Buenas tardes,
hoy volví al plató de Gran Hermano Gran Hermanoy jugándome la integridad física, conseguí hacer una foto algo fugaz y mala. Pensará el lector: "No entiendo, te montan un pollo si te pillan haciendo fotos en un plató pero luego no te dicen nada cuando ven fotos de un plató publicadas en tu blog". Pues yo tampoco lo entiendo. Es posible que los de seguridad, que son los que tienen órdenes de que nada de cámaras, tampoco se pasen mucho por este blog.
¡Ah, qué maravilla! Tras las vacaciones el Pasillero se ha vuelto aún peor fotógrafo. ¡Pues no! Por temor a que Mercedes Milá me azote por haber revelado alguna sorpresa, decidí, bajo la amenaza con la ayuda de mi jefa, difuminar la foto hasta que presentase el aspecto fascinante y misterioso que ahora veis ahí arriba.
Sin embargo, como nadie calla al Pasillero, os daré detalles más concisos explicando cada elemento de los que se pueden ver (¿?) en la imagen. Como es costumbre en el blog, lo haremos con un moderno sistema de puntos:
1. Impactante e innovador elemento que cabalga entre diferentes colores de la tonalidad entre granate y negro que, sin duda, no dejará a ningún espectador indiferente.
2. Brillante elemento de luz con un halo redondeado que muy posiblemente podría indicar la presencia de OVNIs, duendes o elementos radioactivos en el plató. Cuidadito con esas glándulas tiroideas.
3. Esquina superior derecha de la imagen, también conocida como aquella que carga con el mayor peso visual de la misma.
4. Elemento que se adivina más estable y duro que el resto, llegando a mostrar lo que parecen aristas y una superficie plana. Llegado el momento, se podría llegar a apoyar un vaso de agua o incluso una serie de platos con comida para organizar un encuentro de civilizaciones (si es que el elemento luminoso rojo es un OVNI o un duende).
5. Esquina inferior izquierda de la imagen. No tiene absolutamente ninguna relevancia visual. Aquí podríamos poner a Mario.
En el comedor, Mark Ostarcevic miraba indeciso el apartado de las ensaladas -yo me lo imaginaba más de costillar de ternera- y algunos pretendientes de Mujeres y hombres y viceversa Mujeres y hombres y viceversacompartían una acalorada discusión sobre la obra de Dovstoieski junto a Miriam Sánchez. El hecho de que coman juntos acallan los rumores de que el programa es un montaje y deja a la vista que tronistas, pretendientes y consejeros del amor -recién separados y a tortazo limpio de plató en plató- son uña y carne. La que creo, aunque es sólo una opinión personal, que está cada día más hasta el moño de tanto muchacho fibrada y tanta chola en trikini es Emma García, que (¿he dicho que es una opinión personal?) parece mostrar con cada programa más que le tienen la cabeza como un bombo. Que es lo que hace que esté bien graciosa y profesional, ojo. Los presentadores que están todo el día encantados de la vida y adorando a sus concursantes me gustan menos.
Por cierto, me han dicho que ayer Esperanza Gracia se perdió por los pasillos de Telecinco y le preguntó a una compañera mía por dónde se salía. Lo cual deja revela dos datos: no viene mucho por aquí y, segundo, una persona que ve el futuro debería poder ver dónde hay una puerta.
Hablando de puertas: en la de Sálvame Sálvamese vivía hoy a las cuatro menos algo un importantísimo drama: el guarda -el post de hoy parece ir dedicado al ramo de la Seguridad- detenía amablemente el paso a una señorita que iba acompañada de dos adolescentes. Resulta que en el público de la mayoría de los programas de Telecinco no se admiten menores -imagino que en su día el Club Disney o el Birlokus Club harían una chiripitifláutica excepción- y la señorita vio truncadas sus ilusiones de enseñar un ratito a sus dos invitados, que serían sus primos o hermanos, cómo se hacía el programa durante un rato.
-Lo siento, la regla no es mía, es de Telecinco.
Y apareció Belén Esteban, levantando admiración y emoción a partes iguales entre los jovencitos.
-Déjales entrar -dijo-. ¡Ni que fuera esto Alcatraz, coño!
No les dejó. Jorge Javier hizo una conexión muy rapidita con Risto, que hoy estrena G-20. Risto estuvo muy soso -y no lo digo yo, lo dijo luego JJ como en petit comité- pero JJ le dijo una frase que me hizo mucha gracia pero nadie se rio ni pareció notarlo: "¿Qué te vas a poner esta noche, Risto? De ropa, quiero decir".
Y para acabar, un divertido juego que nos tendrá a todos devanándonos los sesos toda la tarde: ¿a qué célebre y humillante programa pertenece el siguiente plató que estaba esta tarde completamente a oscuras? PISTA: no es Nosolomúsica.