Alguien debería decirle a Yoli que lo deje ya

telecinco.es 08/10/2014 09:08

Da un poquito de vergüenza ver a Yoli colgada cual koala de Jonathan mientras él permanece tieso como un palo, con los tapones de los oídos puestos e indicándole el camino hacia su propia cama. La escena es de anoche mismo, después de la fiesta de cumpleaños de Rubia, pero no dista mucho de lo presenciado cualquier otro día. Si acaso, anoche el primo se mostraba más serio y más esquivo, pero como en ocasiones anteriores, sin ser capaz de hablar seriamente con su compañera y dejarle las cosas meridianamente claras. Jonathan por desinterés y Yoli por falta de dignidad, están jugando con fuego y al final la llama les puede terminar abrasando.

Ya sabemos que a Jonathan no le gusta hablar. Aceptemos que se encuentra incómodo en ese terreno, lo cual no quita para que en más de una ocasión le haya expresado a Yoli su complacencia ante los cariños reiterados que esta le viene mostrando. Incluso le llegó a decir en aquella conversación de una tarde en los balancines del jardín (rincón de pensar que está cobrando gran protagonismo en la casa) que lo lamentaría si ella se empezaba a mostrar más distante y menos cariñosa. Es decir, expresa necesidad de su cariño, pero al mismo tiempo demuestra que ese cariño le hace sentir molesto. ¿Alguien lo entiende?

Jonathan dice una cosa verbalmente y expresa otra con el lenguaje corporal, tan importante siempre. Entendería que no quisiera arriesgarse a la nominación de una Yoli despechada, decepcionada o frustrada por no haber podido llegar a nada con él. Tengamos en cuenta que esto es un juego, y aparte de convivir y gestionar sus emociones ahí dentro todos son conscientes en mayor o menor medida de las consecuencias que pueden tener sus actos en el juego.Lo que no parece muy inteligente, ni muy práctico, es no afrontar esta situación de ningún modo. Es como si Jonathan esperase que se resolviese sola (¿no les recuerda a cierto político que manda mucho en este país?), lo cual es altamente improbable que suceda. Las dos opciones que tiene Jonathan son evitar forjarse un enemigo y para ello darle a Yoli lo que parece estar buscando, o armarse de valor y dejarle claro que prefiere evitar cierto grado de acercamiento. Tal vez le vendría bien repasar el vídeo de aquella conversación entre Raquel López y Pepe Herrero, en la que este resuelve con maestría un problema semejante, tratado con tanta delicadeza como franqueza.

Lo que no cabe son estas medias tintas, cuya consecuencia no puede ser buena en ningún caso. Anoche Yoli parecía convencida de que era el momento de una retirada (“Una retirada a tiempo es una victoria”, decía Napoleón Bonaparte) cuando Jonathan le ofrecía un beso de buenas noches. Craso error que hizo confundir a Yoli. Un minuto después la tenía de nuevo colgada de su chepa. Jonathan bocabajo, ya digo que con los tapones de los oídos puestos, alternando los gestos de querer dormir con el típico de dar puerta (el canto superior de una mano golpeando trasversalmente la palma de la otra). O sea, que le estaba diciendo claramente, sin necesidad de abrir la boca, que se pirase. Y ni con esas.

En un momento tuve la esperanza de que Yoli hubiera entendido el mensaje porque se levantaba y apartaba de la cama del primo. Había tardado lo suyo, pero parecía haberlo pillado. Nada más lejos de la realidad porque al rato el realizador del directo nos ofrecía un oportuno plano, donde veíamos que Yoli se había hecho un hueco casi al borde de la cama de Jonathan. Este concursante estuvo anoche más serio y contundente que nunca, lo cual probablemente tenga que ver con el hecho de que justo antes de acostarse le había escrito algo en su blog a la “personita” que dice tener fuera de la casa. No valió de nada contarlo, porque Yoli no se dio por enterada.

No sé si se trata de alguien real o inventado, pero Jonathan debería tener la coherencia suficiente para dejar de hablar de esa persona especial de fuera mientras luego permita ese amable acoso de Yoli. O se enfrenta en serio a este problema y procura una salida digna para ambos, o pensaré definitivamente que el primo está haciendo el primo (estaba deseando hacer este cutre juego de palabras).

