Más pequeña y dulce que el pomelo, más grande, aunque menos perfumada, que la mandarina. Así es la naranja. Muchos de vosotros ya pensabais que de ella nos habíamos olvidado… ¿Cierto? Pero ya sabéis que lo bueno se hace esperar. Hoy Mercedes viste de naranja, una fruta muy importante en nuestra economía ya que España es uno de los primeros productores mundiales.
La flor de azahar es la flor del naranjo. Es blanca y tiene 5 pétalos. Una flor apreciada por su belleza, aroma y propiedades tradicionalmente consideradas terapéuticas. Una flor esencial en el orange look y en concreto en los pendientes que Verónica Sebastián realizó para Mercedes Milá: www.verili.es
Cuando pensé en el estilismo de naranja, me encontré con un problema y es que sus colores se parecían mucho a la zanahoria: naranja y verde. Así que, decidimos tomar un color que nada tuviera que ver con ella: el gris un color que en esta edición, y después de 21 galas, no habíamos empleado todavía. Busqué ese color en un chaleco, una prenda adorada por MM, lo encontré en Man (c/ Claudio Coello 17).
A mano, fue pintado por Ana Sáenz de Tejada (la misma que pintó los zapatos de ajo y los chalecos de GH8). Después de estudiar los primeros bocetos enviados, nos decidimos por una gran naranja y unos cuantos gajos que salían de la parte izquierda.
El resto del estilismo estuvo compuesto por prendas rescatadas de ediciones anteriores: una chaqueta en terciopelo gris, de Armani, unos Prada bicolor en ante gris y negro y un pantalón negro de corte masculino de Moschino (It Ayala: c/ Ayala 26). El anillo fue realizado en Telecinco tomando como base una pequeña naranja que en mis días de búsqueda y captura de frutas y verduras de decoración, había encontrado en un Bazar Chino.
Como buenas valencianas que son, la empresa de Lola Blay (Aire Distinto: c/Mayor 104, Aldaya. Valencia.Tel: 961 501 139-961 507 470) nos pintaron a mano, una gala más, el abanico ad hoc para la ocasión, esta vez, con naranjas valencianas, las más dulces y jugosas…
Dice el refranero: “Ten un naranjo agrio en tu corral, y tendrás botica para ti y para tu vecindad”. Un refrán que pone de manifiesto las propiedades curativas de dicha fruta.
Los naranjos florecen a principios de la primavera, con un período de maduración que abarca desde mediados del otoño hasta casi iniciado el verano. En esta larga temporada, se turnan muchísimas variedades de naranjas y mandarinas. Las dulces son las naranjas de mesa por excelencia, mientras que las amargas tienen un sabor tan ácido y amargo que se reservan para la elaboración de mermeladas y la obtención de aceites esenciales.
Yo comienzo el día desayunando siempre con un buen vaso de zumo de naranja. Me chifla. Su vitamina C me ayuda a combatir los catarros tan típicos de estas fechas. Además, el ácido cítrico (naranjas, mandarinas y pomelos), es oxidante, depurativo, desinfectante y microbicida, estimula la eliminación de todas las sustancias que no se han metabolizado y que reposan en los distintos órganos. Su abundancia en sales minerales equilibra las dosis de nutrientes necesarios para el organismo Y su gran riqueza en vitaminas y en oligoelementos la convierten en la mejor aliada contra el estrés y la depresión. La naranja juega un papel muy importante en la reducción de riesgo de padecer cáncer y enfermedades del corazón. Es rica en calcio, fósforo, hierro, magnesio, fibra, potasio y sodio…y por si fuera poco, forma parte de la dieta mediterránea, la dieta más sana del mundo…
¿Os acordáis de “Naranjito”? esa naranja que vestía el uniforme del equipo de fútbol anfitrión y que fue escogida como mascota de la Copa Mundial de Fútbol de 1982, realizada en España.
Besos de naranja a tod@s. Recuerda que responderé a tus preguntas la última semana del mes…Y en esta ocasión, será el próximo lunes.