La audiencia ha decidido

telecinco.es 29/06/2009 11:12

El título que encabeza este escrito forma parte de lo que ha dejado grabado en la memoria este programa. Junto a frases míticas que lograron identificar a algunos concursantes (la pierna encima, los papeles de la paella, el lado oscuro, el rincón de pensar, y tantas otras), la frase completa leída por Mercedes Milá en el momento de dar a conocer un nuevo expulsado, es algo más que un símbolo.

Podría decir, sin riesgo a quedar como un frikie exagerado víctima de la nostalgia entre ediciones, que forma parte de la memoria colectiva de los televidentes españoles: "La audiencia ha decidido, que debe abandonar la casa..." Sin florituras, de forma directa y expeditiva. Quien decidiera este texto merece un reconocimiento, porque no solamente ha grabado la frase en nuestras mentes, sino que logró poner hincapié en algo comúnmente aceptado, al igual que permanentemente discutido.

Llevo más de siete años repitiendo que el uso dado a la palabra tongo por parte de algunos y en relación con este programa, u otros formatos semejantes, no es correcto al no corresponderse con la definición dada del mismo en el diccionario de la única autoridad normativa en materia de lenguaje castellano. Según el DRAE, tongo es la "trampa realizada en competiciones deportivas, en que uno de los contendientes se deja ganar por razones ajenas al juego". Es evidente que no se refieren a eso los espectadores que valiéndose de medios como este blog acusan de tongo a la organización del programa.

Difícilmente podría el programa hacer que un concursante se dejase ganar, lo cual no está del todo en manos de los propios concursantes. Ni siquiera eso pueden, al estar siempre a expensas de una audiencia que decide, tal como dice en su inicio la frase de marras. Por tanto, debemos entender que cuando alguien formula esa acusación realmente quiere sugerir algún grado de manipulación, no tanto porque no sea la audiencia quien decida como porque esta se vea condicionada por determinados factores ajenos a ella.

Me llegó hace unos días este texto escrito por Rafa López, concursante de la cuarta edición, en el muro de facebook de Matías (o de su novia), compañero de edición y reciente concursante de Supervivientes. Previamente, el argentino había acusado a aquel programa de tongo, el mal llamado tongo. Rafa le manda ánimos con estas letras:

Dejando aparte que no veo al ex seminarista naufrago en una isla pasando calamidades (y sus faltas de ortografía), la acusación es poco velada, haciendo extensible su propia experiencia a la del destinatario de su misiva, supongo que por mero oportunismo. Digo esto porque apuesto cinco contra uno a que Rafa no ha visto el programa en el que ha estado participando su antiguo compañero de edición. Sorprendido con esta tardía queja hacia un programa al que pienso debería estar agradecido, quise darle la oportunidad de aclarar cual es esa semejanza tan exacta de la que habla. Pero la única respuesta de este personaje ha sido que no hablaba de tongo sino de la última semana de resúmenes, donde las imágenes se habrían centrado más en Pedro (ganador de esa edición) que en Desi (segunda clasificada) o en él mismo.

De forma que este caballero, sorprendente finalista de la cuarta edición (posiblemente más por pena que por otra cosa), acusa al programa de influir en la decisión de la gente. Es, poco más o menos, lo que llevo años leyendo sobre mi pobre influencia, tantas veces magnificada hasta el ridículo. Por fortuna, a los que dijeron que Pepe Herrero había ganado por el apoyo del gato, y quienes repitieron semejante argumento sobre Iván Madrazo, último y aún flamante ganador, siempre les puedo recordar que entre medias hubo otras dos ediciones, en cuyas finales no tuve a ninguno de mis favoritos. Es más, si he sido duro con algún concursante fue con Judith Iglesias, antes de alzarse con el triunfo en la novena edición.

No tienen semejante fortuna quienes realizan el diario y los vídeos del prime-time de Gran Hermano. Supongo que siempre habrá finalistas convencidos de su poca fortuna al haber sido tratados injustamente por las imágenes. Supongo que algo parecido pensará mucha gente cuando sepa lo que otros piensan o dicen de ellos, e incluso al ver su imagen reflejada en un espejo. Cuánta injusticia en la imagen devuelta por el espejo. Los espejos son auténticos enemigos... de la sinrazón.

Con acusaciones como esa se trata de dar la vuelta al programa, quien sabe si en la pretensión de que este se convirtiera en una ONG velando por los más desfavorecidos. Quizá no se den cuenta de que esto es un negocio, y también un espectáculo. Rafa pasó la mayor parte de su tiempo en la casa de Guadalix durmitando. Y el resto llorando. ¿Qué esperaba? ¿Acaso que sus apasionantes vídeos llenarían la programación de Telecinco para terminar dando la vuelta al mundo? El caso es que no lo piensa, estoy seguro de eso. No me cabe duda de que es consciente, mejor que nadie, de sus limitaciones como concursante, su limitado atractivo y las razones reales por las que llegó a la final. Entre otras cosas, gracias a alguna de sus compañeras y el atractivo de haber entrado como un supuesto seminarista, cuando había dejado de serlo tiempo atrás.

