Tras el abandono de Belén, solo Charlotte será castigada

telecinco.es 03/03/2016 09:32

Belén Roca y Charlotte Caniggia habrían recibido hoy la noticia de una nominación disciplinaria de no ser porque la primera abandonó el concurso la tarde de ayer. Extraña coincidencia entre el anuncio de sanción y la decisión de la concursante, que ha sido justificada por motivos familiares. Al no haber más explicación evitaré hacer cualquier tipo de conjetura. No obstante, señalo que no se habla de problemas sino de motivos familiares. Las palabras son importantes por cuanto expresan lo que queremos decir, y la mayoría de las veces no se usan en vano. Vaya por delante que si hay algún tipo de problema en la familia de Belén, del tipo que sea, deseo una solución pronta y óptima. Sea como sea, también le deseo a la exconcursante lo mejor. Dicho lo cual, hay cosas que me llaman la atención en este asunto.

Al parecer, Belén estuvo un cuarto de hora en el ‘confe’. Salió, pidió unas gafas de sol y una cazadora, volviendo a renglón seguido a esa sala. Al rato fueron todos llamados al ‘confe’. Al salir, Carlos comentaba que no se había tratado de un fallecimiento, tal como les comunicó el ‘súper’. Los más fieles seguidores de este programa recordarán casos anteriores en los que un concursante abandonó por una situación grave en su familia. Fue el caso de Dadi (GH 9), que se despidió de unos compañeros compungidos porque tuviese que abandonar al haberle comunicado el programa, a petición de su familia, el estado crítico de su suegro. Algo parecido pasó con Nacho Rodríguez (GH 1) o con Óscar Muela (GH 3), que si no me falla la memoria también se pudieron despedir de sus compañeros.

Incluso Mónica Ruiz (GH 1), que hubo de abandonar por las noticias aparecidas en dos publicaciones semanales sobre su pasado relacionado con la prostitución, se pudo despedir de sus compañeros, a los que no explicó el motivo del abandono. Contrasta este ‘protocolo de abandono’, como lo llamó Víctor Sandoval, con el seguido en muchos otros casos. No se permitió a Amor Romeira (GH 9) que se despidiese de sus compañeros una vez decidió abandonar. Tampoco lo pudo hacer el pasado domingo Julián Contreras. Ejemplos de abandonos digamos no obligados. Decisiones tomadas por concursantes superados por la experiencia. Entonces me pregunto yo: ¿por qué no se pudo despedir ayer Belén Roca de su ‘cuñi’ y el resto de compañeros?

No parece haber una regla fija. David García (GH 12+1) o Papirrín (GH 15) sí se despidieron de sus compañeros, a pesar de que su abandono fue por propia iniciativa, sin que hubiera ningún drama familiar de fondo. Esto incrementa más mi inquietud y dudas sobre las razones por las que ayer Belén desapareció de repente, teniendo que ser sus compañeros quienes le preparasen la maleta con sus cosas, igual que había sucedido tres días antes con Julián. Un abandono demasiado brusco para que un problema familiar lo haya obligado. Aunque repito que si hacemos caso a las palabras exactas utilizadas por la productora del programa no hay problemas sino motivos.

Y yo me pregunto cuáles pueden ser esos motivos. También si realmente vale cualquier motivo para que la familia de un concursante pueda comunicarse con él o es necesario que se trate de un asunto realmente urgente que afecte a la seguridad o salud de alguno de sus componentes. Por no dejar de preguntarme, cosa imposible ahora mismo, tengo una enorme duda sobre por qué los encargados de mantener los perfiles en redes sociales de Belén tuvieron tiempo ayer para borrar las acusaciones de “maltrato” que se habían multiplicado en los últimos días. Permítanme dudar de un motivo familiar de gravedad si alguien está entretenido en borrar las huellas de lo publicado en las redes sociales de esta exconcursante justo al tiempo que ella abandona el programa voluntariamente.

