Ocurrió lo que cabía esperar, ni más ni menos. Es decir, no superaron la prueba y Laura se agarró un buen mosqueo cuando se supo quien había ganado el premio individual de una cena opulenta a la carta. Qué previsible es todo algunas veces. Solamente podían tener nueve fallos y cometieron treinta. Anoche decían que era muy difícil no fallar, dado el instinto reflejo de sentarse o apoyarse en cualquier lado, pero no es una misión imposible. Me hubiera gustado que alguien preguntase quiénes han fallado más veces y quiénes menos, solo fuera para confirmar mis sospechas de que no se repartieron por igual las culpas.
El premio individual iría a parar a quien más calorías perdiese durante la semana, o algo así. Esto lo sabían desde el viernes pasado, y al día siguiente Laura ya estuvo protestando en el 'confe' por lo que consideraba un criterio absurdo para otorgar dicho premio. Si estuviéramos hablando de ganar una videoconsola o similar probablemente no se habría dado la protesta, pero con las cosas de comer no se juega. Quien ganase el premio se aseguraba una cena a la carta, como ya he dicho, y Laura ya sabía entonces que no sería para ella. Es lógico que quien más peso pierda sea precisamente quien más peso tenga. Por esto mismo, los chicos contaban con una ventaja casi insalvable. La razón es parecida a esa por la que hombres y mujeres compiten por separado en todos los deportes. De no ser así, la supremacía masculina en cuanto a lo físico privaría de premios a las féminas.
El temor de Laura tuvo su confirmación ayer cuando les dijeron que había sido Arturo el ganador del premio. Este debía elegir a alguien para cenar con él y el afortunado fue Siscu. El comentario general de toda la casa es que a 'la organización' le había salido mal la jugada porque esperarían una cena romántica entre el de Irún y su amiga del norte. Las explicaciones de Arturo fueron en su línea habitual, que no había elegido a Carol porque no quería ponerse malo y terminar violándola tras la cena, y cosas de ese estilo. En realidad dijo una cosa y la contraria, dentro del tono de broma que nos permite muchas veces enmascarar la realidad. Según les fue diciendo a cada uno de sus compañeros, habría ido con Tatiana pero estaban ayer algo mosqueados ("que le den por culo", dijo finamente). Saray fue descartada porque como está en régimen (teórico) no quería hacerle esa faena. En general, había decidido que no fuera ninguna chica porque "para escuchar pegas por la comida, prefiero llevar a un coleguita", según dijo.
Y así fue. Siscu habría de disfrutar de una cena cuyo menú elegiría Arturo. Surtido de ibéricos como entrante, revuelto de espárragos trigueros, entrecot, chuletón, y de postre pastel de tiramisú. El albañil y el técnico en aire acondicionado se iban a dar el festín en la casa 11, allí dónde comenzó todo para ellos dos. He de confesar que sentí un poco de pena anoche escuchando a Siscu e imaginando una vida no exenta de dificultades. El de Sant Boi no sabía lo que era el tiramisú. "¿Es como la Comtesa?", preguntaba. Tuvo que ser Ángel quien se lo explicase, aunque mucho me temo que podría haber seguido ilustrándole sobre tantas cosas que ignora, empezando por este apartado gastronómico en nivel básico. El premio podría haberlo disfrutado Gerardo, previsiblemente acostumbrado a darse ciertos lujos; o una Saray cuya familia no parece vivir con problemas económicos; e incluso esa Carol que sabe decir si es buena la añada del 2004 para cierta bodega de vino de Rioja. Pero personalmente me alegré de que fueran el albañil y el frigorista, el 'californicator' y el 'tonto de la cope', dos parias poco acostumbrados al lujo.
