Alejandro decide quedarse en la casa hasta que la audiencia quiera

telecinco.es 23/03/2016 10:07

Alejandro necesitaba escuchar una voz del exterior que le diera confianza para aguantar en el concurso hasta que la audiencia quiera. Pidió hablar con la madre de su hijo, pero el “señor Julio”, como llama Alejandro a su padre, no lo vio posible. Lo previsto podría ser que fuera el propio Julio quien hablase con su hijo si este perseveraba en su idea de marcharse. En realidad, no quería abandonar, supongo que porque en sus códigos no entra esa idea, también por el coste económico que eso supone. Lo que deseaba Alejandro era ser expulsado por la audiencia, que tiene este jueves ocasión. Sin embargo, mi intuición dice que después de lo de anoche Alejandro se afianza ahí dentro.

Alejandro se queda. Es así no solamente por las palabras de su padre: “¿Alguna vez te he engañado yo?”. También porque la audiencia comprobó anoche la verdad que había detrás de las intenciones de Alejandro. Su angustia auténtica por no saber y tener pendiente una prueba que constate la positiva evolución de su pequeño. Anoche todos jugaron con las cartas al descubierto, empezando por el programa. Diría que hasta Jordi González las descubrió más que nunca. La principal consecuencia de todo ello puede ser que la audiencia quiera, más que nunca, que Alejandro no se vaya. Otra consecuencia, no menos importante, fue un gran programa de martes, que los espectadores ya merecíamos.

Era justo que Alejandro pudiera tener esa comunicación con el exterior, toda vez que Raquel Bollo pudo hablar con su hijo a petición de este cuando quiso abandonar por la incómoda presencia de Aguasantas Vilches. Es evidente que las razones de ambos no son comparables. Impecable la decisión del programa anoche, acertada por tantas razones. De un tiro se mataban varios pájaros: se hacía justicia escuchando lo que se estaba pidiendo en redes sociales, se conseguía que Alejandro cambiase su opinión y dejase de pedir los votos de la audiencia votante para abandonar la casa de Guadalix y, además, se conseguía un argumento con extraordinario tirón para la audiencia. Imposible que ayer nadie se fuera a dormir antes de asistir a la resolución de este asunto.

Es para celebrar que Alejandro cambiase anoche su idea de desear ser expulsado. Por primera vez desde que se hacen los alegatos en contra vimos anoche a un concursante siendo su propio fiscal y alegando no para quedarse sino todo lo contrario. La noche repartió alegrías por doquier. Como amante enfermo de este programa agradezco los esfuerzos de Jordi González por conseguir que se hable de Gran Hermano. Extensible agradecimiento al programa, que rectificó anoche la deriva del pasado domingo por historias que me son ajenas. Me es indiferente que Miriam Saavedra sea o no fiel a Carlos Lozano. Ella no concursa.

La parte que interesa sobre la relación sentimental de Carlos Lozano es que dentro de la casa se está jugando con ello para intentar poner a este concursante en el disparadero, hacer que pierda los nervios y un arranque enérgico le haga quedar mal ante la audiencia. Inocentes criaturas los que pensaban en esas posibles consecuencias para el sucio plan de pandilleros que ayer finalmente se atrevió a materializar Fran. La idea fue suya y de Alejandro a tiempo, aunque el míster se desmarcó finalmente. No bastaba con eso, porque para tener un comportamiento íntegro ayer Alejandro tendría que haber avisado a Carlos que todo era un invento de Fran para hacerle daño.

Fran intentó el lunes que llegase a oídos de Carlos ese grito del exterior que nunca existió llamándole “cornudo”. Para adornar la mentira lo contó diciendo que primero entendió “orejón” y luego se dio cuenta de que realmente habían dicho “cornudo”. Curioso que ambos sean términos sinónimos, aunque Fran lo desconozca. Al menos Laura, Toti y Dani se enteraron del bulo de Fran, convencidos de que era cierto. No sabría si valorar positiva o negativamente que ninguno de ellos se lo contase al interesado. Se puede pensar que no lo hicieron porque no son amigos suyos. Caso de serlo posiblemente tampoco lo hubieran debido contar por no hacer daño con algo que ni siquiera escucharon ellos, puede haberlo entendido mal Fran o ser sencillamente una mentira.

