novedades y trucos de este medio de transporte que ha cambiado mi manera de ver los mapas.

Estas embarcaciones han existido desde hace mucho tiempo, pero ha sido en los últimos treinta años y en Alaska donde más se han usado y perfeccionado, hasta el punto de convertirse en auténticos barcos capaces de bajar por rápidos con mucha estabilidad y de una ligereza sorprendente. Ya no son barcas de juguete, ahora son auténticos kayaks con unas prestaciones difíciles de imaginar.

Por eso, a día de hoy, hay mucha gente, sobretodo en Norteamérica, que posee y practica con estas embarcaciones.

*Imagen: El trineo de viento para navegar por las regiones polares, un vehiculo del futuro.

La manera de viajar ha cambiado gracias a los packrafts y a la filosofía que ellos encierran. Al ser una barca con muy poco calado, mucho menos que una piragua convencional o que una canoa, permite navegar por aguas muy someras reduciendo, además, el impacto que las otras embarcaciones realizan al ser arrastradas por fondos sensibles y demás. Además de ello, su ligereza permite cargarlas y depositarlas en lugares donde no es necesario que haya una carretera cercana permitiendo una experiencia de mayor cercanía con la naturaleza y menor impacto.

Estos medios de transporte me parecen particularmente interesantes ahora que vivimos en una etapa de gran consumo energético y donde parece que solo los vehículos que funcionan con combustibles fósiles son aptos. Vehículos como el trineo de viento con el que hemos recorrido recientemente dos mil kilómetros en Groenlandia usando sólo la emergía del viento o como los packrafts, ligeros rápidos y no contaminantes, ofrecen una prestaciones antes difíciles de imaginar y que ahora nos permiten explorar los rincones más remotos de nuestro planeta sin generar apenas impacto.

*Imagen: El packraft