Lo que todos estábais esperando: ¡una entrevista a Ismael Beiro!

telecinco.es 24/07/2008 20:13

Mirad por donde que el otro día iba yo por los pasillos lamentándome de que no hay nada que contar y pensando en diferentes formas de suicidarme (mi favorita era subirme a los pasadizos que hay sobre los focos de Está Pasando un día que esté Iván y lanzarme sobre él para aplastarlo justo cuando estuviese cantando la parte de "que mi vida comienzaaaaaa"). Pues bien, de repente me encontré a Ismael Beiro (¡¡¡sí!!!) y nos hicimos amiguitos. Para que veais que no miento ni he copiado sus palabras de una entrevista en la revista Qué me dices, aquí adjunto una foto:

Ismael Beiro, ganador del primer Gran Hermano, me pareció muy simpático y listo. Y aclaro esto porque en su día, cuando toda España lo adoraba, yo no era pro-Ismael, yo era pro-Ania. Ania Iglesias era la gran joya de esa primera edición, una modelo-actriz todoterreno rubia y con un caniche (¿se llamaba Muffy? que alguien me refresque la memoria) que fue una auténtica precursora al entender mejor que nadie en qué se iba a convertir el formato. Todos los demás concursantes eran o bien dicharacheros ciudadanos de a pie que querían ser parte de un momento televisivo o sinceras camareras que querían el dinero del premio. Ania quería la fama. Y de hecho fue la primera de todos los grandes hermanos en tener su sitio en un saloncito, por aquel entonces el de Quédate conmigo, presentado por Ely del Valle (que ahora pierde su tiempo y nos hace perder el nuestro en las mañanas de Telemadrid, nuestro segundo canal de televisión favorito después de Telecinco). Que nadie entienda esto como una crítica, la fama es un fin de lo más respetable. Yo prefiero a alguien que busque la fama a alguien que busque ayudar a una ONG o ganarse el respeto de su familia, ¡qué coñazo!

Pues bien. Que me lío. Yo estaba a favor de Ania, lo cual implicaba estar no en contra, pero tampoco a favor del otro bando, que en su día acuñaron con el término "mafia", palabra siempre acompañada de un gesto como de estar afeitándose. Pero hete aquí que como soy un chaquetero y un impresentable, Ismael Beiro me dedicó unas palabras y dije: "pues ahora estoy a favor de Ismael". Espero que ahora que aquella primera edición de Gran Hermano se está reponiendo en Telecinco 2, vuelva a ganar. Aunque ojo, también sería una sorpresa que esta vez ganasen Mabel o Koldo. ¡En Gran Hermano cualquier cosa puede pasar, que diría Mercedes Milá!

Así que le pregunté yo: ¿estás viendo la reemisión de tu Gran Hermano

Y me dijo: "Claro, porque en su día no la vi, la viví. La estoy viendo de nuevo y con quien más me río es conmigo mismo. Todavía pienso en cómo pedir mis derechos de imagen, que en su día fueron solo para los dos primeros años (¿esto será de broma? Si no lo es, mucho mejor, así mi texto dará polémica). De todo Gran Hermano vi la entrada y la gala final, sólo eso, porque no quería violar el recuerdo que tenía de aquella experiencia. Pero ahora, al verlo de nuevo, de repente observas cosas que habías olvidado y dices '¡anda, eso es verdad! ¡sí que ocurrió eso!'".

Y se me ocurrió preguntar a mí a continuación: ¿No crees que ahora los concursantes entran conscientemente a hacer el payaso?

Y respondió él, sincero: "No sé cómo es actualmente la conversación previa que han de tener en el casting. Pero mi consejo es que si fueran inteligentes deberían ser tal cual son en su vida normal. El primer año éramos muy inocentes, flipábamos al descubrir las cámaras y ver cómo se movían tras los cristales. La gente que entra ahí debería pasar de todo eso y debería comportarse como ellos son. Si son grandes personas fuera, que lo sean dentro. Y si en la calle son unos hijos de puta, que lo sean dentro también."

Yo, personalmente, creo que este año deberían meter a mucha gente que en la calle sea muy hija puta y lo sea dentro también, así nos lo pasaremos bomba.

