Desi contra (casi) todos

telecinco.es 05/06/2013 09:48

Estamos en la recta final del concurso. Antes de dejarnos arrollar por la nostalgia, pensemos con sentido práctico lo que eso significa. Mañana serán las últimas nominaciones. ¡Atención! Últimas nominaciones. De lo que suceda antes de eso dependen muchas cosas. Hay mucho en juego. No se trata solamente de decidir entre la expulsión de Kristian o Igor, que anoche supimos que sumaban más del 98% de los votos (51,5% y 46,7%). Es más importante que eso. El destino de Susana está también en juego. Si sale expulsado Kristian es casi seguro que no quedará nominada mañana, tanto si votaran en negativo, como es costumbre, como si lo hicieran en positivo. Sin embargo, si saliera Igor tendríamos a Susana nominada a pocos días de la final.

Con la expulsión de mañana se pueden matar dos pájaros de un tiro pocos días antes de que esto llegue a su momento decisivo. Tengamos en cuenta que los grupos en la casa se han desdibujado desde el momento que Nacho ha preferido ponerse del lado de Kristian, Raki y Juan Carlos. Los cuatro hicieron un intento de pacto en contra de Susana. Se trata de un pacto de tapadillo, sin casi destapar sus intenciones, pero todo apunta a que lo llevarán a cabo. La confrontación con Susana, buscada por Kristian desde el lunes, tendría por objeto justificar su nominación.

Del otro lado, la propia Susana junto a Álvaro e Igor hacen un grupo menos homogéneo porque Desi solo está del lado de los dos primeros, pero enfrentada a muerte con Igor. Es más, Desi ha mantenido siempre su propósito de no nominar a Kristian, Raki y Juan Carlos. Si sale Kristian, su voto iría claramente a Nacho e Igor, pero si es Igor el expulsado no soy capaz de prever dónde iría su segundo voto. No tengo ninguna duda de que si Desi supiera que Kristian la nominó la semana pasada se lo daría a él, pero no lo sabe y sospecho que tampoco le apetece mucho enterarse.

Con respecto a las conjeturas sobre lo que pasará a partir de mañana, he de decir que no tengo ni idea. La fecha de la final ya la conoceremos cuando pueda contarse, también la mecánica por la cual llegaremos de los siete concursantes que seguirán mañana en el juego hasta tener un ganador. Hay finales en otras ediciones de Big Brother con cinco o seis concursantes. En la última edición australiana con seis concursantes el voto era para ganar, aunque antes de la final salieron los tres menos votados. No es mala esa mecánica por una razón muy simple: impide que se presenten en la final concursantes por descarte que no apoya nadie, pero o no fueron nominados o lo estuvieron con otros más odiados. O sea, de esa forma nunca hubiera llegado a la final Pilarita. Pensándolo bien, no sé si me gusta el invento.

Anoche se cumplió el deseo de Desi pedido al Gran Hache. Consistió en una noche de pijamas entre chicas, en la que incluyó a Álvaro y Susana, con una película, palomitas y demás. A pesar de la sencillez de su deseo, nada que ver con los chuletones y el buen vino de la cena romántica que pidió Sonia para pasarla con Kristian, este se mostró molesto con que se cumpliera ese deseo. Primero cuestionó que Desi eligiera a Álvaro y Susana. “¿y por qué Susana?”, decía Kristian. En eso le apoyó Raki, ya que ambos coincidieron en pensar que Desi les ha repetido una y mil veces que el voto positivo se lo dio a ellos, pero luego a la hora de elegir con quién pasar la noche de su deseo no les había elegido. Además, Kristian temía que la recompensa les pudiera afectar negativamente.

Tuvo que ser Igor quien les hiciera ver que Álvaro y Susana no lo habían elegido, sino que era decisión de Desi. “Yo también hubiera ido encantado”, dijo Igor, que si bien había participado de las bromas por este deseo parecía dispuesto a poner un punto de cordura ante esta situación. Kristian llegó a decir que no entendía ese deseo a estas alturas. Nacho añadió: “¿La contraprestación? que se vayan los tres a tomar por culo”. Es todo bastante increíble, porque claro, el pelocho no se da cuenta de que hace muy poquitos días que disfrutó del deseo de Sonia. Y también parece tomarnos por tontos cuando se queja de que Desi no le hubiera elegido sabiendo nosotros que la nominó el jueves pasado.

Una nominación no es más que eso, pero echar a Desi en cara que hace semanas le dio un voto positivo y ahora no se lo lleva al loft a pasar la noche, es tan absurdo como reprochar a Kristian que después de ese voto positivo la nominase la semana pasada. Hombre, ha pasado mucho tiempo desde aquel voto positivo. Por otra parte, una cosa es nominar e intentar decidir con quién quieres seguir en el concurso y otra pasar una noche de pijamas. Es más, si Desi tuviera que elegir entre dar un voto negativo a Kristian o a Susana, no tengo dudas de que se lo daría a Susana. Con Raki tengo mis dudas. Lo más gracioso de esta historia fue que además pidió que Juan Carlos les hiciera uno de esos numeritos vestido de minero que tanta sensación causaron en su momento. Pero claro, en este caso debían contar con que Juan Carlos quisiera hacerlo.

