Alucino rabanitos

telecinco.es 16/10/2009 08:28

Menuda la que nos tenían montada. De común diría que 'alucino pepinillos' pero en honor al conjunto de Milá anoche diré que 'alucino rabanitos'. Me dirán que salió todo como estaba previsto en una previsible gala más, donde estaban algunos de nuestros amigos y compañeros de este inigualable viaje (con la jefa citando a lmedina, ¡qué grande!). Pero es que yo no termino de habituarme a estos sobresaltos.

Como anunciábamos ayer, la salida de Juan se vio acompañada del paso de los otros cuatro nominados a la casa espía (que lo seguirá siendo), de igual forma que una de sus habitantes (concretamente Laura) vio finalmente cumplido su sueño de ir a la casa 11. Es fuerte que los cinco antiguos habitantes de la casa sostenible de las camas en el futón siguen sin poder contar de donde vienen. La única que no tiene aún confirmación oficial de la existencia de esa 'otra casa' es Melanie. Más fuerte aún que nadie sepa el destino de los cinco que al comienzo de la gala fueron llamados a la sala de expulsiones. Ni saben quien ha sido expulsado ni vieron a nadie de regreso. Qué fuerte, Arturo. Qué fatiga, qué hartura y qué de todo.

Para este gato la noche tuvo dos momentos especialmente intensos, de esos que guardo con mimo en mi frágil pero agradecida memoria. Ambos están muy próximos en el tiempo, el primero cuando Mercedes Milá se despide al final de la noche de la casa 11, y todos a un tiempo gritan "no, no, espera, espera". Querían saber algo de lo sucedido. A la condición de aislamiento, agravada esta semana por la falta de comida y tabaco, se le añadía en ese preciso instante la angustia provocada por la duda sobre el destino de sus compañeros. Está claro que han de sospechar algo, al menos quienes han estado en la otra casa, o sea, todos menos Melanie, pero de seguro no lo pueden saber. Mucho menos quien ha sido expulsado.

El otro momento fue escasos minutos después. Me sobrecogió la cara desencajada de Melanie, que ha perdido de una tacada a tres de sus más afines en la casa desde el principio, especialmente Tatiana y Juan. Tengamos en cuenta que, desde el comienzo de esta aventura, Melanie ha visto marcharse para no volver a Gonzalo y su bestia, luego Nagore y ahora el resto de su grupo. A estos podríamos incluso sumar la ausencia de Rebeca, que anoche asistía a la gala sin muñeca, por lo cual adoptó una postura de brazos cruzados que denota actitud defensiva. El lenguaje postural dice a veces tanto que sobran las palabras.

En los últimos días Melanie había empezado un cierto acercamiento a sus compañeros y compañeras menos afines. Está claro que se olía la tostada de una posible expulsión de Juan o Tatiana, pero nunca habría pensado en algo parecido al vuelco que iba a pegar la situación anoche. La canaria no solo se queda sin ninguno de los suyos, rodeada de antiguos habitantes de la casa espía (cosa que ella desconoce), sino que mientras esta situación se mantenga tampoco tendrá la posibilidad de continuar un juego para el cual necesita tener cerca a Arturo e Indhira. Le ha divertido mucho darle celos a su compañera durante los dos últimos días, sin valorar que esa actitud le podría valer por un pasaporte al 'club 90'. Me atrevo a decir que, dependiendo quienes (y cuantos) fueran los otros nominados, el récord de Nagore corre serio peligro. Al menos "a día de hoy", que dice el simpar 'Geranio'.

Luego volveré a ese episodio que nos ha tenido a todos revolucionados desde hace un par de días, cuyas tres patas han sido ayer separadas parcialmente. Antes de eso me gustaría seguir el relato de la noche en que la nueva era se reinventaba convirtiéndose en más nueva que nunca. Los nuevos habitantes de la casa espía, así como sus dos antiguas moradoras que aún continúan allí, tuvieron anoche una información supuestamente contraria a la realidad, lo cual puede llevarles a engaño. El orden de salida de la sala de expulsiones fue el siguiente: primero Arturo, seguido de Tatiana, Toscano e Indhira. Esta última quedó sola con Juan hasta que les comunicaran el nombre del expulsado. Como le dijo Milá a la malagueña (que una noche de expulsiones más estaba allí, con la réplica de una biznaga malagueña en la mano): eso era lo que ella quería. A pesar de lo cual, la despedida entre ambos fue más que cordial.