Continúa hablando Ismael: "Gran Hermano es una ventana que acoge desde inmigrantes a abuelos" (¡abuelos aún no hemos visto, Ismael! A menos que te refieras a la marquesa de la séptima edición). "A todo tipo de gente con necesidades físicas, desde un adicto al sexo hasta alguien que quiere cambiárselo. Yo sacaría a gente de todo tipo."

Y luego hice otra pregunta, esta de una originalidad tal que le dejó pasmado: ¿Sigues teniendo trato con los demás concursantes?

Y respondó él, meditabundo: "Ya no hablamos nada, pero no habría ningún problema con quedar un día por teléfono para tomar un café."

Tal vez esto sea una invitación, Mabel, Koldo, Vanessa, Nacho, María José, Jorge, Silvia, Israel, Iñigo, Iván y compañía. Llamad.

Y luego me contó cuál sería su sueño televisivo, tras haber hecho muchas cosas en Canal Sur, tanto programas como ficción. Explicó sumido en una bella ensoñación: "Un late night, eso me gustaría presentar. Un programa que no estuviese protegido por horario infantil, que se emita cuando le gente tiene el cerebro más inactivo y se sienta a descansar y divertirse. Que contenga variedades muy rebuscadas. Me gusta hacer televisión en clave de humor, sin dañar al espectador, sin que se ofenda, sin pasarse, que no haya burla con el invitado, pero que haya humor, sea el invitado conocido o no. Una locura sana. Buscar cosas como el último descendiente de colón, u organizar un partido de fútbol entre alcaldes del PP y del PSOE, ¿te imaginas? También parodiando al resto de programas".

¿Y para qué quieres que esté fuera del horario infantil, para que salgan tetas y culos?, pregunté yo inocente y enseguida arrepintiéndome de haber soltado tan feas palabras por mi boca.

"Para hablar de sexo, sí. Y para que salgan tetas y culos si hace falta".

Y hablando de tetas y culos, vuelve una de mis más queridas secciones con noticias sobre Shannen Doherty y Elizabeth Berkeley:

Esta semana han pasado tres cosas, dos muy hermosas y la otra muy triste. Ya todos sabemos que se ha muerto Estelle Getty, más recordada como Sofia Petrillo en Las chicas de oro. Allá donde esté seguirá cagándose en su hija, pero esta vez en la actriz que la interpretaba: era mayor que ella y la ha sobrevivido. Lo que hay que ver. Quiero reivindicar desde aquí la película que hizo con Stallone en la cumbre de su fama, ¡Alto! O mi madre dispara, de esa época en la que se hacían películas que nadie se explica cómo se llegaron a hacer. Época, dicho sea de paso, prolífica en películas adorables y encantadoras.

Seguimos con otros asuntos culturales de altura: el domingo se confirmó que Brenda volverá a Sensación de vivir. Y como no podía ser de otra manera en esta sección dedicada a la cultura, volverá como profesora de teatro en el Beverly Oeste. Los seguidores de la serie recordarán que abandonó Beberly Hills para irse a Londres a triunfar como actriz, no sin antes echar un último kiki con Dylan. Pues según los guionistas, después de eso, se convirtió en una famosa actriz y reputada directora teatral. ¿Y qué hace una actriz en la cumbre de su carrera? Pues o bien una peli con Stallone o irse a dar clases en un instituto. Desde aquí esperamos que Kelly vuelva a robarle el novio y sus padres vuelvan a pillarle cigarrillos en el bolso.

Y una grandísima noticia la tercera: Elizabeth Berkeley, también recordada como Jesse Spano en Salvados por la campana y como la eterna Nomi Malone de Showgirls tendrá un papel en la sexta temporada de L. L es esa gran serie sobre lesbianas que vemos los que somos personas de bien en lugar de esa cosa horrenda y hortera sobre gays llamada Queer as folk, que bien podría justificar todas las peticiones del Foro de la Familia. Cada vez que la industria vuelve a dar una oportunidad a una actriz tan desaprovechada y maltratada como Elizabeth, el mundo me parece un lugar un poco más bello y justo. L ya recuperó en su día a una de las actrices con el talento más desaprovechado de la televisión norteamericana, la nunca suficientemente ponderada Cybill Shepherd. Es bello que ahora se fijen en Elizabeth. Por favor, por favor, por favor, que la siguiente en caer sea Kirstie Alley.