Crepes, coliflor y pulpo

Yessica le pide a Adrián que no le toque el culo

Analizar ‘realities’ es para el gato tan satisfactorio como formar parte de ellos para sus concursantes. El placer de ver frente al de ser visto.

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Hoy esto parece más el menú del día que una crónica de Gran Hermano. Falta un bizcocho con forma de corazón que hizo anoche Sonia, pero eso son palabras mayores. Decir bizcocho y recordar a unos locos concursantes de la edición pasada es una misma cosa. El bizcocho lo preparó y se lo comió Pepe Flores, como todo el mundo sabe. No hay más. Este gato ácrata es partidario del prohibido prohibir que se puso de moda en el Mayo francés, pero haría en este caso una excepción e instauraría una norma que no permitiese hacer bizcocho en la casa de Guadalix. Un respeto a quien se lo merece.

Sonia fue en el plazo de un día de las crepes al bizcocho. Supongo que haciendo caso a las indicaciones de su hermano. No me da envidia tener un hermano que da tan buenos consejos. Su mensaje castrador y castigador obliga a esta concursante a no follar y cocinar. Alguna nostálgica de la Sección Femenina del franquismo estará encantada. Sucede que cuando se hacen las cosas por imposición, o cuando menos de forma forzada, luego se ha de esperar una recompensa que no tiene por qué llegar.

El enésimo enfado de Sonia con Kristian del martes noche fue por hacer crepes y no recibir palabras de agradecimiento por su parte. En primer lugar, la medalla en aquel caso fue compartida entre Sonia y Argi, puesto que fueron las dos quienes hicieron las crepes. Segundo, no había necesidad de meterse en la cocina en mitad de la fiesta, aunque fuera parisina y le viniese como anillo al dedo lo de las crepes. Y, además, ya digo que no se deben hacer las cosas esperando la recompensa de un agradecimiento por parte de nadie.

Detalles como este me hacen cambiar mi visión sobre esta pareja. Hasta ahora pensaba que Sonia reclamaba mantener una relación adulta no muy posible por la falta de madurez de Kristian. Ahora empiezo a creer que son tal para cual, lo cual no les hace la pareja ideal, por mucho que rime. A veces son los dos igual de inmaduros, especialmente cuando se molestan por celos absurdos. De todas formas, si tuviera que sacar conclusiones del análisis de la relación de estos dos presentaría mi dimisión irrevocable de manera inmediata.

No aspiro a entender una relación como esa. Ayer les vi acaramelados tras el enfado de la noche anterior, y cuando parecía que todo había pasado de nuevo estaban de morros. Kristian le preguntaba por qué estaba así con él y Sonia respondía: “Tú sabrás”. Es respuesta de madre, no me digan que no. A Sonia le va el papel de “mami” y mucho me temo que lo está llevando al extremo. Anoche le contaba a Anabel, con gran desgana, que ella eligió ocupar un cierto rol en la casa al ver que nadie lo tomaba. Anabel le preguntaba luego si le gustaba ser la “mami” del grupo.

Es habitual que desempeñemos roles distintos dependiendo de que no haya nadie en el grupo que ya lo esté representando. Hay personas que son líderes siempre y cuando no esté cierta persona que se encarga de tomar ese relevo del liderazgo en el grupo. Igual que algunas personas son grises en un grupo de amigos o trabajo mientras lideran otro. Siempre dependiendo de si hay otro líder con quien no solo renuncia a disputar liderazgo sino que incluso se agradece poder descansar de desempeñar ese rol.

Por tanto, lo que dice Sonia tiene mucho sentido, aunque no me dio la impresión de que hablase de liderazgo sino de ese papel de ‘mami’ del grupo que tanto le gusta. Como observador, si escucho a Sonia hablar de su rol en el grupo dudo si se refiere a cocinar crepes o a que nadie limpia la vitrocerámica como ella. Ambas cosas igual de innecesarias, porque siempre habrá alguien que cocine y limpie, lo haga mejor o peor. Es más, ha habido concursantes con mucha iniciativa en la cocina, como Igor. En todo caso, hacer de “mami” es pasable para el conjunto de compañeros de encierro, pero no creo que deba serlo con Kristian. Un mes más siendo su “mamacita” y a este chico le va a terminar costando consumar para no tener la sensación de estar cometiendo un incesto.

Lo que está claro es una cosa: a Sonia no le desmotiva que haga crepes y no encuentre los agradecimientos que esperaba. La prueba es que al día siguiente preparó un bizcocho. Ella no se detiene ante las dificultades. Diría que le gustan, al menos eso me pareció al ver el bizcocho con forma de corazón, imposible de dividir en partes iguales. A unos les tocó una porción ridículamente pequeña y a otros una mucho mayor. Yo no me hubiera atrevido.

