Borbotones de cariño

telecinco.es 26/10/2009 08:20

Detenerse demasiado a pensar si es Arturo o no quien encabeza la votación para la expulsión de esta semana, o si el segundo puesto corresponde a Melanie o a Indhira, puede que haga perdernos otras muchas cosas de interés. Se viven momentos preciosos en la casa de Guadalix. Cariño a borbotones derrochado por tres indígenas venidos de una isla al otro extremo del planeta, por ejemplo. Ver a Yalis, Filike y Natalis abrazando y besando a los habitantes de la casa en señal de agradecimiento, fabricando collares y otros abalorios para ellos, o participando como uno más en las fiestas, es un regalo inesperado e impagable.

Me sorprende (dije en cierta ocasión que soy un gato en perpetua sorpresa) que haya tantas trabas culturales y antropológicas como para considerar a los indígenas poco menos que maltratados al entrar en una casa para ser observados como monos de feria, o algo así. Pero vamos a ver, acaso no sabemos que este formato consiste precisamente en meter personas en una jaula de cristal observada por muchos a la vez. Tan monos de laboratorio (no me gusta decir ratoncitos por no hacerle el juego a cierto crítico de televisión que a su vez hace televisión y cuyas opiniones son a menudo para pixar-se de riure -mearse de la risa-) son los de Papúa como todos los demás. Por otro lado, no sé cuál es la auténtica diferencia entre esta visita y la de otros ciudadanos extranjeros que han entrado en nuestro Gran Hermano a convivir durante unos días.

Tengo para mí que no han traído sino cariño y generosidad. Casi todos los habitantes han señalado esto mismo, llegando a hablar de la mejor experiencia vivida por ellos en todo este tiempo. Me gustó especialmente la opinión de Hans, que dijo: "Son capaces de extraer lo mejor de todos nosotros". Este concursante casi siempre me deja impresionado con sus acertados juicios, de igual forma que su posición de observador en la casa me deja un poco frío. Me gustaría ver a Hans sintiendo más que analizando, aunque le agradezco esto último en las pinceladas ofrecidas por algunos vídeos.

Es una gozada ver a Tatiana diciendo que Yalis es como su abuelito mientras este le besa con cariño. O ese momento en que Indhira le descubre el secador de pelo a Filike. Carolina pone el contrapunto de humor cuando les hace repetir "cari, no inventes" y algunas otras de sus frases características. ¿Se está riendo de ellos? No, está claro que no. Eso sí, en esa casa nunca hubo tantas risas, nunca tanto positivismo y sentimientos a flor de piel. Lo contrario de lo que muestran algunos ante cualquier propuesta del programa. El negativismo de quien tiene a priori una mala opinión sobre la visita de parte de una tribu se repite casi siempre que se plantea una novedad en el formato, como si hubiera quien se dedicase inútilmente a guardar su pureza. También he de decir que quienes brindan tan mala acogida a iniciativas como esta, al día siguiente suelen estar evidenciando un cambio de opinión, por mucho que a algunos les cueste reconocerlo.

Se han vestido de chulapos y chulapas madrileñas con clavel en el ojal. Han cambiado su natural desnudo por un chándal o una camiseta. Carolina les ha enseñado a ducharse bien mientras otros lograban que aprendieran a usar un desodorante de roll-on. Han compartido lo poco que tienen, unos más y otros menos, hasta el punto de que la 'súper' les debió pedir el sábado que no les diesen más regalos. También los concursantes se disfrazaron ayer de supuestos indígenas, tintando el color de su piel. Y, como no, Arturo se ha calzado el koteka de forma bastante ortodoxa, es decir, con un huevo dentro y otro fuera. Aunque forme parte de esa personalidad vanidosa y fanfarrona que atesora el irunés, me gustó que se dejase colocar la huevera por Natalis, y experimentara por un momento la sensación de ir ataviado de tal guisa.

Todo serán lloros cuando se vayan mañana los de la tribu Dani. No me hace falta verlo para saber quiénes se emocionarán más, sin dudar ni un momento de la sinceridad de sus gestos. Hay cosas que no pueden fingirse. En esta marea de sensaciones esta será una de las más importantes. No me cabe duda de que ha de ser un recuerdo imborrable, una de las cosas que más recordarán de su paso por el programa. Por eso, quizá influido por la ausencia de maldad, o los besos y abrazos de los visitantes, en este momento me da lo mismo quien se vaya el jueves.

