Risto y Virginia revientan el concepto de disco de triunfito

telecinco.es 04/02/2009 21:12

La segunda hoja de la nota de prensa lo resume todo:

Me encantan las tres exclamaciones tras lo de reggae. Y me encanta que todos los espectadores de Operación Triunfo lo verán y correrán a las tiendas extasiados, chillando:

-¡¡¡Suena como las Ronettes!!!

No, que es broma. Con lo bien que me caen a mí Risto y Virginia. Vengo a contaros la rueda de prensa de esta tarde. Y antes, a contaros otra cosa mucho más interesante.

La verdadera historia detrás de Operación Triunfo 2008:

Risto Mejide tenía unas cancioncitas escritas desde hacía unos cuantos años que descansaban en un cajón de su casa, habiendo hecho estrechos lazos con los calcetines y las camisetas interiores de tiras con los que compartían habitáculo. Durante los castings de Operación Triunfo 2008, la segunda edición en la que participaba como jurado en el programa y la primera en la que lo hacía como jurado en los castings, se encontró de repente a Virginia, una chiquita que a la par que muy mona tenía como su carisma y una voz muy bonita que se diferenciaba mucho de esa de chacha verdulera y chillona que representa el perfil del 98% de las candidatas. Risto llamó a dos amigos suyos de Barcelona con los que había colaborado en cositas de música -si no me equivoco- años atrás, que, cosas del destino, resulta que son los Pinker Tones, una banda barcelonesa de música como electrocumbiarockbossatamborilera muy guay que ya tenía un gran seguimiento en círculos indies y alternativos aquí y hasta en la China, pero que a cualquier miembro de la Academia de Operación Triunfo le sonaría lo mismo que Goethe o Tolstoi. Pues entonces Risto llamó a estos amigos, como decía, y les comentó: "eh, ya tenemos la voz para esas canciones que tengo y el grupito aquel que queríamos montar". Risto MejideOperación Triunfo 2008VirginiaRistoPinker TonesOperación TriunfoRisto

Así que Virginia

Pero luego no sólo entró, sino que gracias a su carisma y a estar rodeada de las arpías más malas y aburridas que ha dado nunca la historia de ese reality de talentos, ganó.

Y hoy se presentaba su disco en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, un lugar más dado a acoger eventos relacionados con el aniversario de algo que haya hecho Lope de Vega que con alguien que sale de un concurso de Telecinco. Analicemos la situación así de modo rapidito.

Normalmente todos los triunfitos publican unos discos asquerosos llenos o bien de canciones que otros artistas rechazaron, porque no valían ni para dar por el saco y están en las cestitas de saldo de la discográfica, o bien de versiones, que si cabe es todavía peor. No hace falta poner ejemplos. Bueno, venga, sí:

Y normalmente lo publican en un tiempo que va de dos horas a dos días después de salir de la academia, conscientes sus productores de que la memoria de los seguidores de Operación Triunfo no supera a la de un pez panzudo a la hora de olvidar a los ídolos a los que han jurado amor eterno. Muy probablemente la foto de portada se la hacen en el autobús que los lleva hasta su casa. No hace falta poner ejemplos. Bueno, venga, sí:

Virginia, sin embargo, fue diferente desde que entró en la academia, como antes decía. Mientras todos sus compañeros tenían como ídolos musicales a Azúcar Moreno y Alejandro Sanz -a éste le va a poner un link Rita- y creían que "Solo otra vez" era un tema original de David Bisbal -a éste también-, a ella le salió del moño salir al escenario a cantar canciones de los Cardigans y Radiohead. Claro, el lector podrá pensar que Operación Triunfo no está para eso y que quien quiera escuchar a Radiohead que se lo baje del eMule o se ponga Radio 3. Pero al menos a unos cuantos, como exotismo histórico en el concurso que introdujo en nuestras vidas a seres como David Bustamante, nos pareció de lo más encantador.

Y la cosa funcionó. Mientras los demás conseguían alguna paginita en el ¡Qué me dices! para ponerla verde, Virginia hizo un reportaje de diez páginas en el Hola vestida de Chanel en el hotel Ritz y luego se retiró a su cuevita en la montaña a trabajar en el disco que Risto tenía pensado para ella desde meses antes. Le pusieron ese nombre algo pedante de LaBuat y lo venden como un disco puro, que renuncia al fitipaldismo electrónico de estudio para apostar por sonidos naturales y de vieja escuela. Risto o ha hecho una obra maestra o se ha pasado tres pueblos, porque mencionó a los Beatles, a Burt Bacharach y a Phil Spektor entre sus influencias. Y a mí estaba a punto de entrarme un ataque de esquizofrenia.

