Belén también hace trampa simulando una falsa bajada de azúcar

telecinco.es 09/02/2015 10:07

Las trampas de Belén en las nominaciones del pasado jueves obligaron al programa a tomar una decisión inédita en la historia de Gran Hermano. Nunca antes se habían anulado unas nominaciones, obligando a repetirlas. El mismo viernes se avisaba en la casa que al haberse detectado ciertas irregularidades el programa iba a tomar medidas, lo cual se les comunicaría el domingo. Genial idea la de tener al grupo durante más de dos días en vilo, especulando sobre lo que habría de pasar.

Además de volver a nominar ayer, hubo sanción para Belén por ser responsable de que algunos concursantes eligieran el teléfono rojo el jueves pasado condicionados por la recomendación de quien ya había nominado. En realidad, Belén no habría llegado a la conclusión de que era mejor el teléfono rojo de no ser porque Sandoval también se fue de la lengua. Revisando el vídeo del momento es curioso que cuando ambos intercambian información hablando a media voz en la cocina, algunos de sus compañeros se lo recriminan, e incluso le piden al súper que intervenga, lo cual este hace.

Tras hablar con Sandoval, Belén ya sabe que el teléfono rojo reparte el doble de puntos que el verde, lo cual le lleva a recomendar esa elección a los más cercanos. La diferencia entre lo sucedido y la versión innecesariamente dulcificada que contaba anoche Belén es que sí dijo que ese teléfono suponía nominar a tres compañeros. Después de una de las ocasiones en las que dijo “Rojo” extendió tres dedos delante de su rostro, momento que no pudimos ver anoche en el Debate. La imagen que dio la vuelta en la red el jueves por la noche no fue mostrada por el programa, pero existió.

De forma que repetición de nominaciones y sanción para Belén, consistente en no poder nominar en esta ocasión. Tanto dentro como fuera de la casa hubo quien deseó una sanción mayor, como es la nominación inmediata de la principal causante de esa repetición de nominaciones. Insisto en que Sandoval fue clave para que Belén tuviera información suficiente y decidiera recomendar coger al teléfono rojo, lo cual no solo hizo con Ylenia sino con algunos otros, como Israel.

Entiendo que algunos consideren pequeña la sanción a Belén, sobre todo teniendo en cuenta que ella dispone de muchos puntos a repartir, lo cual hace a través de sus entusiastas palmeros. En todo caso es algo que no está regulado y es potestad del programa tomar la decisión que consideren oportuna, por lo que no hay decisión mala posible. La sanción le fue comunicada a Belén en la intimidad de la sala de confesiones y antes se le había advertido que la podría comunicar a sus compañeros o no, dependiendo de su decisión. Belén prefirió no decirlo y después supimos por qué. “Estas se han creído que la sanción era estar yo nominada por el programa, por eso no me han nominado”, decía Belén. Esto me hace pensar que no compartió la sanción con sus compañeros esperando este efecto, beneficioso para ella.

Ignora Belén que el ‘súper’ fue advirtiendo a cada compañero que las únicas compañeras a las que no podían nominar eran Ángela y Chari, por lo que no tuvieron duda alguna de que el nombre de Belén sí lo podían pronunciar. Que no lo hicieran ni una sola vez es otra cosa, por otra parte, inexplicable. De manera que deben repetir las nominaciones y pesa sobre todos durante un par de días la acusación de haber hecho trampas. Pero no nominan a Belén cuando se descubre el pastel y pueden incluso ver el vídeo en el que esta compañera se pasa por el forro de sus caprichos la petición del ‘súper’ de no decir nada a nadie. No lo entiendo.

La decisión de no compartir su sanción con el resto de compañeros no deja en buen lugar a Belén. Se corresponde poco esa actitud con alguien que presume de ser clara y llamar a las cosas por su nombre. ¿Qué podría llevarle a ocultar una cosa así? Dado que dos de sus más afines quedaban anoche nominados por su culpa y el resto ha estado soportando durante estos días el peso de la duda sobre lo que podía haber pasado, bien habría hecho Belén en no ocultar su sanción a los demás. Supongo que al final todos lo terminarán sabiendo, razón de más para adelantarse y ayudar a mantener su fama de persona clara y sin dobleces.

Belén dijo anoche que no sabía por qué había hecho esto, aunque no parece muy difícil adivinar que para beneficiar a su guardia pretoriana. Tampoco en esto está siendo clara. También agradeció que la sanción fuera solo para ella y no para el grupo, incluso me pareció verla rebosante de felicidad cuando le fue comunicada en privado. Supongo que se esperaba algo más grave, y por eso lo encajó como una buena noticia. “Parece que te han dado una buena noticia”, le decía Ares, y no se equivocaba mucho. Las trampas de Belén fueron calificadas por ella misma como un “error”, curioso eufemismo que incide en la misma observación hecha ya dos veces antes por este insistente gato: Belén dice ser clara sin serlo.

