Tercer grado

telecinco.es 03/12/2009 08:12

Uno de los últimos retos propuestos en la prueba de esta semana consistía en someter a interrogatorio durante media hora a uno de los habitantes de la casa de Guadalix. Uno respondería mientras los demás preguntaban, debiendo prestarse voluntario quien desease hacer el papel más incómodo y también de mayor protagonismo. Gerardo no dudó en proponerse, quizá víctima de su egolatría, la misma que le hace llamar a su canal de televisión en Internet con su propio apellido (Prager TV, nada menos). Solo la mente de un genio dentro del engranaje de Gran Hermano (popularmente conocido como 'la organización') pudo haber ideado una prueba tan interesante y que tanto dio de sí. "Cuánta plancha, caris", como diría Carolina.

Siscu había avisado un par de días antes que intentaría desestabilizar a Gerardo. El día que debió mantener silencio por la prueba le contaba con gestos a Laura que iría a por él hasta lograr que explotase y fuera expulsado. Desde ese momento se le ha visto más de una vez dirigirse a una cámara extendiendo el dedo corazón y diciendo el nombre del de Majadahonda. Menudo estrés debe llevar este Siscu con tantos objetivos malignos. No olvidemos que entre medias tuvo la bronca con Toscano, justo la noche anterior. Hoy le toca a Gerardo y he de reconocer que en esta ocasión le vi un poco más espabilado. Si fuera más inteligente podría haber puesto en más aprietos al interpelado, e incluso disgustarle bastante sin necesidad de revelar directamente cosas del exterior. Pero no llegó a tanto.

Por ejemplo, la primera pregunta fue esta de Siscu: "¿Cuánto ganas en lechugas?", a la que no quiso responder el apoderado. La referencia a ese vegetal es porque Lechuga es el apellido del torero que representaba Gerardo. Siendo un poco más espabilado, en lugar de esa fijación por el tema económico, podría haberle preguntado algo así como: ¿Cuántas veces te ha pasado que un torero apoderado por ti se disguste porque le dejes en la estacada en mitad de la temporada taurina para encargarte de otro trabajo sin haberle avisado antes? Recordemos que el mencionado matador se quejó amargamente de haber sido abandonado sin ningún tipo de explicación, viendo malograr el resto de su temporada. Esa pregunta proporcionaría una información que podrían captar todos, especialmente el interesado, sin revelar nada de forma directa. Estoy seguro de que hubiera impactado a Gerardo más que muchas otras preguntas, a pesar de lo cual me sorprendió Siscu porque no desaprovechó del todo la ocasión.

En sus respuestas, Gerardo descubre algunas claves no fácilmente entendibles sobre su entrada en Gran Hermano. Habla de su proceso de selección, aparentemente inexistente: "Me llamó un chaval de Carmona, me hizo rellenar un formulario y me volvió a llamar para decirme que entraba". Según él no ha visto jamás Gran Hermano aunque afirma que era el sueño de su vida entrar al programa. Vamos a ver, que aquí no cuadran algunas cosas. ¿No es cierto que si uno tiene el sueño de entrar en un reality como este hará lo posible por ver de qué va la movida? No quiero pecar de desconfiado, pero no me termino de creer que no haya visto nunca esto, ni conozca a Iván Madrazo, solo sea por verle zapeando. Pero es que el tío dice no saber ni como es su cara. ¿Alguien se lo cree? La idea de un cierto favoritismo en la selección de este concursante empieza a rondar la casa de Guadalix.

Siguen las preguntas y Siscu empieza a poner en aprietos al personaje: "¿Cómo es que no sabes ni hacer un huevo frito con 38 años?". Gerardo empieza a estar un poco descolocado: "Porque siempre digo la verdad". Hombre, por eso no será. Si acaso estará contando la razón por la que nos hemos enterado, pero poco más. Aunque no hubiera hecho falta porque dadas las preguntas que hacía cuando aprendió a hacer esas labores en tiempos de la casa espía era fácil de colegir. Es como aquel Íñigo (GH I) que hubo de preguntar cómo lavaba su famoso polo verde (en su edición no había lavadora y debían lavar la ropa a mano en una pila del jardín de la casa). Tatiana puso un punto de cordura y realidad a la respuesta del empresario madrileño: "No sabes hacerlo porque tienes chacha, no te digo".

Siscu continúa metiendo un poco de cañita y consigue algunas revelaciones que no habrán gustado demasiado a la mayor parte de la casa, como es el caso de esta: "Si este concurso lo gana alguien que no sea Ángel, Tatiana o yo, será injusto”. Salvo los dos nombres citados es de suponer que el resto no estarán precisamente encantados de convivir con un compañero que consideraría injusto su triunfo en el programa. La prepotencia de Gerardo no le está granjeando más que enemistades entre sus compañeros, aunque aún falta para llegar el punto de mayor interés en esta improvisada entrevista. De momento, Tati pregunta: "¿Qué piensas de Toscano?". "Le tengo mucho cariño, pero creo que se está equivocando", responde. Aunque Arturo no le hace ni una sola pregunta opina de él: "Es genial para irse de copas", aunque censura su relación con Indhira.

