El aburrimiento se apodera de la casa

telecinco.es 23/12/2009 08:04

O llegan pronto los refuerzos desde Italia o creo que los habitantes de nuestro Gran Hermano terminarán sumidos en el más desesperante de los aburrimientos, eso sino terminamos viéndoles en pleno proceso depresivo. Cualquier persona normal estaría en riesgo teniendo a su alrededor compañeros como ese Siscu, que se desinfla cada día varias veces y lo hace de forma muy sonora; o esa Tatiana embargada por un fervor religioso que no me creo (Dios me perdone); o el Ángel telepredicador al que solamente faltaba ir al confesionario vestido con túnica blanca, como hace siempre últimamente. ¡Vaya tropa! como dice un programa de otro canal hermano.

Ayer tarde veía a la ferrolana madre y la ferrolana hija bailando y cantando, desde Julio Iglesias hasta decrépitos boleros. Esta última echaba una carrera de sillas a Laura y Siscu; y después terminaba encontrando una botella con algo de alcohol y lo celebra de forma desmedida. Al final, Siscu le hace un placaje a Saray, sentándose encima de ella. No saben qué hacer, ya digo. La prueba de las comidas en 22 minutos, basada en un programa de idéntico nombre en Canal Cocina, que lleva ya casi 300 emisiones, les ha ocupado una parte pequeña de su tiempo, apenas un rato en la mañana y otro por la tarde. El resto del tiempo lo tienen libre y a estas alturas no saben cómo usarlo. Por cierto, el cocinero Julius les comunicó que la prueba estaba superada, lo cual les hace pensar que la gala será mañana. Menudo chasco se van a llevar cuando vean que más bien no.

También les propusieron ayer un juego con el sorteo de la lotería que no llegué a comprender. En este impulso (así llaman a complementos de las pruebas, como este, que generalmente tienen algún tipo de recompensa para los concursantes) les dieron unos décimos de lotería y debían comprobar si en alguno coincidían las dos últimas cifras del gordo. En caso afirmativo, el portador de ese décimo podía hacer una pregunta (o dos, no me enteré bien de esto) del exterior, siempre y cuando no afectase a su persona ni al concurso. Todos pensaron más o menos sus preguntas y les encerraron en el 'confe' para ponerles las imágenes del sorteo. Pues bien, ninguno llevaba un décimo con las dos últimas cifras exigidas, que digo yo... ¿no podían saberlo ya previamente? Y en ese caso ¿qué sentido tiene este impulso? Acaso tenerles entretenidos en algo durante un rato, porque otra cosa no se me ocurre.

Anoche algunos se procuraban entretenimiento jugando a lo que fuera, mientras Tatiana no paraba de dar la murga reclamando la atención de los demás. Esta dulce petarda de modales cambiantes que tanta gracia le hace a mucha gente, está perdiendo a marchas forzadas el crédito que este gato le había dado hace un par de semanas. Por eliminación, me empezaba a parecer de lo más salvable en esa casa y hasta me sorprendí a mí mismo sonriendo mientras la observaba evolucionar, sobre todo si era con Arturo. Tengo dicho que su relación con el de Irún siempre me ha parecido entre iguales, ambos se tratan como adultos mostrándose cariño mutuo. Con Ángel y Prager el tema es diferente, pues establecen con ella una relación de corte paternal bastante antinatural. Ni son sus padres ni tratan con una púber.

Tatiana es una adulta, como cualquier persona a su edad. Especialmente las mujeres, cuyo proceso de maduración suele ser más temprano que el de los chicos. Ella tiene como añadido su escuela de la calle, aunque no es cierto que abandonase el colegio pronto. Según el testimonio que aporta quien la conoce, fue expulsada del instituto en tercero de ESO. Hasta ese momento pudo haber aprovechado el tiempo para formarse, o al menos para aprender lo básico de las reglas de urbanidad, que ella ignora. Personalmente desconozco las razones por las que se protege a los concursantes hasta el extremo de no mostrar el momento en que propinó un puntapié a una mesa en el jardín durante una discusión con Arturo, precisamente.