Saliendo de su letargo, Juan Carlos tuvo su tiempo en el ‘confe’ para pensarse si ir al loft de madrugada para animar la noche de pijamas. Decisión que no fue capaz de tomar por sí mismo, sino que pidió poder salir a consultarlo con Kristian. De forma que Juan Carlos necesitaba la autorización de Kristian para ir a hacer el numerito. Está claro que vista la reacción que habían tenido él y Raki, Juan Carlos no se atrevió a tomar su propia decisión. Kristian había llegado a decir que se iba a la cama porque no quería ver la cara de los tres que estaban disfrutando el deseo de Desi en el loft cuando volvieran. Cualquiera toma así una decisión, debió pensar Juan Carlos.

Los muebles no toman decisiones, son sus dueños los que les mueven de un lado a otro. Menudo papelón está haciendo este Juan Carlos, que pasa el día dormitando y cuando abre la boca es para meter la pata. Especialmente tronchante ese momento en que hablaba con Kristian, Raki y Nacho sobre la relación de Susana con Gonzalo. Resulta que el mueble piensa que Susana forzó la relación porque sabe que fuera el carpeterismo vende. Y lo decía nada menos que teniendo a Kristian a su derecha. “¿Entonces yo?”, decía desconcertado. “No, no lo digo por ti”, aclaraba Juan Carlos. O sea, que unos forman pareja en la casa porque eso vende y otros no. ¿Y eso por qué? Porque lo dice Juan Carlos. Punto en boca.

El jefe Kristian le dio autorización a Juan Carlos para ir a despelotarse al loft, o lo que fuera. Le dijo: “Es tu decisión”, lo cual fue suficiente. Le faltó añadir ese “tú sabrás lo que haces” de las madres, que significa indefectiblemente: “ni se te ocurra hacerlo”. El numerito fue corto y un poco deslucido, aunque en el loft tanto Desi como los otros dos lo pasaron fenomenal. Susana no paró de reír todo el rato, lo cual es un gustazo ver después de los malos tragos vividos estos últimos días, provocados por la ausencia de Gonzalo y, muy especialmente, la actitud de Kristian hacia ella.

Es llamativo ver a Susana pasándolo mal por culpa de Kristian, mientras anoche en plató los gemelos seguían apoyando a este concursante. Sin contar con la evidencia de que a Susana le perjudica de cara a las últimas nominaciones de la temporada que se quede Kristian, solamente leyendo el escrito de ayer en su blog se podría haber dado cuenta Gonzalo de lo poco que le beneficia ver cómo ejecutar su venganza contra el concursante que le ganó la batalla la semana pasada es más importante para él que defender el bienestar de su chica durante los días que restan hasta el final. Por si no lo ha hecho y quiere recapacitar sobre esto, le dejo aquí uno de los párrafos de ese escrito de Susana. Es de anoche mismo:

“Y, en general, mi 'desgana' en la casa es porque llevo unos días que no estoy del todo bien, no sé si es imaginación mía o estoy más susceptible de lo normal, pero noto la casa muy rara y yo me siento especialmente incómoda con Kristian. Estoy segura de que yo no le he hecho nada a él, pero creo que él no me soporta o no quiere que esté aquí porque a cada comentario que digo o cada cosa que hago le saca algo malo o dice algo para dejarme mal, incluso he visto algunos gestos feos hacia mí que no entiendo, y eso hace que no quiera estar con él e indirectamente me aleja de Raki y de Kristian”.

Ayer le decía a sus compañeros más afines que se sentía “observada y cohibidísima” por Kristian, quien no le deja hacer nada. Al parecer celebró gritos del exterior en su contra como si su equipo hubiera metido un gol. “No tengo ganas de verle la cara”, añadía. No hay más. Susana no quiere estar con Kristian, pero Gonzalo le prefiere dentro de la casa porque quiere vengarse de Igor. Su argumento de que es su amigo no se lo cree ni él, menos después de haber visto uno de los vídeos que pasaron en el debate de anoche. Una pieza prodigiosa por la que debo felicitar una vez más al fantástico equipo del programa. Ahí veíamos a Kristian llorando (no es una expresión, lloraba de verdad) porque había nominado a otras personas y no a los gemelos, cuando ellos lo merecían más. También recogía los comentarios del ‘comando AVE’ sobre Kristian, el que más miedo tenía a quedar nominado, siempre necesitando ser protagonista.