Digo que la información derivada de ese orden de abandono de la sala de expulsión les podría indicar que Arturo fue el menos votado e Indhira podría ocupar el segundo lugar tras el expulsado. Aunque no tuvimos noticia sobre los porcentajes, todo nos hace pensar que no es así. Probablemente tampoco a la inversa, más bien me inclino a pensar que era un orden caprichosamente elegido para contribuir a la intensidad de esa acción. Laura, Carolina y Carol lo estuvieron siguiendo todo desde el 'confe', sufriendo con que les tocasen sus cosas, y especialmente Laura pendiente de que no se fumasen su tabaco. Tras comprobar que efecivamente Arturo y Tatiana se lo estaban fumando, llegado el momento de pasar a la casa 11 no tuvo ocasión de recuperarlo. Juan había decidido al azar su paso a esa casa.

Al 'calculín' de Guadalix le van las rifas y sorteos, por eso puesto en la tesitura de elegir entre Carol y Laura para que una de ellas cambiase de casa, decidió ponerse un complemento de bisutería en una mano y darles a elegir. Carolina no pudo optar porque su apuesta fue por Tatiana, a la que ella llama 'kylie', supongo que por Kylie Minogue y la escasa estatura de ambas. 'Maricari', no inventes. Antes de esto, las dos candidatas pudieron hacer una nueva arenga en su favor. Laura dijo cosas semejantes a las de una semana antes, que habían provocado en la misma Carol un comentario posterior que decía: "me he sentido un poco pisoteada, la verdad", aunque nadie le hizo mucho caso.

Anoche Carol lo llevaba mejor preparado y reivindicó su derecho a concursar en idénticas condiciones que su oponente, aún habiendo entrado en juego más tarde que ella. La suerte habló y se confirmaron las peores expectativas, Laura pasaría a la otra casa. ¿Su principal misión? Ajustar cuentas con 'Genaro de Todos lo Santos', clon de Bruno el 'huelebragas', y más conocido en la casa como 'bocachancla'. Avisada de que no podía contar de donde venía (aunque, como dije antes, todos menos Melanie lo saben) ni, sobre todo, lo que había visto esa noche (la entrada allí de los cuatro nominados no expulsados), lo único que realmente le importaba era saber si podía ejecutar su venganza hacia el madrileño. La vi en ese momento como la Uma Thurman de 'Kill Bill'.

Laura comenzó su acoso y derribo contra Gerardo anoche mismo, contando con cierto apoyo de Saray y ocasionalmente algún otro. Hubo un momento que me pareció un poco rollo acoso y derribo, lo cual solamente puede hacer ponerse a la audiencia de lado del acosado. Sigo pensando que esta gente no ha visto con atención ese programa, y si lo han visto poco les ha rentado. Ahora bien, con este tío no resulta fácil ni defenderlo ante un acoso. Es tan patán ('pijopatán' sería otro gran mote) que anoche intentando consolar a Melanie, supongo que todo berraco al tenerla tan cerca, de repente habló de las dos casas. Lo único bueno en él es la sensación de que te la puede liar parda en cualquier momento. Eso le salva.

¿Qué decir sobre Juan? No sé... Juan bien, gracias. Su chirriante corrección, lo redicho que es (gracias Mercedes por el término que no había encontrado para definirlo), hacían barruntar lo que finalmente se produjo. Con todo, creo que afrontó el momento de rendir cuentas de su paso por la casa con más ganas que sus predecesores. Solo le descompuso el gesto ver a Toscano en un vídeo fantástico resumiendo su desleal actitud. En el momento de salir de la sala de expulsiones, Toscano había decidido confesar su traición ante Juan, recibiendo su absolución, por así decirlo. Personalmente creo que se estaba confesando ante una audiencia que podría ver así por parte del murciano una voluntad de no acuchillar por la espalda sin dar la vuelta al muerto (virtual) en el momento final para mostrarle el arma homicida. Algo más o menos así hizo, pero como dijo con gran acierto Juan: "se lo contó entre algodones", sin la crudeza de ver en las imágenes su burla y escarnio casi permanentes.

Con todo, esta entrevista fue sin duda la mejor de la temporada hasta el momento, con una Mercedes inmensa y guapísima en su piel de rábano. Por cierto, anoche en la casa 11 decidieron dejar de usar la balanza y juntaron la comida de todos. Es, sin duda, la mejor forma de remachar la tapa en el ataúd de Juan. Como predije ayer, la báscula ha sido desterrada, de igual forma que la estatua del dictador es lo primero que derriba el pueblo cuando este ha caído. Bueno, esto es así casi siempre. Para terminar de retratar la situación, las dos espías digamos veteranas, que entraron como reservas, tienen una semana para ganarse a sus nuevos compañeros. Estos serán quienes decidan cual de las dos se va a su casita el jueves que viene. Es algo así como lo que sucediera en la novena edición con las dos 'chicas de oro'.

