Carlos y Carmen amenazan con demandas y huelgas de hambre

telecinco.es 15/01/2016 11:39

En la primera gala de nominaciones terminaron dejando en segundo plano votos y calambrazos por el enfado de Carlos durante la propia gala y las horas que pasó después Carmen encerrada en el confesionario. Carlos amenazó con demandar a algunos de sus compañeros por sugerir que tiene problemas con el alcohol. También Carmen habla de demandas, precisamente a Carlos por supuestas vejaciones. Además, Belén dice que le escuchó decir que iba a protestar haciendo una huelga de hambre. Así las cosas, lo de menos era a quiénes nominaron unos u otros, aunque a Fran Little Nico le han colgado ya la etiqueta de manipulador y Laura insistió una vez tras otra en preguntar a Alejandro por qué no la había sacado a ella de la nominación en lugar de a Javier.

Las cuitas de Carmen son antiguas, por lo que sorprende que esperase hasta ayer para montar el gran espectáculo. Tras la gala, su tema de conversación volvía a girar en torno a lo que ella considera una humillación y no es otra cosa que aquel embalsamamiento que ni siquiera pudieron terminar de hacer Carlos y Rappel. El adivino volvió a dirigirle la palabra defendiendo su honor, luego vinieron horas de confesionario, imagino que con visita de urgencia por parte de su psicólogo, y otra manera de llamar la atención que consiste en no dormir en su cama sino en un sofá.

Respecto a Carlos, no sé si es más de lamentar su amenaza de repartir demandas o la decisión anunciada de no beber alcohol en la próxima fiesta. No se me ocurre peor noticia. Es un desastre de proporciones imposibles de calcular que Carlos nos vaya a privar de otra noche de desparrame total copita tras copita, y rebañando los culos de las copas de sus compañeros. Que alguien le extienda un certificado de persona libre de alcoholes varios, se relaje un poquito y esta noche nos vuelva a dar otra fiesta mítica. Carlos no tiene mono si prescinde del alcohol, pero yo lo sufriré si no bebe en las próximas fiestas.

Suerte que Carlos acostumbre a pasarse sus propósitos por el arco del triunfo. Anoche estaba profundamente enojado, ajeno al resto de cosas que pasaban en la casa y sin un ápice de preocupación por si le arreaban una descarga eléctrica en sus glúteos. Solo le preocupaba la acusación de haberse bebido una copa de ginebra guardada en la nevera para uso de los cocineros. Pero se le pasó pronto en cuanto le explicaron bien lo que había pasado y empezó a no estar claro si realmente había existido una acusación directa.

La teoría de Fran es que lo de la copa en la nevera ha sido una trampa para ver si Carlos caía y se bebía el líquido elemento que contenía. Al parecer, al día siguiente ya faltaba algo de alcohol, que fue descendiendo hasta dejar la copa vacía. O sea, o se evaporó con pasmosa rapidez o alguien se lo fue bebiendo a buchitos, sorbo a sorbo, como si así no se fuera a notar. También puede ser que se lo hayan acabado entre varias personas. No me parece descabellada la pequeña tesis del pequeño Fran sobre la pequeña copa. Solo aprecio cierta maldad al plantear que la trampa era precisamente para Carlos.

Lo de Fran es una acusación velada, aunque luego dijese que había sido Julián el que señaló al presentador. Julián lo niega, pero aunque fuese verdad, Fran no hace otra cosa que sumarse, añadiendo una mano acusadora más. Hasta que no veamos las imágenes de Julián acusando a Carlos debo creer que no dijo tal cosa, pero tampoco me extrañaría que hubiera sido así y luego se arredrase viendo la importancia que se había dado al tema.

Lo cierto es que Fran se quedó solo en afirmar que Julián había dado un nombre, aunque en un principio parecían apoyarle sus dos amigos, Alejandro y Javier. Julián les llamó “niñatos”, negando luego que fuera una ofensa. Es como una vez que alguien me llamó “borde” y pregunté por qué me insultaba, respondiendo que no tenía seguridad de que fuese un insulto. Ni siquiera negó la intención, aunque tampoco basta con eso. Si yo digo que "gilipollas" no es ofensa y aprovecho para decir que Julián es gilipollas no quita para que el propio interesado pueda considerarse ofendido.