Me quedo con la idea de que quienes conocieron la historia contada por Fran fueron suficientemente discretos como para no dar pábulo al rumor. Primer fallo en los planes del pequeño Nicolás. Probablemente esperaba que otros le hicieran el trabajo y su invento terminara llegando a oídos de Carlos. Así de valiente es este muchacho que tan alegremente amenaza con sacar dossiers capaces de hundir vidas. Lo de pandillero se queda corto pensando en esas amenazas de descerebrado jugando a ser mafioso a tiempo parcial. Por su escasa valentía tardó en contarle a Carlos las voces supuestamente escuchadas el día anterior y que solo existen en su imaginación. Una vez más el tiro le salía por la culata y se encontraba con una respuesta adulta y responsable, cosas que le son ajenas.

Carlos respondió con gran tranquilidad, después de rogar que le contase lo escuchado con detalle, porque en un principio Fran tiró la piedra y escondió la mano. Nada que pueda sorprender. “No me afecta lo que me han dicho aquí me va a afectar lo que sale de una voz de ultratumba que ni conozco”, decía Carlos con gran tino. Para él puede ser todo cosa de un envidioso o incluso ser cierto. En cualquier caso, no puede hacer nada de momento, por lo cual es inteligente la postura de no preocuparse. Este tipo de mezquindades no pueden hacer otra cosa que ayudar a Carlos, que brilla mucho más cuando se le pone en bandeja demostrar su madurez sensata. Le hace grande el contraste con lo pequeño que parece Fran, al que el sobrenombre le viene que ni pintado de bien.

Espero que el jueves le pongan a Carlos en la sala de expulsión estas imágenes de lo sucedido entre lunes y martes. El aquelarre de Fran y Alejandro el domingo, este plan urdido por los dos y lo que finalmente salió. Una vez más la montaña parió un ratón. Ya decía ayer que las amenazas de Fran casi siempre se quedan en nada. La tercera guerra mundial anunciada para ayer al final debió reducirse en un regüeldo de Fran. O tal vez se refería a ese tímido “sinvergüenza” dicho en medio de la discusión de Toti con Carlos y que este respondió llamándole “anodino”. "Anodino" es perfecto para Fran. Mucho ruido y pocas nueces.

Sería perfecta la despedida de Fran después de haber visto Carlos sus mezquinos planes. Anoche decía que prefería aplazar la deflagración a cuando esté fuera. Los dossiers podían quemarle en las manos, pero mucho me temo que solo arden en su calenturienta mente. Algunos justifican la actitud de Fran interpretándola como una venganza porque Carlos le hizo la broma de mal gusto sobre si está saliendo con un diputado. Supongo que no les vale como venganza que Fran le dijera a Carlos que él no se acuesta con una niña. Valore el lector ofensa por ofensa cuál es mayor.

Lo cierto es que la madrugada del domingo Fran y Alejandro alimentaban la hipótesis de la infidelidad por parte de la novia de Carlos al recordar el míster con pelos y señales el contenido de la carta que la hija del presentador le hizo llegar para el día del padre. Palabras de una menor que debería evitar comentar, mucho más porque le fueron reveladas por Carlos en confianza. La interpretación de esas palabras y las conclusiones a las que llegaron estos dos concursantes me hicieron sentir realmente incómodo. Tanto como escuchar a Toti sugerir el tipo de persona que puede ser la novia de Carlos por haber salido con un futbolista y dos hombres mayores, entre los que puede haber un empresario. Machista y viejuno casi todo lo que sale de la boca de una Laura Campos que anoche reclamaba su momento de gloria en prime time.

Si no es uno es otro, el caso es que siempre hay alguien dispuesto a montarle un pollo a Carlos en sesiones de domingo, martes y jueves. Lo más llamativo es que lo hacen para luego decir que lo ha montado él. Como anoche se encargó del pollo del día Laura Campos también podrán decir que Carlos solo se atreve a discutir con las chicas, pero todos hemos visto que eso es falso. Todo depende de a quién le toque intentar sacar a Carlos de sus casillas. Curiosamente, Laura ya avisó este fin de semana que intentaría provocarlo.

La técnica preferida por Toti es gritar hasta reventar tímpanos, levantarse y permanecer a poca distancia de su oponente sentado, moverse enérgicamente y apuntar con el dedo para después decirle al otro que se tranquilice y le hable bien. Provocación de libro por parte de una concursante que desde siempre se ha confundido de programa y en lugar de Gran Hermano habría hecho bien en ser protagonista de Hermano Mayor. Ayer tuve curiosidad de repasar mi crónica de la final que ganó, celebrada de milagro por la monumental bronca que tuvieron Totita y Totito horas antes de la última noche. Una bronca impresentable y bochornosa que a punto estuvo de hacer suspender la final, como digo. “El triunfo de Laura es, de alguna forma, el de la zafiedad, las malas maneras y la poca educación”, decía entonces. Quítese lo de “triunfo” y tenemos una precisa definición de lo que está siendo el segundo paso de Laura Campos por esa casa.