La carrera de obstáculos comenzó anoche y Carol le saca varias cabezas a su tocaya. En principio, no paró de hablar en toda la noche, sin dar tregua ni un instante a sus nuevos compañeros de piso. Todo ello aderezado con alguna que otra estaca en el camino, con el fin de garantizarse el tropiezo de la otra aspirante a seguir en la casa, o cuando menos no hacerle fácil el camino. No puede tener otra explicación que en seguida invocase el espíritu de 'la extinta' Nagore o le contase a Toscano que a 'Maricari' no le cae bien Tatiana. Qué fuerte me parece. La 'rusandaluza' cayó en la cuenta de que Gerardo es igual a Bruno de forma inversamente proporcional a la locura temporal que vivieron hace un par de noches. Nada más entrar a la casa espía preguntó a 'las Carol' y cogiendo a Arturo por las solapas voceaba: "No es un actor", tras lo cual se llevaba las manos a la cara. Con más humor lo tomaba Saray, a quien pusieron vídeo ad hoc. A la hora de cierre de este artículo (como se decía en la prensa tradicional) aún no se ha paseado en bolas por la casa, a pesar de la advertencia de Milá: "No cumplir las promesas da mala suerte".

Me gustaría tener más tiempo para comentar lo del triángulo Indhira-Arturo-Melanie (supongo que algunos de nuestros lectores se alegrarán de que no lo tenga). No obstante, apuntaré de forma lo más escueta posible lo que pienso. Nótese que ser escueta también comporta falta de matices. En días posteriores podremos seguir hablando del tema. En mi opinión, ninguno de los tres se salva de representar comportamientos bastante prototípicos. Arturo sería el chulazo que rehúye el compromiso aunque no puede vivir sin complacer a una mujer en la cama. Indhira es tipo princesa celosa, que además provoca los celos en la otra parte y a quien le gusta estar siempre colmada de atenciones, y no solo en la cama. Por su parte, Melanie es la chica cañón acostumbrada a tener a sus pies a cualquier tío que se le antoje.

Sin perder de vista que hablo de prototipos dibujados a grandes rasgos, las tres personas que hay detrás cometen errores, algunos de mayor y otros de menor calado. Indhira y Arturo se han enzarzado en un enfrentamiento repleto de descalificaciones que ninguno de los dos hubiera deseado, diciendo cosas que ni siquiera creen. De por medio, una serie de pequeños detalles cuyo análisis y discusión nos puede divertir pero no son realmente importantes. Ni los cereales cedidos, ni los portés, ni las discusiones provocadas por el distinto concepto que tienen sobre la disciplina a seguir en las pruebas. ¿Es imposible una relación entre los dos? No creo, y me refiero en la casa, porque fuera no me importa lo más mínimo. Es más, su nueva ubicación puede conseguir calmarles y acercar posiciones de nuevo. Esa es la casa 'zen', no olvidemos. Los futones están por algo.

Melanie cubre el rol de la mala que encuentra diversión en darle celos a Indhira. El aburrimiento es posiblemente culpable de ello. Se intenta excusar con el endeble argumento de sentirse odiada, cuando en caso de haber odio es mutuo. ¿Como analizar el papel de cada uno cuando todos se equivocan igualmente? Además, los tres generan una víctima (o varias) con su actitud. Pues bien, mi procedimiento consiste en analizar si alguna de las actitudes tiene intención clara y directa de hacer daño. Y mi conclusión es que solamente veo en este caso a Melanie. Claro que los otros dos están haciéndose daño mutuamente, pero veo claro que no lo pretenden. La canaria, sin embargo, es consciente de las consecuencias que puede tener su actitud, sabe que son actos innecesarios, y aún así no ha dudado en seguir el juego. Un juego punible, a mi juicio.

Y termino de forma casi telegráfica con un comentario de Tatiana tras llevar apenas cuatro o cinco horas en la casa espía. Indhira puede tener allí a Tatiana como principal amiga y cómplice, aunque se me vislumbra que también entablará buena relación con Carol. Es curioso como cambian los juegos de alianzas y amistades a nuestros ojos. Sin ir más lejos, anoche la malagueña decía que en la casa 11 había quedado la más cotilla, refiriéndose a Melanie. En contra de lo esperado, Tatiana abona la teoría de esta y añade: "Que tengan cuidado porque Mel escucha hasta dormida. Pues menuda oreja tiene". Lo digo siempre, con amigos así no hacen falta enemigos.