Se mire como se mire, del derecho y del revés, las imágenes que vemos responden no solamente a lo que pasa sino también a su potencial interés. De nada valdría que se esforzasen por promocionar a un concursante seta y desaborido. De igual forma que sería baldío tratar de alzar desde aquí a una figura así. Pero comentarios como el aquí reflejado contribuyen a generar dudas sobre la integridad de un programa de televisión, y por ende de quienes trabajan en el mismo.

Juan Luis Cebrián, en su reciente e interesante libro titulado El pianista en el burdel, dice lo que sigue:

Esa bruma tan bien definida por Cebrián se cierne sobre la televisión en su totalidad, sin apenas distingos. Cierto que el efecto en la opinión es limitado, por cuanto la audiencia sigue apoyando formatos como Gran Hermano edición tras edición. Lo cual no quita para que siga existiendo una especie de descreimiento sobre todo lo relativo a la televisión.

Contaré algo curioso. Vísperas del estreno de otro formato televisivo, concretamente ese concurso de talentos que pueden terminar convirtiéndose en estrellas de la canción, más conocido como Operación Triunfo, existía la duda sobre si volvería a ocupar su silla la 'prima donna' del jurado, ese implacable juez dado a insultar y menospreciar a todo el mundo, desde concursantes hasta el propio equipo que realiza el programa. Una periodista bien informada sobre el tema me aseguraba que la duda era real, dado que no había acuerdo entre las tres partes intervinientes, es decir, el propio miembro del jurado, la productora y Telecinco.

Una inmensa mayoría de gente se había pensado que era un montaje. Porque claro, en la tele casi todo es mentira y/o simulación. Pues no, no todo lo es. En este caso, como en tantos otros, hay más realidad de la supuesta. La bruma ha terminado por convertirse en espesa niebla que con frecuencia nos impide apreciar bien la realidad, y separarla de aquello que no lo es. Eso cuando no nos empeñamos en ver las cosas del revés, como la imagen especular que nos devuelve un vidrio azogado.

Y, cambiando de tema, ya han pasado más de dos semanas desde que se abrieran los teléfonos para participar en los castings, o pruebas de selección. Naturalmente no se sabe, ni se sabrá, nada referido a este proceso, y así debe ser. Si acaso puedo contaros un par de detalles que me han llamado poderosamente la atención del cuestionario inicial, el primero de los filtros que han de pasar los aspirantes a concursantes de la próxima edición. Voy a ello.

Junto a las preguntas habituales de carácter personal, hay un cuestionario cuyas dos últimas preguntas hacen recordar episodios de ediciones pasadas. Copio y pego aquí esas preguntas, gracias a una buena amiga:

  1. Autodefínete (tanto lo bueno como lo malo)
  2. ¿Qué es para ti lo más fácil y lo más difícil de convivir contigo?
  3. Aficiones
  4. ¿Te gusta tu vida actual? ¿Por qué?
  5. ¿Por qué te quieres presentar a GH?
  6. ¿Tienes la esperanza de reencontrarte con alguien que hace tiempo que no ves? ¿Con quién?
  7. ¿Te gustaría encontrar a un ser querido que no conoces? ¿A quién?

No hace falta ni decir que leer lo de encontrarse con un ser querido que no se conoce y recordar aquello de "¿eres mi hermana? vale, ¿tienes fuego?" es todo uno. No ha sido de lo más destacable que se pueda decir, pero desde luego nos hizo reír un rato. Las dos últimas preguntas podrían indicar que tendremos nuevos reencuentros y concursantes relacionados entre sí de alguna manera, aunque también puede que no encuentren nada por ahí. Esto también forma parte de la sorpresa habitual. Una sorpresa que en este caso aún se hará esperar más de dos meses.

Actualización: (30 junio 2009 a las 11:05)

A modo de curiosidad. El texto al que me refiero y reproduzco en esta nota, publicado por Rafa López en facebook, ha sido retirado.

Decía aquí mismo el autor ayer que se trataba de un escrito privado, acusándome de no pedir permiso para publicarlo. ¡Pero qué barbaridad! De privado nada. La realidad es bien distinta. Ese texto fue publicado en el muro de un grupo público de la red social referida, en el cual puede entrar cualquiera, incluso sin ser usuario de la misma. Se trata de un grupo llamado MATIAS GANADOR DE SUPERVIVIENTES 2009, creado por Pepa Mora, novia de Matías.

Según reza bajo el epígrafe 'Tipo de grupo': "Este grupo es abierto. Cualquiera puede unirse e invitar a otros a hacerlo". Esto es fácilmente comprobable, dado que cualquiera puede entrar a leer (http://www.facebook.com/group.php?gid=57018357910&ref=mf). Hasta ayer, aparecía publicado con fecha 14 de junio el comentario que reproduzco unas líneas más arriba en ese grupo público y abierto. Ahora ya no está.

Por si había dudas, antes de ser eliminado tuve la precaución de hacer esta bonita captura.

Y en cuanto a las faltas de ortografía es lo de menos, no es importante. Eso sí, yo cuento al menos tres, así a bote pronto.