Durante este fin de semana he reflexionado sobre si Belén tuvo la actitud sancionada anoche conducida por un impulso tramposo o por simple desobediencia. Casi todo el tiempo he estado más cerca de pensar que Belén es desobediente, especialmente en la situación que vive, desde su atalaya de personaje poderoso reclamado en muchas ocasiones, como cuando se hace una versión con famosos de Gran Hermano. Sería algo así como el síndrome de hibris (hubris, según otros), o enfermedad del poder, que lleva a perder la perspectiva de la realidad.

Hibris significa desmesura en griego, y hace referencia a un intento de transgresión de los límites impuestos por los dioses a los hombres mortales y terrenales. Una transgresión a menudo inspirada por las pasiones exageradas. En la actualidad este mal del poder estaría asociado a la falta de conocimiento, interés y estudio de la historia, combinada con un exceso de confianza y una carencia de humildad. Visto así parece que cuadra bastante con la personalidad de Belén, para quien el ‘súper’ no sería autoridad suficiente como para obligarla a obedecer.

Mi duda entre considerar a Belén tramposa o desobediente se terminó anoche tras ver cómo fingía la madrugada del sábado una bajada de azúcar falsa. En ese momento me decanté por pensar que sencillamente tiene una ausencia de principios importante. No tener principios igual le lleva a no respetar las reglas impuestas y hacer trampa que a jugar con su enfermedad. El fin justifica los medios para ella. He de decir que anoche me llevé las manos a la cabeza (es textual) cuando vi a Belén utilizando su diabetes sin pensar en que podía preocupar falsamente a algunos compañeros. No salgo de mi asombro.

La maniobra de Belén es muy torpe porque bien podrían haberla descubierto, o cuando menos dudado de que realmente estuviera diciendo la verdad. De repente aparece por el salón como una sonámbula, lo cual claramente finge. Coman se preocupa por ella y se le acerca para preguntar si se encuentra bien. Belén responde: “Me estará bajando el azúcar”. De forma que no está segura de si realmente le está bajando o no, según su respuesta. A renglón seguido le pregunta Ares si se ha tomado medición y Belén contesta que sí, que está a 50, nivel bastante bajo y preocupante. En la cocina se come una galleta y regresa a la cama. Entonces le cuenta sin pudor a Sandoval que ha ido para ver quiénes estaban, fingiendo una bajada de azúcar que era mentira.

¿En serio hizo eso? Aunque lo haya visto me sigue costando asumirlo. La falta de principios llega a límites insospechados. Es mucho más grave de lo que nunca había llegado a pensar. Tenía toda la razón Olvido cuando recordaba las veces que la acusaron de estar jugando con la enfermedad de Belén, especialmente el adivino de la melena lacia, que anoche no estaba en plató y yo apenas soy capaz de recordar su nombre. Ahora sabemos que quien sí juega con su diabetes es la propia Belén. ¿Quién me dice a mí que esto mismo no lo ha hecho antes más veces? Tal vez el programa debería exigir a Belén que a partir de ahora muestre a cámara en el ‘confe’ la medida cada vez que se la toma, para que le sea imposible tal engaño.

Volviendo a la repetición de las nominaciones, esa historia hubiera salido mejor de no ser por el impulso de Ares que le hizo confesar delante de Belén y Sandoval que la misma noche del jueves había acudido al ‘confe’ junto a Aguasantas con el libro de las normas de Gran Hermano para reclamar irregularidades en las nominaciones. En realidad, el cerebro de esa operación fue Aguasantas, que imaginó lo sucedido. No vio a Belén diciendo “Ylenia, el rojo”, pero lo supuso por la elección de los que nominaron después que ella, puesto que al finalizar las nominaciones todos revelaron el teléfono utilizado. Aguasantas dio en el clavo de manera magistral.

