Álvaro: "De la única persona que tengo dudas es de Sonia"
Si consideramos que la expulsión de esta noche es una lucha entre Igor y Sonia nos decantaremos por una de esas dos opciones, aunque un 1,18% de los votos hayan ido a parar a Nacho y los gemelos. Siempre hay despistados que no saben por donde andan. Ahora bien, en caso de no tener esa conciencia de que se trata de una especie de plebiscito para decidir si merece seguir en el concurso Sonia o, por el contrario, es Igor quien debería hacerlo, he de confesar que no votaría por ninguno de los dos.
Ayer conocimos el dato de los porcentajes ciegos, que eran estos a media tarde: 56,06%, 42,76%, 0,82% y 0,36%. Casi el 99% de los votos suman dos de los cuatro nominados. No hay duda de que esto es cosa de dos, y nadie en su sano juicio pensará que Nacho es uno de ellos. Si bien, esa sería mi opción esta semana. Sonia e Igor han sido básicos para esta edición a la que apenas le quedan tres semanas. Es verdad que a estas alturas no habrá muchas más opciones posteriores, estamos en la recta final y ya no es prioritario proteger el espectáculo o garantizar nuestro entretenimiento.
Pero claro, pensar que se tiene que marchar Igor o Sonia, permaneciendo ahí dentro un personaje anodino como Nacho se hace bastante cuesta arriba. Lo mismo podría decir de Juan Carlos, quien puede rivalizar en protagonismo con uno de esos pufs que tanto les gusta patear a los Montoya. Si no estamos pidiendo por activa y por pasiva el voto para Nacho no es por otra cosa sino porque viendo la polarización entre otros dos concursantes, cosa confirmada por los porcentajes ciegos, votar una de las dos opciones que suman poco más de un uno por ciento es más inútil que un cenicero en una moto.
No vale de nada votar a Nacho o a los gemelos. Es tirar el voto miserablemente. Dicho lo cual, no hace falta aclarar que mi voto iría para Sonia. Considero que ha sido una gran concursante, lo mismo que pasa con Igor. En mi caso se trata de una cuestión de principios. Resumiendo mucho, ambos concursantes representan cosas bien dispares. Igor es un concursante que confía en la lealtad de sus amigos y Sonia solo parece preocupada por su reputación dentro de la casa. Uno se ha dejado llevar, viviendo esta experiencia a tope y sin reparar en que algunas de sus espontáneas actitudes podían costarle caras; mientras la otra vive instalada en la hipocresía y la falsedad, obsesionada por controlar todo a su alrededor, empezando por los afectos de quienes la rodean.
No hace falta mucho más. Si me cuentan este argumento describiendo a los dos protagonistas principales de la forma que acabo de hacer, no me pensaría ni un nanosegundo a quien prefiero. Aunque por encima de esto, decidiría que los dos llegasen hasta el penúltimo episodio, por lo menos. Angela Channing o JR merecerían suficiente descrédito como para desaparecer de sus respectivas series, repentinamente fulminados por un guionista pendenciero disfrutando como nunca en su vida, pero nunca antes de la última entrega, si acaso la anterior para poder ver al resto de personajes desenvolverse sin ellos.
Pero esta historia la escriben varios tipos de guionistas, como bien cuenta Gilda Santana en su imprescindible libro: el guionista concursante, el guionista público y el guionista profesional. Los dos primeros han decidido que esta noche prescindamos de uno de los dos protagonistas, y demos así fin al enfrentamiento entre ambos. El momento con ellos dos solos en la sala de expulsiones será de gran intensidad, de eso no hay duda. Poca cosa para la pérdida que se ha de producir. A partir de ahí solo cabe analizar qué salida perjudica más al desarrollo posterior de lo que queda de concurso. Y de ese análisis también sale que esta noche sería preferible ver salir a Sonia.
Lo dijo ella ayer mismo: “Si me salvo voy a nominar a Susana y Álvaro”. Sonia se puede convertir en el principal obstáculo para Susana. Igor se ofrecía el jueves pasado a ayudar a esta concursante para intentar hacerla ganadora, pero ella no se deja. Imaginemos que se salva Sonia, tras lo cual el destino, los concursantes guionistas con sus nominaciones y/o la audiencia guionista a través de Appgree, deciden esta noche poner en la palestra a la propia Sonia con Susana y Raki. Cuando digo Raki podría decir Kristian, o incluso los gemelos. Sí, ya lo sé, muchos dirán que Susana se salva seguro. Pero si yo fuera ella preferiría no tener que comprobarlo.
La permanencia de Sonia sin Igor en el programa (como sospecho que pasará) es garantía de que Susana quedará siempre nominada, con el consiguiente gasto para sus seguidores, a partir de ahora dos veces por semana. El control de Sonia sobre sus afines, a quienes ella considera de algún modo súbditos, es suficiente para que a Susana le caigan siempre al menos tres votos. Sonia, Kristian, Raki, Juan Carlos, e incluso puede que Desi, pueden votar a esta concursante como si no hubiera un mañana. Sin Igor en la casa se convierte en la rival a batir.
Ayer mismo, Susana comentaba con Álvaro que esta semana apenas está cruzando palabra con Raki. Lo mismo con Juan Carlos. Ya se van despegando para que no cante La traviata su nominación. A pesar de ello, expresaba sus dudas tanto sobre Sonia como sobre Igor. Sin embargo,