La aguja de marear

telecinco.es 07/12/2009 08:40

La expresión la utilizó Saray hablando de Gerardo. "Le he pillado la aguja de marear", dijo la ferrolana hija, aplicando a ese concursante un término marinero. La aguja náutica o de marear marca la dirección de la quilla en un barco con respecto a la línea norte-sur del horizonte. O sea, es una forma de decir que sabemos por donde va una persona. Referido a Gran Hermano, me atrevo a decir que últimamente he perdido un poco la aguja de marear, no terminando de cogerle el punto a la visión de muchos respecto al concurso.

Por ejemplo, no entiendo cómo sigue dentro de esa casa Gerardo, convertido ahora en una supuesta tercera pata en la relación entre Arturo y Carol. Igualmente tengo la sensación de haber perdido el norte a la hora de valorar actitudes contradictorias en alguien capaz de tontear con una nueva compañera delante de la chica con la que se ha estado acostando casi tres meses, pero luego se mosquea cuando un tercero baila un rato con aquella, con quien no ha pasado de tirar la caña día y noche de forma denodada. Tampoco entiendo cómo puede hacer tanta gracia Tatiana, esa concursante capaz de montar un tremendo pollo porque dos de sus compañeros disfrutan de un privilegio como el de ver un partido de fútbol.

Empiezo con ese triángulo motivo de mi desconcierto porque anoche mismo se produjo un episodio relevante gracias al cual dudo mucho que nadie tenga la tentación de vendernos la moto de que realmente Gerardo se haya metido en medio de la inexistente relación entre Carol y Arturo. El vasco ha venido utilizando un método para conseguir hacer pasar por su cama a esta casi paisana que consiste en buscar el agotamiento de la presa. Es un modo tan básico como burdo, por lo cual le define a la perfección. Por eso no ha parado de tirar la caña sin desmayo, agasajando a la mujer sobre la que puso su objetivo, con piropos que producen el sonrojo de cualquier persona normal. Si hace unas semanas dije que me estaba empezando a despertar cierto rechazo este concursante, ahora me está pasando que me produce simplemente vergüenza ajena.

Tras el cansino marcaje al que se ha visto sometida Carol por parte de Arturo, ella decidió jugar en la fiesta del viernes a tontear un poco con Gerardo. Como decía antes, espero que nadie nos venda la moto de que hay algo entre estos dos, a pesar de que el madrileño estaría encantado de ello. Con su actitud, Gerardo parece dispuesto a abonar la teoría de que es un topo encargado de generar nuevos argumentos y situaciones de interés en la casa. No hay duda de que si algo podía despertar cierta expectación era ver a Carol pasando de Arturo y dándole celos con otro chico en la casa. Eso es exactamente lo que se produjo el viernes. Y además, lo consiguió de forma tan simple como unos cuantos bailecitos un poco sugerentes y un baño en el jacuzzi, ese gran protagonista, en el cual todos se quedaron sin sus bañadores.

Ángel y Gerardo se quitaron su prenda, a lo cual respondieron Tatiana y Carol despojándose de la parte de arriba de sus bikinis, mostrando a cámara sin ningún pudor esa parte de sus anatomías que en unas semanas estarán intentando vender a una famosa revista. El jacuzzi en esta edición de Gran Hermano es el gran guardián de los secretos (ni Hans ni nadie) por muchas razones, entre las cuales podríamos enumerar que lo allí hablado por los concursantes es casi ininteligible, que el viernes apenas se podía distinguir la imagen de los cuatro habitantes mencionados por la concentración de vapor y, además, porque la imagen de esa estancia vacía es la preferida por los realizadores del directo para aplicar la censura sobre lo que está pasando en la casa de Guadalix.

Eso sí, a veces nos sorprenden con otros planos censuradores más imaginativos, como la tetera de la mesa del jardín o las piedras de su riachuelo. El viernes, por ejemplo, vivimos el momento esperado por este gato en que lo censurable ocurría en el cuarto del jacuzzi y, por tanto, nos mostraban lo que estaba pasando en algún otro lugar de la casa. Es la situación inversa a la más habitual. A consecuencia de ello nosotros nos quedamos sin ver las tetas de las dos concursantes y ellas encantadas al no ver abaratada su exclusiva en la revista habitual. Y mientras esto sucedía, Arturo no paraba de renegar de Carol. Temí que en algún momento la llamara fresca y se desdijera de aquello que tanto repitió la semana horribilis sobre que simpatizaba con ella porque los dos eran de allí arriba y ella era muy tradicional, como a él le gustan las mujeres. Bueno, aún conserva lo primero en común con ella. Lo puede seguir mirando por ese lado.