Cuando ayer Toti acusaba a Carlos poco menos que de ser la reencarnación del diablo en la tierra estaba ejerciendo de esbirro de su tocaya Laura. Triste papel de una concursante que, asumido lo imposible de su triunfo, esta vez acepta ser secuaz de otro, alfombrando su camino hasta la final. Dani y Laura, dos viejos conocidos que comparten misión, aunque con la entrega de la Toti nadie más. Ignoro lo que ambiciona, o tal vez prefiero mirar para otro lado y no pensar. A veces hay que ser un poco los tres monos sabios a la vez, y no ver, no oír, no decir…

Para mi gusto, Carlos se equivoca entrando al trapo de este tipo de provocaciones. Haría bien en fijarse en “el niño”, que pasa de Laura Matamoros y calla muchas veces. Nada puede molestar más a quien está buscando gresca y busca la discusión o el enfrentamiento como un fin en sí mismo. Anoche mismo Laura se quejaba porque Alejandro la insulta, y poco después lo llamaba “torpe” hasta seis veces seguidas. Admiro la capacidad de Alejandro para no echar leña al fuego algunas veces y creo que en eso es Carlos quien tiene mucho por aprender.

En los posicionamentos nada que no fuera previsible. Tras Alejandro se pusieron Laura y Rappel, contra Carlos solamente Laura Campos y, finalmente, Dani decidió posicionarse contra Fran. Este tiró la toalla visto lo visto. Su maquiavélico plan de la semana había sido desactivado por Carlos con su sensata respuesta. Además, la audiencia eligió al presentador como intérprete ideal del papel protagonista en la coreografía de ‘El tango de Roxanne’ y Lola González lo destacó como el mejor y más dispuesto en la prueba. Por si esto fuera poco, en medio del programa de anoche un grupo de unas diez personas subió a la colina en la que se encuentra la casa para cantarle a Carlos. “Carlos Lozano, lo lo lo lo lo lo…”, con el ritmo de una famosa canción.

Alejandro al escucharlo sonreía satisfecho. Cuando el ‘súper’ les pedía que volvieran a la casa para no seguir escuchando los mensajes del exterior Alejandro gritaba un “gracias” que taladró la conciencia de Fran. “¿Por qué has dado las gracias?”, le preguntaba, a lo que su amigo respondía: “Porque me ha alegrado escucharlo”. Después de todo, casi admiro a Fran por su aguante. Con todo esto que cuento, anoche estuvo a punto de reventar y logró recomponerse con esfuerzo. Meritorio, sí señor.

Moleskine del gato

Laura Matamoros ganó la votación en la aplicación como mejor bailarina en la prueba, que Lola González dio por superada "por los pelos". La recompensa fue una cena con el compañero que Laura eligiese. Se decantó por Rappel, a quien sigue considerando amigo después de que hace pocos días dijera: “No creo que Rappel haya hecho un concurso limpio”. Me alegro de que disfrutasen del premio, sobre todo por Rappel. Es de esos concursantes (pocos) que a cada rato me provoca una sensación diferente. Me hace gracia, lo detesto, lo adoro, me repugna… así, sin solución de continuidad. Pero anoche me pareció adorable con un buen pedete después de beberse una botella de cava. Y eso que no bebe nunca. Terminaron haciendo una competición por ver quién se tomaba la vichyssoise más rápido. Me hizo reír.

Hubo vuelco en los porcentajes ciegos, mucho mayor al final del programa que en su comienzo. Sospecho que el cambio de Alejandro tuvo algo que ver en ello. Así están las cosas: 26,3 %, 57,4 % y 16,3 %.

Mañana este gato descansa aprovechando el Jueves Santo. No podía venir esta breve pausa en momento más necesario. Eso sí, el viernes aquí estaré para comentar la fiesta de mañana. Una fiesta que será redonda si sale Fran. Sus dossiers y otras interminables fantasías le esperan aquí fuera.

Y dejo cartelera, con Alejandro y Fran en ‘El pregón’.

[Montaje por Montse Juanilla]