Paqui Peña: "¡Pero si mi nombre parece un mote!"

telecinco.es 05/02/2009 20:43

Están las reporteras y luego está Paqui Peña. ,Estas pasadas navidades España estuvo a punto de vivir una tragedia importante. Como intrépida reportera de Está Pasando, Paqui se metió en un cuerpo humano gigantesco que alguien había montado en Málaga para que los niños aprendiesen cómo son nuestras entrañas. Cuando estaba explicando cómo es nuestra dentadura, la lengua gigante del cuerpo en cuestión se alzó, haciendo que Paqui estuviese a punto de ser descabezada contra los molares superiores. Sería un susto enorme para cualquier otra, pero una nimiedad para Paqui, más que acostumbrada a estos golpes del destino y que ha elevado el reportaje a categoría de arte. Peña ha recuperado el slapstick para convertirse en el equivalente televisivo de Peter Sellers o Harold Lloyd. ¿Que Lloyd se colgaba de un reloj en la azotea de un rascacielos en El hombre mosca? ¡Paparruchas! Peña se cuelga de un arnés y desciende verticalmente por la pared de un Corte Inglés de cincuenta metros de altura. Consciente o no de que su estilo se hizo icónico, Paqui empezó a cultivar incluso los reportajes autorreferenciales . Celebró la navidad para su programa en un gigantesco Belén hecho de arena, sólo para caerse un minuto después en el riachuelo que lo rodeaba. Cuando se levantó, dijo una gran frase que bien podría haber estado también en boca de cualquier constructor marbellí: "¡Esta era una broma que teníamos pactada con el ayuntamiento!".

Cuando yo intentaba explicar que Está Pasando era uno de los programas con más sentido del humor de la tele, nadie me comprendía.

Hoy, por fín, me senté con Paqui para continuar con esta serie de entrevistas con insiders de Telecinco que comenzamos con Maxim Huerta. ¡Qué maravilla, qué maravilla!

Paqui, ¿qué está pasando?

Pues que estamos aquí en una cafetería haciendo esta entrevista con el Pasillero, y me hace mucha ilusión porque llevábamos mucho tiempo para intentar cerrarla. Y con esta vida que llevamos, tanto tú como yo, pues oye, nos cuesta. Y estoy muy a gustito porque está lloviendo y me encanta mirar a través de las ventanas.

Pues tampoco es muy bonito el paisaje que digamos.

No, pero se ven las nubes, ¿verdad?

Pues sí.

Se está muy a gusto, ahora mismo estoy estupendamente.

¿Y en Está Pasando

¿Esto me lo preguntas con ironía?

Bueno, sí.

Pues que hay muchos cambios y todos esos cambios provocan un programa distinto en el que están pasando muchas cosas. Ahora tenemos muchas secciones, yo tengo una nueva en la que me lo estoy pasando bastante bien.

Pero a ti te gusta más lo de viajar por España adelante que estar todos los días en el plató, ¿no?

Es que se crea una especie de adicción. Durante los tres años que llevo en Telecinco con El Buscador y Está Pasando, mi vida era una maleta en el pasillo de casa. ¡Tú en el pasillo de Telecinco y yo en el de mi casa! Era una adrenalina constante, irme corriendo a coger un avión, llegar, encontrar al invitado, editar y enlazar todo esto... Y entras en un bucle en el que casi no tienes vida. Y toda tu vida la depositas en conseguir esas cosas. Ahora el ritmo ha bajado pero mantengo la adrenalina con esos sketches que hago ahora en el programa y me lo hacen pasar muy bien. El ser humano es una persona de costumbres y al final te acostumbras a todo.

Tú empezaste en la radio, ¿no?

Sí. La radio te da mucha versatilidad. Todo el mundo que está en la radio está ante el micrófono, al contrario que la televisión, que no todo el mundo está ante la cámara. En la radio

hice magazines en Radio España, en Zeta Radio, en la local de Onda Cero... He estado en todo tipo de emisoras. Esa diferencia te va labrando. Yo era la mujer orquesta, porque hacía de DJ poniendo discos, llamaba por teléfono a la gente, entrevistaba desde detrás del cristal al invitado... Tenías que hacer de todo. La radio te da mucha frescura y mucha inmediatez. Yo sería incapaz de hacer tu trabajo, porque ahora todo lo que estamos hablando tienes que pasarlo a papel.

Ya te digo.

Me enrollo mucho, ¿verdad?

No, no, qué va.

¿No te importa?

Para nada, por mí mejor.

