Ha sido una época oscura en el Pasillero. Ha sido una época en la que los blogs se han rebelado contra el sistema como las plantas se rebelan contra el calentamiento global en El incidente matando a los humanos. No había manera de publicar palabra. Ha sido el equivalente bloguero al siglo XVIII para la población europea, en el que el 70% de los ciudadanos era analfabeta. ¡Qué siglos tan oscuros! ¡Qué mal debía de oler todo!
Estos son dos comentarios de esta mañana:
A juzgar por lectores como este, diría que aunque actualmente el índice de analfabetismo sea mínimo, alguno de ellos aún me lee. Bueno, me lee no: se lo leen, que ahí radica el chollazo de ser analfabeto, que te lo hacen todo. Pero a lo que iba, hoy me desperté (con el ring del despeeeeertador) y me dije: pues a lo mejor el amigo Anónimo tiene razón. Nadie escribe en este blog y lo peor de todo es que muy probablemente se refiera a mí el primero. Así que soy EL PASILLERO, otra vez.
A ver si logro convencer a alguien, eso es otra cosa.
Ayer escuché esta terrible frase cerca de la máquina de zumitos del pasillo del edificio A:
Física o químicaEra la conversación entre dos redactores de un importante programa de la cadena. Señor Vasile, ¿quiere usted tener aquí a renegados como estos, que se van a casa a ver otras cadenas? ¿Debo quedarme callado o debo empapelar los pasillos con sus fotografías para que sean debidamente despedidos? ¿Física o química? ¿En qué cadena ponen eso? Sencillamente no me puedo creer ni que exista, y si es que existe, no me puedo creer que unos trabajadores de Telecinco caigan en semejante falta de fidelidad a la cadena que no sólo nos da de comer, sino que da sentido a nuestras vidas y nos arropa en nuestras noches frías.
ESTOY INDIGNADO.
Tanta tristeza sólo se podía superar con una buena dosis de novocaína El juego de tu vida. Ya sabemos todos que el jueves es el día mágico: no sólo cuando el programa se emite, sino también cuando el programa se graba.
Publico esta foto que saqué hace mucho y tiene los bocadillitos y las cosas que ponía yo antes, ¡qué recuerdos de aquellos convulsos mediados de 2008!:
El público de El juego de tu vida siempre va muy elegante. Cuando veo a las señoras que van emperifolladas como coristas y con abrigos enormes me acuerdo de cuando de pequeño las señoras se vestían igual en mi ciudad natal para ir a ver la obra teatral de los churumbeles en el colegio. Me hace gracia que cualquier cosa que exija sentarse a ver una representación sea considerado por la gente como algo elevado que merece una visita a la peluquería y ponerse el abrigo más peludo del armario.
Que ojo, en realidad tienen razón: El juego de tu vida merece que uno lleve lingotes de oro colgados del cuello.
Junto a las señoras muy maquilladas suele encontrarse entre el público a muchos inmigrantes. Me han contado que muchos de ellos, que no tienen nada que hacer, encuentran en lo de ir de público a los programas y encima cobrando todo un chollo. Pues aquí nos parece muy bien. Véase las pinzas con las que estoy tomando estas frases, no vaya a ser que alguien me acuse de racista. ¡A mí, al Pasillero*!
Antes de empezar la grabación, Emma García siempre se acerca muy amablemente a los familiares del concursante a saludar y darles las instrucciones necesarias para el programa (en otras palabras: les dice cómo presionar ese complicadísimo pulsador que tienen delante en el caso de que quieran saltarse una pregunta). Pero ayer, cuando Emma se acercó y su rostro se iluminó desde abajo con los tonos rojos del pulsador, su cara fue cualquier cosa excepto conciliadora. ¡Qué pena de cámara de fotos! Si un día sacan todo El juego de tu vida en DVD, ese rostro en una penumbra rosada de Emma sería la portada ideal.