Laura pregunta: "¿Por qué te tocas tanto los cojones en el programa?", a lo que responde que se esfuerza y es más creativo que otra gente. No es de extrañar que todos se partan de la risa. Se esforzará en criticar a su enemigo de turno, que en este momento parece ser Siscu, pero poco más. Y su concepto de la creatividad es, cuando menos, gracioso (el 'tenis air' es la pera limonera de lo creativo). Pero llega el momento álgido de la entrevista, ese por el cual casi toda la casa, excepto los repescados, se enteran de una información que cae como un jarro de agua fría, diría que a todos por igual. Como decía José María García: "Estalló la bomba informativa", en Guadalix. Siscu vuelve a ser espabilado y sin revelar directamente ninguna información del exterior pone el dedo en la llaga: "¿En qué tipo de programa te gustaría trabajar? ¿Tipo Salsa Rosa?", añadiendo que su cara le suena. Molesto con la pregunta, Gerardo cuenta esa experiencia televisiva.

Boquiabiertos, cariacontecidos, cejijuntos y casi diría que 'hocicorromos' se quedan casi todos en la casa, incluyendo a Ángel o Carol. Curioso me resultó verle por la tarde-noche extrañado de que en la casa les parezca una ventaja tener su experiencia televisiva. Delante tenía a Ángel, Carol y Tatiana, si no recuerdo mal, y solamente esta última responde con una tontería del quince: "Es como si dijeran que Pilarita y Saray tienen ventaja porque... porque... son gallegas". La "mala esquina" parece desbarrar más de lo normal en ciertos momentos. Esta es la gran revelación del día, que le otorga un valor incalculable a la iniciativa. Lo demás es accesorio, como cuando habla de su libro o sus videoclips. No obstante, evita contar cosas realmente jugosas de su libro. Ese volumen está editado por él mismo y puesto a la venta en su página web. Tuve la intención de comprarlo por curiosidad, pero renuncié a ello viendo que pide hasta el número del DNI del comprador para hacer el pedido, algo realmente insólito. Su título es 'Ligar, torear ¡Que arte! ¡Tu que sentiste!' (sic). Las ausencias de tildes son del original.

A pesar de no tenerlo en mis manos, puedo poner alguna reveladora cita del libro de Gerardo Prager, de los Prager de toda la vida: "Para cinco días había comprado seis preservativos, y en apenas unas horas había gastado cuatro. Qué bonita es la vida, siempre se aprende algo". O esta otra: "Las chicas, como los toros, no hay dos iguales. Cada una requiere una lidia muy, muy especial". Para que luego hablen de Arturo como del gran machista de la casa. A mí este Prager, aparte de bastante descerebrado, me parece un gran machista que anda por ahí comparando toros con mujeres. Esto no sé cómo se ha sabido en la casa porque la siguiente pregunta de Laura va sobre el tema: "¿Es verdad que has comparado a las mujeres con los toros?". El aspirante a escritor comenta: "El toro es el animal más bello, y la mujer, la cosa más bella". ¡Toma y retoma! Por si el tema no iba suficientemente mal va y lo remata cosificando a las mujeres. Carol dice: "Me voy a callar...", molesta por esa afirmación. Me permito acogerme a que es un término ya contemplado en el diccionario de la Real Academia para decir que este tipo es un gilipollas integral.

Sigue el interrogatorio con otras preguntas, entre las cuales está si tendrá algo con alguien de la casa y le piden nombres en su caso. Contesta con un rotundo sí y afirma que con Carol o Mel. Le falló la conjunción, en lugar de la disyuntiva "o" le pegaba más haber empleado la copulativa "y". Además, él es de mucho copular, a juzgar por lo de los preservativos, aunque quizá habremos de aplicarle aquello de "presumes de lo que careces". Siscu sigue estando inmenso, qué quieren que diga: "¿Por qué te molestan tanto los pedos de otros y los de Tatiana no?". El muy cachondo contesta que no es lo mismo y, además, también se lo recrimina. Me uno a Viruete, que en el minutado afirma no habérselo escuchado nunca en su turno. Yo tampoco.

