Querido Hans

telecinco.es 13/11/2009 08:26

Querido Hans:

Aquí estamos, como cada viernes comentando la gala de la noche anterior, en este caso la de tu salida de la casa. ¿Sabes qué? Creo que saliste en buen momento. Sí, ya sé que igual te podías haberte quedado y hasta haber cumplido el sueño de muchos, o sea, llegar a la final y quién sabe si algo más. Pero amigo mío, ayer era el día. Enhorabuena por tu entrevista, gracias por darme lo que siempre pido a un concursante de este programa.

Los dos estamos enamorados de Gran Hermano, anoche has demostrado que en tu caso no se queda en palabras fáciles y gratuitas. Tu respeto lo has demostrado en la generosidad sin límites de alguien que se involucra y dice lo que piensa, sin tapujos y a calzón quitado. Anoche, como durante estos más de dos meses en esa casa de la sierra madrileña, demostraste tener un par de huevos, tío. Enhorabuena.

Y no lo tenías fácil, querido Hans. Además del castigo que comporta ser expulsado de esa maravillosa aventura tuviste que superar otros tres castigos añadidos. A saber, se cumplieron los deseos del señorito Gerardo, que había pedido expresamente estar sentado junto a ti en la sala de expulsiones. Y eso que pudimos saber, gracias a Mercedes, que quienes estuvisteis peleando por salvar el pescuezo fuisteis tu y Tatiana, como ya suponíamos. Vale que esto es un espectáculo, lo sé y siempre he apoyado la idea, pero no sé si es justo lanzar un falso mensaje a los concursantes encerrados sobre quienes fueron los dos concursantes más votados. No sé hasta que punto puede esto influir, especialmente teniendo en cuenta que no es cierto.

Pero lo peor fue que Gerardo cumplía sus deseos. No dirá más que tiene un trato de favor porque quizá exagere, pero no me deja de resultar curiosa la coincidencia de que se salve de cualquier castigo en la noche de Halloween y una semana más tarde se disponga el momento de la expulsión a su antojo. Aparte de parecerme una torpeza que acabó con cualquier duda y quitó tensión narrativa al momento. Vamos a ver, si en el programa de las mañanas se afirma sin dejar un resquicio a la duda que la cosa está entre Tatiana y Hans, pero luego quienes aguardan las palabras mágicas de Milá ("la audiencia... ha decidido... que debe...") son este último con Gerardo, está claro quien se irá. Por humanidad, ¿dónde dejamos el suspense?

Un segundo castigo fue el innecesario encuentro con Ángel en la sala de expulsiones. Demasiadas carambolas para un tablero tan pequeño. Ves, querido Hans, como tu expulsión debía de ser especial. Cuando el maestro zen te regaló un llavero parecía aquel personaje televisivo de mi infancia (quizá adolescencia, no sé yo) llamado "el conseguidor". Le faltó decir que era ahí donde podías llevar las llaves de... ¡este coche!... con ese tono de engañabobos de feria que se gasta el coleguita Ángel. Al menos le evitaste la última semana, que ya es algo. Y el tercer castigo, amigo Hans, fue tener que aguantar a la dueña de Rosita montando el numerito. Ella solo sabe hacer tal cosa, qué te voy a decir a ti. Patética andando de un lado a otro de la mesa reclamando una parcela de protagonismo que no le pertenece. Complicado me va a resultar ver a partir de ahora el directo, sabiendo que en cualquier momento me voy a encontrar con la torva mirada de Rebeca.

Sigo pensando que eres grande, Hans. No solo por ser, como te dijo tu madre, de algún modo álter ego de este gato. Anoche volví a ver un trasunto en tus palabras, resultándome igual de curioso que siempre comprobar como utilizabas exactamente la misma expresión que había yo escrito en mi artículo del día para referirte a la coincidencia de Carol, Arturo e Indhira en la casa espía: semana horribilis. No era la primera vez que coincidíamos, tanto en expresiones como en maneras de analizar el concurso. Pero es que tus argumentos destilan grandeza y van acompañados de sensatez y visceralidad a partes iguales. Esto también ha contribuido a que algunos nos enamoráramos de un concursante tan especial como tú.