Es una bonita excusa lo del cumpleaños de la cabra, aunque no tuvimos un final de fiesta tan intenso como el del viernes. Hubo un momento que vi a Paula enfilando a buen paso en dirección a Lucía y pensé que ya teníamos el lío armado, pero fue una alarma infundada. Volvimos a ver a Paula poniendo en peligro la integridad de su pelvis, bailando en esta ocasión para que la viera Omar, Lucía y hasta el sursuncorda. Cuando la fiesta había terminado lo que tuvimos fue lloros por doquier.

Xamy lloraba por la mala conciencia de estar haciendo cosas que no debe. Tal vez estaba recordando que el domingo no perdió ripio de una conversación que mantenían las chicas de un elevado contenido erótico. Tanto fue así que en un momento dado tuvo que salir a ponerse agua fría en salva sea la parte. También puede ser que estuviera recordando un bailecito que había tenido un rato antes con Azahara, que en las fiestas es algo menos sosaina que de costumbre.

El llanto de Xamy provocó el de Fran, que asumió muy pronto el papel de padre de la criatura hasta empatizar de esta manera con ella. Llegué a pensar que Fran estaba convencido de que Xamy debía ser favorita entre la audiencia, pero detalles como el de anoche me hacen pensar que realmente le ha llegado al corazón. Omar y Lucía acudían a interesarse por Fran, llegando incluso a pelotearle en exceso. Lo cierto es que la pareja está teniendo dificultad para relacionarse normalmente con la mayoría de sus compañeros, por lo que se les ve esforzarse por ir poniendo a gente a su favor. Por eso se van acercando más a algunos compañeros, y lo hacen de una forma demasiado evidente.

Mención aparte merece el culebrón que anoche se montó Paula charlando con la ubicua Xamy. Esta le había contado a su manera la conversación que había tenido con Omar. “Le he dicho que debía disimular porque se le cae la baba contigo”, decía Xamy. Paula le cuenta que le da pena Omar porque sus ojos están tristes y no brillan como cuando estaba con ella. “Me ha arrancado el corazón y lo ha metido bajo tierra”, decía Paula con la mejor de sus voces de Teletubbie. Entonces apareció el rótulo de fin de la telenovela.

Omar justificaba los supuestos problemas de mala conciencia que alega Xamy diciendo que la cultura musulmana tiene un retraso de 500 años. Curiosamente no repetía el argumento cuando un rato después su hermanastro Alfredo se mostraba orgulloso de la cultura gitana, defendiendo sus tradiciones más añejas, machistas y opresoras hacia la mujer. Curiosa diferencia a la hora de tratar la historia de ambas culturas.

Al detalle de consolar a un Fran que lloraba tras la fiesta le podemos añadir el brindis propuesto justo al principio de la misma por los hijos del apoderado. A la propuesta de Omar se sumaba Lucía diciendo que sus hijos podían estar orgullosos del padre que tienen. Desde el lunes, ya zanjado y aclarado el tema conspiranoico, Fran está de muy buen rollo con Omar y Lucía. De todas formas, no termino de ver sincera la relación entre ambas partes, no sabría decir por qué.

Si hablamos de sinceridad, o más bien de falta de sinceridad, toca contar que Xamy recuperó anoche las teorías conspiranoicas de Fran para hacerlas suyas. Piensa que la relación entre Omar y Lucía es “un complot”, como ellos dicen. Anoche Xamy batió su propio récord de deslealtad, criticando a Paula y abrazándola después como si fuera su mejor amiga; o haciendo conjeturas sobre el supuesto montaje de la pareja y luego uniéndose a la conversación entre ambos para hacer un traje a quien se tercie. Omar decía anoche: “Yo a Shaima le caigo genial desde el primer día”. Ya, ya, si tú supieras.

Insisto en que me parece absurdo que se hable de montajes entre Omar y Lucía. Ahora bien, hay algo sobre la historia que no me cuadra, probablemente por culpa de la falta de sinceridad de Lucía. ¿Cómo es posible que afirmase el jueves pasado hablando con Mercedes Milá que desconocía que Omar fuera a ser concursante de Gran Hermano 15? Una cosa es que no tuviera seguridad absoluta, algo que sucede con todos los concursantes hasta un par de días antes del comienzo de su encierro. Pero lo de “no sabía que iba a entrar” no es cierto por inexacto.

No veo la necesidad de afirmar algo así cuando luego una de las primeras cosas que le dijo Omar tras encontrarse con ella en la casa es que vaya contradicción haber entrado como concursante cuando ni siquiera había querido salir en su vídeo de presentación. Si Lucía rechazó aparecer en el vídeo de presentación quiere decir que tuvo conocimiento de que salvo cambios de última hora Omar iba a convertirse en concursante de este programa. Más preciso que “no sabía que iba a entrar” hubiera sido decir “no estaba segura al cien por cien de que fuera a entrar”.

