¿Un viaje de 300 kilómetros, en bicicleta y con mi hija de tres años? ¡Sí se puede!

Hilo Moreno 13/09/2016 13:20

Después de pasar los últimos meses viajando por zonas frías y salvajes, donde hay que andarse con ojo para no congelarse alguna parte del cuerpo al salir desabrigado en sitios donde hay más osos que personas, ya va siendo hora de dirigirse a latitudes más templadas y también más civilizadas.

En Europa probablemente, el itinerario de bicicleta más conocido y mejor acondicionado sea la ruta del Danubio, en concreto el tramo que va desde Passau, Alemania, hasta Viena, en Austria. Esta recorre todo el curso del río desde su nacimiento hasta la desembocadura en el mar Negro. La ruta del Danubio atraviesa lugares muy conocidos durante el recorrido y grandes capitales europeas como Viena, Bratislava o Budapest. En total tiene más de dos mil kilómetros y discurre, paralela al río, por un carril asfaltado casi en su totalidad.

Nosotros haremos un tramo de este itinerario, comenzando en la ciudad de Passau. El final aún no lo tenemos claro, viajamos sin billete de vuelta ni idea aproximada de la fecha o el lugar donde terminaremos nuestro viaje, lo cual es el mejor modo de sentir la total libertad de una escapada.

*Imagen: El río Danubio a su paso por Passau, Alemania. / Hilo Moreno

Viajar en bicicleta es una de las maneras más bonitas de viajar. El ritmo es perfecto: te permite recorrer distancias muy largas a una velocidad adecuada para disfrutar del paisaje, hablar con la gente del lugar o con otros viajeros, y te permite variar el itinerario fácilmente en base a las necesidades o acontecimientos que vayan surgiendo por el camino.

Otra novedad en este viaje es que será en familia, con hija pequeña incluida. Yo soy de la opinión de que con niños es posible hacer también viajes activos. Ellos se acostumbran mucho más fácilmente de lo que pensamos a la vida en la tienda de campaña o a pasar muchas horas en la bicicleta viendo desfilar el paisaje frente a los ojos. La velocidad, en este caso, la dictará también las necesidades que viajar con un niño genera. Por ello, imagino que nuestro ritmo será lento y las horas que pedalearemos al día y los kilómetros recorridos serán tirando a escasos.

*Imagen: Rodeada de alforjas y con su casco. A la espera de subirse en su carrito

Lo que sí parece seguro, o al menos bastante probable, es que cubramos el tramo de Passau a Viena, ya en Austria. En esta sección, de algo más de trescientos kilómetros atravesaremos lugares de mucho interés, como el campo de concentración de Mathausen o la abadía de Melk, en cuya biblioteca se inspiró Umberto Eco para escribir 'El nombre de la rosa'. Todo ello en un paisaje de fértil campiña salpicado de pequeños pueblos y ciudades con mucho encanto.

De momento llegaremos en tren a Passau, donde recogeremos nuestras bicis, cargaremos nuestras alforjas y comenzaremos a darle al pedal.

Seguiremos informando.