Ahora, permítaseme una profunda reflexión. Quien no quiera aguantarla, que se salte las cursivas.
La concursante de ayer era, como siempre, una pobre infeliz. Uno de los muchos -miles, millones- de motivos por los que hay que adorar este programa es por lo que nos gusta una buena historia de perdedores. La tele está construida de grandes historias de perdedores. grandes historias de perdedoresEl juego de tu vida
Y no son pobres infelices sólo por el hecho de responder, sino por el hecho de quién está sentado escuchando esas respuestas: exactamente quien debería estar dándolas. Hoy, por ejemplo, todas las preguntas de la pobre chiquita que se sentó bajo el cruel foco blanco versaban sobre las putadas que le hacía (o podía haberle hecho o podría hacerle en el futuro) su marido.
¿Por qué demonios no sentaron directamente al muchacho?
Toda esta parrafada viene a que debemos amar El juego de tu vida
En fin, Pilarín, y para entendernos: que este programa es LO MÁS y punto. Última vez que lo digo, lo prometo. Anoche el 25% de la audiencia pensaba lo mismo que yo (y el otro 75% o no tiene tele o se había quedado encerrada en un ascensor).
Ya en su día, hace medio año casi, había visitado El juego de tu vida, pero el post que escribí al respecto no fue publicado por problemas de logística. He aquí algunas de las cosas que había escrito entonces y que pueden ser de interés para los lectores de este blog, el del Pasillero, que trata de las cosas que ocurren por los pasillos de la tele y dentro de los platós :- )
:- ) :- ) :- ) :- ) :- ) :- )
Las pego. Nótese como tienen incluso párrafos en negrita, como tenía este bonito blog al principio.
El regidor tiene todo tipo de señales para los espectadores sentados en las butacas. No hay que aplaudir cada vez que el concursante dice la verdad, porque a veces las verdades son cosas como "¿Crees que los inmigrantes te quitan tu trabajo? SÍ". En esos casos, por cosas de la corrección política (que, no me preguntéis por qué, tiene cabida en un programa como este), el público no debe aplaudir, sino indignarse y cuchichear entre ellos. En ese caso, el regidor niega con los dedos, para indicar que el aplauso es inoportuno, y después comienza a imitar una conversación entre su mano derecha e izquierda, como quien mueve marionetas. Eso quiere decir que deben comentar indignados algo como "¡pero qué pena que aún exista el racismo en España y tal y pascual!". En fin.
Emma guarda la mirada estoicamente a los concursantes desde que formula la pregunta hasta que la voz todopoderosa del polígrafo informa sobre si es verdad o mentira. No se le desencaja la mandícula ante preguntas como "¿alguna vez has pensado que tu madre es lesbiana?" o "¿has tenido discusiones con tu pareja por su falta de higiene?".
Pero hay un momento en el que no puede evitar partirse de risa y hay que cortar. La pregunta era: "¿Te has encontrado alguna vez un muerto en el ascensor de tu casa?". En palabras de Emma queda así:
-¿Te has encontrado alguna vez un muerjajajajajajajajajajaja!!!!
El ataque de risa le dura unos cuantos minutos, que aprovecha su estilista para echarle más laca en el pelo.
-Me encanta este programa -dice espontáneamente uno de los cámaras.
Hablaba en nombre de todos".
Por cierto, esta mañana también pasaban estas otras cosas en Telecinco:
1. Pilar Urbano visitó a Ana Rosa. Unos comapañeros de la redacción de telecinco.es se acercaron a ella para intentar sacarle algunas declaraciones en exclusiva para la web y los acompañé en su dura tarea. Pero Pilar ya abandonaba las instalaciones de Telecinco arrastrada por una señora que debía de ser como su propia María Navarro, mientras los de Está Pasando intentaban sacarle declaraciones persiguiéndola en su camino a velocidad de crucero. No pudo ser.
Vale, era una sola cosa.
Y eso es lo que he visto.