Aunque la reacción de Arturo tuvo su mejor expresión ayer mismo en conversación con Siscu. No me emocioné al escucharlo porque aunque estaba esperando que llegara el momento de escucharle decir algo así en el fondo me parece lamentable y no pude por menos que sentir asco. Arturo dijo así: "Si tú estás enamorado y tu colega se enrolla con la chica de la que estás enamorado se merecen que les des dos hostias los dos, a él por hijoputa y a ella por hija de puta". Mis disculpas por lo grueso del lenguaje pero lo de hideputa lo escribió hasta Shakespeare. Así que si un colega se enrolla con la chica de la que estás enamorado ambos se merecen un castigo. Pero claro, a Indhira se le fue la cabeza y por eso le tiró el agua de un vaso (algunos se obcecan en corregirme cuando digo que intentó tirarle el vaso insistiendo en que realmente se lo tiró, pero no se dan cuenta de que no le tiró el vaso sino el agua que contenía, y además fue todo en categoría de tentativa porque el agua casi ni llegó a su destino gracias a intervención de Tatiana).

¿No es fantástico? Los orientales lo dijeron hace milenios: "Siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo"; aunque según Einstein: "La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa"; y el 'Che' Guevara pusiera sus objeciones sobre la frase original diciendo que: "No es de buen revolucionario, sentarse a la puerta de tu casa y esperar ver pasar el cadáver del imperialismo". En nuestro descargo podemos argüir que no tenemos forma de provocar a Arturo para decir la perlita que he transcrito, de eso se encarga Carol muy bien. Aunque tampoco nos ha hecho ninguna falta. Como decía Indhira anoche en el debate, no necesitamos criticarles porque ya se describen ellos. Basta con poner un poco de atención y veremos como la peor campaña es la que hacen de sí mismos. Por cierto, no termino de entender a la hermana de Arturo cuando critica a Indhira por pedir a sus seguidores la semana anterior que votasen por este concursante pero ella hace exactamente lo mismo una semana después. ¿Dónde está la aguja de marear que me estoy volviendo a perder?

En la fiesta de anoche en el 'Ecologic Bar' vimos a Carol haciendo eso que algunos le llevamos reclamando mucho tiempo. Por fin le dijo que no le gustaba ni un poquito. ¿Por qué no se lo dijo antes? Quizá porque ella entra en la casa con el objetivo de ser protagonista caiga quien caiga. Una vez caída Indhira y con Gerardo dispuesto a seguir su juego no está de más deshacerse de otro rival de semejante entidad al ya caído. No sé si se merece los tan denigrantes calificativos que le dedicó Indhira, especialmente feos en boca de otra mujer, pero cuando menos la llamaré oportunista, y un poco buscona también, a qué negarlo.

La conversación en la que Carol le dice (por fin) a Arturo que no le gusta, comienza con el típico me pareces un tío genial, he conocido otra persona en ti, nada que ver con lo que se dice por ahí, y tal y pascual. Aunque en medio le cuela de rondón un "pero no me gustas, vamos que sí... me gustas... pero como amigo", y sigue su discurso ensayado de eres genial, un tipo que merece mucho la pena o similar. Se trata de frases repetidas previamente pensadas, tan prescindibles que no me pidan textualidad en esta parte del relato. Arturo va entonces al grano, ya sabemos que no es amigo de las florituras: "Vamos, que no te gusto". La respuesta de Carol es contundente: "Hmm... no, nada". Insiste él: "¿Pero nada de nada?". Y ella acaba con la aún mayor contundencia de un monosílabo: "No".

¿Cómo diablos quiere que se lo diga? Siento si a alguien le parece superficial mi visión del momento, pero puedo asegurar que cuando le pregunta si "nada de nada" estaba convencido de que le diría si al menos no le apetecía un poquito de sexo con él, porque eso es lo único que este individuo parece tener en la cabeza. En él se cumple perfectamente lo de "¿pensando siempre en lo mismo? ¿cómo en lo mismo? en lo único". Pues eso. Yo creo que si eso se lo dice tras un poco de 'edredoning' no le habría sentado tan mal. Total, todavía está en la casa Tati, un metro y medio de mujer al que sacar mucho partido. No lo digo yo, ¡por lo más sagrado! Estoy leyendo en la mente de ese "Arturo pito duro", según han escuchado decir al griterío del exterior y se han encargado de repetir dentro de la casa. O si no Saray. Lo de convencer a Laura de tener una fugaz relación heterosexual es más descartable. Y si esto se prolonga un par de meses más de lo previsto (la fecha prevista para la final era el 20 de diciembre, pero ya se sabe que no se mantiene ni de casualidad) este es capaz de intentarlo con la ferrolana madre.