Entre lo publicado hay todo tipo de acusaciones injustas a Carlos, basadas en una realidad inventada. Incluso una de las publicaciones borradas en Twitter remite a una imagen del Instagram de Belén, también borrada, captura de la definición de la palabra “maltratar” en el DLE de la RAE. ¿A quién se le ocurre dedicarse a borrar publicaciones en redes sociales mientras hay una situación grave en la familia? Deseo que sea así por el bien de la propia Belén y sus familiares, pero es que además así lo creo visto lo visto.

Esperemos pues a las explicaciones que habrá de recibir la audiencia sobre este repentino abandono. Lo cierto es que Belén se ahorrará la humillación de recibir dentro de la casa la noticia de una nominación directa. Sí lo tendrá que escuchar esta noche su “cuñi”, una Charlotte que no parecía nada afectada tras la marcha de Belén. Pocos minutos después de conocer la noticia estaba contándole a Fran y Alejandro su experiencia en L’isola dei famosi, el Supervivientes italiano, y esa isla desnuda en la que han de pasar sin ropa toda una semana. Ni rastro de pena, ninguna pesadumbre. Pensaré que la procesión va por dentro en este caso.

Será Charlotte en solitario quien tendrá que escuchar la noticia de que está nominada directamente como sanción disciplinaria impuesta por el programa. No solo eso, también pierde su derecho a nominar esta semana. Y, por supuesto, no podrá ser salvada de esa nominación, dado que fue su grupo el ganador en la prueba semanal. Decía este gato testarudo ayer: “El sentido común exige que Belén y Charlotte sean castigadas por su actitud”. También esto: “No podría entender que este grave episodio quedase sin sanción y no se diese a Carlos la oportunidad de tomar las medidas que estime oportunas ante lo sucedido”. Este programa nunca defrauda y la deplorable actitud de Belén y Charlotte no quedará impune, por lo que ya sabemos. Solo falta confirmar que esta noche en la casa reciben cumplida información de lo sucedido, especialmente el afectado.

Independientemente de la situación personal y cuáles son los motivos familiares aludidos lamento la salida de Belén. Siempre siento el abandono de un concursante, lo cual considero un fracaso y una desconsideración por su parte, salvo que haya realmente una razón de peso detrás. Como decía el lunes comentando la salida de Julián, a todos nos gusta ganar en buena lid y no por incomparecencia del contrario. En este caso tengo más motivos para lamentarlo porque me hubiera gustado que Carlos hubiera podido mirar a los ojos a Belén tras conocer lo sucedido con su cepillo de dientes. Y que la audiencia hubiera podido expulsar a Belén como se ha merecido. No se puede decir que se vaya de rositas porque lo ha hecho por la puerta de atrás y sin ni siquiera poderse despedir de su “cuñi”, compinche de sus tropelías. Eso sí, al menos ha evitado la humillación añadida de la nominación directa y la vergüenza de ser puesta ante el espejo de su propia actitud. Y esto también lo lamento enormemente.

La expulsión de esta noche es clave una vez más, aunque en este caso su importancia no deriva solo de la trascendencia que tendrá para el futuro del concurso sino que se trata de un asunto de justicia. Agitaba Belén Esteban a sus seguidoras para que ayudasen a lograr la expulsión de Carlos. Ayer, sin embargo, parecía menos convencida al poder ver otra realidad menos edulcorada. La realidad de un concursante acosado, vilipendiado e injuriado. Una realidad que contrasta con la mentira ideada por unos concursantes que han puesto a Carlos en el punto de mira al saberlo favorito y considerarlo invencible con métodos normales. Había que forzar la máquina y para ello valía todo.

