Belén le chiva a Ylenia el secreto de unas nominaciones especiales

telecinco.es 06/02/2015 09:30

“El teléfono rojo”, dice Belén con una mano tapando lateralmente su boca y confiando en que se lean correctamente sus labios. Al mismo tiempo, extiende tres dedos, lo cual completa la pretendida información, muy probablemente dirigida a Ylenia. Una información que debían mantener todos en secreto. Es imposible que Belén no se enterase de la petición de mantener oculto el secreto de unas nominaciones especiales, porque minutos antes ella y Sandoval habían recibido la advertencia del ‘súper’, que les pedía mantener “silencio absoluto”.

El secreto de las nominaciones consistía en realizarlas por medio de dos teléfonos, uno de color verde y otro de color rojo. Eligiendo el primero tenían que marcar el número 120 y por el segundo el 123. El número era una pista sobre las consecuencias de nominar a través de un teléfono u otro. Al otro lado de la línea se encontraban las dos nuevas VIP que concursan desde anoche, que son Ángela Portero y Chari Lojo. Ellas les indicaban cómo debían nominar: por el teléfono verde 2 nominados con 1 punto y 2 puntos; por el teléfono rojo 3 nominados con 1 punto, 2 puntos y 3 puntos.

La diferencia entre ambas opciones era poder repartir 3 o 6 puntos en las nominaciones, lo cual no es un tema baladí. El ‘súper’ se encargó de pedir a cada concursante que no dijera nada a sus compañeros, aparte de alguna advertencia posterior, como he contado antes. Sin embargo, Belén no cumplió esa regla procurando una ventaja a favor de Ylenia. Esta concursante fue la única que pudo imaginar parte de la mecánica antes de entrar a la sala de confesiones. Y, sobre todo, habría tenido una indicación inequívoca de que era mejor nominar por el teléfono rojo.

Esta maniobra pone en solfa el propio resultado de las nominaciones. Si las nominaciones de Ylenia se hubieran anulado por la trampa de Belén no habría sido Coman quien formase parte de la terna de nominados sino Sandoval, aunque de esos resultados hablaré un poco más adelante. A Aguasantas le pareció que Belén hacía trampa, según contaba esta madrugada. “Yo creo que Belén ha hecho alguna señal a Víctor o a Ylenia para que cogiera el rojo", decía. Aguasantas ha despertado tarde, pero lo está haciendo de forma magistral.

Admiro aquellos que saben caminar bordeando las reglas del mismo modo que detesto a aquellos que se las pasan por el forro de sus caprichos y hacen lo que les viene en gana. La prepotencia de Belén en cosas como esta ensombrece su actuación en el concurso, que cada día me está gustando más. Aunque la ausencia de consecuencias cuando algo así se produce es en realidad culpable del chivatazo que le pegó anoche Belén a Ylenia. Es algo que he pensado siempre. Por ejemplo, cuando a los concursantes se les dice que han de quedarse “congelados”, moviendo lo mínimo posible hasta el último músculo y sin pronunciar palabra. Normalmente, no se les advierte de consecuencia negativa alguna si no lo hacen bien, por lo que hemos visto gente gesticulando, riendo y hablando mientras debían estar “congelados”.

Lo pensé este mismo lunes cuando a cambio de dejar dormir en su cama a uno de los habitantes del infierno durante una noche se pedía a Israel que no hablase y se comunicase con sus compañeros únicamente por medio de la pizarrita y el rotulador que le proporcionaron. Ni una palabra sobre las consecuencias de no cumplir con esa condición, por lo cual bien podría habérsele ocurrido hablar sin reparo prescindiendo de escribir en la pizarrita. En caso menos extremo, al no haber ninguna amenaza se está facilitando que el concursante se relaje y no cumpla a rajatabla lo que se le ha pedido.

Es cierto que es incómodo estar imponiendo una amenaza permanente sobre algo que se supone deben cumplir con solo pedírselo. Pero en casos de especial importancia, que pueden decidir el resultado de unas nominaciones, bien harían en plantearse hacer las advertencias oportunas para evitar situaciones incómodas. Un chivatazo como el de Belén pone en duda la legitimidad de las nominaciones, lo cual igual se podría haber evitado advirtiendo que quien no mantuviera en estricto secreto el modo de nominar quedaría automáticamente nominado, por ejemplo.

Ahora nos encontramos con que Ylenia nominó teniendo una ventaja con respecto al resto de concursantes. ¿Qué hubiera pasado si Aguasantas o Ares hubieran sabido que era mejor elegir el teléfono rojo? Nunca lo sabremos, pero entre las dos hubieran podido repartir 6 preciosos puntos. Con ese extra de puntos las cosas podrían haber salido de forma definitiva diferente. Veo inconveniente y peligroso que a Belén se le siga consintiendo todo. No en vano, me pareció entender esta madrugada que Ares se estaba planteando ir al ‘confe’ para acusar a Belén de hacer trampas. No sé lo que podría pasar si finalmente esto sucede, pero estará siempre presente el peligro de que todo termine estallando.