No sé si es un arrebato de nostalgia, pero si anoche me acordé del ‘clan del bizcocho’ por la noche, por la tarde no pude evitar pensar en Martita Sánchez (GH 12+1) al escucharles discutir porque a algunos no les gusta la coliflor. Entonces vinieron a mi cabeza los macarrones que no soportaba Marta y algunos veían mal que se hiciera una comida alternativa. No sé si fue por esto que me puse más del lado de quienes hubieran comido más pasta o patatas al no querer probar la coliflor.

Que no les guste la coliflor o las legumbres es tanto una prueba de inmadurez como algo inevitable. Ayer en el almuerzo los gemelos y Adrián no quisieron coliflor y Raki anunciaba que lo iba a comentar. Esperó a que estuvieran todos sentados a la mesa y entonces improvisó un discurso no falto de razón, pero excesivamente directo y malhumorado. Kristian apoyaba a Raki y ponía una dosis aún mayor de mal humor, como es habitual en él, casi siempre enfurruñado como un niño al que le han dejado sin recreo. El planteamiento era el siguiente: si a quienes no les gusta la coliflor comen pasta cuando haya que comer pasta no habrá para todos. El único capaz de explicarlo de forma práctica era Igor.

Adrián aludía a su orgullo para no comer coliflor y dejar el sobrante de arroz y patatas que se había puesto en su lugar. Los gemelos se quejaban de las malas caras por este asunto, supongo que haciendo referencia a Kristian o Raki. Ambos parecían enfadados y poco predispuestos a alcanzar un acuerdo y llegar a una solución para este asunto, que solo se ha de plantear cuando no han ganado la prueba semanal. Es algo que acostumbran a hacer algunas personas, plantear un problema sin ofrecer soluciones ni tan siquiera dejar abierta esa vía. Mala cosa.

En mi opinión le falta razón a Raki en un pequeño detalle que no se comentó en ningún momento en el almuerzo de ayer. La coliflor es un bien del grupo, eso está claro, pero les ha sido regalada por el programa. En caso de que la hubieran incluido en la compra estaríamos ante el error de gastar en un alimento que no les gusta a varios. No es una sola persona sino al menos tres, aunque otros no se atrevían a decirlo y decidieron engullir con la nariz tapada. Si tiene pico y plumas... es coliflor. ¡Cuac!

El que la coliflor fuera regalada es algo fundamental. Siendo así creo que deberían haber admitido de buen grado que quien no quisiera comerla se pudiera preparar un plato alternativo. La comida comprada debe repartirse por igual, y los añadidos por el programa para completar la dieta e intentar que respeten la pirámide alimenticia debería ser elección de cada uno si añadirla a su menú del día o no. Si hacen arroz para todos y luego reparten la coliflor entre aquellos a quienes les gusta no debería haber problema para que aquellos que no comen coliflor añadieran su equivalente en arroz. Ya digo yo que si los que no querían comerla hubieran sido concursantes veteranos y no algunos de los nuevos, la polémica se hubiera evitado. “Si no comes hoy porque no te gusta la comida, y mañana igual, cuando lleves dos o tres días de comer ya verías como te ibas a comer la coliflor”, decía la de Manresa. Aquí la “mami” estaba siendo ella.

Pelocha Raki

El menú del día lo completa el pulpo, y de eso se encarga Adrián. Yessica tuvo que llegar a decirle el otro día: “No me toques el culo”. O no le da vergüenza o lo disimula muy bien. Tal grado de rijosidad me supera en alguien tan joven. De los cuestionarios cutres que empiezan con el “¿yo te atraigo?” y terminan con “¿tendrías una relación conmigo?” ha pasado a tener las manos demasiado largas. Los pulpos en la cazuela solo, gracias.

Al final pasó lo que tenía que pasar, y ayer presenciamos dos discusiones entre Adrián y Yessica. Por la mañana, Yessica respondía a la pregunta sobre si se sabía el texto de la canción que les ha correspondido en la prueba con un inocente “¿Y tú?”. Pues bien, esto fue suficiente para herir la susceptibilidad de Adrián, según parece. Que si te has puesto chula, que si has respondido de forma seca, que si “para chulo, chulo, mi pirulo”. Prometo que dijo esto, no es broma mía. El pulpo Adrián gasta bromas, pero muestra un exceso de sensibilidad cuando se las hacen a él.

Tampoco le vale a Adrián que Yessica ceda y se disculpe aceptando haberse puesto algo borde, porque cuando le pide que no la vuelva a llamar borde ni seca se hace otra vez el ofendido y vuelta la burra al trigo, o el pulpo a las rocas. Ellos son más de volver que Vicente Fernández (“Y volver, volver, volver, a tus brazos otra vez / llegaré hasta donde estés / yo sé perder, yo sé perder, quiero volver, volver, volver”) y por la tarde tuvieron otra agarrada, aunque esta apenas la pudimos ver. Casi mejor, también te digo. A veces que los realizadores estén dormitando un poco nos viene de perlas.

