Bea y Rodri evitan en el apartamento lo mismo que en la casa

Bea y Rodri

Analizar ‘realities’ es para el gato tan satisfactorio como formar parte de ellos para sus concursantes. El placer de ver frente al de ser visto.

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La estancia de Bea y Rodri en el apartamento está siendo infructuosa. Pretendíamos que tuvieran las condiciones más propicias para que se animasen a dejar de evitar lo que han estado evitando en la casa estos últimos días, pero ni así lo vamos a poder ver. Bea sigue sin decirle a Rodri aquello que Rodri ya sabe y disimula como si ninguno de los dos supiera lo que sucede. Mientras tanto, Rodri se hace el despistado y hace ver como que no sabe lo que Bea está evitando decir, aunque ella está segura de que Rodri lo sabe perfectamente y anda disimulando porque no quiere aventurarse a hablar hasta que ella se anime a decir eso que los dos ya saben.

¿Resultado final de tan absurda situación? De momento, la frustración de esa parte de la audiencia que se ha dado cuenta de que en el apartamento hay dos personas que evitan hablar de algo que ambos saben que el otro conoce. Además, la estampa resulta así en general bastante mustia y hasta diría que desesperante. Mantener ese juego de disimulo mentiroso un par de horas puede llegar a ser gracioso, pero dos días enteros conviviendo aislados del resto las 24 horas lo hace cansino y prescindible. Bea y Rodri no están siendo generosos con el espectador, ni francos con ellos mismos. Dudo mucho que esa historia pueda tener un buen final habiendo comenzado tan mal.

Lo único interesante que he escuchado procedente de esa estancia antes conocida como contraclub y en su día apartamento de Friends (ocurrencia de mi querida Marta de GH 12+1) fue algo dicho anoche por Rodrigo. “¿Te has dado cuenta de que a raíz de que se salvase Adara han salido todas las parejas?”, preguntaba Rodri. Como cabía esperar, Bea puso cara de circunstancias que mudó en seguida por el gesto pícaro tan habitual en ella. Si hubiera un lector de pensamientos conectado a la cabeza de la naranjita apuesto a que en ese momento mostraría el rótulo parpadeante que diría: “Tierra trágame”.

Tengo dicho que Rodri es de los más listos entre quienes habitan esa casa, y lo demuestra con su reflexión sobre el florecimiento de parejas, que en realidad ha sido una recolecta de calabazas. Hay cierta intención en la reflexión porque Rodri posiblemente esperaba ver si Bea se daba por aludida. Eso hubiera podido suponer el desbloqueo de la situación entre ellos, de la que he hablado unos párrafos más arriba. No picó ese anzuelo Bea, aunque tampoco negó nada. Es posible que influyera en el florecimiento de incipientes parejas tanto que se salvase Adara como la entrada de Rebeca. Ambas circunstancias han tenido esa consecuencia, lo cual es digno de estudio y merece un cierto desarrollo. Ya dije aquí lo que pensaba sobre la repentina declaración de Clara a Fer. Algo parecido pienso de que Miguel haya pasado de juguetear en el ‘confe’ con la idea de que realmente estuviera encaprichándose de Pol, algo que había hecho de forma episódica, a hablarlo entre sus más afines y convertirlo en eje de un drama de telenovela totalmente increíble.

El caso de Bea es posiblemente por contagio. También puede que presagiara la recolecta de calabazas y quisiera participar de su reparto. Pero está claro que Bea llegó al apartamento y empezó a echar de menos a Rodri, lo cual fue seguido por ataques repetidos de celos cada vez que pensaba en la posibilidad de que se fuera a liar con las nuevas o cuando veían en el plasma la fiesta de la casa. Bien podrían haber conectado anoche con la casa en momentos concretos de la fiesta donde Rodri era criticado o menospreciado por algunos de sus compañeros de grupo, como Clara y Miguel, arietes del ‘equipo veneno’. Ese equipo es triangular cuando se incorpora Fer, y se convierte en plaga con Noelia entre ellos.

Frase 020

Esta última madrugada terminó con Clara, Miguel y Noelia indignados porque todos los demás estuvieran comiendo huevos fritos con patatas. Son la amargura personificada, además de arrastrar kilos de hipocresía casi siempre. Noelia estuvo a poco de compartir mesa y mantel, aunque finalmente evitó manjar tan rico como los huevos con patatas. Eso pasa por presumir de tener la despensa llena, algo que hizo anoche Fer de forma repetida en medio de la fiesta conmemorativa del descubrimiento de América. Terminé pensando que iba a organizar visitas guiadas a la despensa de la casa, explicando uno a uno a los visitantes cuántas latas de atún les quedan.

