¡Maldición! A buena hora se me ocurrió a mí establecer esta dinámica de comentar Operación Triunfo todos los miércoles, porque ante una gala tan enormemente KAKA como la de ayer, ¿qué comento yo? Si es que de hecho, me dormí. Mi sueño duró entre algún momento indeterminado y la expulsión de Alba. Se ve que me perdí la actuación de los dos nominados, pero no importa porque lo de que se iba a quedar ese sosainas de Rafa era algo que se veía a leguas. Cualquiera que haya visto este programa sabe que a niveles prácticos es algo que se podría emitir en Disney Channel en horario de tarde para que las niñas viesen a sus ídolos adolescentes. Hablo de los chicos, claro.
Los ídolos adolescentes son una cosa muy divertida, pero tienen un problema: parten de la base de que no pueden resultar de ningún modo agresivos para su target, que vienen siendo niñas de entre 0 y 16 años. Y algo que no puede agredir los sentidos del que está mirando, de ninguna manera, es lo que se conoce como un auténtico coñazo. En los años setenta, de hecho, alguien dio una orden desde las alturas de alguna todopoderosa nacional, a saber: todos los ídolos de adolescentes tenían que depilarse el pecho, pues el vello corporal era una imagen agresiva para las jóvenes. Exceptuando contadas excepciones, la orden se mantiene hasta hoy. Del mismo modo, los reyes del marketing saben bien que la capacidad de atención de esa parte de la población -excepto esos que lean este blog, que son listos y guapos- es muy limitada, así que otro requisito es que a un ídolo adolescente hay que poder describirlo con una sola palabra que lo represente de forma categórica y rapidita. En otras palabras, tiene que tener la profundidad de una pared.
Tristemente, desde la primera edición de Operación Triunfo hay un nuevo adjetivo que se ha grabado a fuego: Bisbal. Todas las ediciones de Operación Triunfo, e incluso de otros realities, incluyendo algunos que no tienen que ver con lo musical, tienen uno. Las niñas los defienden a capa aún siendo seres sin capacidad de procesar información y mucho menos comunicarla, que usan un vocabulario que denota que en su casa las hojas de las enciclopedias habían sido arrancadas en pos de su utilización para envolver pescado y cuyo comportamiento es en todo momento aburrido y previsible porque ya hemos visto al mismo personaje mil veces. Y sin embargo, las niñas los defienden hasta el final.
Y ojo con lo de "final": cuando digo final es el final de su andadura en Operación Triunfo. Paradójicamente ninguno de estos clones de David Bisbal ha llegado muy lejos: ni siquiera duran demasiado en el concurso y una vez lo han abandonado se vuelven a su casa a seguir a lo suyo. Los chicos vuelven a su pueblo con un depilado de pecho gratuito y un nuevo adjetivo en sus cabezas y las niñas continúan con sus vidas esperando a que salga otro chiquito absolutamente igual en la tele y con muchísimo saldo menos en el móvil.
Si tenemos suerte la semana que viene perderemos de vista a Ángel Capel, ese almeriense que hace que se malgasten en la televisión un montón de minutos que podrían aprovecharse para otra cosa. No caerá esa breva, eso seguro, y se irá Rafa, lo cual tampoco es negativo del todo. Además, si todo sigue un rumbo natural, Ángel será el que se largue la semana que viene. Pero yo estaba diciendo que me aburrí muchísimo en la gala, y fue porque en esta edición de Operación Triunfo no sólo se han encargado de meter a gente aburridísima sino de librarse de los que podían dar más chicha al principio. Así que nos queda una travesía por el desierto de unos meses.
¿Qué me queda tras esta gala tan bobita en la que me dormí? Contar por puntos mis momentos favoritos:
1. "Te doy todo", esa cosa que han compuesto para la Comunidad Valenciana, es maravillosa. Y digo maravillosa porque, cuando les pidan que compongan una para Galicia, o para Asturias, o para el País Vasco, o para Cataluña, o para Murcia, o para Andalucía o incluso para Portugal, Sierra Leona o la costa Este de Estados Unidos, podrán entregar exactamente la misma. "Espíritu de fiesta y amistad/que muy dentro llevarás", dice la letra. Lorca se revuelve en su tumba por no haberlo escrito antes.
2. Los ensayos para el musical Hoy no me puedo levantar se han convertido en uno de los momentos más divertidos de las galas. Algunos de ellos, debo decir, me han sorprendido gratamente. Actúan bastante mejor de lo que cantan. Pero Jon, al que obviamente han dicho que actuar no es lo suyo, me ha sorprendido todavía más porque actúa y habla igualito que Chechu Aarón Guerrero en Ana y los siete. De hecho diría que empiezan a parecerse físicamente.
3. Aún así, le han dicho, como premio de consolación, que resulta "excelente en el trabajo de grupo". No debería consolarle en absoluto: eso es lo que han dicho, de toda la vida, a los que no destacan en nada por sí solos.
4. Por si esta edición no fuese un poco aburrida de por sí, la siguen plagando de partes aburridísimas donde nos ensañan imprescidibles imágenes de los concursantes aplicándose sombra de ojos y lavándose el pelo u otras donde les hablan de la buena alimentación. Ya sé que es todo publicidad y hay alguien forrándose con eso, pero como yo no veo un duro, me quejo. Deberían empezar a pagarnos a nosotros también por tener que ver la publicidad, que así yo la veía encantado. Aunque ahora que lo pienso se supone que esa es una de las bases de Internet y del futuro, ¡¡¡viva!!!
5. Yo en general siempre quiero dar un porrazo con una pata de jamón a los concursantes por aburridos y pavisosos pero el numerito de Ángel y Silvia dando por el culo durante horas porque no se atrevían a besarse y les daba la risa ya es para expulsarlos de la Academia y de Europa también. Deben de creerse que están en la cocina de un restaurante de comida rápida -que ojo, también-. ¿Se puede saber qué hay de extraño en interpretar una canción y tener que besarse porque forma parte de la historia? ¿No se pueden BESAR Y PUNTO? Juntar los morritos les da una vergüenza enorme, pero a hacer el ridículo en el escenario de cualquiera otra manera están más que dispuestos. Repito: yo soy responsable de ese programa y les digo: "fuera de aquí, os vais a dar por el culo a otra parte".
6. En Operación Triunfo se regalan entradas para ver a los... ¡¡¡PRETENDERS!!! Y hace un par de semanas regalaron abonos para... ¡¡¡el FIB!!! Los agraciados entre el público seguro que se mueren de ganas de ver a Paul Weller, Kings of Leon, The Horrors y Tom Tom Club. Eso sí, también van los Killers, de modo que cuando canten Human podrán decir "huy, mira, una versión de Jiuma, de Jon y Mario".
7. Bueno, va, y Brenda lo hizo muy bien y hasta creo que Samuel también. Si es que Samuel , desde que luce flequillo, puede ser un ídolo adolescente más pero al menos da lo que se espera de él. Los demás son unos ídolos adolescentes de chichinabo.