Te escucho y no puedo evitar aplaudir tus argumentos. No tendría espacio para enumerarlos: es cierto que lo de la edad es una tontería; que Tatiana no será tan natural y espontánea cuando las semanas que está nominada se calma, deja de gritar y ya no le sale nada de su cacareada entrepierna; que los reparos de Indhira hacia ciertas muestras físicas de complicidad y amistad entre dos mujeres más que antiguos resultan obsoletos y un poquito carcas. Y no sigo. Hemos tenido una interpretación semejante casi siempre, y eso es una suerte.

Quizá los que te llaman manipulador busquen concursantes como Melanie, que ahora puede volver a entrar en el juego. Digo ella como podía haber elegido casi a cualquier otro, porque quiero referirme a esos personajes que pasan por esa casa sin dejar huella ni haber vivido el concurso con la intensidad que tú lo hiciste. Si alguna vez llenan esa casa de personajes así, apenas sin espíritu y casi desalmados, esto habrá llegado a su fin. Ya sé que muchos seguirán diciendo que miras de reojo y eres raro. Anoche mismo escuché cosas así tras tu marcha de la casa. A otros les seguirá molestando que en lugar de permanecer impasible hayas querido jugar y participar de ese juego. Y que decidieras contar con un compañero de viaje con quien estableciste algo tan bonito como una sincera amistad. Los que nunca ganamos ni a las chapas, querido Hans, al final nos llevamos premios mucho más bonitos que los pretendidos.

Ese es tu zurrón y también tu orgullo. Ha sido un placer defenderte, como te contó tu fantástica madre. No te pierdas, mantén siempre el juicio sereno y el corazón a flor de piel. Intentarán que pierdas la compostura y hasta la vergüenza. No te dejes, evita las polémicas estériles y mantén siempre el respeto que has demostrado tener por este nuestro programa. Estoy seguro de que lo harás. Gracias Hans. Hasta siempre.

Lo único que no me gustó de este concursante anoche fue su despedida de la casa. Cariñoso con Toscano, Saray, Laura e incluso Arturo; y neutro con los demás. Era de esperar que Indhira pusiera esa cara de extrañeza, que le doliese una despedida tan fría e injusta. Se dejó llevar por el impulso del momento, sin pararse a pensar en que solo había visto un fragmento de esta historia. Poco, muy poco, para en apenas unos atropellados minutos enjuiciar y dictar sentencia. De acuerdo que son ridículos los reparos de Indhira hacia la especial relación de Saray y Laura, aunque también es cierto que se preocupaba por Ángela, lo cual en entendible. También se equivocó la malagueña a la hora de presuponer un pacto de nominaciones en la otra habitación. Quizá debiera haber ido a Hans y preguntarle sobre ello, además de creerse después la respuesta. No fue así, aunque no creo que ella merezca el castigo de una despedida como esa, un tanto cruel.

En la conversación que tiene Indhira con Toscano, una vez finalizada la gala, pasa por alto su argumento principal a la hora de prevenir a Arturo contra el supuesto (e inexistente) pacto de las últimas nominaciones. La preocupación de ella es que cuando no les quede nadie más, y dado que entre ellos no se nominarán, irían a por la pareja. Tiene cierta lógica, aunque ignora una situación que dentro debe estarse interpretando igual que aquí fuera. Me refiero a lo efímeras que están siendo las alianzas, así como las afinidades o enemistades establecidas entre concursantes. Cierto que Laura, Saray, Hans y Toscano formaban un grupo sólido que habrían nominado a la propia Indhira antes de hacerlo entre ellos mismos. Pero claro, eso era así en aquel momento. ¿Quién sabe que hubiera pasado después? A saber lo que pasará.