El recuento me lo sé de memoria después de que Fer, con el pecho inflado y moviendo su plumaje, se lo contase uno a uno a varios de sus compañeros de encierro. A saber: 24 latas de atún, 15 kilos de patatas, 6 docenas de huevos, kilo y medio de carne, arroz, pasta, legumbres, tomate, cebollas, ajos, berenjenas, calabaza, calabacines y una lechuga. Eso sí, ni pizca de leche, aparte del litro escondido por Montse con la complicidad de Clara. Cuando salió ayer la leche escondida pensé en toda la comida que terminará apareciendo tras permanecer un tiempo escondida. No me equivocaba, porque Clara reconoció tener sus huevos escondidos. Y digo “sus huevos” porque así lo expresa ella, aunque me parece una apropiación indebida. Tal vez alguien debería advertirles de que está prohibido esconder comida, del mismo modo que no la pueden repartir. Por tanto, incumple las reglas doblemente Clara si es cierto que esconde unos huevos.

Súmase este flagrante incumplimiento de las reglas, que hemos conocido por confesión de parte, al resto de los que se están sucediendo sin que el programa haga nada por evitar. Recuerdo aquella noche de GH 7 en que el ‘súper’ pedía a todos la devolución de la comida escondida, y salió todo un cargamento de armarios y canapés. Entre aquellas cosas que algunos concursantes están haciendo contra las normas me da especial rabia que se permita nominar dando razones absurdas como: “Porque canta mejor que yo y tiene una sonrisa muy bonita”. Nos pasamos toda la segunda edición escuchando cosas así al nominar, lo cual fue después prohibido. Así figura en las normas de la casa que dan a los concursantes y leen siempre el primer día. Según ese texto, dar razones disparatadas al nominar puede ser castigado con la anulación de las nominaciones de ese concursante, lo cual no ha pasado jamás.

Vuelvo al tema de la compra y la comida escondida. Las razones dadas por Montse para justificar que escondiese un litro de leche son igual de disparatadas que las esgrimidas por algunos a la hora de nominar. Quería motivarles en la prueba, a ver si pedaleaban más rápido, dice la granjera. Llámenme obtuso, pero no entiendo por qué iban a estar más motivados quedándose sin desayunar. Tampoco entiendo que Montse no sacara la leche esa mañana, una vez acabada la prueba el día anterior y dada por no superada, en lugar de hacerlo en el almuerzo. Como pasa casi siempre, solo Bárbara y Adara cuestionaron la actitud de Montse. Los demás quedaron callados, como es habitual. Pero Gran Hermano no se gana desde el silencio ni evitando el conflicto.

La discusión doméstica sobre si consumen demasiada leche o no es tan aburrida como evitable, pero fue argumento de discusión ayer, igual que la acusación de algunos a Alain por comer más que nadie en la casa. No se atrevieron a decírselo a la cara, pero el francés lo planteó en la mesa del comedor, con esa tranquilidad de la que hace gala. Solo tomó la palabra Miguel para confirmar que para él Alain come más que el resto. Clara se había pasado todo el día machacando a este concursante por esa razón, pero solo intervino cuando se vio forzada por Miguel, quien socializaba el conflicto al decir que no lo pensaba solamente él. Está claro que ayer Alain fue puesto en el objetivo nominatorio del grupo dominante, y la acusación de comer mucho fue punta de lanza para dirigir los votos hacia él.

Fiesta

Alain es demasiado inocente para este juego, sobre todo al lado de víboras como Miguel, Fer o Clara. A pesar de eso salió bien de este envite cobarde. “Comí un poco más porque ese día hice 70 kilómetros. Si hubiéramos dado más todos en la prueba la hubiéramos pasado y no estaríamos mirando a ver quién come más”, decía Alain, y casi me hace aplaudir con las orejas. Por cierto, el regreso a los fogones de Fer se consumó ayer mismo. Lo de husmear lo que otros comen ha llegado al extremo de revisar la basura para controlar los cartones de leche consumidos. Prometo que lo he visto hacer a Fer. Hay algunos expertos en la husmeada, que igual meten las narices en la basura como en las braguetas ajenas. Los mismos que parecen tan preocupados por fiscalizar los besos (morreos, dicen) entre Adara y Pol también están pendientes de lo que come Alain. Están viviendo su concurso a través de los otros.

Sobre el consumo de leche creo que se equivocan Fer y Clara al considerarlo excesivo. Lo pienso por dos razones. Primero porque si no hay nada que tomar entre horas lo normal es que la gente acuda a hacerse un vasito de leche. La teoría de Fer, ‘el cocinero vengativo’, sobre no comprar nada que se pueda comer fuera de las comidas es un error descomunal. Y segundo, porque si compraron 36 litros de leche, de los que descontando el escondido por Montse y Clara quedan 35 litros, y tenemos en cuenta que son 13 personas, en cinco días han consumido una media de medio litro por persona.