¿Y por qué?

Porque mientras tenia delante a Risto y Virginia hablando de los Beatles y a los Pinker Tones, buque insignia de la música alternativa nacional, detrás tenía a sus representantes (los de Virginia y Risto). Y son los mismos representantes que los de todos estos otros:

Ojo, que lo señalo como cosa enormemente graciosa y paradójica, no estoy siendo un criticón. Aquí cada uno representa a quién le dé la gana, como si mañana quieren representar conjuntamente a Chloe Sevigny y a Pozí. Pero tal vez llegue un dia en el que alguien tenga que decir en la agencia Telegenia "a ver, tenemos que cerrar la visita de Mirentxu a ese programa de la televisión local de Alcalá de Henares y asegurarnos de que Virginia sea cabeza de cartel en el Primavera Sound". Y ese día, si Dios existe, alguien estará allí grabándolo con una cámara y lo subirá a YouTube MiTele :)

La rueda de prensa empezó con un vídeo graciosito en el que Virginia, Risto y los Pinker Tones hablaban fatal los unos de los otros. Digo gracioso porque ellos parecían divertirse mucho mientras lo hacían pero yo no me enteré de nada porque el sonido de la sala era un rollo y sólo oía ecos que retumbaban durante minutos. Eso sí, me fijé en que Risto llevaba a menudo una gorra en el estudio de grabación. Igualito que Madonna -a ésta tampoco le pongo link-. Después salieron los cuatro amiguitos y se hicieron fotos delante del logo de Labuat, que es muy bonito pero da la eterna sensación de haberlo visto antes. Cuando se sentaron para responder a las noticias un responsable de prensa pidió que las preguntas se ciñesen a la colaboración musical de Risto y Virginia y nada más. Pero la primera en levantar la mano, la reportera de Está Pasando, y haciendo gala de su buen hacer y de la defensa que siempre ha llevado a cabo su programa por el interés ciudadano, se pasó por el forro la petición y soltó:

-Una última pregunta, Risto, ¿hay una relación sentimental entre Virginia y tú?

Y respondió Risto haciendo gala de reflejos rápidos:

-Tienes razón, es la última pregunta que me haces.

Risto y Virginia se repartieron el 95% de las respuestas, mientras todos los presentes pasaban en moto de ni siquiera dirigirse a los Pinker Tones, productores del disco, que cabeceaban en una esquina de la mesa.

Un entrañable momento llegó cuando un joven vestido de azul levantó la mano y soltó:

-Vengo en representación de la marea azul.

Yo, con la religión plataforma ivanista tan asentada en nuestras vidas, olvidé completamente que había existido aquel grupo social de idéntico o mayor calado y me hizo mucha ilusión y viví un momento muy 2008. Y me pregunté este es el tipo de público que Risto desea al hacer un disco donde suena piano y trombones y no hay nada de estudio y no suena muy parecido a ningún hit de Los 40 o Cadena 100. Pero siempre es buena ocasión para que de repente los muchachitos escuchen el nombre de Burt Bacharach y le hagan un google rápido, por qué no decirlo.

Mirad, en realidad os suelto este rollo de cultivadito revenido musical porque la rueda de prensa, en sí, fue un coñazo. A mí que Operación Triunfo y el underground nacional se unan para crear un proyecto me parece una gran noticia. Pero que no sepan dar un poco más de cancha a los medios que tienen delante, que no dejan de ser El programa de Ana Rosa, Está Pasando, un representante de la Marea Azul y los mismos de Portalmix que organizan encuentros musicales con Chipper me suena a ir un poco de... guays.

Pero diga lo que diga yo, que exista Labuat es mejor a que cualquier de los otros saque un disco así mu movitido con mezclita de flamenquito y de pop y de dans pa la discoteca. Aunque nadie me ha pedido mi opinión, espero que tenga éxito y cambie algo. Gente como Chipper siempre seguirá teniendo trabajo en el debate de Gran Hermano.

Que ojo, sólo hemos escuchado una canción del disco. A lo mejor luego es un ladrillo que no se lo salta un galgo.

Unos tipos gordos que estaban sentados al fondo dijeron:

-Vaya panorama. Esto da vergüenza.

Pues imaginaos lo que llegarían a decir estos dos si en vez de presentar disco Virginia con los Pinker Tones lo llega a presentar, digamos, Noelia. El Círculo de Bellas Artes implosionaría. Y sería una pena, porque las vistas desde la azotea son fantásticas y sólo cuesta dos euros entrar. Ya sabemos qué hacer este domingo.