La edición de los egos desmedidos

telecinco.es 09/09/2016 09:42

Fue levantar Miguel la peluca que cubre esa especie de autopista central despejada que cruza su cabeza de adelante hacia atrás, o viceversa, y destaparse el tarro de las esencias. Olía a Gran Hermano, sí. Incluso me atrevería a decir que demasiado. Nada vimos que no sonase a algo ya visto, lo cual contradice lo prometido. Tampoco explotó la bomba anunciada ni aquello que nunca se ha visto en televisión, a no ser que se tratase del peculiar rapado de Miguel. Es el problema de exagerar las expectativas. Sirve para aumentar la expectación, pero luego deja con una extraña sensación de habernos perdido algo.

Ni edición de las falsas apariencias, ni de los engaños, ni de los peluquines. Después de presentados los dos primeros concursantes pensé que iba a ser la edición de los trastornos. Miguel sufre de gerascofobia, o pánico a envejecer, y Noelia un 98 % de ASMR, más conocido como orgasmo cerebral. Yo había hablado siempre de pajas mentales, aunque no estoy seguro de que sea lo mismo. Tras ellos llegó Beatriz, la naranjita "chonija" (choni y pija) imitadora de Ylenia, y me sorprendió que no se mencionase su trastorno. Luego me di cuenta de que lo habían obviado al ser tan evidente.

El trastorno narcisista de la personalidad es el más común entre los concursantes de esta edición. Creo que afecta a una mayoría de ellos, aunque eso tampoco es nuevo. Esta conclusión me hizo ver que en realidad es la edición de los egos desmedidos. Si me preguntan hoy por el casting de esta decimoséptima edición lo definiría como excesivo, pero temo exagerar. Igual dentro de unos días reclamamos más excesos.

De momento, esta madrugada solo se la han currado unos cuantos, como ese Cris ubicuo que no se apartaba nunca del plano. Fue de los pocos que hizo lo que debía: quitarse con urgencia la etiqueta de Ikea. El peligro de destacar tan rápidamente es cansar a la audiencia demasiado pronto. No obstante, prefiero esto a lo que hicieron Alain o Pol, por no hablar de Álvaro o Noelia, desaparecidos en combate durante horas.

Los engaños planteados en esta gala de presentación fueron en su mayoría descubiertos antes de su final. Diría que para tratarse de bromas les faltó sentido del humor. Solo dos engaños parecen ser reales, los que afectan a los amigos Cris y Fernando, así como a las también amigas Meritxell y Laura. Anoche mismo se abrían las votaciones en la aplicación oficial del programa para decidir quién se debe quedar de cada una de estas parejas.

No se lo tomaron igual los amigos y las amigas. Mientras que Meritxell anulaba a Laura, copando todo el protagonismo y comenzando a atisbar un cierto tonteo con Fernando, este comenzó una lucha a muerte con Cris por destacar uno más que el otro. No en vano comentó Fernando que su amigo le estaba poniendo nervioso porque “está dando por culo en todos lados”. Luego se desdibujó bastante esta impresión inicial, pero al principio estaba tan claro como que ganarían en protagonismo Meritxell y Cris. Lo cierto es que Gran Hermano es una carrera de fondo y una de sus claves es tener más resistencia que los demás. Otra clave es que esto se gana por las noches, y a primera hora de la mañana se habían cambiado las tornas y estaban despiertos los otros.

Deshacer tan pronto las dos parejas de amigos puede ser un error. En principio, se irán dos el próximo jueves. Pero ya sabemos que Gran Hermano es imprevisible. Les queda la esperanza de la segunda oportunidad que tienen con la caja que todos cogieron. Solamente una guarda la salvación. El procedimiento será que el expulsado viaje siempre de Guadalix a Fuencarral con la cajita, y en la entrevista se le facilite la llave que deje ver su contenido. Si tiene premio volverá a la casa para disfrutar de una segunda oportunidad definitiva. Ya hablaremos de esto otro día con más calma. De primeras estamos siempre en desacuerdo, pero si este jueves próximo nos parece un crimen separar a una de las parejas estaremos deseando que el expulsado sea portador de la caja que le dará esa segunda oportunidad.