Carlos terminó preguntando a Julius el día que había guardado la copa en el frigorífico y cuándo había desaparecido la ginebra. La insistencia en conocer los ritmos de lo sucedido da que pensar si no estaba dudando de que realmente hubiera sido él quien se lo bebió. Daba la impresión de que ni él mismo era capaz de acordarse, aunque la explicación puede ser otra bien distinta. Creo que Carlos quería determinar días, y a ser posible horas, para pedir al ‘súper’ que busquen entre los vídeos y localicen quién acabó con la ginebra guardada.

La petición de buscar en los vídeos me recordó otras situaciones semejantes en ediciones anteriores que nos dieron páginas inolvidables en la pequeña historia de este programa. No me extrañaría que lo terminásemos viendo, aunque a veces nos quedamos con las ganas de saber quién había robado una crema de cacao u otros episodios similares. Anoche llegué al convencimiento de que los vídeos descubrirán que la ginebra se la bebió, sin darse cuenta, Raquel Abad. (Eso último es un chiste solo para iniciados en Gran Hermano. Renuncien a entenderlo seguidores recientes o no tan fieles). También imaginé que hoy Pepe Flores se levantaba de la mesa tras el almuerzo diciendo: “La ginebra la cogí yo, y me la bebí yo”. (Este último chiste tiene el copyright de @verachik y también requiere cierto grado de iniciación).

Carlos no solo pidió que buscasen el vídeo (la petición de buscar vídeos es el nuevo “papeles, señores”) sino que invitaba a que las cámaras fueran a su casa para comprobar que no hay una sola botella de alcohol. Eso es como si el pirómano pide su exculpación alegando que no guarda ni una sola cerilla en su casa. Conste que yo creo a Carlos, pero considero innecesaria la comprobación. Por otra parte, a nadie le importa si bebe o no. En las fiestas dan alcohol y casi todos beben. Ya quisieran muchos procesar el alcohol tan bien como este concursante. Es mi opinión de espectador que disfruta con un concursante como este, mucho más pirómano que alcohólico.

Carlos ya había encendido la cerilla anoche cuando solo había nominado Lucía y el incendio duró toda la noche. En un primer momento amenazó con demandas para proteger su honor, alegando que tiene una hija de corta edad. “No voy a permitir que se me acuse de esto y si mi abogado lo está viendo voy a tomar acciones legales contra la persona que me acusa de alcohólico”, dijo Carlos. “No tengo problemas con el alcohol, el único problema que tengo es con la gentuza”, afirmaba después visiblemente enfadado. Creo que fue Laura quien exculpó a Carlos con el argumento de que bebe whisky, no ginebra. No sé si esto ayudó, pero luego se le vio bastante más tranquilo, recopilando información sobre este ‘ginebragate’.

A estas horas tengo esperanzas de que esta noche se le haya olvidado todo, o bien que decida ahogar sus penas en alcohol. Cómo será la cosa que el sábado pasado decía no recordar absolutamente nada de su conversación con Javier la noche anterior. “¿Que tuvimos una bronca tú y yo ayer? A ver, cuéntame cómo fue”, le decía a Javier, como si no hubiera estado presente. Si es que hay que quererle. Carlos es un descojone permanente, con perdón por lo de permanente.

Lo mejor de todo es que Carlos salió indemne de las nominaciones. Todos convencidos de que se iba a llevar puntos de todos, igual que Carmen, y ni uno ni otro. Solo dos descargas recibió Carmen, y ninguna Carlos. No estoy seguro de si el ‘ginebragate’ le pudo beneficiar, justo al principio de las nominaciones. Si fue así y es cierto que todo fue una trampa, el ideólogo es un genio. Lo digo irónicamente, claro está.

La diferencia entre Carmen y Carlos es que lo de este último es divertido y lo suyo no. Harto me tiene con su monotema, haciéndose la damnificada y dramatizando por una monumental tontería. Eso sí, en caso de que finalmente decida hacer huelga de hambre tendremos una razón más para no expulsarla. Si lo que quiere es llamar la atención, mejor está dentro que fuera, pasando más hambre que piojo en peluca.