Durante días he dudado si a Yessica no le estaba haciendo gracia Adrián, aunque lo disimulara. Ella misma dice que sonríe siempre, por lo que a veces es complicado saber lo que estará pensando. Después de lo de ayer ya tengo un poco más claro que no lo soporta y ha estado siendo paciente hasta decir basta. Ese momento llegó ayer. El grado de atrevimiento de Adrián es bastante insólito. Por cierto, súper, ¿es motivo de expulsión que una mujer propine una bofetada al chico que le toca el culo?

Hasta aquí el menú es más o menos aceptable. Eso sí, que no se entere Raki si alguien quiere sustituir alguno de sus ingredientes por otro. La cosa se complica cuando reparo en que Desi es capaz de añadir cicuta a cualquier plato. Esta concursante es un disco rallado, añejo y gastado. Anda todo el día poniendo de hoja perejil a Argi. El único pecado de esta parece ser haberla nominado. Teniendo en cuenta que ella nominó a Anabel, supongo que para congraciarse con el grupo de veteranos al que se ha adherido como un parásito, siendo la persona con quien mejor relación había tenido en la última semana.

“La cabrona va y me vota”, dice Desi. Me gustaría ver la colección de improperios que salen de su boca, con idéntico protagonismo al que tuvieron los comentarios sobre ella en sus primeras horas en la casa. Entonces nos pintaron una Desi maltratada por sus compañeros, cuando todos habíamos visto que entró con muy mal pie, ofendiendo a Noe y demostrando escasa discreción, por no decir ninguna. Su odio concentrado hacia Argi le ha de venir de vuelta. No tengo duda.

Argi me ha terminado ganando con el último escrito de su blog. Le ha costado volver a escribir, pero parece que le ha cogido el gusto. Una suerte. Y gran satisfacción leer a alguien diciendo esto: nominar es entretenido. De verdad que me ha ganado. Estas son las líneas que me hacen amarla como concursante:

“Sí, hablo con mis amigos de nominaciones, de lo que creo que va a pasar y de quien creo que va a salir; principalmente para tratar de evitar que quien quiero a mi lado salga nominado, pero también porque me entretiene. Es un tema jugoso, donde toman parte el amor o amistad que surgen entre personas, la indiferencia que unos sienten hacia otros, y lo que más daño hace, la traición en ciertas ocasiones. Yo espero que nadie se haya sentido "traicionado/a" por mí, a pesar de que en alguna ocasión haya sido más inesperada mi nominación, en las últimas galas, siempre he tenido una razón, y no con intención de dañar o que alguien saliera a la calle, sino tratando de evitar que más personas que yo quiero a mi lado (o yo misma) tengan que abandonar”.

Moleskine del gato

Parecidos razonables: Iván

Ya sé que hay dos nuevos concursantes y puedo asegurar que he intentado meter sus nombres en medio del texto de hoy, tres días después de su entrada en la casa. Pero ni con calzador, oiga. Saray e Iván (híbrido entre el difunto DJ y un joven Javier Bardem) están en la casa, pero como si no estuvieran. Si alguien pensaba que la entrada de nuevos concursantes durante semanas iba a traer savia nueva se equivocaba. Estos dos no parecen capaces de vivificar nada. Es más, anoche Iván se iba a la cama cuando más de media casa andaba todavía en pie. Gran Hermano, perdónalos porque no saben lo que se hacen.

Lo gracioso es que son sus compañeros quienes les están dando algo de protagonismo. Ahora están en fase de pensar que no son pareja y deben fingir serlo. Algunos creen que no se conocían de nada y su misión es fingir esto, más o menos al contrario que con Anaeva y cia.

Debo rectificar algo que dije ayer. Mirando con urgencia la nueva cuenta de Twitter de Miriam interpreté mal una disculpa que atribuí a su despedida de Igor, cuando estaba referida al “zorrasca” de Leti. Es más, leyendo la interesante entrevista que le hacen en la revista oficial de Gran Hermano (solo un euro e interesantes contenidos, como esa doble página que firma este gato sin abuela) no hay ni una sola línea en la que lamente haber dejado hecho unos zorros (me ha salido así) a Igor.

Puedo decir más, en la entrevista de la revista Miriam se muestra igual de fría y pasota que la vimos en plató. Casi me parecen más interesantes las conclusiones de mis compañeros que las propias respuestas, y van todas en esa misma dirección. Creo que a esta chica le da todo igual mientras tenga una cámara pendiente de ella, ya sea por haber salvado la vida en el Costa Concordia o por forzar que su novio anulase la boda prevista para dentro de un par de meses. No podíamos esperar más. Ella salvó la vida porque vio Titanic y entró en Gran Hermano porque es española.