¡Vale! Me parece una labor que admiro mucho, esas cosas de las que careces son las que más admiras en otra persona. Y yo no tengo paciencia. No tendría paciencia para tener que transcribir una entrevista entera. ¡Ya me costaba en la televisión tener que editarla! Sin embargo en la radio no, la radio es muy inmediata. Tú haces la entrevista en directo y ahí se queda y ahí se la lleva el viento bien rápido, que también es otra. Y lo escrito me da miedo porque queda plasmado y todo el mundo lo ve y no hay forma de tachar.

¡Pues cuidadito con lo que dices!

¿Lo ves? Eso es.

¿Y qué tipo de música pinchabas en la radio?

Pues he estado en Radio Olé, en Radio Fuenlabrada, y ahí hacía un programa de música española y me llamaba la gente los sábados desde las ocho de la mañana haciendo sus peticiones. Luego en Zeta Radio también, y en el Top 40 de Radio España, que no en Los 40, ¿eh?, pinchaba música comercial. Tuve un programa después de boleros que se llamaba "Te quiero, Bolero". Y era muy curioso porque como a mí me gusta mucho el cine jugaba con el tema de películas clásicas o más actuales y las llevaba al bolero. Jugaba con el cine y la canción. Un programa muy curraíto en el que presentaba discos con un trasfondo, ¡estaba muy bien!

Oye, ¿y te llamas Francisca?

¡Me llamo María Francisca! Y lo recalco bien porque así lo recalcaron cuando nací. Era la primera de la familia por parte de mi madre y las dos abuelas querían que me pusiesen sus nombres. Así que, para que no hubiese disputa, María Francisca.

¿Y lo de Paqui es nombre artístico o eres Paqui de toda la vida?

¡Qué va! En una ocasión me lo preguntó Jorge Javier Vázquez por los pasillos de Telecinco: "¿lo de Paqui Peña es un nombre artístico?". Y no, yo he sido Paqui desde el cole. Y yo me digo a veces: "pero si mi nombre parece un mote, esto de Paqui Peña".

De todas estas cosas que has cubierto por España adelante con El Buscador y Está Pasando, ¿cuál te ha impactado más?

Pues me han impactado aquellas en las que más miedo he podido pasar, pero asombrar, me han asombrado todas las historias. Yo le he puesto tanta ilusión y tanta pasión por poca trascendencia que tuviese la noticia, que para mí todas eran noticias grandes. Decía Hitchcock... ¿Hitchcock? Bueno, no sé quién era, pero decía que no existen papeles pequeños, sino actores pequeños. Y yo creo que en esta profesión es un poco

lo mismo, no existe un reportarje más potente o menos, sino que tú lo tienes que hacer importante. Irte a ver como una mujer ordeña una vaca puede ser muy interesante, sobre todo por la protagonista en cuestión.

Tú y el mundo bovino tenéis un gran lazo, en El Buscador te enviaban a cubrir todas las historias con vacas y toros.

Me encantaban esas historias, ya no de vacas y toros, sino las historias costumbristas. Las historias de pueblecitos con señoras mayores que llevan allí su vida, alejados de todo el estrés que vivimos aquí. Me parece tan interesante e incluso envidiable... Tienen una dinámica de día a día muy interesante: su preocupación es tener la cazuela preparada a la hora de comer y todo se lo toman con mucha tranquilidad y naturalidad. Esas señoras nos decían: "¿pero os vais sin comer?", porque teníamos que irnos corriendo a las cuatro de la tarde a editar y respondíamos: "¡es que no tenemos tiempo para comer!". Y se quedaban alucinadas, diciendo: "no puede ser que no coman hoy".

¿Y por qué te enviaban a ti a todo lo que tuviese que ver con toros?

Me enviaban a mí porque sabían que si el toro estaba cerca yo iba a dar un grito, era inevitable. Yo no soy nada taurina. Yo me olvido de que hay una cámara y actúo como actuaría Paqui en esa situación...

...y así acabó un pony dándote una coz.

¡Y la gente me preguntaba si eso estaba preparado! ¿Pero cómo un pony va a saber que me tiene que dar una coz? Eso fue porque yo le acaricié el lomo al pony, bueno, a la pony, mejor dicho, porque estaba la mamá pony y el papá pony, y habían tenido un pequeño pony hacía poco. Y yo intentaba jugar con ella y la madre pensó que yo le quería hacer algo y me golpeó como diciendo: "¡quítate de aquí!". ¡Y qué susto me di!

Pero la cumbre de tus reportajes es lo del castillo de arena

¡Ay, sí!

¿Y eso tampoco estaba preparado?