Ayer seguían obsesionados con perjudicar a Carlos y, por extensión, a Fran o Alejandro. Incluso fabulaban con más ataques a la salud y hasta al buen gusto. Sema llegaba a decir que metería un moco en el zumo de Alejandro, quien era uno de sus afines hasta hace tan solo una semana. No entendí que lo del moco de Sema fuera algo ya hecho sino una simple quimera, el deseo no materializado de elevar la calificación de peligrosidad de esa casa para la salud del concursante. Al menos si el concursante se llama Carlos o es amigo suyo. Belén le reía la ocurrencia a Sema, porque a ella le puede molestar que ese concursante se tire un pedo cerca de su cama y al tiempo parecerle fenomenal que meta mocos en el zumo. Normal, toda vez que ella restriega el cepillo de dientes de Carlos por el váter y no le advierte de ello cuando va a cepillarse.

Es imperativo restituir el honor de Carlos evitando su expulsión esta noche. Lo pide Twitter con los hashtags #TodosConCarlosLozano y #CarlosEstamosContigo. También lo pedían anoche en el programa Cazamariposas con #OperacionCarlos. Porque no estaría de más que vieran en la casa otras cosas aparte del cepillo pasado por la mierda. Que vieran, por ejemplo, a Raquel utilizando su historia personal lanzando acusaciones del tipo “no quiero vivirlo otra vez” o “me han matado a palizas hombres como tú”. Auténtica vergüenza que requiere de justicia divina en forma de maná de votos para salvar a Carlos. Nunca antes he visto tan claro que un concursante no puede abandonar así, en plena campaña de desprestigio personal, machacado por acusaciones disparatadas. Han pintado a un tipo machista, le han llamado “viejo verde”, “acabado” y “maltratador”. Han dicho que tiene deudas pendientes. Han intentado y conseguido que utilizase el cepillo de dientes pasado por el váter.

¿Qué será lo siguiente? Suerte tienen de que Carlos es un tipo fuerte y seguro de sí mismo, capaz de soportar tal presión. Si esto mismo se lo hacen a Julián, Rappel o casi cualquier otro en la casa no lo habría soportado. Estaríamos hablando de un auténtico escándalo nacional. Pero es Carlos, que todo lo encaja con resignada actitud y espíritu batallador, sabiendo entender de qué va este juego. Por eso no puede haber hoy otro final que no sea con Carlos durmiendo en esa casa. Es lo de ‘El exótico Hotel Marigold’: “Al final todo sale bien, y si no sale bien es que no es el final”.

Ayer también conocimos que entrarán sustitutos a las dos bajas de estos últimos días. En la casa, Alejandro y Fran estaban anoche convencidos de ello, aunque otros piensan que a estas alturas no entrará nadie más. Esto mantenía Rappel ayer, con el argumento de que quien entrase estaría bien dormido, comido y descansado. Porque, claro, él no debe considerar que está en parecidas circunstancias. Y es que tirar el tarot debe cansar mucho. La gran diferencia no está en lo señalado por el señor que no acierta una maldita predicción sino en una cuestión mental. Los nuevos concursantes, ya fueran reservas o repescados, acusarán mucho menos el cansancio psicológico que quienes llevan ahí dentro casi dos meses.

Personalmente prefiero que sean dos nuevos concursantes. Ya hemos resuelto la repesca hace una semana y ahora toca mover un poco el banquillo y evitar la fatiga visual del espectador, bastante machado en ese aspecto tras observar durante tanto tiempo a Sema con su colección de tutús y peinados imposibles, o los torpes maquillajes de Charlotte. Además, es de esperar que las incorporaciones sean cuanto antes, toda vez que esta noche quedarán solo seis tras la expulsión. Van cayendo con más rapidez que los diez negritos de Agatha Christie. Esto es un exterminio VIP.

Moleskine del gato

Esta noche tenemos una fiesta ensombrecida por el ambiente enrarecido instalado en la casa desde el jueves pasado e intensificado el domingo. Espero que termine así la semana negra de este GH VIP. Jordi González nos conducirá con mano firme, pero amable, por la senda de una gala en la que se supone que sabremos algo más del abandono de Belén. También conoceremos el nombre del expulsado y tendremos nuevas nominaciones “a la cara”, tras las que el equipo ganador de la prueba semanal decidirá quién se beneficia de la salvación. Buenísimo menú.