Tras la gala Rosa acusaba a Fran de manipulador. Bueno, también lo acusaba de ser inteligente, porque para algunos cualquiera que sea más inteligente que ellos es una clara amenaza. “Tan inteligente no seré”, contestaba Fran. Sospecho que Rosa no se dio cuenta de por qué lo decía. Hombre, tal vez porque si hubiera sido listo no habría quedado nominado Javier. O puede que porque también podría haber evitado subir él mismo a la palestra. Tampoco está tan claro lo de manipulador, aunque es evidente que lo ha intentado. Si hacemos caso a lo que contaron anoche tanto él como Javier, fue más bien Javier quien marcó las pautas a la hora de nominar. Fran alegaba que si fuera tan calculador no se habría dejado llevar por el impulso del momento, ya que cambiaron los planes sobre la marcha.

En todo caso, bienvenidos concursantes que calculan y juegan. Fran anoche se sabía todas las nominaciones de memoria y tenía claro quién había subido después de que Alejandro salvase a Javier. Solo fallaron en las formas. Resultaba llamativo verles cambiar su estrategia nominatoria delante del resto de compañeros, en pleno directo de la gala, sin pudor de ningún tipo. Demasiado descaro para lo que se acostumbra en este programa, aunque bien mirado estaba jugando sin ocultarse por ello. Tampoco está mal.

Observatorio de nominaciones

Los votos fueron de así:

Lucía > Carmen (3), Laura (2) y Liz (1)

Belén > Javier (1), Liz (2) y Carmen (3)

Sema > Javier (3), Fran (2) y Belén (1)

Liz > Belén (3), Lucía (2) y Julius (1)

Alejandro > Julián (3), Laura (2) y Javier (1)

Rosa > Javier (1), Alejandro (2) y Fran (3)

Fran > Rosa (1), Julián (2) y Laura (3)

Provisionalmente, los nominados eran Laura, Carmen y Javier. Alejandro salvó a Javier, subiendo Fran y Julián.

No le salieron bien las cosas al trío formado por Fran, Javier y Alejandro. Eso a pesar de tenerlo todo de cara, puesto que la audiencia decidió en la App que Fran fuese el último en nominar. De nada valió que Alejandro diese su solitario punto a Javier, puesto que de no hacerlo este concursante hubiera quedado igualmente nominado, añadiéndose a la lista directamente Fran y Julián. Esto antes de la salvación, con lo cual al salvar a Javier la lista de nominados hubiera sido idéntica. Si Fran hubiera hecho bien los cálculos, y con solo un poquito de suerte, bien podría haber dado sus tres puntos a Liz y dos a Laura. En ese caso, Carmen, Laura, Javier y Liz hubieran empatado a 6 puntos, con lo cual nadie hubiera subido al ser salvado Javier.

El trío de Fran, Javier y Alejandro se ganó unos cuantos votos anoche mismo. Primero con el ‘ginebragate’ y luego por su actitud durante las nominaciones. El hecho de que pudieran nominar solo los esclavos benefició claramente a Carmen, ya que Liz y (por imitación) Sema son dos de sus pocos apoyos en la casa. Como era de esperar, no la nominaron Liz y Sema, y tampoco lo hicieron Alejandro y Fran. Sus 6 puntos fueron de Lucía y Belén, que reservaron para la concejala su máxima puntuación. Su compañera de colegio no se cortó un pelo, tampoco su otro apoyo en la primera semana de encierro.

Anoche quedaron con sus marcadores a cero Rappel, Raquel y Sema, además de Carlos. Cuatro concursantes no nombrados por nadie la primera gala de nominaciones. Ni un solo calambrazo en su trasero. Fran se quejaba al recibir el primero suyo. “Ya habéis tenido espectáculo, que es lo que buscáis”, decía. Pues claro, ¿dónde se pensará que está?

Moleskine del gato

Alucinante que Laura pidiera explicaciones repetidamente a Alejandro por haber salvado a su hermanastro en lugar de a ella. Todo hubiera sido más lógico (y más corto) si Alejandro en lugar de fustigarse por liarla y decir “soy un inútil” hubiera respondido lo siguiente con claridad: “Lo he hecho porque él es mi amigo y tú no”. Punto pelota.

Dice Fran: “En la calle manipulo misiones y aquí manipulo personas”. No está mal como declaración de principios. Lo malo es que vaya a ser que no es cierto ni lo uno ni lo otro.