Los gemelos compartían estas opiniones tan poco amables. Sobre el marcaje que ahora le está haciendo a Susana chitón. Ni una palabra de Gonzalo en contra. Eso es hamor, señores. Ahora resulta que el trillizo se quiere apropiar de la quedada en apoyo de Susana, que anoche calificó como “sumelista” (de Susana y los gemelos). Hasta ahí llega la caradura de estos tres, que la madre de Susana salió anoche a aclarar en Twitter que es una quedada “susanista”. Antes de eso había expresado su deseo de que Kristian fuera a esa quedada en Madrid este sábado, lo cual significaría que está fuera de la casa. “Estoy defendiendo a mi hija de ataques, pactos y críticas”, decía. Que tome nota el pelirrojo.

Ayer fue el día de Desi, quien ha demostrado escaso o nulo interés por todo aquello en lo que no es ella la protagonista. Anoche recibía el premio de ver cumplido su deseo, e incluso en el loft se encontró con ese tinte que tanto tiempo lleva esperando y se lo han negado primero sus compañeros y luego la ausencia de presupuesto para poder comprarlo. Desi no solamente tiene momentos graciosos sino que también es la autora de frecuentes invectivas, insultos y faltas de respeto a sus compañeros.

Ayer Desi tuvo un día especialmente desafortunado. Empezó con un chiste xenófobo, supongo que menos grave que otros chistes cuyas consecuencias han sido tan importantes en este programa. Si vimos a Igor demostrando su inmenso desconocimiento sobre la transexualidad, o a Juan Carlos llamándole “transformer”, seguro que también veremos a esta concursante haciendo el siguiente comentario cuando Álvaro convocaba a sus compañeros para comerse el bizcocho que había preparado: “Esto es como los rumanos, que das de comer y vienen cuatrocientos”. Álvaro la llamó al orden, como corresponde. Él siempre dice que es “muy borrica”, y tiene razón. No voy a hacer de esto un dos de mayo porque es un chiste poco afortunado, que muchos posiblemente haríamos en nuestra casa sin ser necesariamente xenófobos. Que la audiencia conozca a la verdadera Desi y luego decida.

Más graves me parecen sus comentarios de ayer sobre algunos de sus compañeros. Primero se quejaba porque Kristian le haya acusado de haberse pegado a Susana porque es fuerte de cara a la audiencia y reaccionaba así: “Me parece de mongolo. ¿Tú te crees que yo voy a estar pensando quién es fuerte?”. Y luego arremetía en contra de Igor con mayor virulencia que nunca, rayando lo intolerable: “El tío mierda, más feo que un ‘bujero’. No ha valido ni para mantener ni a la mujer ni al hijo, ¡Que no me toque el coño!”, decía Desi, y añadía: “Le he dicho al súper que si hay la posibilidad de salir de esta puta casa sin pagar un duro. Ojalá se vaya Igor. ¡A chuparla! España, por Dios, sacarlo". Meter a un menor en medio de sus invectivas me parece de lo peor.

No hizo caso de las peticiones de moderación de Álvaro y Susana y remató con una amenaza: “Si yo estoy fuera ya le hubiera dado con la botella de zumba en la cabeza". ¿Las razones de su inquina hacia Igor? A saber. Le ha tocado a él igual que en su momento le tocó a otros. Veremos cuando se entere de que le ha escondido parte de su maquillaje y sombras de ojos. Supongo que lo hace por aquello de que quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón. Ah, no, que si lo hace Igor está fatal, pero si es Desi todo vale.

Moleskine del gato

Ayer le dediqué unas notas de mi inseparable moleskine a la profesora de Zumba. Creo que se llama Vicky, la misma que en la imagen adjunta aparece mostrando un cartel de apoyo a los descerebrados que van a las inmediaciones de la casa con megáfonos para importunar a los concursantes. Bueno, mejor dicho, a algunos concursantes. No tengo nada en contra de esta persona, aunque me parece que debería dejar sus preferencias en casa porque ella no es una espectadora de Gran Hermano, sino una profesora que está allí para hacer publicidad de un patrocinador y punto. Por otra parte, el megáfono está haciendo el daño suficiente al programa para el que ella trabaja como para que antes de hacerse esa foto se lo hubiera pensado un poco.

Creo que ayer la profesora demostró carecer de la empatía necesaria cuando le decía a Susana que la veía “floja, aburrida y apagada”. Por las razones que sean, no está considerando que hace tan solo cinco días abandonó la casa Gonzalo y, además, lo está pasando mal por la presión de un Kristian excesivamente nervioso ante la próxima expulsión. Lo más curioso es que tanto Igor como Álvaro se quedaron muy sorprendidos con el duro juicio de la profesora porque, según ellos, Susana se esfuerza y sonríe mucho bailando. Curioso contraste de pareceres.

También tuvo la profesora un encontronazo con Desi, que fue inmediatamente al ‘confe’ a desahogarse y al volver decía no entender por qué Kristian desea tanto ganarse el viaje que tendrá quien tenga mejores calificaciones por las clases de Zumba. “Si Sonia no le va a dejar ir”, decía. Y es que Desi tiene cera para dar y regalar.

Y dejo caricatura de Sonia, por el gran Javier B.V.