La cocina, epicentro del primer conflicto en la convivencia

telecinco.es 19/09/2018 09:04

Había permanecido hasta ahora en un discreto segundo plano, sin que se notase casi su presencia, pero ayer unos espaguetis con albóndigas la sacaron abruptamente de esa zona de sombra en la que se encontraba. Tuvo que ser por el típico plato italoamericano de pasta con meatballs. Aunque la culpa fue de un queso azul sin pasteurizar. De Verdeliss solo habíamos tenido noticia en alguna que otra conversación, sobre todo con Aramís. Hasta ahora sabíamos que es delicada e insegura. Ella misma lo dijo cuando explicaba el segundo día que se había acostado maquillada por miedo a ser vista con mala cara a primera hora de la mañana. Con su singular fragilidad y sin levantar la voz tuvo ayer un encontronazo algo desagradable con Garó.

Embarazada de tres meses, Verdeliss no puede ingerir queso sin pasteurizar. Garó puso el queso a las albóndigas sin tener esto en cuenta, cosa explicable porque ni puede ni tiene por qué estar pendiente de los casos particulares de todos. Puede que ni siquiera lo supiese. En estos días en que ha estado entregado a la cocina ha dado muestras de su interés por agradar a todos, procurando cocinar con poca sal por Aramís, por ejemplo. No se le puede reprochar lo del queso y Verdeliss tampoco lo hizo. Simplemente preguntó para saber, porque su salud y la buena marcha del embarazo son prioridades absolutas. Necesita que la carne esté bien hecha y no puede tomar ese queso. Para asegurarse preguntó, recibiendo respuesta de un Garó algo molesto y poco empático.

No hizo mucho esfuerzo por entender a Verdeliss, y dio a entender con su reacción que estaba tocando las narices porque sí. No tardó esta concursante en advertir a todos que no quería ninguna superprotección. “Ya me ocupo yo de cuidarme”, les dijo, queriendo evitar que le insistiesen en cosas como que no coja peso y otras semejantes. Hizo bien en rechazar atenciones especiales, aunque su planteamiento me hizo pensar en esas personas mayores que cuando les cedes el asiento en un transporte público se molestan, o el ciego ofendido si alguien intenta ayudarle a cruzar la calle. A su favor debo reconocer que lo planteó con gran tacto y corrección. Hizo lo mejor que podía hacer y de la mejor manera.

Ayer tampoco reclamó que Ángel cocinase algo especial para ella. Su primera reacción al ver las albóndigas fue decir que ella no las podía comer. Comería espagueti con albóndigas, pero sin albóndigas. Había avisado del inconveniente del queso y la solución adoptada por Garó fue lavar con agua fría la carne. Es obvio que resulta insuficiente, lo cual no hizo que Verdeliss se quejase, cosa que evitó hacer en todo momento. Solo quería saber con detalle cómo había quitado el queso para saber si aún así podía comerlo o no.

Me pareció poco comprensivo Garó respondiendo a Verdeliss, aunque tampoco cometió ningún crimen y le entiendo mejor si pienso en lo cansado que debe ser cocinar para tantos. Con menos estrés seguramente hubiera respondido de manera más cariñosa, como le hemos visto casi siempre en estos días. Ninguno de los dos merece censura alguna por este episodio de las albóndigas con queso. Igual de injusto me parecería asaetear con críticas a Garó como quejarse injustamente de Verdeliss por querer asegurarse de no cometer ningún error que ponga en peligro su proceso de embarazo.