Arturo cada día me desagrada más, lo cual es un problema mío compartido solo por parte de la audiencia. Si el 52'8 por ciento de los votos son para él querría decir que no estoy solo y me acompañan muchas personas a quienes presuntamente les pasa lo mismo con este concursante. Ese porcentaje está seguido por estos otros: 30'2, 10'8, 3'7, 1'9 y 0'5 por ciento. Los datos revelados anoche en el debate llaman la atención por algunas cosas (aparte del 0'1 por ciento perdido). Principalmente por los escasos votos recibidos por los dos (incluso los tres) que están a la cola de la lista. Conseguir tan solo medio punto porcentual es casi nada, por mucho que sean seis los nominados. Esto mismo convierte en muy abultado el porcentaje de quien parece claro será el próximo expulsado. Si con seis nominados ha logrado más de la mitad de los votos quiere decir que será muy complicado modificar el resultado de aquí hasta el jueves.

El caso es que veo algo cambiado a Arturo tras esta nominación. Aunque pienso que cree salvarse este jueves, también parece claro que tiene la certeza de no ser tan invulnerable como antes. Esto le da miedo, y es el motivo por el que le vemos acercarse a Indhira aunque siga tonteando con Melanie y haciendo portés con ella. Entre ambos hay ahora una relación cordial a pesar del enfrentamiento primero tras la última gala, en el cual pudimos ver a un Arturo desconsiderado, haciendo odiosas comparaciones entre Indhira y Carol, mientras ella le deseaba un pronto reencuentro con su paisana.

El esquema mental de Arturo es muy simple y sus teóricas aspiraciones aún lo son más. A tenor de lo dicho por él, Carol es su mujer ideal y se ha entendido especialmente bien con ella porque aguanta las bromas y se preocupa poco por su aspecto físico. Aparte de que esto último demuestra lo poco observador que es, parecen razonamientos de un niño pequeño. Claro, que la propia Carol no le va a la zaga cuando dice que se encontraba a gusto y se entendía bien con él porque ambos son "de allí arriba". Igual el cerebro de Arturo cabría mejor en el koteka que su publicitado miembro. Aunque lo peor en este concursante es su desconsideración general hacia las mujeres. A Carol le regaló una pulsera, a cambio de lo cual esta sacó algo de su bolsa de mano que no llegué a identificar. Eso delante del resto de nominados en la sala de expulsiones. Pues bien, horas más tarde seguía tirando la caña a una Melanie que ahora parece más interesada en Ángel. El que hace daño de forma consciente a otro u otros es sistemáticamente expulsado en este programa, por eso tengo la convicción de que el porcentaje mayor de los señalados es suyo.

Indhira comete ahora el error de cerrarse un poco, dando la espalda a quienes la han apoyado en ese duro trance de hace una semana. Carolina le aseguró que nunca la nominaría hasta el final, ni a ella ni a Tatiana, pero no la veo muy unida a ellas dos. Con Toscano discutió a cuenta de unos cereales que este le pidió y no quiso darle. A Hans parece haberle olvidado tras solo una semana de separación, posiblemente porque no le dice lo que ella quiere escuchar. Está claro que con Ángel y Melanie no tiene nada que hacer, especialmente con el primero ya que la considera el principal enemigo a batir, y además se ha dado cuenta de las aviesas intenciones de la imitación que hace de ella, lo cual le ha hecho saber de la forma directa y sin reparos que usa siempre Indhira. Ahora mismo, pareciera que solo tiene ojos para un Arturo que tiene en su mano recuperar a quien fue su pareja en la casa. Ella no dudaría en volver a repetir tal error. De momento, se refugia en Gerardo, su último descubrimiento. En esto se diferencia del resto de mujeres, que no dudaron mucho el viernes en montarle un número, igual que no dudan hacer a cada rato un traje a este concursante.

¿Qué tiene Gerardo para enervar tanto a tanta gente? Nada. Una profesora mía de primaria respondía siempre de la misma forma cuando tras llamarte la atención uno respondía "señorita, si yo no estaba haciendo nada". Entonces ella siempre te decía: "Pues por eso". O sea, que su castigo no era por algo hecho sino precisamente por no hacer nada. Me he acordado de aquello cuando he visto este intenso fin de semana a Gerardo acorralado por mujeres que parecen detestarle. Si acaso, el reproche fundado que tienen hacia él es que sea un poco pulpo, aunque esto no sé si forma parte de una leyenda urbana o es realmente así. Por lo demás, él no termina de entenderlo y lo atribuye a extrañas razones, cuando es algo mucho más sencillo (de nuevo la navaja de Occam). Es que simplemente no le soportan, a lo que contribuye su escasa actividad en la casa.