Laura fue la tercera expulsada de esta edición VIP. Kiko Rivera impidió con su estampida que supiéramos el resultado de su enfrentamiento con Laura en el banquillo de nominados. Pero en el duelo particular de anoche Laura ganó de calle. No solamente por su superioridad en el terreno dialéctico y su desparpajo, sino porque el propio Kiko se disparaba al pie provocando un nocaut técnico que le dejó tendido en la lona y sin posibilidad de recuperación.

Cuanto digo de Kiko Rivera lo puedo hacer extensivo a su prima Anabel Pantoja. Alguien dijo por ahí que Anabel hacía anoche el papel de los testículos de Kiko. No en vano, su justificación para estar ahí toda vez que su defendido ya no concursa era que ella misma lo había pedido para poder enfrentarse a Laura. No sé si se admiten peticiones para futuras expulsiones, pero por si acaso puede el lector ir apuntándose y a ver si tiene semejante suerte que la sobrina de Isabel Pantoja.

Cuando hablaba Anabel de enfrentarse a Laura no sé si quería referirse a esa colección de muecas que empezó haciendo al principio de la entrevista. Suerte que Jordi González estuvo rápido y oportuno evitando que siguiera el lamentable espectáculo. Solo con eso quedaban retratados los primos, esos que presumen de educación y se pasan el día reclamando a los demás algo que ellos no demuestran tener. Entiendo que Anabel quisiera estar anoche para hacer lo que su primo no fue capaz durante dos semanas largas conviviendo en una casa con Laura. Pero si era para hacer la burla de forma tan patética se podría haber quedado en casa.

El discurso de la familia Pantoja se basa en tres argumentos igualmente endebles y discutibles. No quieren que se hable de la matriarca Isabel, pero ellos están donde están porque son quienes son. ¿Quién es Anabel sin Isabel? ¿Acaso habríamos escuchado cantar a Kiko Rivera si no fuera hijo de Isabel? Me parece razonable no hablar de su padre, muerto hace casi tantos años como tiene Kiko, aunque precisamente ha sido él quien estuvo hablando de Paquirri dentro de la casa. Pero Isabel Pantoja es la razón de ser de estos personajes. Incluso cuando se trata de explicar por qué quiere abandonar otro reality más se apoya en la excusa de no haberse podido despedir de su madre.

Otro de los argumentos tiene la siguiente estructura: mejor ser esto que esto otro. Si se acusa a Kiko de cobarde o de flojo por abandonar un reality tras otro, invariablemente la respuesta es que mejor ser flojo que un aprovechado, o lo que sea. A menudo, la fórmula cojea porque comparan dos cualidades o defectos nada relacionados entre sí. Es como escuchar decir que es mucho mejor ser hiperactivo que blanqueador de capitales, y líbreme el señor de cualquier apariencia de estar comparando a Laura con la que fue jefa de su padre tantos años.

Confieso que no puedo con el tercer argumento repetido por los Pantoja. Sencillamente me produce un tremendo rechazo escuchar a Kiko Rivera frases del tipo: “Tú tienes ese tipo gracias a mi madre”. Es la mentalidad del señorito, para quien sus trabajadores son siervos que le deben agradecer la vida. Lamentable que no sean capaces de procesar una idea tan simple como que a Laura le ha sacado adelante su familia gracias a ganarse el sustento con el sudor de su frente. Al mayoral de Cantora no le regalaron el dinero los Pantoja, se lo ganó honradamente. Y su entrega no tuvo justa recompensa sino un trato cuando menos discutible al final de sus días.

Por eso me gustaría mandarle a Kiko una copia del poema ‘Andaluces de Jaén’, de Miguel Hernández y que han cantado el menos Paco Ibáñez y Jarcha. “Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma, quién, quién levantó los olivos, andaluces de Jaén. No los levantó la nada, ni el dinero ni el señor, sino la tierra callada, el trabajo y el sudor…”

Los argumentos de Kiko y su auxiliar Anabel no son mejores que sus gestos. Ya he tenido antes problemas para calificar como se merecen las muecas de burla de Anabel. En cuanto a Kiko, aparte de amenazar anoche con abandonar también el plató (y eso que el restaurante de Mediaset en Fuencarral está cerrado a esas horas) si se seguía hablando de su madre, pudimos asistir a un completo catálogo de lo que no debe hacerse en un plató de televisión, mucho menos siendo un invitado microfonado y en el tiro de la cámara que está recogiendo las palabras del expulsado. Kiko comía chicle, algo absolutamente prohibido en ese plató, como se encarga de recordar cada noche el regidor del programa antes de su comienzo. Además, se le vio frecuentemente más preocupado de mirar su móvil que de seguir la entrevista.

