Porque sí:

telecinco.es 25/11/2008 18:04

1. Porque ya nos conocemos todos los restos de decorados que descansan por los pasillos y esquinas de Telecinco

2. Porque los avistamientos son siempre los mismos: los de Está Pasando hacen cola en el comedor, Christian Gálvez entra al plató de Pasapalabra y Ana Rosa echa el cigarrito durante la publicidad de su programa

3. Porque ya no es noticia que los platós son asombrosamente pequeños con la excepción del de Está Pasando, que es asombrosamente grande

4. Porque ya no es noticia que ahora Jani trabaja aquí

y 5. Porque ya todos sabemos que en realidad Mumú nunca existió y me lo inventé como subtrama de apoyo para la época de becas vacas flacas

Por todo eso, hoy, después de meses de exclusivas, avergonzantes vídeos de campaña política en los que parece que me estoy tocando y de dibujitos con el paint, el Pasillero se despide de todos vosotros.

No, que era broma. Lo que quería decir es que por todos estos motivos hoy me han vuelto a enviar fuera, lejos de Telecinco. A la gran ciudad. Al Teatro Lope de Vega, en medio del bullicio de la Gran Vía. ¡Qué bonita es la Gran vía! La jauría humana toma los centros comerciales para superar la tristeza provocada por la crisis, los vagabundos te regalan su poesía (y posteriormente te insultan si no les das dos o tres euros a cambio), muchos de los transeuntes han nacido en países exóticos y lejanos y muchas de las transeuntes han nacido con un sexo diferente. Y allí, por el medio, yo, soportando el peso de tres enormes rayas que desde abril de este año soporto sobre mi oreja y que pesan como quintales, procurando no darle a los vagabundos, a los consumistas, a los extranjeros ni a los transexuales. Y, sobre todo, no perderlas. ¡Con lo carísimas que están las rayas!

Y el motivo por el que estaba allí es porque hoy se presentaba para la prensa ese programa llamado Operación Tony Manero, un programa en el que se busca al protagonista del musical Fiebre del sábado noche y que promete cambiar nuestras vidas en la misma manera en la que lo hizo Tú sí que vales. Muchos de los responsables de este último formato están aquí: la eternamente bella y atemorizante Noemí Galera, el todopoderoso televisivo Tinet Rubira y el presentador masculino que lo hace todo en España, el nuevo Jesús Vázquez, el Emma García con testículos: Christian Gálvez.

En Madrid hace más frío que nunca hoy y en el teatro Lope de Vega no había café. Perdoné la situación gracias al calor que me dio otra cosa mucho más necesaria: el stand de merchandising de High School Musical, que es lo que se representa actualmente en el teatro. El estuche-falda de animadora me conquistó especialmente.

Pero seguro que esto no es lo que queréis saber y yo no quiero que me sigáis llamando tonto ni me acuséis de hablar sólo de mí mismo (porque si fuera así ya os hubiese contado lo mucho que me duele una muela con el frío o el resfriado que llevo arrastrando sin cura desde septiembre de 1998 aproximadamente). Esto es lo que queréis saber, digo yo. Como siempre, por puntos:

1. En el Lope de Vega se desarrollaban las pruebas de casting para buscar al próximo Tony Manero. Los 15 o 20 finalistas, según nos contó Tinet Rubira, serán los que participen en las galas de Operación Tony Manero. Tinet Rubira afirmó que buscaban un Tony Manero con experiencia en el baile y que fuese muy masculino. John Travolta, el Manero original, también es muy masculino.

2. De los 15 o 20 que vi ensayando sobre el escenario cuando accedí al teatro, unos 10 tenían experiencia con el baile y 1 o 2 eran muy masculinos.

3. Desgraciadamente los 10 que tenían experiencia con el baile y los 1 o 2 que eran muy masculinos no iban en el mismo barco precisamente.

4. ¿Pero qué sabré yo? No tengo mucha experiencia en coreografías y puede que las posibilidades estén en alguien cuyos movimientos no son brillantes pero sí prometedores.

5. En lo de si son masculinos o no sí puedo decir que tengo un poco más de experiencia, pero ya me habéis dejado claro que aquí no venimos a hablar de mí.

6. Lo mejor eran los familiares de los aspirantes, que esperaban fuera. El momento de salida, abrazo y salto de alegría (o el de salida, llanto e insultos airados y blasfemos a toda la familia de los miembros del jurado) era el que más esperaba, pero nunca llegó a ocurrir. Nos echaron antes de dar una respuesta, por la información que pudiésemos filtrar.

7. Un par de madres valientes y cotillas aprovecharon para colarse con la prensa para ver las pruebas de los concursantes. Una mujer de la organizacion, que donde pone el ojo pone los goznes de la puerta al cerrarla con fuerza, se dio cuenta de la situación y las invitó amablemente a marcharse.

-Mira que les hemos dicho que no pueden estar aquí durante las pruebas -refunfuñó.

8. El hombre que peor lo hacía era un joven con peinado de Camilo Sesto, pantalones de campana y conjunto delgadito y ceñido. Sus movimientos eran desacompasados, inseguros y tenía el mérito de entrar en el puente cuando todos los demás ya estaban bailando el estribillo. El que mejor lo hacía era un hombre más fuertecito que seguía a pies puntillas las órdenes de la coreógrafa, seguía la música y no se amedrentaba a la hora de dar la voletereta mientras los demás silbaban y miraban hacia otro lado. ¿A quién hubiese cogido yo? Al primero, de cabeza, a la esencia de la autosuperación, a la belleza de la imperfección, al Esther de los musicales. Por ese motivo nunca me dejarán ser director de casting una compañía de teatro musical.

9. La coreógrafa era un delirio para los sentidos por la forma en la que tenía de seguir los pasos una y otra vez mientras mantenía una expresión como de repasar la lista de la compra y multiplicar mentalmente 78998 por 5060. Siempre me pasa que cuando veo a alguien bailar muy bien pienso que bailar es muy fácil y me propongo ir bailando a todos lados y ser la sensación de los guateques, pero claro, luego te recuerdan que bailar así de bien incluye renunciar a esos fantásticos bocadillos de chorizo y queso y optar por el emperador con media lechuga del menú wellness del comedor. QUE SE HAGA BAILARÍN RITA.

10. Uno de mis compis de telecinco.es me preguntó al término de nuestra visita: "¿Y qué demonios vas a escribir de esto si nos han dejado estar dentro un cuarto de hora y no hay nada que contar?" y yo pensé "ya, BIENVENIDO AL MUNDO DEL PASILLERO".