Ana Rosa es una buena amiga

telecinco.es 19/01/2009 19:07

¿Qué puede ocurrir* si entrevistas en directo a tu propio novio?

*Lo cual no es realmente lo que ocurrió hoy, porque Déborah y Josep en realidad se quieren mucho. Pero no tenía ninguna foto para ilustrar este texto.

Pero bueno, que hola, amiguitos. Como anuncio, Ana Rosa es una buena amiga, pero esa exclusiva viene después.

"Es tremendo que cuando vas por cualquier lugar todo el mundo te pregunte y todo el mundo te persiga", dice Marisa Martín Blázquez sobre el Duque (llame como se llame ese actor) el día en que se estrena como presentadora de Está Pasando. Efectivamente, el programa ha debido de cambiar de registro: que ella diga eso es humor grueso y lo demás son tonterías. Pero no estoy yo aquí para valorar críticamente este programa -por otro lado, como todos sabéis, es el mejor que se emite en la televisión actual-, sino para contaros si pasaba algo interesante por allí dentro hoy. A ello vamos.

Hagamos antes un recuento de dos cosas que ya sabemos sobre este plató:

COSA PRIMERA

Hace un frío de mil demonios. La primera vez que estuve allí, aparte de provocar un pequeño y olvidado cisma entre el programa y telecinco.es, también me cogí una pequeña gripe de seis meses. La corriente que entra por la puerta (porque nadie la cierra) hace que las hojitas de mi libreta de notas se pasen solas como el Libro de las Sombras en un capítulo de Embrujadas y que el pelo de algunas colaboradoras se agite sensualmente como en un videoclip de Azúcar Moreno. El pelo de Diego Reinares, por el contrario, no se mueve, porque siempre lleva esa gomina que se asemeja más bien a cemento armado. Contra lo cual no tenemos nada en contra desde este blog, ojo.

COSA SEGUNDA

Las ruinas de lo que un día fue XQ no te callas, que con el tiempo se convertirán en nuestra propia y personal ciudad fantasma de Prípiat, siguen allí, justo enfrente, recordando a presentadores y colaboradores lo que puede pasar si se te ocurre hacer las cosas mal. Afortunadamente también tiene otros usos que van más allá de amenazadora señal: primero, es muy cómodo sentarse sobre la plataforma donde se colocaba el exiguo público que visitaba el plató. Segundo, es muy práctico usar la mesa que sigue allí en desuso para colocar encima las botellas de agua vacías.

Este penúltimo punto será importante hoy porque, en una muestra de compañerismo y cotilleo sin precedentes en la cadena amiga, el plató de Está Pasando se ha convertido en un hervidero de visitantes que vienen de todos los puntos de las instalaciones a ver cómo va la renovación del programa de las tardes. Los habituales de Mandarina, la productora del programa, andan por allí, aunque en ningún sitio está el que se parece a Ashton Kutcher (¿alguien se acuerda de él? Octubre, noviembre o por ahí). Esto no me entristece a mí, que me da igual, sino a una compañera de redacción, que concluye tan ricamente:

-Si no está el que se parece a Ashton Kutcher, me largo.

Pero enseguida aparece alguien mucho más importante que el que se parece a Ashton Kutcher y, si nos ponemos, que el mismísimo Ashton Kutcher, su esposa y sus hijastras (incluyendo a Rumer): Ana Rosa Quintana.

Ana Rosa Quintana, demostrando que es buena jefa y mejor amiga, ha venido a dar ánimos a Marisa Martín Blázquez, que por lo que se ve de lejos, está hecha un lío con las tarjetas del programa donde tiene su guión. Tras hacerle el símbolo de la victoria desde detrás de las cámaras -ya lo sé, ya lo sé, eso sería una fotaza y lo de Sabastiao Salgado son polaroids, pero NO puedo hacer fotos ahí dentro- se acerca a ella a darle unos mimitos.

Que Ana Rosa se haya quedado a comer, haya aguantado las corrientes de aire gélidas del plató de Está Pasando y todo ello para ir a desear suerte a su subordinada y amiga Marisa es lo que necesitaba para superar este lunes frío y lluvioso en Madrid, a todas luces asqueroso por otro lado.

Y para terminar, como blog multidisciplinar que es este espacio del Pasillero, os traigo un poco de información económica. Ana Rosa debe de estar muy contenta porque Banijay, el grupo francés que ha comprado el 51% de su productora, pertenece a la familia Arnault, dueña además de marcas como Dior, Louis Vuitton, Givenchy y Moet Chandon. Vamos, que ella debe de estar dando palmas de alegría pudiendo sacar a relucir esos nombre en las reuniones de empresa. Y Arnault, por su parte, tampoco se habrá gastado tanto, porque para un gigante de ese tamaño comprar una productora española debe de ser parte de la lista de la compra diaria, como se detalla en el siguiente ejemplo gráfico:

Claro, claro. Uno de los platos fuertes de este renovado Está Pasando, que se me olvidaba, era la entrevista de Deborah Fernández a su novio Josep Linuesa, que es el malo de Sin tetas no hay paraíso. Cuando me voy a pasear por ahí para ver si hay algo que robar trabajar, recorriendo los pasillos y prestando atención detalladamente a todo lo que me rodea, me lo encuentro comentando preocupadamente a una de las azafatas que la máquina de zumitos no va. OH, PUES CLARO QUE NO VA. LO HE DICHO MIL VECES EN ESTE BLOG Y NI CASO. Pero claro, ¡ah! Si lo pide el de Sin tetas no hay paraíso veréis como mañana está arreglada. Si yo fuera negro esto sería un sangrante caso de racismo, pero como ni siquiera lo soy no puedo decir ni eso.

PD: juro que como la puñetera canción del cuponazo de la ONCE se ponga de moda mataré a alguien.