Fernando fue pretendiente de Aguasantas en Mujeres y hombres. Empieza a ser una tradición, parte de la esencia de Gran Hermano. Suso también fue pretendiente, aunque más fugaz que el de Sanlúcar de Barrameda. Junto a Miguel son los que han tenido una vida más pública y relacionada con los medios de comunicación, lo cual debería ser suficiente para anular la posibilidad de convertirse en concursante. Miguel estuvo con Cristina Rapado, lo cual parece un chiste, pero es cierto. El rapado y la Rapado juntos. También se le relacionó con un concursante 'tróspido', según parece. Demasiada exposición pública previa.

Lo que acabo de contar debería servir para dar paso a dos reservas. Mucho me temo que la audiencia votante prefiera que quede Fernando antes que Cris, su amigo de Ubrique que nació en República Dominicana. Cris es informático y su amigo practica el flyboard. No hay color, amigos. De la pareja de Cornellá no sabemos que ninguna haya perseguido la fama antes de ahora, pero aplicando un criterio semejante al del otro caso, apuesto a que se queda Meritxell, la más resultona de las dos, aunque no estoy haciendo de menos a Laura. Son amigas inseparables desde hace solo dos años. Llevan las dos un corazón tatuado en el pecho y en el tobillo cada una la inicial de la otra. Salen a tatuaje por año, si dura su amistad puede terminar faltando espacio para tatuajes en la piel de ambas.

Ya he contado que la noche comenzó con Miguel, que emprendió ante sus compañeros una labor, diríamos, de evangelización, en la que uno de los argumentos principales es defender la honestidad. Supongo que por eso oculta lo de su peluquín. Él mismo dice que es un trampantojo. Luego vino Noelia, de quien podríamos decir que es más bien “trampantoja”. La de Córdoba es una especie de Sindi que en lugar de recibir en Callao la noticia de que era concursante lo hizo en plató. La vimos celebrarlo con entusiasmo y ahí acabó todo. En la casa la están buscando. Algo parecido pasa con Álvaro, un arquitecto con aspecto de Robinson Crusoe, que ha exagerado el concepto de hípster hasta pasarlo de rosca completamente.

Luego entró un luchador de wrestling que no lleva máscara (salvo anoche) porque le duele la cara de ser tan guapo. Pol se autocalifica como dashing, imagino que porque si dice "apuesto" las risas no habrían dejado escuchar el resto de sus fanfarronadas. Prometo que en su vídeo de presentación le vi subrayando un análisis de sangre. Como momento preferido de la gala me debato entre este y cuando Clara afirma que le gusta mucho viajar mientras rema en una barca del Retiro (o similar). Es ovolacteovegetariana, que de tan largo como es quita hasta las ganas de comer. La palabra es casi tan larga como ella: cerca de los dos metros con tacones.

Candelas apunta maneras como posible villana de esta edición, por lo que pido extremo cuidado con ella. No quiero decir que debamos tener cuidado con ella, sino todo lo contrario. Hay que cuidarla, porque una buena villana es oro puro, un diamante a pulir hasta que brille todo lo posible. Esta graduada en ciencias de la actividad física y el deporte dice que tiene novio, pero la relación no está en su mejor momento. Ergo, seguro que vemos como le dice aquello de “es lo que hay”, mientras comienza otra bonita relación dentro de la casa. De momento, su novio se parece bastante a Alain, el francés. Ahí lo dejo.

Adara y Bárbara entraron juntas y sigo pensando que tienen algo en común. La exazafata de vuelo de Alcobendas y la bloguera de Alicante al menos coinciden en cierta fragilidad física. Esbeltas y delicadas, aunque Bárbara creo que cuenta con una vida ajetreada, con tres matrimonios y un hijo de cada uno de ellos. Es un clon de Bárbara Rey, con la que comparte incluso nombre, aunque tal vez no sea casual sino obra del mismo cirujano plástico. Con 38 años es la mayor del grupo junto a Alain, donde hay otros dos concursantes por encima de los 30: Álvaro con 32 y Miguel con 31.

Me gusta que haya más disparidad de edades que otros años. La edad de Miguel motivó uno de los primeros rebotes en la casa por negarse a confesarla. Meritxell y Candelas estaban ofendidas por ello, aunque todavía les quedaría que se negase a contestar si es gay. El momento más tenso con Miguel fue cuando Candelas notó algo raro en su pelo, le preguntó qué tenía ahí y fue a tocarlo. Miguel se zafó como pudo, explicando que es una crema porque tiene hongos. Su defensa de la honestidad no comulga con ocultar edad, condición sexual y peluquín, aunque esté en su derecho de hacerlo.