La generosidad de ese concursante ha permitido que no le tuviera en cuenta lo sucedido en esa época en la que estaba influida de forma importante por Nagore and Cia, pero yo no olvido que vi ese momento en el directo y nunca más. Tampoco hemos visto ni veremos los discutidos vídeos donde habla de peleas en el instituto y problemas con la policía, asuntos en el fondo confirmados por la amiga que la defiende en plató y ella ha repetido en diversas ocasiones. Mal que les pese a algunos, yo la he visto contarlo con estos ojos. Igual que vi como contaban en la casa que el 'súper' le había echado un rapapolvo por ensuciar el cuarto de baño cuando le tocaba limpiarlo a Saray, lo cual algunos debieron confundir con otro sucedido (una supuesta broma a la propia Tatiana) y diferentes protagonistas. Pero yo vi lo que vi.

Ahora Tatiana parece transformada, ciertamente coincidiendo con una semana en que vuelve a estar nominada. Creo que se equivoca cambiando una actitud a la que muchos nos habíamos acostumbrado. Me refiero a esa rusa de trabada lengua, impulsiva y follonera, capaz de poner a todos sus compañeros, alguno de los cuales le dobla en edad, en danza una madrugada porque a ella se le pone en sus muy mentadas partes pudendas que deben limpiar la casa. La Tati deslenguada, desenfrenada, desatada y un tanto desquiciada me había terminado por convencer. Al menos la veía auténtica, y en este bendito programa siempre he buscado gente verdadera, que no me engañe en ningún momento. Ahora, lamentablemente, lo tira todo por tierra haciéndose pasar por una niña buena ávida de conocimiento, que pregunta por preguntar y sin importarle la respuesta, en un juego de puro artificio que me hastía. Y me asquea también un poco.

¿Qué sentido tiene fingir ser quien no se es? Creo que Tatiana se ha crecido al escuchar las risas y el alboroto del plató cuando ella hablaba con Milá. Intuye que gusta y hace gracia, lo cual le ha llevado a esa discutible decisión de mostrarse de otro modo distinto del acostumbrado. Ahora nos vacila, juega con sus compañeros y con nosotros sin darse cuenta de que está bordeando lo permisible a ojos de algunos estúpidos (entre los que me encuentro), insensibles y desconfiados, que reclamamos autenticidad. Ni más ni menos de lo que siempre hemos reclamado al concursante de este programa. Ese marchamo de lo auténtico es lo que me desarma en Arturo. Este es un concursante que me ha desagradado muchas veces, pareciéndome despreciables algunas de sus actitudes, especialmente en lo relativo a su trato hacia las mujeres. Ahora bien, le perdono tantas cosas por el simple hecho de que casi nunca se esconde. Nada le hace cambiar su verdadero yo ni mostrarse obnubilado por el brillo de las monedas del botín, incluso ahora que deberíamos hablar de los botines en plural.

Melanie se llevó la fama de obsesionada por hacer vídeos dentro de la casa, pero no es algo patrimonio exclusivo suyo. Tatiana sabe que sus charlas sobre la trascendencia pueden ser un vídeo, y de hecho lo están siendo, concentrando nuestra atención desde hace un par de días. A poco que se haya parado a analizar, puede darse cuenta fácilmente de la poca actividad de la casa en estos momentos, lo cual hace más posible el eco de sus inocentes preguntas y reflexiones sobre un dios de barba blanca en un fondo blanco 'hollywoodiense', con corceles blancos brincando a su alrededor. Pero Tatiana no tiene medida, es de esas personas que no saben medir bien y no calculan dónde se encuentran los límites. Sus bromas pueden ser pesadas por exceso, teniendo dificultad manifiesta para ponerle el freno debido. Igualmente, cuando pretende hacerse la ingenua va sin freno alguno, razón por la cual aparenta una deficiencia intelectual que no tiene. Al pasarse de frenada aparenta lo que no es en lugar de lo pretendido. Me puedo equivocar, es obvio, pero lo veo meridianamente claro.