No es el único renuncio en el que he pillado a Lucía. El jueves pasado le informaba Mercedes Milá en plató que Omar y Paula se habían acostado. El diálogo fue exactamente como sigue.

Mercedes Milá: "Se ha acostado con ella, ¿lo sabías?".

Lucía: "No, no lo sabía. Bueno, pues nada".

Si Mercedes no hubiera añadido a la información la pregunta “¿lo sabías?” podríamos pensar que Lucía lo había entendido mal. Podría ser que hubiera interpretado que Omar y Paula habían dormido juntos, y no que habían tenido una relación carnal, o sea, que habían terminado copulando. Es cierto que la expresión utilizada es confusa porque la minicópula de diez segundos tuvo lugar en la ducha, imágenes que Lucía no vio porque cuando fueron emitidas ella ya andaba aislada previamente a su incorporación al concurso.

En otro caso podría ser que interpretase las palabras de Milá como que Omar y Paula habían dormido juntos en la misma cama, lo cual queda invalidado y desmentido desde el momento que a la pregunta “¿lo sabías?” ella responde que no. Sencillamente es imposible que Lucía desconociera que habían dormido juntos porque lo hicieron desde la tercera noche, repitiendo las doce posteriores. Está claro que Lucía sabía que dormían juntos, por lo cual es absolutamente imposible que interpretase de tal forma la pregunta.

Con buena voluntad podemos pensar que cuando le pregunta a Omar si han tenido relaciones está simulando no saberlo por dos razones: primero por no revelar información del exterior, y segundo por darle la oportunidad a Omar de que se lo cuente. Podría ser también que estuviera poniendo a su novio en un compromiso para comprobar si le miente. Lástima que esas bienintencionadas teorías se vayan al traste desde el momento que Lucía se muestra dolida en el ‘confe’ por haber descubierto algo que ya conocía.

Vale que engañe a Omar o utilice las tretas que sean dentro de la casa. Pero Lucía está intentando mentir y engañar a la audiencia si va a la sala de confesiones y convierte en un momento dramático el hecho de que se acabe de enterar de que Omar tuvo relaciones sexuales (una al menos) con Paula. Supongo que le debió parecer atractivo utilizar este tema para hacer el paripé. Siento haberle chafado la idea, pero no me gusta que me intenten engañar.

No está Vitín en su mejor momento pues anda con un gripazo importante, pero si pienso en su trayectoria durante estas casi tres semanas pienso que es uno de los concursantes que necesito conocer un poco más. Se me antoja que está lleno de luces y sombras, lo cual pone difícil la valoración.

Bien por Vitín y su defensa de Paula durante la noche de las cuatro horas. También bien por la defensa de sí mismo ante lo injusto de acusaciones como la de Luis el sábado, influenciado por las disparatadas teorías de Fran. Y mejor aun cuando Vitín se enfrenta con coraje a Omar diciéndole que se lo ha pensado y considera injusto ponerse en la palestra él cuando quien ha hecho las cosas mal es el propio Omar, responsable de la más que probable situación de nominados del trío. No solo eso, también le dijo que veía igualmente injusto que se expusiera Alfredo, quien se había ofrecido a ello. Finalmente, parece que Omar será quien se enfrente a una más que posible expulsión.

Ya no me parece tan bien ese Vitín bienqueda que pone una cara delante de Alejandra y Yoli distinta que a sus espaldas. Creo que a veces intenta complacer a todos y eso es su perdición. En este caso juega a congraciarse con su amigo Omar mostrando cierto desprecio a las primas, cuando se lleva mejor con ellas que con nadie.

Moleskine del gato

Omar es tan sobradito en las pruebas como en todo lo demás, aunque luego no sea capaz de hacer más que un par de vueltas y pida el cambio por haberse lesionado la rodilla. Ayer se refería a Mayka y Loli hablando con Lucía: “Qué incultas, macho. Cómo me revienta”. Hoy mismo veremos quién falla más en las preguntas de la prueba. Sería una ducha de humildad para Omar que fallase, y una fuente de conflictos esperada y deseada por muchos que no la superasen y se vayan a quedar sin compra. Alfredo puede montar en cólera. Me relamo.

Y dejo una imagen inédita que demuestra el auténtico tatuaje en el brazo de Lucía. Las cosas muchas veces no son lo que parecen, Gran Hermano es imprevisible, y tal y tal.

[Montaje @Tito_Soy]