Según fue avanzando la noche aparecieron los concursantes más normales. Tal vez debería decir menos afectados, o siendo coherente con el inicio de este escrito podría afirmar que eran aquellos sin trastorno aparente. Digo esto a pesar de la reacción de Pablo cuando le hicieron creer que no era concursante todavía. “Lo he dejado todo para venir aquí”, decía sollozando. Pablo es un zamorano que se siente burgalés y habla con acento gallego. Lo que ha dejado es un trabajo de gofrero en Londres, que igual lo hubiera perdido en todo caso a consecuencia del Brexit. Dice que es “infinito”, y a mí me ha parecido si acaso “finito”.

Montse parece un descarte de Granjero busca esposa. La granjera catalana es experta en cuidado de uñas (Ungles cuques ataca de nuevo), y destacó anoche por el siguiente diálogo. “Tengo una granja escuela”, afirmó Montse, a lo que una compañera le preguntó si de niños y contestó ella: “No, de animales”. No me brotan las palabras. Terminó el desfile de concursantes con los franceses. Alain lo es de verdad. Nacido en París y residente en Valencia. Le gusta el yoga y, por lo visto, el silencio.

Rodrigo no es francés, aunque le pidieron que se hiciese pasar junto a Alain por concursante de una imaginaria edición francesa de Gran Hermano, que nunca existió. Este financiero de una empresa de moda sabe inglés y francés “perfectamente”, según dijo. Es licenciado en Derecho y ADE. Estudió en el Liceo y se considera pijo, más o menos. Detesta a las chonis y Bea fue su primera víctima choni. “Hablas como Ylenia, ¿no?”, le dijo. Y Bea confesó que era su ídolo. ¡Válgame el cielo!

Repito que me cuesta decir si es un buen casting o no. Suele pasarme esto la primera noche. Solo puedo decir que estoy deseando observarles mañana. No veo favoritos, pero sí lucha de egos por liderar la manada. Y un par de aspirantes a malvadas maravillosas. Mimbres hay para pasarlo bien los próximos meses. Espero tener muchas cosas que contar durante todo ese tiempo.

Lidiando con estos especímenes, a los que hemos empezado ya a observar, estuvo Jorge Javier Vázquez. Solvente, como siempre, y acertadamente ajustado al guion, tuvo que conducir una gala de presentación en la que falló el ritmo y a la que faltó emoción. Es también un clásico. Hay pocas excepciones a esto, aunque esté tan cercana la pasada edición, con probablemente la mejor gala de presentación entre las habidas. Lo cierto es que el Gran Hermano de verdad comenzó justo al terminar la gala, y ya en la primera noche se escuchó a alguien preguntar a quién le daría los tres puntos, mientras empezaban a fraguarse odios africanos. Y eso promete que tenemos edición, amigos.

Casi toda la emoción se concentró al inicio de la gala. Apareció primero Mercedes Milá, ante un plató cuyas gradas estaban llenas anoche de concursantes de todas las ediciones. Casi todos los que han ido pasando por el programa desde la primera edición hasta la última. Durante todo el día, e incluso desde días antes, se anunciaba que esto iba a suceder. El merecido homenaje fue sencillo, sin sorpresa alguna. Nada más sincero como el aplauso emocionado de una grada repleta de exconcursantes, muchos de ellos con lágrimas en los ojos.

Mercedes pidió: “dejadme ir tranquila y feliz”. Así será, querida Mercedes. Aguantó la emoción como una jabata, mucho mejor que algunos en nuestras casas. No era necesario, pero me hizo sentir menos ridículo verla quebrarse un poco después. Ser vulnerables a veces también nos hace grandes. El homenaje podría haber sido más elaborado, pero no más contundente. Sus concursantes en pie y sin querer dejar de aplaudir. Y en este otro lado, una masa silenciosa aguantándonos las lágrimas.

El moleskine del gato

Solo un apunte, que ya está bien para empezar. La forma de nombrar el cuarto de fumar es un poco inquietante esta vez. Anoche escuché decir al súper: “Si queréis viajar en medio de una nube, está ya operativo”. ¿Perdona? ¿Seguro que es tabaco normal lo que les ponen? Viajar en medio de una nube suena demasiado bien para lo que es.