La prueba de fuego de lo que digo está relacionada con los interlocutores elegidos. No le pregunta por lo divino a Arturo, quien más empático se ha mostrado con ella. Este, a buen seguro le contestaría que se dejara de coñas de niña pequeña que ella ya tiene pelos en el coño, o algo así, zanjando de inmediato la conversación y malogrando el vídeo que ella pretende hacer a costa de esos otros dos compañeros. Aprecio en Ángel y Gerardo que le contesten con educación y sin dogmatismos. Dije ayer que me habían gustado algunas cosas de Ángel en la primera de las conversaciones (el primer vídeo) y creo que no se llegó a entender bien. Quería decir que agradezco su tono escéptico y respetuoso con todas las creencias. También ahí demostró ser tan buen concursante como creo que es, respondiendo sin llegar a quedar en evidencia total en ningún momento. A pesar de lo dicho, estimo que ambos están pensando en la eventual posibilidad de que manteniendo el buen rollito con Tati puedan terminar llegando a la final juntos, como una reedición de lo sucedido el año pasado.

La anterior edición de Gran Hermano sigue pesando como una losa sobre esta subsiguiente edición. Algunos lo sabíamos antes de empezar e intentamos liberarnos de aquello, siguiendo una suerte de exorcización necesaria. Ahora vemos como algunos no le perdonan a Iván Madrazo aquello que tanto pareció gustarles durante su estancia en la casa, simplemente que sea él mismo y aplique su propio criterio para comentar este programa. Por qué será que algunos intolerantes asumen con dificultad el libre pensamiento de otros, siempre y cuando sea distinto del suyo, siendo esto motivo suficiente para sentirse defraudados con alguien como el último ganador de este programa. Su único pecado es decir lo que piensa, y no se imagina Iván hasta que punto le entiendo y estoy con él en eso. El caso es que su esquema como concursante es tenido como modelo por los de este año, y no puedo evitar pensar que Gerardo y Ángel pretenden ser un Iván, quizá con un Orlando y acompañados por su Chiqui particular, solo que esta es rubia y mide veinte centímetros más que aquella.

Cambiando de tercio, las tetas de Saray están cobrando cierto protagonismo en la casa. Esta concursante siempre me ha caído bien y creo que su protagonismo ha sido minimizado injustamente. No me gustó su actitud con Indhira (ayer incumplí mi promesa de mencionar a mi vecina de blog, menuda alegría les debí dar a algunos) durante la última semana de la expulsada, pero ella ha tenido una posición de privilegio durante todo el concurso. Es quizá la que más de cerca ha vivido esta experiencia y de manera más completa. Estuvo en la casa espía; compartió ese recordado sofá con forma de ele en que dormían Arturo e Indhira, con Hans y la propia Saray a cada lado; o, por ejemplo, entabló una buena relación amistosa con Laura o con Arturo, hasta el punto de desear el triunfo de este último. Además, siempre la he visto como una de las mujeres más atractivas de esta edición, y no necesariamente por su físico, aunque también por eso.

Ahora lleva varios días comentando el aumento del volumen de sus pechos, en natural correspondencia a su incremento de peso. Ayer comentaba que las tenía "más arriba que nunca", y le dejaba a Laura hacer una detenida exploración. No se emocione nadie porque fue por debajo de esa manta que últimamente lleva siempre encima Saray, como si no hubiera llevado suficiente ropa de abrigo. Tati también se apuntó a la moda de hablar de tetas, ya que a ella le pican siempre y cuando haya "alguien haciéndose una paja pensando en mí". Lo dice ella, no me echen a mí las culpas. Es más, aclara que tiene pruebas, pues siempre coincide que le pican cuando sus amigos le confiesan haberse entretenido en dichas labores con la rusa en la cabeza. Eso es amistad y lo demás son tonterías.

[El próximo lunes día 28, a las 12.30 horas, Carol responde a vuestras preguntas en un nuevo encuentro digital. Recuerda que puedes seguir participando en el Test de Gran Hermano, donde tienes oportunidad de probar tu nivel de conocimientos sobre la historia del programa].