¿Es excesivo el consumo de medio litro de leche por persona y día? Pues no. Precisamente se trata del consumo diario recomendado. Según las fuentes consultadas se habla de entre 2 y 4 raciones de leche al día. Cada ración es entre 200 y 250 ml, con lo cual estamos hablando de entre 400 ml y un litro. Otros hablan de 3 vasos diarios, lo cual estaría entre 600 y 750 ml. O sea que medio litro de leche al día es más que razonable. Luego está la mentira de la estadística, según la cual si tú te comes un pollo y yo no como nada los dos habremos comido medio pollo. En esa casa algunos habrán consumido más leche mientras que otros ni siquiera se han bebido su medio litro. Nada que no pase siempre y sea lógico. Es más, no todo el mundo toma leche. La conclusión final es que si falta leche es porque no compraron suficiente.

Después de este recital de obviedades nada me puede apetecer más que hablar bien de alguien. Bárbara cada día me parece mejor concursante. Rápida e ingeniosa en la respuesta, con coraje y dominio de la situación, se mueve con soltura entre una siempre eficaz demagogia y la razón de los argumentos incuestionables, esos que tanto me gustan. Como enfermo amante de Gran Hermano que soy me reconforta ver a esta concursante. Observo en ella trazas de otros grandes concursantes. Mezcla la visceralidad con toneladas de racionalidad. Es calculadora, aprovecha como nadie las situaciones en su favor. Que sean los demás quienes descubran sus miserias y contradicciones con tan solo darles un poco de pie.

Bárbara es como esos ornitólogos que para capturar un ave le ponen un palito y con paciencia esperan que se suba. Una vez encima del palo ya es suyo el pajarito. Bárbara captura pájaros como si encerrase pokémons con un inacabable cargamento de pokéballs. Y, por si fuera poco, lo hace con gracia. Ayer explicaba que no hace habitualmente deporte para enfatizar su esfuerzo en las bicicletas de la prueba, y añadía: “Lo máximo que hago son las escaleras mecánicas de El Corte Inglés”. ¿No es maravillosa? Diva Barby Cacu.

Noelia

Moleskine del gato

Ayer volvieron a tener un tenso intercambio psicológico Clara y Fer. Nada nuevo salvo que Clara llegó a atreverse a acusar a Fer de estar haciendo con Rebeca lo que antes hacía con ella. No me lo ha parecido, pero si fuera así no entiendo su sorpresa ni veo ofensa alguna. Si dice que se va a apartar de él y ya sabiendo sus sentimientos, normal que Fer evite tener con Clara los abrazos y mimos que nada le impide dar a Rebeca. No debemos perder de vista que no son pareja, ni nada que se le parezca. Fer le ha dejado bien clarito que no hay un sentimiento recíproco por su parte. ¿Qué diablos le está exigiendo Clara? Esta moderna Alex Forrest va a terminar llevando su Atracción fatal hacia Fer demasiado lejos.

Algún día habrá que hablar de Noelia. Voz de pito impostada y mirada sombría, se me antoja más artificiosa que Miguel. Y ya es decir. De momento se está marchando de rositas, tanto en comentarios como en nominaciones. Me lo apunto para otro rato, aunque todo lo que llevo viendo de ella desde hace un par de días pinta realmente mal. Anoche parecía muy ofendida porque Bárbara le había dicho que pronto saldrá nominada. Parece que debiera ser intocable, por alguna extraña e inexplicable razón.

Montse debe salir hoy para ejecutar su plan de triunfar en los platós hablando mal de algunos compañeros, más bien compañeras, las mismas a las que lleva machadando días, particularmente desde que está nominada. Anoche repartía consejos de lo que deben hacer en el concurso. Me pareció hasta tierno. Tras más de un mes de encierro sigue igual de descolocada que el primer día. Ya dije que prefiero mil Beas a una Montse, porque a Bea me creo capaz de calmarla (Rodri no lo hace mal), pero no podría revivir a Montse.

Esta noche tenemos una fiesta, con Jorge Javier como maestro de ceremonias. Hace interesante esta gala otra expulsión con posible efecto balancín y, sobre todo, lo que habrá de pasar con El Club. La semana de la audiencia es el mejor momento de cumplir aquello que decían las promos antes de empezar: “Algo está cambiando”. Que así, sea. Amén, hermanos. Os dejo bendecidos.

Dejo cartelera, con Clara en Hulk. Como siempre, por Montse Juanilla.

Cartelera: Hulk

Y ya no estoy.