Nada impide a Verdeliss vivir esta experiencia. No pretendió que Ángel cocinase algo especial para ella. Solo quería saber si podía o no comer las albóndigas, cosa que finalmente no hizo. El propio Garó le sugirió que se pusiera unos calamares (creo que eran calamares, no me hagan mucho caso) que también había preparado. Con un poquito más de esfuerzo del cocinero por entender la situación se hubiera evitado este conflicto. Aunque, bien mirado, creo que les vino bien a ambos. A Verdeliss para salir de las sombras donde se encontraba, cosa importante porque el que no destaca en absoluto los primeros días tiene muchas papeletas para ser expulsado si sale a la palestra. Tan malo es pasarse de protagonismo como no llegar. Y aunque Garó se ha dejado ver mucho más está esclavizado por la cocina, que le ha quitado de la circulación demasiado tiempo. Empieza desde primera hora de la mañana haciendo pan y no para en todo el día.

Garó debería ceder su puesto en la cocina lo antes posible. Es un error agarrar la cocina y no soltarla pensando que nadie va a nominar a aquel que le da de comer. Esto lo conocemos de siempre, es una historia que sigue repitiéndose edición tras edición. No se dan cuenta de que comerían igualmente porque la comida no la pone el cocinero. Dudo que compense el desgaste. Hoy ha sido el queso de unas albóndigas y mañana puede ser cualquier otro problema. Si Garó sigue desgastándose en la cocina es porque quiere. El lunes le ofreció Mónica cocinar al día siguiente. Dijo que no porque ya tenía parte del menú medio preparado. “Pues entonces el miércoles”, respondió ella. Apuesto a que hoy cocina Garó de nuevo.

El otro momento chocante de Verdeliss ayer fue durante una de sus frecuentes conversaciones con Aramís. Tenemos a las dos M (Mónica y Miriam) y también las dos “is” (Aramís y Verdeliss). No encuentro explicación a la respuesta tan pausada y amable dada por Verdeliss a una cosa que le dijo su compañera de encierro. De bruja a youtuber. Es tan fuerte que otra persona probablemente no le hubiera hablado nunca más. Se me pone carne de gallina solo de recordarlo, y más al contarlo. No exagero lo más mínimo.

Hablaban de la posición económica de la familia numerosa de la youtuber, que contó alguna supuesta bola sobre las épocas esforzadas del principio, con su marido becario y ella camarera. De ser como lo cuenta podemos estar ante un milagro económico que deja en ridículo el de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial con el Plan Marshall. De ese panorama que ella pintaba ayer a tener seis hijos (camino de siete), una marca de ropa infantil y una nueva casa en construcción (diseñada por ella). En esto que Aramís da un giro inesperado a la conversación y pregunta: “¿Tú estás preparada para cualquier cosa?”. Poca broma con la pregunta.

Verdeliss interpreta que se refiere a un revés económico, lo que viene a denominarse época de vacas flacas, o algo así. “No me estás entendiendo”, le dice Aramís antes de aclarar un poco la pregunta. Se refería a un posible fallecimiento de su marido. También que le pudiese pasar algo a uno de sus hijos. Sí, querido lector o lectora, lo has entendido bien. Lo repito: le estaba preguntando si estaba preparada para quedarse sin marido o por si le ocurría algo a un hijo. Esto mismo dicho por cualquiera no deja de ser un comentario de mal gusto, pero viniendo de la bruja Aramís no hay que ser muy rebuscado para plantearse si no le estaba anunciando una desgracia.

Quiera el destino que no pase nada. Además, el porcentaje de acierto de estos adivinos de la tele tiende a cero, aunque mi casi enfermizo escepticismo me dice que más o menos como cualquier otro. Lo de Aramís me dejó con el gesto torcido, no menos que la amable respuesta con voz angelical de Verdeliss. En serio, no entiendo a veces a esta bruja capaz de ir de la nada al todo en cero coma. Anoche mismo en el Última hora nos regalaba el momentazo de la curva de su vida, que con más o menos verdad relataba de forma vibrante y gran emoción. Entró pidiendo que no la echaran todavía entre sollozos y con eso me tiene ganado. Pero más tarde cayó en uno de los recursos más torpes y groseros del concursante: anunciar que cederá parte del premio a los niños desfavorecidos de tal cosa.