No olvidemos que Carolina el día de la reunificación arremetía contra Gerardo con gran vehemencia. Ahora parecen grandes amigos en continua francachela. Apenas una semana antes Indhira parecía confiar ciegamente en Saray y Hans, de quienes se distanció enormemente durante esa dura semana que Carol se cruzó fugazmente en su camino. Es decir, lo que hoy es una alianza mañana puede terminar siendo una enemistad. Solo algunas amistades inquebrantables han permanecido desde el principio en esa casa. Algunas han sido separadas a consecuencia de la expulsión de una de las partes, como anoche mismo sucedió entre Hans y Toscano. Otros simplemente cambiaron de opinión y el día a día terminó por distanciarles. En este momento, tan solo la pareja formada por Arturo e Indhira llevan unidos desde el principio. Eso sí, de vez en cuando se dedican bonitas palabras del tipo: "me das asco, no te soporto, ahora no quiero que duermas en mi misma habitación", afirmaciones todas ellas firmadas por un diplomático y siempre templado Arturo (apréciese la ironía, por favor).

Sobre el resto del panorama comentar que vimos a Saray sufriendo algo semejante a un ataque de ansiedad (especialistas, médicos, 'ateeses' y otros expertos en la materia eviten analizar mis palabras desde el punto de vista clínico, son tan solo expresiones populares, gracias, no hay de qué). Ver a Ángel decirle a Hans en la sala de expulsión que se alegra de su salida de la casa y luego consolando a la ferrolana hija tan efusivamente es para muchos la justificación de por qué le consideran un tipo ejemplar y por eso mismo a este gato se le vislumbra como un falso trolero.

Y también tuvimos esa especie de invasión de los ultracuerpos que fueron los ex concursantes en su regreso a la casa. No puedo evitar sentir cierto repelús al verlos a todos ellos volviendo al escenario del crimen. Toda una declaración de intenciones que primero visitaran la cama y la nevera. Está claro cuales son las prioridades del ser humano, los instintos más primarios de dormir y comer. Y el pobre Siscu comenzando su exhibición impúdica bajándose los pantalones al minuto uno de entrar en la casa. Pero vamos a ver, zagal, que no hace falta demostrar tan pronto que nos lees e hiciste ímprobos esfuerzos porque aquí apoyásemos la repesca y te propusiéramos como candidato preferido de este gato aún en pleno uso de sus facultades mentales (por eso mismo no lo hicimos). Y deja ya de enseñar los gallumbos y lo que no lo son, no me seas pardillo.

Los habitantes de la casa espía ya saben que tienen compañía, lo cual sospechaban iba a suceder días atrás. Lo que no les han contado es quienes habitan la otra casa, lo cual les ha llevado a hacer suposiciones acertadas y otras erróneas, como es natural. Dijeron haber escuchado a Juan y a Nagore. Sorprendentemente nadie reconoció a Pilarita, aunque no creo que tarden en escuchar el arrullo de su armónica voz. Y a Laura le confundió la noche o el amor, porque creyó escuchar la voz de su Ángela del otro lado. Qué chasco se va a llevar cuando vea que entraron todos menos ella, Gonzalo y Lis (que no paró de bufar durante toda la gala de anoche). Más que chasco debería decir rebote del quince.

Serán tres los repescados, uno elegido en la votación ciega de esta misma web; otro habrá de ser elegido por los propios concursantes repescados; y el último lo seleccionarán desde la otra casa, una vez les informen de quienes han sido sus vecinos durante una semana. El jueves que viene conoceremos esta triple decisión y asistiremos al emocionante momento en que se produzcan los ansiados reencuentros (voy a tener que abandonar el tono irónico a la voz de ya porque igual no se está entendiendo).

Una última nota lo más breve posible. Anoche Mercedes se rompía de guapa vestida de oliva española, como ninguna (perdón por el mensaje publicitario casi subliminal). Qué haríamos sin ti, Milá. Y mil gracias.

[Recuerda que puedes votar aquí para elegir uno de los tres repescados].