Insisto que la idea de la entrevista me parece absolutamente genial, y una suerte que fuera Gerardo quien se prestase voluntario, si es que fue así realmente. Las reacciones posteriores dan buena cuenta de hasta que punto ha caído como una bomba la noticia de la relación con los medios y experiencia televisiva de Gerardo. No son solamente Laura y Saray esta vez quienes desconfían y ponen pegas al personaje. Este pájaro (que diría Iván Madrazo y muy bien aplicado en este caso) se queja del interrogatorio, especialmente del tono de Siscu, que le dice: "Te has presentado voluntario... Hay expresión de libertad, y yo te puedo llamar a ti payaso como tú a mí cerdo".

Ángel dice que al final se va a "poner de mala leche". Esto es indicativo de que pisará el confesionario en cero coma. Y efectivamente, amiguetes, le faltó tiempo para encerrarse en ese cuarto como a él le gusta, en caliente. Al poco rato, Pilarita comenta por segunda vez en pocos días la afición de Ángel por el 'confe'. "Voy a chivarme a mamá", dice la madre ferrolana, parodiando la reacción de Ángel. Saray y Arturo le dan la razón. Diría que el maestro del buen rollo está especialmente alterado hoy. No solamente porque se haya enterado de los 'salsasrosas' de su amigo y compañero de dormitorio, sino por el hecho de que no se lo hubiera comentado nunca. ¿Acaso pretendía que no se enteraran nunca de ello en la casa? ¿A qué viene tanta extrañeza por las reacciones? Si no hubiera pensado que era un dato incómodo e inconveniente se habría encargado él mismo de darlo a conocer.

Gerardo debe ser el único inocente por no pensar que los reservas cuentan cosas del exterior. Ayer mismo leía aquí una teoría realmente convincente. Pilarita y Saray se sientan muchos días solas ante el ordenador para escribir en sus blogs de concursantes. Quién dice que Pilar no puede escribirle largos mensajes revelando todo lo habido y por haber del exterior para que su hija lo lea a su lado sin que nadie se entere. Sin darle al 'intro' se puede después borrar el texto y ahí queda eso. Lo he puesto de ejemplo, porque cualquiera podría hacer algo así. Por eso me extraña que hayan debido esperar al 'tercer grado' de ayer por la mañana para descubrir el perfil de Gerardo en su relación con el mundo de la televisión.

Este gato cree que Gerardo nunca debió ser concursante de este programa. No es por ponerme exquisito y defender sus esencias, pero unas reglas (no sé si escritas) dictan que los concursantes deben ser personajes anónimos no relacionados con el medio. Expresé, en esta misma edición, mis reparos a que elijan actores como Gonzalo porque me parecen más dotados para fingir y hacerme creer otra cosa de lo que son, y mucho peor me parece que el concursante tenga experiencia acreditada en los medios. Prager es dueño de una productora televisiva encargada de la representación de artistas y ha tenido una carrera en la televisión, no solamente en otros realitys sino también como colaborador en un programa de prime time en Telecinco.

Con Gerardo se ha quebrantado esa regla (insisto que no escrita, en principio, aunque habría de confirmarse). Bien, aceptemos que el programa evoluciona y va cambiando sus planteamientos. Sucede que el concursante está en desventaja para este gato susceptible. Y es así por dos razones. Primero porque esto hace que yo le conozca previamente a su entrada en la casa. O sea, a mí me caía ya mal de antes. Además, su relación con el medio hace pensar en una situación de privilegio, abonada por detalles nada triviales como que fuese el único en salvarse de ver su ropa de marca manchada en la noche de Halloween. Si esto le hubiera pasado a otro recelaríamos igualmente, pero sabiendo que ha sido asalariado de la cadena (por mucho que realmente hiciera una simple colaboración para una productora) no se puede uno quitar de la cabeza la presunta relación entre ambos hechos. En la casa ya están en similar dilema.

Esta noche tenemos una fiesta. En el lado bueno estará la entrevista que Mercedes Milá hará a Indhira, esta vez en el plató y con profundidad. Si el último debate logró superar en audiencia la entrevista a Zapatero en otro canal con apenas unos extractos del encuentro de Milá con la recién expulsada la pasada madrugada del jueves al viernes, no quiero imaginar la expectación que puede haber esta noche en torno a quien ha sido una de las más grandes protagonistas de esta edición. En el lado más triste está que Arturo, Toscano o Gerardo abandonarán la casa. Me temo que lo hará el otro gran protagonista, con lo cual perdemos un nuevo foco de atención importante para el programa, aunque el encuentro entre Indhira y Arturo en plató puede ser brutal.

Aparte de todo esto, Mercedes irá por fin vestida de patata, según me confirmó personalmente el jueves pasado Mayte Méndez de Vigo, cuya creatividad es envidiable siempre y aún más esta temporada que aparte de ir de tiendas (de moda) ha de pasarse también por las fruterías. Los habitantes que queden en la casa se volverán a frustrar al ver que no nominan, aunque podrán imaginar que hay argumentos más que suficientes para esta gala número catorce. ¿Alguien da más?