No es la primera vez que lo oímos. Me trae el recuerdo de aquel que pretendía hacer una fundación (¿’Pequeño hermano’ quería llamarla?) o cierto ganador que prometió y luego no dio. También esos otros casos que en lugar de decirlo abiertamente lo hicieron de forma disimulada, como queriendo decir. Incluso hay quien luego ha negado haberlo dado a entender mientras criticaba que otros dijeran algo así. A ver una cosa, no nos importa nada lo que harán con el premio, aparte de que no se debe vender la piel del oso antes de cazarla. Este tipo de pornografía emocional me da bastante repelús, y anoche tuvimos doble ración porque Aurah explicó que no debían nominarla porque quiere ganar para su hijo enfermo.

Aunque el pacto no escrito de evitar referirse a los menores de edad no se respete en muchas ocasiones no seré yo quien caiga en tal error. Solo diré que me chirría mucho ver a esta concursante presumiendo de usar zapatos caros (muy caros, de hecho) y luego quiera vender que necesita el dinero por una razón que no pienso repetir. Al lado de lo de Aurah, que es puro hardcore, escuchar a Mónica poniendo a su hija de por medio en cuanto aparece el más mínimo conflicto parece softcore de los muy blandos, aunque pornografía emocional igualmente.

El conflicto de Mónica no fue tal realmente. Le molestó que el Koala se riera, lo cual es de cretinos. Me identifico con el Koala si es que le da risa el enfrentamiento entre Mónica y Miriam, alimentado por ellas mismas durante mucho tiempo. Mónica pretende fijar en nuestras mentes la idea de que Miriam está ahí por ella, algo a lo que podríamos dar la vuelta fácilmente. O sea, Mónica también está ahí por Miriam. Su rabia contra el Koala probablemente esté motivada porque su némesis entrase el domingo, cuando ya habían retirado casi toda la porquería que inundaba la casa.

No sé si Miriam me parece más sensata o solamente más sincera. Anoche decía: “¿Pero te crees que ella no sabía que yo iba a entrar aquí? Esto es un reality y sabemos todos lo que hay”. En el otro lado, Mónica venía a sugerir que se le había acercado amenazante, lo cual había tenido que ir a contar al 'súper'. Una de las dos está pisando las líneas rojas que no se deberían nunca rebasar. Y no es Miriam.

El gato responde

Se ha hablado mucho de que Twitter es un lugar donde abunda gente permanentemente ofendida. Cualquier cosa es susceptible de ser interpretada como un ataque. Ayer veía a Garó trabajando bien temprano y escribí esto: “Garó tempranito amasando pan. Me agota verlo”. Las respuestas no se hicieron esperar. @anariv1966 me decía: “Si le gusta cocinar, no lo veo mal”. Y @MAJOPESI87 esto otro: “Hombre es que el pan tiene que reposar, y lleva varios amasados, si no lo hace temprano no comen pan”. Debieron presuponer que había algo de crítica en mis palabras. Solo quise decir que amasar pan es muy cansado. Y tan temprano más.

Moleskine del gato

Mónica sigue extrañada de lo bien que se lleva Miriam con Isa y no desaprovecha la ocasión para recordar la polémica existente entre estas dos concursantes. Ya conté que lo resolvieron pocos minutos después de entrar Miriam en la casa el domingo, como se debe hacer. Según contaron, Miriam había dicho que Isa se avergonzaba de su origen peruano. Otra versión algo distinta dio Mónica anoche hablando con Makoke. Según ella, Miriam dijo que Isa era la vergüenza de Perú. Curioso que le parezca algo tan ofensivo a Mónica cuando ella afirmó lo siguiente hace unos meses: “Siento vergüenza de que esta mujer (por Miriam) haya venido de Perú, el país en que yo nací, a ganar dinero a mi costa”. Por cierto, qué obsesión por el dinero que ganan los demás.

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