Una foto intrusa se ha colado sin mi permiso en el texto de hoy.

telecinco.es 06/06/2008 17:18

Señoras, señores y amiguitos todos:

ayer Telecinco era un hervidero de tetas gigantescas y camisas a punto de reventar gracias a nuestro futuro programa favorito. Hoy ya no lo es. Ayer en Telecinco convivían antiguas estrellas del circo, triunfitos, adalides de la buena televisión de los 90 y representantes varios de absolutos ídolos de masas. Hoy sólo estamos los camareros y yo. Y para colmo mi resfriadito sigue haciendo mella en mí y mientras todo el mundo está diciendo qué calor hace hoy en la redacción, a mí se me puede ver abrigado con cazadora en una esquina exigiendo gelocatiles a todo el que pasa mientras les tiro de la camiseta y les dejo llenos de mocos y babas.

Y encima, ayer un encuentro con una estrella de otra cadena -sí, existen otras cadenas aparte de Telecinco, pero ni os molestéis en cambiar, no hay nada que ver allí- para, digamos, otro trabajo que tengo, fue como Pearl Harbour all over again (¡cuánto inglés aprendemos!).

Total, que el pasillero se siente triste y pequeño y sólo hay una cosa que podría darle consuelo:

En otro orden de cosas, hace casi dos semanas prometí una foto a mis fieles lectores. Teletransportémonos de forma veloz y alucinante hasta aquel momento:

¿Recordamos? Pues hoy fui sin querer al baño, sin darme cuenta de que, oh magia potagia, llevaba conmigo la cámara. Cuando iba a salir presioné sin querer el botón de la cámara, que apuntaba hacia una zona indeterminada del marco de la puerta. Y para colmo de males, cuando intentaba ver mi correo para enviar un mensaje a mi madre diciendo que ya estaba mejor de salud, incrusté involuntaria y accidentalmente la instantánea aquí en el blog cuando yo no quería. Ahora mi madre está muy preocupada, claro.