La conversación siguió después por semejantes derroteros a los del principio, lugares comunes en medio de un evidente mosqueo en Arturo, incapaz de hablarle claro a Carol. Esto se llegó a ver en el debate, aunque sin la referencia de la parte previa de la conversación no se entendía nada. Él le dice que ha cambiado mucho su opinión sobre ella pero no se atreve a dar más explicaciones. Se me vislumbra que se estaba refiriendo a lo ocurrido dos noches antes. ¿Cómo es posible que una chica tradicional sea capaz de tontear con otro y luego enseñarle las tetas a todo el mundo?, estaría pensando el 'Cro-Magnon'. A lo que este gato respondón replica preguntando ¿de dónde sale este sujeto?

En la misma fiesta del viernes se produjo el enésimo ataque histérico en Tatiana. Resumiré las razones contando que todos iban vestidos de animales y por parejas, excepto Pilarita. Ella fue la encargada de elegir la mejor pareja y se decantó por Siscu y Laura. Estos dos tuvieron el premio de ver el Barça-Madrid último, y ahí vino el rebrote de Tatiana. No paró de chillar de forma endemoniada durante minutos. Lloró desconsoladamente en el cuarto de baño y casi todos fueron a consolarla con muestras increíbles de infinita paciencia. ¿Qué quieren que les diga? A mí es que esta Tati no me hace ni pizca de gracia. De acuerdo que en otros momentos será una ricura, pero no entiendo dónde le ve la gente la gracia a una niña capaz de parecer fuera de sí porque dos compañeros disfrutan de su premio en lugar de alegrarse por ellos. Como atenuante lo del encierro y todo eso, pero igualmente no me cabe en la cabeza.

Supongo que será lo de manida piel. Pura química, tal vez. Pero a Tatiana no le he terminado de coger la aguja de marear, como dice Saray. Por cierto, la ferrolana hija soñó con Laporta (presidente del Fútbol Club Barcelona) al día siguiente. Peor lo tuve yo, que soñé con que me llamaba por teléfono Gerardo desde la casa y no quería (podía) contarme cómo tenía un teléfono allí dentro. Creo que lo pasé yo peor con mi sueño. Siguiendo con Tatiana, y ya para terminar, no sé si interpretar como oportunista el ofrecimiento de sus células madre a Toscano. Quizá lo dijo en verdad de corazón, aunque bien que se lamentó por perder la oportunidad de aprovechar el directo del jueves. Ella escuchó la ovación cuando afirmó que "yo sí quiero tener amigos como tú fuera" y le debió parecer inconveniente no haber rematado el momento de forma más efectista. Aunque algunos mal pensados, como yo, vieran en su frase una forma de decirle al murciano algo que me suena a "yo soy mejor que tú".

Y digo todo lo anterior a riesgo de que algún viejo amigo de este espacio, como balzac (al que he respetado siempre hasta el pasado viernes), me cuente como parte de la "marabunta de comentarios despreciables, intencionados, dañinos y miserables" hacia Tatiana. Hablaba nuestro amigo de rendirse ante "unas lágrimas sinceras, a un corazón inmenso y a un cariño profundo", pero yo reivindico mi humilde derecho a discrepar. También vi lágrimas sinceras y todo lo demás, pero a mí no me gusta Tatiana, me parece insoportable muchas veces además de un mal ejemplo, y no por eso merezco ser denunciado por lo que alguien considera "la hipocresía más absoluta y la injusticia más inmunda". A eso yo lo llamo intolerancia. Y sobre "insultos, amenazas, tentativas de denuncias, burlas, escarnio, afrentas a veces inhumanas, rechazo, odio, rencor, rabia" e impotencia sabemos todos aquí mucho. Este fin de semana un usuario me ha pedido los datos de otro para denunciarle (ni los tengo ni los daría, evidentemente). Y sobre este gato caen cada día las insidias y los insultos por decenas, por no decir centenares. O sea, que menos lobos. A mí no me gusta la 'malaesquina'. No hay más. Se siente.

[Hoy, a las 17.30 horas, Toscano responde a vuestras preguntas en un nuevo encuentro digital. Recuerda que puedes ver la entrevista íntegra de Mercedes Milá a Indhira nada más ser expulsada. Y puedes seguir participando en el Test de Gran Hermano, donde podrás probar tu nivel de conocimientos sobre la historia del programa].