Los ritmos vitales de Gerardo son más propios de un vegetal, lo cual justifica el apodo de 'Geranio'. Necesita para vivir poco más que una revista que devorar con la mirada (dudo si lee realmente) y el plato puesto en la mesa, siempre y cuando les quede comida, algo que tampoco parece preocuparle. Dice que no se enfada cuando le roban comida porque ha sido engañado muchas veces en la vida, habiéndole robado en varios de sus negocios. Su respuesta es desquiciante pues no se altera nunca, manteniendo un tono conciliador que a veces suena a que esté poniendo a prueba los nervios de su interlocutor. ¿Quién no ha experimentado algo así cuando presa de un evidente enfado discute con un interlocutor que le responde con una tranquila y abierta sonrisa? Gerardo parece con frecuencia querer burlarse de quienes le atacan, aunque en lugar de eso puede que sea un hombre tranquilo, sin más complicaciones.

El sábado llegaban a abrir su maleta Saray y Tatiana para robarle galletas y meter un dedo en su frasco de crema de cacao. Hans intentó un poco más tarde hacer ver a Saray que eso la perjudica por dos razones. Está dando una muy mala imagen de sí misma, y además le hace un favor al propio Gerardo victimizándole ante la audiencia. Toscano lo flipa comparándole con Iván Madrazo (GH X) con la peregrina idea de que este como aquel se enfrenta a toda una casa en contra. Nada que ver, evidentemente, pues Gerardo solamente se enfrenta a un grupo de chicas unidas, sin saberlo, por un mismo reproche. A todas ellas les ha dicho que son las más guapas de la casa, a todas que las ve ganadoras de este concurso. Aunque, bien mirado, también le ha dicho estas cosas al resto de compañeros, sin que parezca haberles molestado, a excepción de Hans.

Sospecho que los porcentajes más bajos de votaciones corresponden, precisamente, a Hans y Ángel. El primero sigue en un segundo plano de observador impenitente, y su amigo tampoco deja el papel de 'Mortadelo' aunque ahora parece acercarse fugazmente a Melanie. 'Maricari' Carolina no parece que les vaya a poner las cosas muy fáciles, ya que el viernes estaba la canaria recostada encima de Ángel cuando le puso al corriente de que a él quien más le gustaba físicamente era Nagore. Anoche hubo otra fiesta sin alcohol (no quieren tentar a los papuenses, que bastante vicio tienen con el tabaco) y ya no vimos a Melanie frotar su trasero en ningún chico. ¿Quizá es un efecto de su primera nominación? Muy feo me resultó lo de ir preguntando a todos si la habían nominado, como si hubiera obligación de decirlo. Parece como si ella se creyese inmune a las nominaciones. Aunque más fuerte que el viernes Ángel le esté contando que mientras espiaba vio a Nagore, Tatiana y a ella misma llamar 'Frodo' a Hans, a lo que ella respondió: "Yo no dije eso. No sé ni quién es 'Frodo' porque no he visto 'Harry Potter' en mi vida". Sin comentarios.

Termino con lo de Tatiana extrañamente llorosa, además de un pequeño detalle visto en el último resumen. Hasta ahora habíamos observado a una Tatiana siempre dura y deslenguada, pero el viernes estaba de bajón y decía sentirse sola. Lloraba amargamente hablando con varios de sus compañeros, especialmente un Ángel que le repetía: "Qué rusa eres, es que eres muy rusa", lo cual me hizo gracia aunque no llegué a comprender. Dice que Toscano está mucho con Hans y ella no quiere meterse cuando están juntos, y Melanie también pasa ahora muchos ratos con Saray. Me parece que le duele más esto último, pues su amiga parece ahora preferir estar con esas nuevas amistades. Me gustó ver a esa Tati sensible y vulnerable.

Y lo del resumen es ese larguísimo montaje en que Indhira no parece capaz de cerrar su maleta. Corte tras corte, la malagueña sigue peleándose con la maleta de forma cómica. Juraría que los últimos fragmentos de la conversación no eran trascendentes y solamente valían para mostrar su escasa habilidad y también su infinita paciencia. Yo habría tirado la maleta por la ventana (ya sé que no hay ventanas, es una expresión). A quienes dicen que el programa está beneficiando a Indhira y perjudicando a Arturo, les diré que si así fuera este episodio de la maleta rebelde no habría existido para nosotros. Tampoco habríamos visto repetidamente el 'confe' en que la misma protagonista repite una y otra vez los epítetos de "zorra" y "puta" dirigidos a Carol. No veo ese supuesto (además de absurdo) favoritismo. No inventes, cari, no inventes.

[Hoy, a las 12.30 horas, Carol responde a vuestras preguntas en un nuevo encuentro digital. Recuerda que ya puedes jugar al Test de Gran Hermano, donde podrás probar tu nivel de conocimientos sobre la historia del programa. Y también puedes ya solicitar tu sitio en el plató de Gran Hermano, rellenando un simple formulario].