No procede contar ciertas cosas, más cuando era muy poco probable que se fueran a enterar de ello. Inexplicable que Ares cometiera una torpeza tal, que puso a Belén sobre aviso y le dejó advertir a sus compañeros que ella había dicho lo del teléfono rojo y estaba dispuesta a asumir la sanción que fuera. Aún así, la audiencia sabe que Belén no está diciendo la verdad cuando niega haber hablado de puntos. Esta torpeza se suma a la de ir al ‘confe’ con el manual de reglas del programa, puede que lo más repipi que he visto hacer a un concursante. Terminado el debate Coman comentaba con Ares en la cocina que le parecía muy fuerte lo que había visto en el vídeo. Ylenia lo escuchaba e iba con el cuento a Belén, quien le pedía explicaciones a Coman. “¿No he dicho yo esta tarde lo del teléfono rojo? ¿Entonces por qué dices que es muy fuerte?”, preguntaba Belén. Como si fuera ella la única que pudiese valorar su propia actitud. De hecho, lo lógico es que sean otros quienes lo hagan.

No fue el encontronazo de Coman con Belén lo único destacable tras el Debate. Sandoval se cruzó con Aguasantas en el salón y sin ningún motivo aparente le espetó: “Tenía razón Raquel Bollo en todo lo que ha dicho sobre ti”. Después de eso se burló un poquito de la ‘gitana’, lo cual suena muy bien cuando se dice con cariño y horrible en medio de una burla. Aguasantas no paró de llorar durante mucho rato, consolada por Ares y Ángela principalmente. Chari también se acercó, incluso Ylenia, aunque esta esperó a salir del ‘pueblo’ para ello. Lo prioritario es lo prioritario.

Tras mucho darle vueltas y con sus buenas dosis de mala conciencia encima, Israel, Belén y el propio Sandoval se presentaban en el salón para interesarse por Aguasantas. Sandoval se disculpó, reconoció haber ido a hacerle daño y le dio un abrazo. Lástima que lo terminase estropeando porque al volver al dormitorio decía: “Una vez más lo hago por vosotros”. Perdones poco sinceros los de algunos. Me sigue sorprendiendo que alguien reconozca la intención de hacer daño, lo cual no es la primera vez que escucho en esta edición VIP. En ese caso, lo peor es la intención.

Nominaciones

Las nominaciones repetidas quedaron así:

Coman - Víctor 2 / Ylenia 1

Víctor - Ares 2 / Aguasantas 1

Ares - Ylenia 2 / Víctor 1

Fede - Ares 2 / Aguasantas 1

Ylenia - Ares 2 / Coman 1

Israel - Ares 2 / Aguasantas 1

Aguasantas - Víctor 2 / Israel 1

Nominados Ares (8 puntos), Víctor (5), Aguasantas (3) e Ylenia (3). La terna que salió de las nominaciones del jueves pasado queda modificada saliendo Coman y entrando Víctor e Ylenia.

No puedo llegar a comprender que Ares y Aguasantas jueguen tan mal. Ares repitió nominados, aunque cambiando el valor de sus votos, y Aguasantas cambia a Fede y Belén por Víctor e Israel. ¿Por qué esta concursante VIP siempre tira uno de sus votos? Nadie más nominó a Fede el jueves, lo mismo que pasó anoche con Israel. Tampoco en el otro bando parecen muy centrados porque Israel podía haber evitado que Aguasantas quedase nominada, consiguiendo un dos contra uno (Víctor e Ylenia frente a Ares) muy peligroso para Ares. Ahora las cosas están igualadas, con un dos contra dos que probablemente no pueda evitar la expulsión de Ares, que hoy por hoy veo inevitable.

El empate entre Ares y Aguasantas con dos de los palmeros de Belén llega en un momento singular, con la balanza muy inclinada hacia el lado de las dos primeras. La madrugada del sábado ambas se partían de la risa porque Aguasantas casi se va de la lengua delante de Chari y Ángela, tras haber advertido ella misma que debían tener cuidado con las nuevas. Aguasantas estaba eufórica esperando el momento del domingo en que descubrieran las irregularidades en las nominaciones. Anoche volvían a reír con ganas cuando se dieron cuenta de que sin pretenderlo (y jugando fatal, añado) habían logrado el empate entre Ylenia y Víctor.

Aguasantas y Ares han logrado mejorar su popularidad en muchos enteros. Lástima que Ares tenga ese impulso inevitable de hacer la pelota a Belén. Lo hace continuamente y sin descanso, lo cual le resta credibilidad para presentarse como antibelenista. Solo Aguasantas parece mantener cierta dignidad, no solo en el dúo, sino casi me atrevo a decir que en la casa entera.

Moleskine del gato

Días como hoy provocan la frustración en este gato escribidor, por no poder hacer referencia ni a una décima parte de lo que me gustaría. Espero poder recuperar cosas de este jugoso fin de semana en próximos días. De momento lo debo dejar aquí, aunque no me resisto a terminar señalando esa sonrisa que se le escapó a Aguasantas viendo el vídeo con las trampas de Belén. Solo con eso me ha terminado de ganar.