Kiko terminó alargando su mano al hombro del primo de Laura, a quien antes había insultado, igual que haría después con ella. Me hace gracia que todo el plató dijera al unísono que no había existido ningún tipo de agresión, pero los más cercanos a la escena se apresuraron a separarlos, poniendo espacio entre ellos. Qué innecesario, si no hubo contacto, ¿no? Los primos no pararon de interrumpir a Laura, y eso que anoche debía ser su momento, no el de nadie más. Es lo típico de reclamar que no le interrumpan y acusar de maleducado a quien lo hace, pero estar interrumpiendo todo el tiempo intentando hablar más alto que el otro.

Lamento la expulsión de Laura. No solo porque ese 72,4 % de votos para que saliera de la casa (con solo dos nominados, dato importante) supone un pequeño triunfo para los Pantoja, sino porque se va a notar mucho su ausencia. Hiperactiva o no, es de esas personas que aportan alegría a quienes tienen alrededor, a pesar de que en esa casa apenas se lo ha agradecido nadie. Ahora la van a echar en falta, especialmente después de una despedida amable y generosa, especialmente con alguien que tanto la ha estado provocando, como Sandoval. Laura es una de las nuestras, y siempre me entristece pensar que hay algunos que merecen mucho menos estar ahí dentro.

En cuanto a las nuevas incorporaciones, habrá que esperar a ver cómo se posicionan y si han entrado dispuestas a jugar fuerte o no. Si así fuera, está claro que harían bien en ir contra el grupo de los poderosos, desmarcándose de una Ares que ahora mismo no está en su mejor momento de popularidad. A pesar de lo que pudiera pensarse, y aunque me alegré de ver Chari volviendo a esa casa, confío más en Ángela y el aspecto más áspero de su personalidad. Veremos si fallo mucho en mis predicciones, que igual le termino quitando el puesto a Sandro Rey.

Nominaciones

Las votaciones de ayer, con el singular método ya explicado, fueron como sigue:

Victor - Aguasantas 1 / Ares 2

Belén - Coman 1 / Ares 2 / Aguasantas 3

Fede - Aguasantas 1 / Ares 2

Aguasantas - Fede 1 / Belén 2

Israel - Aguasantas 1 / Coman 2 / Ares 3

Coman - Ylenia 1 / Ares 2 / Víctor 3

Ares - Víctor 1 / Ylenia 2

Ylenia - Aguasantas 1 / Coman 2 / Ares 3

Nominados Ares, Aguasantas y Coman.

Aluvión de votos para Ares, como era de esperar. Sus 14 puntos destacan sobre los 7 de Aguasantas, segunda más votada. Belén señaló a sus dos víctimas igual que el emperador romano dirigía su dedo hacia el suelo. Sus acólitos hicieron el resto. Víctor, Belén, Fede, Israel e Ylenia dijeron los nombres de Ares y Aguasantas, dos de las nominadas. Belén y cuatro más son capaces de tumbar a quien quieran, especialmente si sus oponentes son mucho peores en el juego.

Aguasantas lo vio correctamente, pero a destiempo. Dice el dicho popular que el español piensa bien, pero tarde. Pues algo así le pasó a esta concursante, que acabada la gala afirmaba: “Lo hemos hecho fatal, deberíamos haber nominado a Víctor e Israel”. Ignoro si ya se había enterado de que el torero sin nombre la había nominado a ella. Muy fuerte lo de estas personas que tienen un singular concepto del perdón. Te perdono, pero te voy a meter un punto y a poner dos velas negras. O algo así.

Por los pelos se libró Sandoval, a un punto de Coman. La verdad es que Ylenia jugó bien, posiblemente por casualidad, porque de haber dado un punto a Coman y dos a Aguasantas (como empezó diciendo antes de rectificar) habrían quedado empatados a tres puntos Coman y Sandoval, con lo cual este último también habría quedado nominado. Ylenia rompió su racha sin que nadie la mencionase a la hora de nominar, mientras Israel era anoche el único que no nombraba nadie, lo cual viene sucediendo en las tres últimas nominaciones.

Moleskine del gato

No deja de parecerme magistral el juego de Belén y Sandoval. De momento, todo les está saliendo bien, pero es que tienen una habilidad proverbial para congraciarse con la gente, y una capacidad de manipulación sencillamente maravillosa. Anoche Ángela intentaba, sin éxito, que Coman le cediese parte de su espacio en los armarios. Sandoval se ponía del lado de la nueva concursante: “Es un guarro, lo tiene todo tirado y no te lo da”. Sin embargo, escasos minutos más tarde le decía a Coman: “Es tuyo, no lo cedas”. Esto aparte de dejarle claro al ‘euskoguineano’ que no le había nominado, mientras Belén dramatizaba con maestría: “Coman, te habla Belén Esteban, y yo te digo que no te vas a ir esta semana”. Enormísimos.

Me apunto entre mis frases de la semana dos de Ylenia. Una es la de “Me vas a comer todo el potorro, pero de lejos”. ¿De lejos? Esto me ha roto. Y la otra no vale nada sin la entonación y el gesto: “Hmmmm, qué pena”, dicho como solo Ylenia sabe. Ella es puro espectáculo.