Durante la cena Arturo contaba sus dudas sobre el plan de compartir piso con Tatiana y Saray. Con esta última no tiene problema, no así con la pequeña rusa: "Con Saray sí voy a gusto. La Tati, me da un poco de miedo. Podía haber estado aquí la muy imbécil, por el cariño que le tengo, pero…" No sé por qué pero hace días pienso en la diferencia entre el trato que tiene Arturo con Tatiana y el de Ángel o Gerardo. A aquel le veo un trato entre iguales, colegas adultos que se llevan bien, no obstante la de Roquetas de Mar tiene en común con los dos comensales lo mismo que señalaba en ellos, la procedencia de una familia modesta y con dificultades. Entre ellos sí que hay cuestión de piel, argumento claramente mejor aplicado entre personas que tienen la oportunidad de juntar sus pieles, cosa imposible cuando se trata de analizar a estos 'monos' cuya imagen nos muestra esa ventanita de la televisión. Sin embargo, tanto Gerardo como Ángel creo que la tratan como a una adolescente, con una mezcla de paternalismo y forzada complacencia que me desagrada seriamente.
Para compensar el enfado de Laura les pasaron dulces y palomitas. Frente al festín comida basura, como debe ser. En ambos casos se trataba de incidir en el engaño. Los dulces eran esos aros que pretenden ser como los donuts pero más pequeños y duros. En cuanto a las palomitas no eran tales sino una especie de ganchitos que tienen una forma rara que podría recordar a la de una palomita de maíz. Lo más curioso es que el fabricante lo llama "palomitas" y se queda tan tranquilo. Es como si vamos al supermercado y nos venden chopped pork con forma de pollo bajo el rótulo de pollo. Pues bien, esto también lo he visto, no me pregunten dónde porque no lo recuerdo, pero prometo que lo he visto. Nadie pudo quitarle la razón a la de Elche porque la tenía, solo que sus formas son temerosas cuando se trata de defender algo en lo que está profundamente convencida, o sea, que le va a meter un buen meneo a su mujer cuando salga de ahí y que odia a Gerardo con todas sus fuerzas.
Curiosa me pareció esa combinación de celos e incomprensión que nos mostraron en el resumen diario de ayer, cuando Saray intentaba explicarle a Laura su singular relación con Gerardo. A saber, a la ferrolana hija le hace gracia el pijo madrileño pero al mismo tiempo no lo soporta. ¿Alguien lo entiende? Dice que esto mismo le pasa en la calle con otras personas, o sea que no es un caso aislado. Tendría que pensarlo bien e igual me encuentro con alguna sorpresa. La idea es complicada de entender, casi tanto como le resultó a Saray explicarla, pero si soy sincero me está empezando a resultar no tan extraña. Diría que me pasa con algunas personas algo así. Al contrario de lo que le pasa a este comprensivo gato, Laura ponía cara de no entender nada. Lo peor no es eso, sino que además le reclamaba de algún modo cierto alejamiento de él, desde esa postura egoísta que adoptamos a veces con amigos y seres queridos.
A Laura le duele no haber podido celebrar ninguna fiesta con Saray sin que esta le dedicara más tiempo a Gerardo. Aunque no lo pareciera porque el tono era afable y poco imperativo, tengo bastante claro que lo de Laura era un ruego, una señal de alerta bien clara, una seria advertencia. En realidad estaba intentando vampirizar su cariño, posiblemente con poco éxito. Al poco rato, Saray le contaba la conversación a la ferrolana madre y llegaba a la conclusión de que no iba a cambiar su forma de actuar porque se lo dijera nadie. Si tomamos como ejemplo la semana que Indhira le pidió que no nominase a Carol y a ella misma y su negativa cada vez más en firme según se iba acercando el momento, diría que en este caso tampoco lo hará. Me refiero a apartarse de Gerardo, siendo que se lo pide Laura. Eso sí, seguirá llevándose sus tres puntos, según dijo. Basta con que Laura se lo deje de pedir para que decida apartarse realmente de él, reduciendo su rijoso radio de acción en las fiestas.