Lo del castillo ha tenido bastante repercusión y nunca entendí como una cosa tan banal pudo tener tanta trascendencia. Siempre que me preguntan si estaba preparado, como me lo han preguntado muchas veces, yo siempre digo que prefiero preguntártelo yo a ti. Pasillero, ¿tú qué crees? ¿Me tiré o me caí?

Yo creo que te tiraste.

¿Tú crees que me tiré? Unos me dicen que me tiré y otros, sobre todo los taxistas, me dicen que pobrecita, que me caí. Entonces yo siempre dejo la incógnita.

Que conste que a mí me parece un momento de oro televisivo y me da igual que te hayas tirado o te hayas caído.

Yo creo que la tele es espectáculo, esa cajita tonta es espactáculo. Y hay cosas que son serias y con las que no se puede frivolizar, pero en general la tele es espectáculo y hay que tomársela como tal y ser conscientes de que estamos entreteniendo al público y dependiendo del tipo de noticia que tú estés dando, le puedes dar un matiz u otro. ¡Pero fue divertido! ¡Muy divertido!

¡Muy divertido excepto para el que hizo el castillo!

¡Hombre! Pues te diré que aquel hombre al principio se lo tomó muy mal pero luego... luego sonrió.

¿Y el programa le dio una indemnización, como le prometiste en directo?

Sí, se la dimos porque hay que reconocer que era un trabajo de diecisiete días y era un maestro, y como tal había que recompensarle. Y después de eso me dijo: "oye, ¿vienes mañana y me tiras un delfín que tengo allí?".

¿Y a cuánto ssale el metro de castillo de arena roto?

Hummm, ¡pues está el metro cuadrado últimamente a tres mil dólares!

Antes me decías que Está Pasando cubría noticias muy diferentes. Muchos os criticaron por cubrir desde un concurso de castillos de arena hasta el accidente de Spanair, y criticaron sobre todo que se enviasen a los mismos reporteros a cubrir una cosa y otra.

Yo creo que un periodista debe ser versátil, a no ser que sea un periodista especializado en gastronomía, por ejemplo. yo me tiré tres años haciendo un programa de gastronomía y durante esos tres años yo leía un periódico y sólo buscaba ese tipo de noticias. Todo giraba en torno a la comida, a las estaciones... pero si tú quieres salirte de esa faceta tienes que ser versátil. Y el director de Está Pasando siempre apostó por esa versatilidad, por que los reporteros fuésemos lo más versátiles posible. Yo creo que no está reñido, en el momento en que estás ante la noticia tienes que saber en qué situación estás. Si estás hablando de una tentado no puedes frivolizar, que es evidente que no lo vas a hacer. Yo siempre digo que ser periodista es saber ponerse ante el público, como una frutera que está vendiendo manzanas. El estado de ánimo es muy importante y eso te lo tienes que crear tú. Un presentador puede tener un problema enorme en casa, pero cuando se pone ante la cámara tiene que estar hierático, o sonriente... Cubrir unos temas y otros no está reñido, no, y es una forma de no encasillarte como periodista. Dicen que la tele encasilla mucho, ¡pues luchemos contra el encasillamiento!

¿Y tú te ves cubriendo un evento trágico de ese tipo?

¡Ya lo he hecho! Antes de estar aquí en Telecinco me tiré tres años en informativos en la radio, donde las noticias eran muy serias, y también en algún programa de televisión. Yo es que en mi vida siempre he sido muy payasa y muy gansa. Pero en teatro, cuando estudiaba arte dramático, siempre me tocaban los personajes dramáticos. ¡Con lo gansa que soy! Y sin embargo es mucho más difícil hacer reír que hacer llorar... ¡Y ya me he perdido! ¡Te he dicho que me enrollo mucho!

Mira, te había preguntado por el tratamiento que se dio en Está Pasandoa lo del accidente Spanair pero me da a mí que te lavas las manos...

¡Es que yo estaba de vacaciones! En el mes de agosto no estaba, y sí que escuché las críticas. Pero no estaba.

Bueno, se criticó a Está Pasando pero se criticó también a todos los programas de televisión, empezando por los informativos.

No creo que fuese cuestión de Está Pasando, empezó por los informativos, y no hablo de Telecinco, hablo de todos. El sensacionalismo muchas veces se critica, pero hay que entender que forma parte del periodismo como tal. Y lo malo de eso es cuando se disfraza de lo que no es, de los programas que van de otra cosa pero en el fondo están siendo sensacionalistas. Eso sí me parece peligroso. Y ahora mismo todo el mundo tiende a buscar ese punto que más puede vender.

¡Has salido muy hábilmente de la situación!

¿Sí? ¡Gracias!

Mañana, la segunda parte.