He hablado de nominaciones, y es que esta noche se nomina en Guadalix. Tras dos semanas de sequía, de nuevo asistiremos a esa liturgia tan de Gran Hermano, que esta noche tendrá previsiblemente su forma más clásica y repetida. He leído por ahí (más bien por aquí) que en las galas de sorpresas familiares, que toca también hoy, nominan siempre en positivo. Pues bien, mi memoria me decía que esto no era así, pero además he acudido al almacén estadístico de nuestra vieja página y puedo confirmar que ninguna de las cuatro últimas galas en que recibieron la sorpresa de familiares y amigos tuvieron nominaciones en positivo. Mi apuesta es que esto se repetirá en esta ocasión, lo cual hace especialmente interesante esta jornada.
No puedo evitar recordar galas pasadas con sorpresas, siempre emotivas al mismo tiempo que motivo de diversión. No tengo un nítido recuerdo de todas las ediciones, aunque sí recuerdo que en la segunda edición ya lo hicieron, y pudimos ver entrar en la casa al hermano gemelo de Ángel Tous, actor televisivo en la actualidad. El recuerdo se diluye luego hasta la séptima edición y ese Ángel Herrero hablando a su hijo Pepe desde el otro lado del espejo de la cocina mientras su silla se movía nerviosamente de un lado a otro. O el emotivo encuentro de Raquel Abad con su madre tras el cristal de uno de los dormitorios, tras subir la persiana veneciana. Y, como no, ese Jesús Tinajo subido a una grúa, al igual que sus familiares. De la siguiente edición recuerdo a Laura llorando desconsolada al ver el dibujo de su pequeño. O a Pulpillo recibiendo la llamada telefónica de su madre.
La novena edición nos trajo una de las galas de sorpresas más hilarantes. No olvidaré al novio de Ángela en lo alto de una gran tarta de cartón piedra y ella a punto de malograrlo todo sin poder soltar el cuello del pobre chico. O las amigas de Melania hablándole del tamaño de sus mamelles (tetas). Y la pobre Amor chinada porque le visitaba su abuela, que encima le echaba una bronca y motivaba en buena medida la salida voluntaria de esa concursante. El año pasado tampoco tuvo desperdicio la gala en cuestión, con Carlitos Fernández aleteando sus brazos para poder ver la imagen de su mujer proyectada en una pared. El hijo de Mirentxu teóricamente metido en una frigorífico. O los amigos de Iván Madrazo, divididos en dos grupos irreconciliables de ivanistas, disfrazados de algo que no llegamos a ponernos de acuerdo si eran luchadores de sumo o tapones de botellas de cava.
Por si fuera poco con las sorpresas y las nominaciones, esta noche reciben la visita de David Bisbal. El ganador de varios Grammys latinos cantará en directo una versión inédita y acústica de un tema que aúna melodías de sus dos últimos singles: 'Esclavo de sus besos' y 'Princesa'. Pero ahí no acaba la cosa, porque también hoy se inaugurará la decoración y alumbrado navideño de la casa. Menudo contraste entre esta gala y la del jueves pasado, en la que apenas había una expulsión y dos entrevistas. La noche promete de todo, intensas emociones, risas y la tensión de las nominaciones.
No detallaré hoy mi quiniela de nominaciones por no resultar cansino, aunque doy fe de que la he hecho. Resumiré mis conclusiones a modo de titulares, como hace Gabilondo en las noches electorales:
Esto puede ser así o todo lo contrario, como siempre digo. Lo que más me gusta de estas previsiones baldías es precisamente que lo sean. La mayor dificultad estriba en adivinar los nominados de Carol y Pilarita, bastante herméticas a este respecto. También comprobar si Gerardo y Ángel mantienen su decisión de no nominar a Arturo, o al menos no darle sus tres puntos como de costumbre.
Esta noche hay una fiesta. Es en Telecinco y será Mercedes Milá quien, como cada jueves, nos guíe de la mano por sus casi cuatro horas. Una fiesta tan larga como apasionante. No te la puedes perder.
[Hoy, a las 12.30 horas, Indhira responde a vuestras preguntas en un nuevo encuentro digital, aplazado desde ayer. Recuerda que también puedes seguir participando en el Test de Gran Hermano, donde podrás probar tu nivel de conocimientos sobre la historia del programa].